NACIONALES
Un despliegue policial con el claro objetivo de montar una provocación
“Detrás de un falso republicanismo esconden un profundo autoritarismo y desprecio por la democracia”, sostuvo el ministro Wado de Pedro. El bloque de Legisladores porteños del FdT exigió la renuncia del ministro de Seguridad, Marcelo D’Alessandro.
Las imágenes que se conocieron este domingo de los golpes de la policía a Máximo Kirchner, así como el audio en que una autoridad policial le remarca a los efectivos que el gobernador Axel Kicillof “es en este momento un manifestante más” generaron fuertes repercusiones en el Frente de Todos. La lectura más extendida en el peronismo fue que la policía, lejos de haber sido enviada a “sostener la paz social”, como argumentó el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, fue desplegada frente a la casa de la vicepresidenta con el claro objetivo de montar una provocación.
“Detrás de un falso republicanismo esconden un profundo autoritarismo y desprecio por la democracia”, sostuvo el ministro del Interior, Wado de Pedro, sobre Cambiemos. El bloque de Legisladores porteños del FdT exigió la renuncia del ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro.
Además de De Pedro hablaron también el gobernador Axel Kicillof, el ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis y otros dirigentes del gobierno, mientras que el Partido Justicialista –que preside Alberto Fernández-– sacó un posicionamiento en el que hiló elementos -colocación de las vallas, detención de referentes, aparición de dos volquetes llenos de piedras cerca del vallado- y apuntó contra Horacio Rodríguez Larreta: “Es responsable de estas situaciones de violencia institucional y debe dar respuestas por lo sucedido”.
El ataque a Máximo Kirchner
De Pedro se enfocó en la agresión a Máximo Kirchner. Aclaró que sucedió “cuando ya no había vallas” y calificó al hecho de “muy grave”. “Un grupo de policías de la Ciudad le impidió al diputado ingresar al domicilio de su madre, siendo golpeado e insultado”, tuiteó junto al video del momento, en el después de los empujones y los golpes se escucha a un policía amenazarlo: “¿Querés pasar, Máximo? ¿Querés pasar, puto? La concha de tu madre vas a pasar…”
“De esto no se vuelve”, tuiteó la diputada Cecilia Moreau, tras compartir el video. La presidenta de la Cámara de Diputados advirtió que el operativo “violó los códigos de la democracia que tanto nos costó recuperar”.
El abogado laboralista y ex diputado nacional Héctor Recalde fue un paso más allá y planteó que la agresión a Máximo Kirchner “no puede quedar impune”. Coincidió con él el diputado Daniel Gollán: “¿Los sancionará la justicia?”, se preguntó sobre el accionar de los policías, y agregó “¿Qué opinan los republicanos de morondanga?”
Por su parte, el diputado bonaerense del FdT Matías Molle, que resultó detenido durante la movilización, señaló que el episodio le dejó «una preocupación muy grande» porque observó a los efectivos más jóvenes con «muy poca formación y poca capacidad de analizar la situación» que se vivía, lo que atribuyó a «un adoctrinamiento».
El ministro de Justicia Martín Soria repudió «la brutalidad macrista» y advirtió que «a través de una Mesa Judicial o con garrotazos en la calle, su objetivo es el mismo: condicionar la democracia». Desde Casa Rosada advirtieron temprano que la policía de Larreta identificó por nombre, cargo, fueros a Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Andrés Larroque. «Quiso detener a Cristina Álvarez Rodríguez y detuvo a dos diputados. Llevó escombros y espías. Fue un operativo de provocación y persecución política claro y planificado», señaló la portavoz Gabriela Cerruti.
«Un error garrafal»
Kicillof llamó a la oposición “a que reflexione y deje de usar la violencia”. “Lo que ocurrió con la policía de la Ciudad es un escándalo. Una policía municipal sitiando las calles donde vive la Vicepresidenta de la Nación es un hecho de gravedad sin precedentes. Sin duda, una provocación”, definió.
El gobernador bonaerense consideró que la idea del gobierno porteño de montar el vallado “fue un error garrafal” . En este sentido opinó que en Cambiemos “actuaron como siempre, con poca comprensión y sensibilidad de lo que significa para el pueblo el ataque frontal a una dirigenta de la magnitud de Cristina”. También habló de la causa judicial y sostuvo que “proscribir al peronismo es el deporte de la derecha”.
Otros dirigentes avanzaron en una lectura sobre la recomposición del peronismo. “En las difíciles el Peronismo siempre saca lo mejor, como lo hizo en las últimas semanas con Alberto y Cristina recuperando niveles acuerdo importantes. El Peronismo está muy activo en la cancha y lo del sábado fue una demostración en ese sentido”, aseguró Gabriel Katopodis, el ministro de Obras Públicas.
A su vez, el psicoanalista Jorge Alemán destacó que “cuando un pueblo entiende que la Ley no es la Ley sino un instrumento arbitrario del poder, ha realizado una operación subjetiva política extraordinaria”.
