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Sergio Massa: «La tarea es recuperar los salarios y que todos puedan llenar la olla»

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Frente a los referentes de la Economía Popular, el ministro se comprometió a implementar el monotributo productivo a fines de agosto, un reclamo histórico del sector. Reconoció que la política de ingresos del Gobierno está en el debe y que su tarea en caso de llegar a la Rosada será «recomponerlos». Insistió, además, con el pedido a la militancia de ir «casa por casa» para «convencer a los desencantados y que vayan a votar». 
Matías Ferrari

Por Matías Ferrari

Los movimientos sociales fueron los protagonistas del último domingo de campaña de Sergio Massa antes de las PASO. El precandidato presidencial de Unión por la Patria se puso el saco de la Economía Popular y prometió, desde el escenario montado por el Movimiento Evita, la CCC y Barrios de Pie en Ferro, que no va a esperar a un hipotético triunfo para poner en marcha el monotributo productivo. Se trata de una reivindicación que el sector viene impulsando desde la pandemia y que busca formalizar a los trabajadores organizados en cooperativas. El ministro de Economía aseguró que implementará la medida vía DNU antes de que termine agosto. “Sabemos que se trata de laburantes sin derechos, que se merecen tener obra social, seguro de riesgo de trabajo y aportes jubilatorios. Los tenemos que visibilizar para ponerlos de nuevo en el circuito formal de la economía”, dijo. El auditorio, colmado de militancia social, devolvió con el primer canto de “se siente, se siente, Massa presidente” de la noche. El candidato había estado más temprano en Ciudad Oculta, donde compartió un guiso y recorrió los talleres textiles que el Evita tiene en ese barrio porteño.

“Vengo a comprometerme, sabiendo que la batalla por los ingresos es tal vez la que más nos duele no haber revertido en estos años, a que nuestra responsabilidad como gobierno va a estar puesta no solamente en seguir generando trabajo, sino en recomponer salarios”, exclamó Massa, a mitad de camino entre un ensayo de autocrítica sobre uno de los principales debes de la experiencia del Frente de Todos y las promesas a futuro, en sintonía con lo que viene expresando en sus últimos actos de campaña. “Como ustedes dicen, para que la olla se llene y la plata alcance”, agregó, en un guiño hacia la militancia de las organizaciones.

En el escenario lo acompañaron los referentes del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, de Barrios de Pie, Daniel Menéndez, y de la CCC, Carlos Alderete, además de la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, y la precandidata a intendenta de La Matanza, Patricia “La Colo” Cubría, con quien Massa viene de sacarse una foto en Economía la semana pasada.

La intención de las organizaciones fue enviar un mensaje de apoyo al candidato y dejar en claro que Massa tomó nota de la agenda de Techo, Tierra y Trabajo, banderas que forman parte central de la campaña de Juan Grabois. “La candidatura de Juan no deja de expresarnos de manera nítida en las ideas, si se quiere, pero hoy nos estamos jugando otra cosa. Sergio dejó de representar una fracción del movimiento para ser la síntesis. Está comprometido con las reivindicaciones de la Economía Popular y queremos asegurarnos un triunfo para que no vuelva la derecha”, resumió al respecto a Página/12 un dirigente del sector que viene de acompañar a Massa en varias recorridas de campaña por el conurbano y las provincias.

En esa línea, el candidato prometió que el monotributo productivo, del que podrían beneficiarse buena parte de los trabajadores del sector informal (según el último informe del ReNaTep, a enero de este año hay unas dos millones de personas que se reconocen parte de la Economía Popular), se implementará vía decreto luego de las PASO. La idea ya había formado parte de la campaña de 2021, cuando el Gobierno mandó un proyecto de ley al Congreso, pero nunca se trató. Propone reemplazar el monotributo social y que el Estado se haga cargo de los importes. “Es una deuda que tiene el Estado y es un punto de partida para institucionalizar de una vez por todas a los excluidos”, le dijo Menéndez a este diario.

