Conectarse con nosotros

NACIONALES

Un proyecto de ley que busca impedir una reprivatización de Aerolíneas Argentinas

Publicado

el


El diputado nacional por el Frente de Todos, Máximo Kirchner, presentó un proyecto con el prevé complicar o evitar cualquier intento de reprivatización de Aerolíneas Argentinas. En ese sentido, la iniciativa sostiene que cualquier venta de las acciones de la línea de bandera deberá ser aprobada por dos tercios de las Cámaras parlamentarias. La presentación, que implica modificar la ley 26.466, busca adelantarse a cualquier intento de la oposición por deshacerse de AA. Tanto JxC como La Libertad Avanza anticiparon su decisión de reprivatizarla. «Por eso resulta prioritario garantizar su protección«, explicaron desde el entorno de Kirchner.

El lunes pasado, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa participaron de la presentación del nuevo simulador de vuelos adquirido por la línea de bandera que preside Pablo Ceriani. En ese acto recordaron la sanción de la norma que reestatizó Aerolíneas y que se produjo hace 15 años. 

En el escrito, el diputado Kirchner propone “introducir un párrafo quinto al artículo primero de la Ley 26.466, con el fin de replicar el requisito establecido en el artículo 10 de la Ley 26.741 de YPF, en cuanto a la prohibición de la transferencia de las acciones sin la autorización del Congreso votada por las dos terceras partes de sus miembros”. En este sentido, agrega que “si bien la Ley 26.466 declara la utilidad pública de las acciones de Aerolíneas Argentinas S.A., no previó un mecanismo que limite la transferencia de aquellas acciones». Cerca del diputado explicaron que «solo en materia de conectividad, la aerolínea de bandera es el principal motor de la expansión del mercado local, pasando de transportar 5.700.000 en 2008 pasajeros a 11.685.000 en 2022 y con expectativa de superar en 2023 los 13.500.000 pasajeros, cifra que sería récord».

Además, junto con la presentación del proyecto, desde el kirchnerismo continuaron con las críticas a la oposición, que insiste con el discurso privatizador y con la desvalorización de Aerolíneas. «Una vez más, pretenden convencer a los argentinos y argentinas con falacias basadas en argumentos que ya esgrimieron durante los años ’90 y que permitieron la privatización de empresas que gestionadas por el sector privado no obtuvieron resultados y generaron desempleo, falta de conectividad, vaciamiento y el abandono de recursos estratégicos para el desarrollo», subrayaron. 

El proyecto diseñado por Kirchner, según explicaron en su entorno, «pretende resguardar y proteger lo conseguido y ahuyentar a los fantasmas privatizadores» y poner límites a quienes buscan utilizar al Estado «como la fuente de financiamiento de pingües negocios personales”. «Cuando eligen repetir en set televisivos que Aerolíneas es deficitaria -como hiciera hoy el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta- se ignora y niega la realidad», remarcaron.

En el proyecto, Kirchner asegura que la gestión de Macri «le hizo más daño a las finanzas de Aerolíneas Argentinas que la crisis mundial del Covid-19», ya que entre 2018 y 2019, los dos últimos años del gobierno de Macri, hubo un déficit de 552 millones de dólares en 2018, y de 667 millones de dólares en 2019. «En 2020, aún en plena pandemia y crisis de todas las compañías aéreas a nivel global, se redujo a 654 millones de dólares y en 2021 se cerró con 438 millones de dólares de déficit», graficaron.

En esa línea también habían hablado el día anterior la vicepresidenta, Ceriani, y  Massa. En la presentación de un simulador en Ezeiza, CFK dijo que «cuando tomamos la decisión, hace 15 años, de recuperar la aerolínea de bandera fue porque el estado calamitoso era tal que el Estado argentino pagaba los salarios de los trabajadores de Aerolíneas y también el combustible a los aviones«. En el texto presentado por Kirchner, el diputado hace hincapié en algo que CFK mencionó también en Ezeiza. Allí explica que durante los años en los que la empresa fue privatizada, «se deshicieron de aeronaves, de los tres simuladores de vuelo; de oficinas comerciales en Roma, París, Nueva York, Miami, Madrid, Bogotá, Lima y Caracas, así como también desarmaron talleres y abandonaron rutas valiosas». 


