El jefe comunal de Río Gallegos fijó postura este martes en el acto de apertura de sobres de licitación para el nuevo gimnasio municipal. «No lo dejaremos pasar porque sabemos que esos recursos son de todos los vecinos», avisó sobre el descuento que buscaría hacer el Gobierno provincial a los Municipios que deben los aportes a la Caja de Servicios Sociales. 

El intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, encabezó este martes el acto de apertura de sobres de licitación para el nuevo gimnasio municipal en el barrio René Favaloro. Con una inversión de 920 millones de pesos, el Municipio avanza en un proyecto de infraestructura deportiva.  

Con la UOCRA presente, Grasso dio un discurso netamente político y se metió en la discusión por el descuento por coparticipación que pretende hacer el Gobierno provincial a los Municipios que adeudan sus aportes a la obra social estatal, la Caja de Servicios Sociales.  

Con algunos diputados provinciales en primera fila, el intendente les pidió “ayuda” para seguir “sosteniendo lo económico en nuestro Municipio”.  “Lo que hacemos con los recursos es distribuirlo para las necesidades que hay y se invierte en obra pública municipal, por ejemplo”.   

“No vamos a permitir que le saquen al Municipio de Río Gallegos lo que le corresponde. No lo dejaremos pasar porque sabemos que esos recursos son de todos los vecinos. En un contexto donde la Nación y la provincia paralizan la obra pública, nosotros seguimos adelante buscando trabajar en conjunto y sostener el empleo”.   

Luego apuntó contra el Gobierno Nacional que va “por las privatizaciones, el desempleo y el hambre del pueblo argentino”. Reiteró su postura negativa a la ley Bases y puso en agenda nuevamente el recurso de amparo que presentó el Municipio contra las subas en las tarifas de gas.  

Finalmente, adelantó que la próxima semana llamará a licitación pública para ampliar el gimnasio Benjamín Verón.