Conectarse con nosotros

NACIONALES

Vizzotti adelantó que el pase sanitario va a estar la próxima semana

Publicado

el



La ministra de Salud comentó que la implementación de este instrumento, que busca seguir incentivando la vacunación contra el Covid-19, está siendo acordada en un trabajo conjunto con las áreas de Deportes, Turismo, Cultura y las jurisdicciones provinciales.

La ministra de Salud, Carla Vizzotti, adelantó hoy que el pase sanitario con el que se busca restringir la asistencia de personas que no tengan el esquema de vacunación completo en eventos con alta concurrencia «va a estar seguramente la próxima semana».

Según dijo durante una conferencia de prensa en Santa Fe, la implementación de este instrumento, que busca seguir incentivando la vacunación contra el Covid-19, está siendo acordada en un trabajo conjunto con las áreas de Deportes, Turismo, Cultura y las jurisdicciones provinciales en el marco del Consejo Federal de Salud (Cofesa).

La funcionaria llegó a la capital santafesina para visitar junto a su par provincial Sonia Martorano, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Emilio Coni, que este jueves cumple 60 años.

Allí subrayó que «el pasaporte sanitario lo que busca es que nos cuidemos entre todos… poner en relevancia lo que significa completar los esquemas de vacunación».

Vizzotti aclaró que «no hay una resistencia a vacunarse en la mayoría de la sociedad, sino que luego de haber pasado la segunda ola y la percepción de riesgo tan alta, hay algunas personas que no priorizaron vacunarse y esta estrategia es para estimular la vacunación».

En este sentido, identificó que los más reacios a completar el esquema de vacunación se encuentran mayormente en «la franja de edad de entre 18 y 39 años que han perdido los turnos de la segunda dosis».

«Eso es seguramente porque perciben que tienen menos riesgo y porque la situación epidemiológica es muy favorable», analizó.

No obstante, enfatizó que «el mensaje para esa franja etaria es que es clave recibir la segunda dosis, reforzar la inmunidad para que en el momento en que aumente la circulación viral estemos todos lo más inmunes posible».

«Estamos en un momento relevante porque tenemos la película de lo que está pasando en el hemisferio norte, tenemos la emergencia de una nueva variante», advirtió.

De todos modos, remarcó que el país transita «un momento epidemiológico favorable y de mucho optimismo».

«El momento es de accionar Nación, provincias, los municipios, los medios de comunicación y la sociedad, para ejercer su derecho a vacunarse y entre cada una de las áreas minimizar el riesgo de aumento de casos y hospitalizaciones», finalizó la ministra.


NACIONALES

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Publicado

el


La oposición tiene los números para hacer cambios en particular. La Rosada ya dice que ningún capítulo es de vida o muerte.

En la Cámara de Diputados creen que la ley ómnibus se terminará aprobando la semana que viene pero que luego caerá sin atenuantes en el Senado.

La Cámara alta nunca trató la ley ni en comisión porque no pasó el filtro de Diputados. Allí el terreno es mucho más complejo para el gobierno, como quedó demostrado con el DNU que cayó por amplia mayoría.

Los senadores se quieren cobrar los insultos incesantes de Milei, que la semana pasada los graficó como ratas luego de que se aumentaran el sueldo. «Están decididos a destruir la ley».

En Diputados tampoco el Gobierno tiene un camino recto. Si bien ya asoman los números de la mayoría para la votación en general, que ya se habían conseguido el 2 de febrero en la primera versión de la ley, la votación en particular puede sufrir cambios.

Así como sucedió con la privatización del Banco Nación, que fue sacada de la ley en las últimas horas, capítulos como el de lavado pueden sufrir cambios en el recinto, más allá de los acuerdos con los que llega el oficialismo al día de la votación.

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Cuando entra un negativo, como se dice en la jerga parlamentaria al momento en que se voltea un artículo de la ley en tratamiento, la votación se «espiraliza». Esto quiere decir que los diputados se envalentonan contra el Gobierno y buscan más cambios, tal como sucedió en la votación en particular de la primera ley ómnibus, lo que la llevó al naufragio.

En ese momento quien debe tener la muñeca para negociar es el presidente de la Cámara, ayudado por sus operadores de recinto. Cuando Emilio Monzó era titular de Diputados, su operador era Nicolás Massot. Sergio Massa tenía a Cecilia Moreau y Paula Penacca. Los operadores de recinto son los que recorren las bancas durante la sesión para evitar sorpresas.

El Gobierno tiene un problema grande con eso. No tiene operadores de recinto, con un bloque balcanizado tras la salida de Oscar Zago. Y en especial, Martín Menem no demostró la experiencia para manejar la sesión cuando se la complican.

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Y los números que tiene el gobierno en Diputados anticipan que la votación en particular se va a complicar. La oposición podría juntar 126 diputados, que no alcanzan para dar quórum pero sí para voltear artículos o la ley entera una vez que comienza la sesión. Es que cuando ya se consiguió el quórum, la mayoría se calcula respecto de los diputados presentes. Como siempre faltan diputados que se enferman o viajan, con 126 diputados la oposición puede tener mayoría.

A ese número llegan con los 99 diputados de Unión por la Patria, más 5 de izquierda, 2 santacruceños, 11 radicales de Facundo Manes y Emiliano Yacobitti, y hasta 11 del bloque de Miguel Pichetto.

‘La ley es un monstruo sin cabeza que va caminando por el Congreso’, dicen los diputados que la quieren votar para sacársela de encima. El clima es de hastío por el proceso de cuatro meses que se tornó insoportable.

La bancada de Pichetto puede ir mutando en cantidad de votos negativos de acuerdo a cada artículo en particular. Los dos socialistas, Esteban Paulón y Mónica Fein, están muy enfrentados al Gobierno. Juan Brugge y Natalia de la Sota responden a Massa. Los seis lilitos no quieren votar las facultades delegadas y Margarita Stolbizer firmó un dictamen aparte con los socialistas.

Además se suman 8 diputados de Innovación Federal que buscarán introducir el capítulo del tabaco que el Gobierno quitó de la ley. «Si no lo logran quizás hagan una maldad», explicaron a LPO fuentes parlamentarias.

Como si no bastara con lo fino del cálculo, el Gobierno, que dejó como interlocutor al vicejefe de gabinete, José Rolandi, no reclama ningún punto como indispensable.

«La ley es un monstruo sin cabeza que va caminando por el Congreso», dicen los diputados que la quieren votar para sacársela de encima. El clima es de hastío por el proceso de cuatro meses que se tornó insoportable.

La bronca de los diputados no es sólo con la Rosada sino también con los gobernadores: creen que se borraron y no dieron la cara en las últimas semanas previas al tratamiento de la ley. El bloque libertario, en tanto, ni participa de las reuniones en las que se negocian los pedazos de la ley. 


Seguir leyendo

Más leídas - últimas 48Hs.