El acto coincidió con la víspera de la movilización de San cayetano, que las organizaciones realizarán este lunes en Liniers en confluencia con el Tercer Malón de la Paz que llegó desde Jujuy para denunciar la represión en esa provincia. 

Casa por casa, barrio por barrio

“Quedan siete días. Enfrente tenemos a los que quieren volver al ajuste, a la represión, a la violencia institucional, al recorte de derechos. Y adelante está nuestra responsabilidad de una patria más inclusiva, más justa, más soberana, con producción y trabajo. Por eso les pido que vayamos barrio por barrio, casa por casa, para convencer a todos de que nunca hay que volver para atrás”, fue el pedido de Massa a la militancia de las organizaciones sobre el cierre del acto. Massa y el comando de campaña de Unión por la Patria vienen insistiendo en esa idea de movilizar a las bases del peronismo, con un ojo puesto en la baja de la participación y el aumento del voto en blanco que se registró en la mayoría de las elecciones provinciales y que de repetirse en las PASO puede perjudicar al oficialismo.

“Soy consciente de que es un escenario difícil, de que cuando ganamos en 2019 la esperanza de muchos era mayor a la que en términos de resultados de gobierno. Entendemos que haya en algunos ganas de no ir a votar por esa frustración, pero tenemos que ir abrazar a cada uno y decirle que sabemos lo que falta, pero que solo nosotros somos capaces de recuperar a la Argentina”, agregó Massa, que luego describió que las “la oposición ahora dice sin globos de colores que vienen por los derechos conquistados”. “No debemos repetir la experiencia del 2001 ni la del 2015”, cerró.

El “sujeto social”

“Gracias Sergio por hacerse cargo, por haber agarrado esa papa caliente que era la economía. Por pagar la deuda en yuanes y no en dólares. Perón hubiera hecho lo mismo”, lo elogió Pérsico al inicio del acto, y recordó que cuando el candidato era intendente de Tigre “las cooperativas se hicieron cargo de muchas de las obras públicas” del distrito. Enseguida, el referente del Evita aseguró que “la posibilidad de triunfo del frente está en Sergio Massa, no tengo ninguna duda”.

“Hay un nuevo sujeto social en el país”, dijo luego en relación a la Economía Popular. “Somos la solución en el territorio, en los barrios”, siguió y agregó que “no hay un problema de trabajo, hay un problema de derechos”. “Estamos a disposición para resolverlo”, concluyó. Massa más tarde recogió el guante y dijo que el sector “da todos los días el ejemplo, con el reciclado, con el trabajo en el rubro textil y lácteo, entre otros”.

“En el 2001, la Argentina vivió el recorte a estatales, a jubilados, el recorte de la mayoría de los gastos del sector público, vino un megacanje, después un blindaje, y finalmente, un proceso de fractura social que terminó dejando a un montón de trabajadores y trabajadoras en la calle, que terminó generando la desaparición de muchas empresas», siguió Massa. «Un proceso que, además, se volvió a repetir entre el 2015-2019. Esos trabajadores y trabajadoras, que se cayeron, al igual que pequeños y medianos empresarios y comerciantes, en el 2001 y entre el 2015 y el 2019, no se fueron a quedar encerrados en su casa, no se quedaron cruzados de brazos, fue el germen que le dio nacimiento a lo que denominamos la economía popular”, sostuvo. 

“Vamos a poner todo lo que tenemos para ganar. El partido real empieza en octubre y tenemos que defender a la patria, que está en peligro”, dijo por su parte Alderete, de la CCC.