NACIONALES

Cuáles son los cambios que exige la oposición para acompañar la Ley Bases y el paquete fiscal

Publicado

el


El debate legislativo de la semana finalizó sin dictamen. El oficialismo ya sabe que los proyectos que se aprobaron en la Cámara de Diputados sufrirán modificaciones. Los cinco puntos clave.

Por María Cafferata

Un Pacto de Mayo sin ley, una ley sin forma. La imposibilidad de dictaminar la Ley Bases no solo enterró la ilusión del acto de unidad con los gobernadores en Córdoba, sino que hundió la fantasía de que el gobierno ya había logrado cerrar un gran acuerdo con la oposición. No hay acuerdo ni borrador final: solo la certidumbre de que los proyectos que se aprobaron en Diputados no serán los mismos que se aprobarán en el Senado. Hay seis senadores opositores cuyas firmas son claves que todavía aguardan una respuesta del oficialismo sobre sus pedidos de modificaciones y, hasta que no tengan una devolución, no dictaminarán nada. La pelota, aseguran, está del lado del gobierno nacional, que tendrá que definir, este fin de semana, qué cambios acepta y cuáles se arriesga a rechazar. En el mientras tanto, nadie, ni el propio gobierno, está seguro de qué forma final tendrán las dos primeras leyes que el Congreso le aprobará a Javier Milei. 

Martín Lousteau (UCR), Pablo Blanco (UCR), Maxi Abad (UCR), Guadalupe Tagliaferri (PRO), Edgardo Kueider (Entre Ríos) y José Carambia (Santa Cruz) son los seis senadores de cuyas firmas depende que las comisiones de Presupuesto, Legislación General y Asuntos Constitucionales puedan dictaminar la Ley Bases y el paquete fiscal para que puedan llegar al recinto. El oficialismo se equivocó al creer que el número estaba garantizado y que, en todo caso, la discusión por la letra chica se resolvería de camino al recinto. Y los senadores se lo están haciendo pagar. Para muchos, la inclusión de Victoria Villarruel en las negociaciones – hasta ahora desplazada – habilitará un diálogo más fluido con un oficialismo que, hasta ahora, estaba fragmentado. El intercambio era, por momentos, contradictorio: el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, decía una cosa y el ministro de Interior, Guillermo Francos, decía otra. 

«Que digan lo que quieran, yo no firmo nada». La frase salió de la boca de varios senadores opositores en las últimas 48 horas. Senadores que se sienten empoderados y que, ante la ausencia de ofertas concretas del gobierno – con la excepción de los fondos para la UBA (un guiño directo al radicalismo) -, van acumulando reclamos. El gobierno solo cuenta con siete senadores propios y otros cinco del PRO: está muy lejos de los 37 que necesita para el quórum, por lo que no está en condiciones de ignorar ningún pedido. El problema es que, a medida que pasa el tiempo, los pedidos son cada vez más.

RIGI

A la cabeza de los reclamos está el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) que otorga beneficios fiscales exorbitantes por 30 años para todas las empresas extranjeras que inviertan más de 200 millones de dólares. El vocero más elocuente contra el RIGI ha sido Lousteau, pero no está solo: el radical arrastra consigo también las objeciones de Tagliaferri, Blanco, Abad y varias fuerzas provinciales. Una de las mayores críticas es al artículo 163, que anula cualquier normativa provincial que restrinja lo sostenido por el régimen (adhieran o no las provincias). Se reclama, a su vez, establecer un régimen especial para las industrias más chicas – ya que las inversiones por más de 200 millones están pensadas, casi exclusivamente, para la actividad minera y petrolera -, así como algún sistema de «compre argentino» que proteja a la industria local de la apertura de importaciones.

