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En la UCR no todos miran hacia el costado

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El escándalo desatado tras las conversaciones filtradas del ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, con operadores judiciales y empresarios sospechados de entregar dádivas a cambio de contratos con el Gobierno de la Ciudad profundizó las grietas al interior de Juntos por el Cambio, y en especial en el radicalismo. Mientras algunos dirigentes acercan posiciones a la conducción del PRO y deciden ignorar los chats y las pruebas del viaje a Lago Escondido, los referentes históricos del partido centenario reclaman un pronunciamiento explícito sobre el tema y la acción inmediata de los legisladores para pedir el juicio político de los magistrados involucrados. Luego de la carta enviada al presidente del partido, el gobernador Gerardo Morales, el exsenador Mario Cimadevilla aseguró haber recibido numerosos apoyos que demuestran que “hay un sector importante del partido que está harto del PRO”. Por su parte, los representantes de la UCR en el Congreso se apuraron en rechazar el anuncio del presidente Alberto Fernández respecto a impulsar el juicio político a la Corte, y deciden no confrontar con las voces disidentes dentro del radicalismo.

«La promiscuidad a la que nos han llevado en la relación entre el poder político y el poder judicial, el radicalismo no la puede dejar pasar de lado. Porque hemos predicado con el ejemplo sobre cómo manejarnos con el poder judicial», dijo Cimadevilla a Página/12

Al interior del partido centenario, Cimadevilla es considerado por muchos «una voz moral auténtica pero casi solitaria» que se apartó de la gestión cambiemita por reproches éticos en la investigación de la causa por encubrimiento de la AMIA. «¿Acaso no es moral el problema que tiene la república? –se pregunta– Macri llegó al poder y lo que hizo fue tratar de arreglar el tema del Correo, de las autopistas, Oderbrecht. El problema moral hoy existe y es lo que debemos volver a discutir en la política argentina. Aunque creo que es necesaria una reforma, con cambiar el Poder Judicial no alcanza, porque si tenés jueces coimeros e inmorales el problema lo vas a seguir teniendo», sostuvo. Y destacó que «el radicalismo es el partido que tiene más autoridad moral para pedir el voto».

En este sentido, y de cara al futuro de la coalición, Cimadevilla vislumbra una oportunidad para la UCR, que podría subsanar el rol que tuvo en el Gobierno nacional de Cambiemos, donde “salvo algunos obsecuentes que privilegiaron el cargo por sobre sus ideas, no tuvimos ningún lugar”. «Si no se quiebra JxC yo creo que el radicalismo tendría que pelear para dominar esa alianza, para tener preeminencia. Y podría hacerlo, por su estructura territorial, por su trayectoria histórica como partido, pero hay que ver si nuestra dirigencia está dispuesta a eso o se queda en el análisis electoral, es decir, ‘quedémonos, no nos peleemos, y aguantemos cualquier cosa’. Yo no estoy de acuerdo con eso, las elecciones son momentos coyunturales en la vida de un partido. Pero no hacen a la escencia y a los valores que el partido debe defender».

«En la carta pido que el comité nacional discuta este tema, no pido que me conteste Morales ahora. Digo que el radicalismo no debe quedarse callado ante lo que está ocurriendo», sostuvo el exsenador. Fuentes al interior del radicalismo señalaron que cuando se reúna el comité nacional en febrero será «inevitable» el tratamiento. Algo así como el gran elefante en la habitación al que no podrían ignorar. Para Cimadevilla, por su parte, “el tema ya está instalado, les guste o no”.

Entre los referentes de la UCR que se comunicaron con Cimadevilla para expresar su apoyo, el exsenador cuenta con algunos históricos como Juan Manuel Casella, Carlos Becerra y Federico Storani. Este último ya se manifestó cuando se conocieron las primeras filtraciones del celular de D’Alessandro. El exministro del Interior durante el gobierno de Fernando de la Rúa calificó al tema como un «escándalo» por ser «un grave conflicto de intereses y una promiscuidad inadmisible». Ahora, reitera su posición y asegura que «tiene que haber un análisis integral del tema de la Justicia de parte del partido».

Sin embargo, la dirigencia radical expresa otras opiniones públicamente. En el entorno del jefe del bloque de la UCR en Diputados, Mario Negri, aseguran que las declaraciones de Cimadevilla «no tienen ninguna trascendencia en el partido» y decidieron no dar mayores explicaciones. Una posición similar adoptaron desde los comités provincial y nacional del partido centenario, al no dar precisiones sobre la posibilidad de tratar el tema de cara al próximo cónclave.

Por su parte, el senador y referente de Evolución, Martín Lousteau, cuestionó la decisión del Presidente quien, con el apoyo de la mayoría de los gobernadores, impulsará el juicio político a los jueces de la Corte. En una publicación en sus redes sociales, Lousteau sostuvo que la medida «representa una gran crisis institucional, pero hay tal vacío de legitimidad que es una noticia que pasa sin pena ni gloria». Ya se había expresado el lunes pasado, cuando se sumó a los dirigentes de JxC que publicaron un comunicado de la coalición en rechazo al anuncio realizado el día anterior por el jefe de Estado. Esa también fue la única declaración del gobernador Morales, quien replicó el repudio al juicio político como principlar referente del radicalismo. No obstante, sobre los espurios mensajes del funcionario porteño no hubo novedades.

Producción: Diego Castro Romero


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Mondino y su brutalidad: «Los chinos son todos iguales»

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La ministra de Relaciones Exteriores exhibió su intelecto en la cumbre de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que se celebra en París. Allí confesó que no puede distinguir las profesiones de los orientales porque, para ella, tienen el mismo aspecto físico. Lo hizo después de mantener una gira justamente por China, con la intención de negociar el swap con el gigante asiático.