Más temprano, Massa estuvo en un comedor popular de Villa Coulta, en Soldati, donde pasó por el Instituto Villero de Formación de Alejandro «Pitu» Salvatierra, acompañado por el candidato porteño de Unión por la Patria, Leandro Santoro, el ministro de Desarrollo social de la Provincia, Andrés «El Cuervo» Larroque y la diputada nacional Paula Penacca. «Me llevo una tarea para poner en agenda de campaña y de gestión de gobierno: trabajo y educación son las dos herramientas para combatir la pobreza. El Estado debe acompañar a los pibes a salir del consumo y combatir al narcotráfico», dijo.  


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Cuáles son los cambios que exige la oposición para acompañar la Ley Bases y el paquete fiscal

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El debate legislativo de la semana finalizó sin dictamen. El oficialismo ya sabe que los proyectos que se aprobaron en la Cámara de Diputados sufrirán modificaciones. Los cinco puntos clave.

Por María Cafferata

Un Pacto de Mayo sin ley, una ley sin forma. La imposibilidad de dictaminar la Ley Bases no solo enterró la ilusión del acto de unidad con los gobernadores en Córdoba, sino que hundió la fantasía de que el gobierno ya había logrado cerrar un gran acuerdo con la oposición. No hay acuerdo ni borrador final: solo la certidumbre de que los proyectos que se aprobaron en Diputados no serán los mismos que se aprobarán en el Senado. Hay seis senadores opositores cuyas firmas son claves que todavía aguardan una respuesta del oficialismo sobre sus pedidos de modificaciones y, hasta que no tengan una devolución, no dictaminarán nada. La pelota, aseguran, está del lado del gobierno nacional, que tendrá que definir, este fin de semana, qué cambios acepta y cuáles se arriesga a rechazar. En el mientras tanto, nadie, ni el propio gobierno, está seguro de qué forma final tendrán las dos primeras leyes que el Congreso le aprobará a Javier Milei. 

Martín Lousteau (UCR), Pablo Blanco (UCR), Maxi Abad (UCR), Guadalupe Tagliaferri (PRO), Edgardo Kueider (Entre Ríos) y José Carambia (Santa Cruz) son los seis senadores de cuyas firmas depende que las comisiones de Presupuesto, Legislación General y Asuntos Constitucionales puedan dictaminar la Ley Bases y el paquete fiscal para que puedan llegar al recinto. El oficialismo se equivocó al creer que el número estaba garantizado y que, en todo caso, la discusión por la letra chica se resolvería de camino al recinto. Y los senadores se lo están haciendo pagar. Para muchos, la inclusión de Victoria Villarruel en las negociaciones – hasta ahora desplazada – habilitará un diálogo más fluido con un oficialismo que, hasta ahora, estaba fragmentado. El intercambio era, por momentos, contradictorio: el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, decía una cosa y el ministro de Interior, Guillermo Francos, decía otra. 

«Que digan lo que quieran, yo no firmo nada». La frase salió de la boca de varios senadores opositores en las últimas 48 horas. Senadores que se sienten empoderados y que, ante la ausencia de ofertas concretas del gobierno – con la excepción de los fondos para la UBA (un guiño directo al radicalismo) -, van acumulando reclamos. El gobierno solo cuenta con siete senadores propios y otros cinco del PRO: está muy lejos de los 37 que necesita para el quórum, por lo que no está en condiciones de ignorar ningún pedido. El problema es que, a medida que pasa el tiempo, los pedidos son cada vez más.

RIGI

A la cabeza de los reclamos está el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) que otorga beneficios fiscales exorbitantes por 30 años para todas las empresas extranjeras que inviertan más de 200 millones de dólares. El vocero más elocuente contra el RIGI ha sido Lousteau, pero no está solo: el radical arrastra consigo también las objeciones de Tagliaferri, Blanco, Abad y varias fuerzas provinciales. Una de las mayores críticas es al artículo 163, que anula cualquier normativa provincial que restrinja lo sostenido por el régimen (adhieran o no las provincias). Se reclama, a su vez, establecer un régimen especial para las industrias más chicas – ya que las inversiones por más de 200 millones están pensadas, casi exclusivamente, para la actividad minera y petrolera -, así como algún sistema de «compre argentino» que proteja a la industria local de la apertura de importaciones.

