Conectarse con nosotros

NACIONALES

La vacuna argentina ARVAC contra el coronavirus avanzó a fases 2 y 3: cuándo comienzan los ensayos

Publicado

el


La primera fase arrojó resultados preliminares que demostraron que es “segura y muy inmunogénica”. Se trata del fármaco de producción nacional contra el coronavirus más avanzado hasta el momento.

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) autorizó este lunes 9 de enero el comienzo de los estudios de la segunda y tercera fase de investigación para evaluar la seguridad, tolerabilidad e inmunogenicidad de la vacuna nacional bivalente “ARVAC Cecilia Grierson” (ARVAC CG), contra el coronavirus.

Qué se sabe de la Arvac, la vacuna anticovid hecha en Argentina

Los resultados parciales de la primera fase arrojaron información de seguridad preliminar que demostró que la vacuna es “segura y muy inmunogénica” y se corroboró que los anticuerpos neutralizantes contra las variantes Ómicron y Gamma se incrementan hasta 30 veces con una sola dosis de refuerzo.

Cuándo comienzan los ensayos clínicos

Tras la reciente aprobación de Anmat, los estudios clínicos de las siguientes fases se realizarán en adultos voluntarios, mayores de 18 años, ya vacunados con el esquema primario contra el SARS-CoV-2. A ellos se les inoculará el refuerzo del fármaco nacional, desarrollado en conjunto por el Conicet, la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y el Laboratorio Pablo Cassará

Se estima que los ensayos comenzarán en el primer trimestre del año. Si todo transcurre dentro de lo esperado, la vacuna se aprobaría durante el 2023.

“Contar con una vacuna de producción nacional contra COVID-19, desarrollada por investigadoras e investigadores argentinos, es una muestra concreta de lo que podemos lograr cuando el sector público y el privado aunamos esfuerzos y trabajamos en conjunto”, expresó la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, quien destacó además el impulso otorgado por el Presidente a esta iniciativa.

“Nos llena de orgullo, porque no solo marca un hito para nuestra soberanía sanitaria, sino que además impacta en toda la región”, sostuvo la funcionaria, quien también destacó que este “logro colectivo” no se habría alcanzado sin el “compromiso de muchos actores”, entre los distintos ministerios, Conicet, la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (I+D+i), las universidades y la industria farmacéutica.

El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel FIlmus, recordó por su lado que esta es “la primera vez que se lleva adelante en el país estudios de Fase II y III para una vacuna de desarrollo nacional” y elogió “el esfuerzo de nuestros científicos”.

Qué se sabe sobre la vacuna ARVAC Cecilia Grierson y cuándo estará lista

La investigación de la ARVAC CG comenzó en junio de 2020, en plena escalada de la primera ola de la pandemia por el coronavirus. En diciembre de 2021, concluyeron con los estudios preclínicos en no humanos. Así, en marzo de 2022 comenzó la primera fase, que cerró este lunes.

El fármaco está basado en proteínas recombinantes, una tecnología segura que ya se aplica en las vacunas contra la Hepatitis B desde hace más de 20 años o más recientemente, el VPH. Además, esta vacuna podrá ser almacenada entre 2 y 8°C, una temperatura de heladera, lo que permitirá que, a diferencia de las primeras vacunas contra el COVID-19, la ARVAC CG sea más económica y fácil de producir y de distribuir.

En diálogo con AM750, en marzo del año pasado, el presidente de la Agencia I+D+i, Fernando Peirano, anticipó que la segunda y tercera fase se extenderá “unos meses más”, después de la finalización de la fase 1. “Después, viene una instancia de evaluación de lo que se ha recorrido. Es muy difícil estimar en qué día se va a terminar este proceso”, manifestó.

Sin embargo, el funcionario nacional confió que “la expectativa” es que para la campaña de refuerzos de 2023, “podamos contar con una parte de dosis de orígen argentino”.


NACIONALES

Ida y vuelta de los aumentos en mayo

Publicado

el


El Gobierno postergó subas de luz, gas e impuesto a los combustibles para amortiguar otros aumentos. Colectivos y subtes, en espera.


Por Mara Pedrazzoli

Entre varias idas y vueltas respecto a los aumentos de precios liberados (y regulados) por el Gobierno, los incrementos programados para mayo impactarán directamente sobre consumos esenciales como combustibles, transporte, el servicio de internet y comunicación, colegios privados en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) y alquileres. Se suman a los amplicados entre enero y abril, de modo que inclusive en el caso de las subas postergadas –como en luz, gas y algunas prepagas-, la comparación contra las tarifas en igual mes del año anterior todavía superan a la inflación general. Según el Indec, el aumento en los precios “regulados” acumulado en el primer trimestre del año fue del 81 por ciento interanual, mientras el nivel general de inflación ascendió a 51 por ciento.

Para empezar, en la mañana del miércoles 1 de mayo las petrolerassubieron el valor de los combustibles entre 4 y 5 por ciento. Un ajuste que obedeció al incremento en los costos por la suba del dólar -topeada por el Gobierno en 2 por ciento mensual- y a la recomposición para alcanzar niveles cercanos a la “paridad de exportación”, hoy unos 20 dólares arriba de los precios internos. En principio, los combustibles iban a subir casi 10 por ciento en mayo, dado el traslado por la corrección de los Impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL), que fue suspendida hasta junio por el Gobierno por una decisión de último momento. Las estimaciones del Instituto Argentino de Análisis Fiscal evidenciaban que este ajuste del ICL hubiera sido más alto pues correspondía aplicar los precios del cuarto trimestre del año pasado, que habían rebotado debido a la devaluación de diciembre.