Hay otros senadores, como Kueider, que plantean cambios más de fondo, como la exigencia de encadenamientos productivos locales.

Impuesto a las Ganancias

Si hay un capítulo que no tiene posibilidades de aprobarse sin cambios es la restitución de Ganancias. Los senadores patagónicos exigen incluir un diferencial para la zona – aludiendo a que el costo de vida es mucho mayor que en el resto del país – y reclaman un incremento del piso mínimo del 22 por ciento. Es decir, que pasaría de 1,8 millones a casi 2,2 millones (que es el mínimo que el proyecto sostiene para personas casadas). 

Este punto está casi cerrado con el gobierno nacional, ya que los patagónicos amenazaron con voltearle todo el paquete fiscal si no introduce cambios. Los patagónicos están cerca de sumar unos 48 votos en contra. Es decir, los dos tercios del Senado, lo que obligaría al oficialismo a conseguir la misma mayoría en Diputados para rechazar la modificación (un número que LLA no tiene posibilidades de alcanzar). Dependen de que Unión por la Patria y un par de senadores sin tierra quieran acompañar y están confiados en que lo lograrán. 

Privatizaciones

Era un capítulo que parecía cerrado y que, en la última semana, empezó a acumular varias objeciones. Principalmente por la privatización de dos empresas públicas: Aerolíneas Argentinas y Correo Argentino. Son varios los senadores del Sur que advierten que, si privatizan la línea de bandera, se caerán varias rutas no turísticas de la Patagonia, como ya sucedió en los 90′. El mismo argumento se repite para el Correo Argentino: el temor es que termine habiendo ciudades y pueblos enteros que se queden sin correo si el Estado no lo garantiza. 

Estas objeciones representan un dolor de cabeza para el oficialismo, ya que el capítulo de privatizaciones representa una de las partes centrales de la Ley Bases. En efecto, cuando el proyecto se cayó en febrero en Diputados fue porque el recinto estaba a punto de rechazar las privatizaciones (entonces eran un total de 27, ahora son once). En el oficialismo buscan evitar una «carnicería» del proyecto, pero se enfrentan a una difícil realidad numérica: si los patagónicos repiten el número de Ganancias para privatizaciones podrían terminar blindando también este capítulo frente a posibles modificaciones en Diputados. 

Blanqueo de capitales

Con el tándem Lousteau-Tagliaferri encabezando la avanzada, el gobierno reconoce que introducirá cambios en el capítulo de blanqueo (uno de los más generosos de los últimos años, ya que permite que quienes blanqueen hasta 100 mil dólares no paguen ninguna penalización). Uno de los pedidos es excluir a los hermanos de los funcionarios, así prohibir la posibilidad de que las personas puedan blanquear en nombre de otras (testaferros). Otro de los cambios será ampliar de 5 a 10 años el tiempo que tenga que haber pasado desde que una persona ocupó un cargo público para poder acogerse al beneficio.   

Moratoria previsional

Hay, además, decenas de pedidos de modificaciones que refieren a la reforma de la Ley de Hidrocarburos o la Ley de Procedimiento administrativo, así como a la reforma laboral. Uno de los temas más delicados es, sin embargo, la eliminación de la moratoria previsional. Hoy por hoy, en el Senado no está el número para aprobar este capítulo, que no solo cuenta con el rechazo de UxP o Carambia y Kueider, sino también de la cordobesa Alejandra Vigo, la rionegrina Mónica Silva y la neuquina Lucila Crexell. La gran mayoría de los senadores coinciden en que eliminar la moratoria representaría un duro golpe para las mujeres – 9 de cada 10 no cuenta con los 30 años de aportes – y nadie quiere cargar con ese costo político. Más de un senador pro Ley Bases, incluso, tiene planeado levantar e irse durante la votación para no tener que votar a favor. 


Seguir leyendo

Más leídas - últimas 48Hs.