Hay otros senadores, como Kueider, que plantean cambios más de fondo, como la exigencia de encadenamientos productivos locales.

Impuesto a las Ganancias

Si hay un capítulo que no tiene posibilidades de aprobarse sin cambios es la restitución de Ganancias. Los senadores patagónicos exigen incluir un diferencial para la zona – aludiendo a que el costo de vida es mucho mayor que en el resto del país – y reclaman un incremento del piso mínimo del 22 por ciento. Es decir, que pasaría de 1,8 millones a casi 2,2 millones (que es el mínimo que el proyecto sostiene para personas casadas). 

Este punto está casi cerrado con el gobierno nacional, ya que los patagónicos amenazaron con voltearle todo el paquete fiscal si no introduce cambios. Los patagónicos están cerca de sumar unos 48 votos en contra. Es decir, los dos tercios del Senado, lo que obligaría al oficialismo a conseguir la misma mayoría en Diputados para rechazar la modificación (un número que LLA no tiene posibilidades de alcanzar). Dependen de que Unión por la Patria y un par de senadores sin tierra quieran acompañar y están confiados en que lo lograrán. 

Privatizaciones

Era un capítulo que parecía cerrado y que, en la última semana, empezó a acumular varias objeciones. Principalmente por la privatización de dos empresas públicas: Aerolíneas Argentinas y Correo Argentino. Son varios los senadores del Sur que advierten que, si privatizan la línea de bandera, se caerán varias rutas no turísticas de la Patagonia, como ya sucedió en los 90′. El mismo argumento se repite para el Correo Argentino: el temor es que termine habiendo ciudades y pueblos enteros que se queden sin correo si el Estado no lo garantiza. 

Estas objeciones representan un dolor de cabeza para el oficialismo, ya que el capítulo de privatizaciones representa una de las partes centrales de la Ley Bases. En efecto, cuando el proyecto se cayó en febrero en Diputados fue porque el recinto estaba a punto de rechazar las privatizaciones (entonces eran un total de 27, ahora son once). En el oficialismo buscan evitar una «carnicería» del proyecto, pero se enfrentan a una difícil realidad numérica: si los patagónicos repiten el número de Ganancias para privatizaciones podrían terminar blindando también este capítulo frente a posibles modificaciones en Diputados. 

Blanqueo de capitales

Con el tándem Lousteau-Tagliaferri encabezando la avanzada, el gobierno reconoce que introducirá cambios en el capítulo de blanqueo (uno de los más generosos de los últimos años, ya que permite que quienes blanqueen hasta 100 mil dólares no paguen ninguna penalización). Uno de los pedidos es excluir a los hermanos de los funcionarios, así prohibir la posibilidad de que las personas puedan blanquear en nombre de otras (testaferros). Otro de los cambios será ampliar de 5 a 10 años el tiempo que tenga que haber pasado desde que una persona ocupó un cargo público para poder acogerse al beneficio.   

Moratoria previsional

Hay, además, decenas de pedidos de modificaciones que refieren a la reforma de la Ley de Hidrocarburos o la Ley de Procedimiento administrativo, así como a la reforma laboral. Uno de los temas más delicados es, sin embargo, la eliminación de la moratoria previsional. Hoy por hoy, en el Senado no está el número para aprobar este capítulo, que no solo cuenta con el rechazo de UxP o Carambia y Kueider, sino también de la cordobesa Alejandra Vigo, la rionegrina Mónica Silva y la neuquina Lucila Crexell. La gran mayoría de los senadores coinciden en que eliminar la moratoria representaría un duro golpe para las mujeres – 9 de cada 10 no cuenta con los 30 años de aportes – y nadie quiere cargar con ese costo político. Más de un senador pro Ley Bases, incluso, tiene planeado levantar e irse durante la votación para no tener que votar a favor. 


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