Así, el aumento aplicado inicialmente por YPF estuvo por debajo de las remarcaciones promedio de marzo y abril del 6 por ciento mensual. En mayo, la nafta súper en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) pasó de 837 a unos 870 pesos, mientras la nafta premium avanzó de 1.033 a 1.074 pesos. Mientras el gasoil común dejó de costar 883 para pasar a venderse a un valor cercano a 918 pesos, y el gasoil premium avanzó de 1.123 a 1.167 pesos, considerando los valores más económicos del mercado. Tomando como ejemplo CABA, en los últimos doce meses el precio del litro de nafta súper pasó de 163,10 a 744 pesos, con lo que registró un incremento total del 356 por ciento en el período.

En el caso de los servicios públicos de luz y de gas, a partir de este miércoles debía regir la indexación mensual atada a la inflación que estipulaba la nueva fórmula sancionada por el Gobierno. Sin embargo, hasta el martes a la noche los entes reguladores, Enre y Enargas, no habían recibido la información correspondiente a los nuevos cuadros tarifarios. Ante la sorpresa de las empresas del sector, el Gobierno decidió pisar los ajustes que involucraban subas de entre 10 y 12 por ciento para las distribuidoras de energía eléctrica y gas y para las transportistas de gas. Dichos aumentos representaban un incremento cercano al 5 por ciento en las facturas finales de los servicios que el oficialismo prefirió evitar. Igualmente, desde enero acumulan un alza del 150 y 450 por ciento, respectivamente.

En un nuevo traspiés heterodoxo del ministro de Economía, Luis Caputo, decidió mantener las tarifas pisadas al menos un mes para ayudar a la desaceleración inflacionaria. La regulación de los servicios esenciales comenzó a ser entendida por el oficialismo desde una lógica menos simplista y dogmática de lo que intrepreta sobre la inflación, como un fenómeno exclusivamente monetario.En la mañana del miércoles 1 de mayo, el ministro escribió en su cuenta en la red X: “Estamos cómodos en lo fiscal, priorizamos bajar la inflación y no cargar más con gastos de momento a la clase media”, para explicar las postergaciones de los aumentos, con lo cual también reconoció que dejar de emitir para cubrir el déficit no condujo a la estabilidad de precios como había asegurado. Ahora necesita detener la suba de tarifas.

El congelamiento del ICL, de los aumentos en la luz y el gas, sumados a la exigencia de rebaja en las cuotas de siete medicinas prepagas deben leerse como un llamado de atención dentro de la propia lógica del Gobierno. Las idas y vueltas en materia de liberalización de precios minan el discurso libertario y su apoyo social ante la inmanente erosión en el poder adquisitivo de los salarios. 

El Gobierno ya había suspendido la aplicación de una fórmula indexatoria en su debut con la tarifa de los colectivos y trenes en el Amba durante abril. Ahora en mayo es una incógnita qué pasará con los colectivos ante la amenaza de un paro de choferes este jueves. Los colectivos ya sufrieron un alza del 29 por ciento en febrero.

En tanto, el próximo 6 de mayo sí subirá un 54 por ciento el boleto de tren en el Amba. El esquema tarifario para los servicios que incluyen las líneas Sarmiento, Roca, Mitre, San Martín, Belgrano Sur, Belgrano Norte, Urquiza y Tren de la Costa quedará de la siguiente manera: con tarjeta SUBE registrada en la primera sección valdrá 200 pesos, en la segunda 260 pesos y en la tercera 320 pesos, mientras con tarjeta sin registrara costará el doble, y algo menos de la mitad con la tarifa social.

En el caso del boleto de subte, se espera un aumento del 359 por ciento, pues pasará de 125 a 574 pesos aunque se desconoce a partir de qué fecha concreta del mes por cuestiones administrativas. El Gobierno porteño demoró la publicación de la medida en el Boletín Oficial y aún no confirmó cuándo lo hará, con lo cual también se desconoce si luego se aplicará el segundo incremento previsto para el 15 de mayo, que lleva el pasaje a 667 pesos. El siguiente incremento estaba anunciado para el 1 de junio, hasta los 757 pesos.

Asimismo, los colegios privados bonaerenses aplicarán un incremento del 6,7 por ciento en sus cuotas, con variaciones dependiendo del nivel educativo y la subvención estatal. Los jardines con 100 por ciento de aporte costarán hasta 17.500 pesos, mientras la secundaria con subsidio del 40 por ciento hasta 102.500 pesos.

También las tarifas de internet, cable y telefonía sufrirán un ajuste que oscilará entre el 10 y el 20 por ciento dependiendo del proveedor y el tipo de servicio contratado. Y por último, los alquileres que quedaron dentro de la Ley de Contratos de Locación tendrán un incremento del 221 por ciento mientras aquellos firmados después de la derogación tendrán un ajuste “según el mercado” y las condiciones particulares de cada caso.


Seguir leyendo

Más leídas - últimas 48Hs.