La canciller Diana Mondino se refirió este jueves a la base china en la Argentina. Lo hizo al ser consultada por la presencia de militares del gigante asiático. Mondino respondio con total brutalidad: dijo que no se pudo identificar si participan civiles o militares porque «son todos chinos, son todos iguales».

La cuestión hace al realineamiento argentino con los Estados Unidos. Javier Milei quiere emular las relaciones carnales que mantuvo Carlos Menem en los años 90. Es por eso mismo que, desde hace semanas, el Gobierno nacional amaña todo lo referido a la base científica que nuestro país comparte con China en Neuquén, al punto de mandar una delegación a investigar si se haya algo oculto, pese a que el gigante asiático comparte todos los resultados de las investigaciones con los organismos nacionales.

En ese contexto, Mondino aseguró este jueves que «los chinos son todos iguales», al señalar que no habían identificado a personal militar en la base espacial de ese país en Neuquén. «Los que fueron de investigación no identificaron que hubiera personal militar. Son chinos, son todos iguales», indicó la ministra de Relaciones Exteriores en declaraciones a Clarín.

La frase surgió ante una pregunta sobre si se había identificado personal militar en la base ubicada en la Patagonia argentina, en la que puso especial atención el gobierno de los Estados Unidos y fue tema de conversación con la generala del Comando Sur, Laura Richardson, a principios de abril.

«Ya se han hecho inspecciones en la Estación Espacial China y la Europea. Fue el mismo equipo a ambas y en la misma semana, esos equipos no percibieron nada raro», explicó Mondino.

Pato criollo

No es la primera vez que Mondino no logra ocultar su brutalidad. Semanas atrás, sentada en la mesa de Mirta Legrand, la canciller contó -con una sonrisa de dientes perfectos- por qué para ella es absurdo que los jubilados tengan acceso a un crédito: “Por definición todos algún día nos vamos a morir y si sos un jubilado de determinada edad casi seguro que te vas a morir”. Su argumento corrobora el ABC del gobierno libertario de monetizar la vida al máximo y que eso sea por definición el criterio de lo que sirve y lo que no, según cómo se venda o cómo se pueda pagar.

Pero se acumulan los casos. Por ejemplo cuando pidió que fogoneó a los trolls para que tengan más comentarios una respuesta que el tuit original de Andrés Manuel López Obrador. Ocurrió cuando el presidente mexicano denominó ignorante a Milei y una de las cuentas de las que suele tener interacción con el mandatario argentino (@usdtermo) desafió a que una foto de Milei iba a tener «más me gusta». En vez de apaciguar las aguas, esto publicó Mondino.

Y en el repaso también se pueden citar la vez que dejó un manto de sospecha -sin ninguna prueba- de supuestos «infiltrados» que iban a desestabilizar al presidente Javier Milei en su discurso de apertura en el Congreso o la vez que ni siquiera se puso colorada al apuntar contra Natalia Zaracho porque la diputada y cartonera -que nació en un contexto de vulnerabilidad social- no terminó el secundario.

Malvinas

La cuestión Malvinas merece un párrafo aparte. Suelta de lengua, Mondino dijo que las quejas formales del país contra Inglaterra son, apenas, «cartitas», y que si se tiene que enfrentar con su par inglés en lo relativo a Malvinas, lo mejor es hacerlo con sus «chicanas tuiteras». 

Lo hizo en una entrevista televisiva Ante la consulta de una periodista sobre las acciones de la Cancillería ante el viaje de David Cameron -ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido- a las Malvinas, la canciller dijo que «no había muchas opciones» porque «no pasan por territorio argentino para ir». «¿Qué le vamos a hacer, con un misil bajar el avión», comentó, con acento e intento de humor cordobés.

Cuando la repregunta estuvo orientada a por qué no hubo una queja formal del Estado nacional, Mondino adelantó su reflexión. «A un inglés reírse con el idioma inglés, le duele mucho más que una de las tantas cartitas que Argentina continuamente ha enviado», opinó y consideró que su chicana -había posteado, en Twitter, que le agradecía a Cameron su visita a la Argentina-, «le duele mucho más que otra cartitas más».

Hasta ahora se desconoce si alguno de los asesores con los que cuenta la ministra le soplaron al oído que ni el primer ministro de Inglaterra ni siquiera su canciller la siguen en la red favorita de los ultraderechistas. Es decir, quizás ni acusaron recibo de la «chicana». 

Antes de París, Pekín

Las últimas declaraciones de Mondino llegaron desde París, donde participa de un encuentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Pero la canciller no llegó a Francia desde Buenos Aires sino, justamente, había pasado semanas en la capital china donde se se reunió con el canciller Wang Yi.

El motivo de la gira giraba en torno a recomponer las relaciones tras las provocaciones del Gobierno nacional, que iban desde las acusaciones del presidente (augurando que no iba a mantener relaciones con «comunistas) y de las fotos de la propia canciller con diplomáticos de Taiwán, un tópico sensible para la geopolítica del gigante asiático. Pero, sobre todo, estuvo marcado por la necesidad de que el Gobierno chino renegocie el pago del swap para no generar un sismo en las reservas monetarias argentinas.

La pelota ahora quedó en Pekin. Habrá que ver si toman estas últimas declaraciones como un mero comentario al paso o si resuelven tomar medidas drásticas, por ejemplo, revisar el historial de créditos y exigirle al país el pago efectivo e inmediato de los mismos: se podrían amparar que, para ellos, las deudas «son todas iguales».


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