Los bloques
A las reacciones individuales se sumó un comunicado del bloque de diputados del Frente de Todos, que exigió identificar a los efectivos que agredieron a Máximo Kirchner y anticiparon que evaluarán la realización de “las acciones legislativas, políticas y legales correspondientes”. “Nos solidarizamos con él y con todas las compañeras y compañeros que fueron víctimas de la violencia”, manifestaron las diputadas y diputados.
Los senadores del interbloque del Frente de Todos compartieron el repudio al operativo. “Ese accionar lamentable buscó impedir el legítimo derecho del pueblo a expresar sus opiniones y simpatías políticas, aislar a la vicepresidenta y, a la vez, instalar el miedo como advertencia en quien intente enfrentar los intereses de los grupos de poder locales y foráneos. Ese es el mensaje que quisieron imponer”, consideraron.
Por otra parte, recordaron que la misma policía de la Ciudad y el mismo gobierno de Rodríguez Larreta “jamás pusieron vallados durante las violentas manifestaciones de odio contra Cristina Fernández, en la puerta de su casa. De hecho, las custodiaron. Pero, cuando el campo popular salió a defender a su principal referente, cercaron la cuadra del domicilio de la vicepresidenta con un aparatoso dispositivo represivo, en una clara actitud de provocación”.
El pedido de identificación de los policías involucrados también fue exigido por otros dirigentes. El partido Identidad de Victoria Donda pidió sanciones. Sobre Máximo Kirchner y las agresiones, dijeron: «lo hacían mientras lo golpeaban y amedrentaban, desplegando un accionar que recuerda a los momentos más oscuros que vivimos en nuestro país». Exigieron «a Larreta que identifique y sancione a los agentes responsables de tales conductas, como también a los funcionarios que ordenaron y dirigieron el accionar de la Policía de la Ciudad en el día de ayer». Y agregaron: «No podemos permitir que sectores políticos promuevan el autoritarismo y ejerzan la violencia que históricamente han utilizado contra los y las referentes populares. La violencia nunca le va a ganar a la alegría y al amor» .
NACIONALES
El 2001, la pandemia y el macrismo ya quedaron chicos
En abril, el consumo en hipermercados cayó 15,4, números que no se veían desde el estallido social de De La Rua. La UIA confirmó que la industria cayó 17,2 por ciento en marzo, muy por encima del industricidio del PRO y cerca del parate total por la COVID. Con la obra pública cerrada por el Gobierno, los tres sectores que explican la mayor parte del PBI se han desmoronado en tiempo récord. Fuertes disputas en las entidades empresarias por el apoyo que le dan a Milei mientras la economía se pulveriza.
En sólo cinco meses de Gobierno, los números muestran que la gestión económica de Javier Milei superó ampliamente los derrumbes de actividad de las tres crisis más relevantes de los últimos años: el 2001, la pandemia de la COVID y los años de Mauricio Macri. Por un lado, Página I12 accedió a un adelanto del informe de la consultora Scentia de abril, que refleja un desplome del 15,4 por ciento en las ventas de hipermercados, una caída similar a la del estallido del gobierno De La Rua; por su lado, la Unión Industrial (UIA) confirmó que en marzo la actividad fabril cayó 17,2 por ciento, emparejando los niveles de diciembre del 2001 y cayendo más que en la parte más dura de la pandemia. A este dato se suma el derrumbe de la construcción, superior al 42 por ciento, lo que deriva en un escenario inédito: en tiempo récord, la gestión de Milei y Luis Caputo pusieron a las tres actividades que explican la mayor parte del PBI en una situación de dificil retorno.
Por esta perspectiva, que ya se veía venir, los economistas empezaron a alertar hace unas semanas que el nivel de la recesión, autogenerada para intentar morigerar una inflación que sigue muy alta, era el dato central a observar. Lo curioso es que este momento de crisis casi total de la actividad se da en paralelo al apoyo que empresarios de la Cámara Argentina de la Construcción, la Cámara de Comercio y la propia UIA, le dan al gobierno de Milei, a quien estuvieron escuchando y aplaudiendo hace unas horas, en su exposición en el almuerzo que organizó el Consejo del Comercio y la Producción (Cicyp) en el Hotel Alvear. A raíz de estos datos, este diario habló con dirigentes de todos esos sectores consultando cómo y hasta cuándo se sostiene el discurso de apoyo a la línea Milei cuando la actividad a la baja ya se está cargando al empleo. «Es la pregunta del millón», contestó un alto dirigente de UIA. En esa sede de la gremial empresaria hay una guerra entre pymes y gigantes por el contexto de crisis, que se está llevando puestas a las más chicas. Por toda esa tensión, muchas cámaras como los metalúrgicos de ADIMRA y los texiles de Protejer decidieron salir por las suyas a denunciar que el proceso de crisis no frena y terminará en cierres de empresas.
En este escenario, el consumo masivo es que el primero sintió el ajuste en los salarios, las jubilaciones pisadas y la liberación del resto de los bienes y servicios de la economía, que terminaron privando a las familias de mayores compras de alimentos. Según Scentia, la caída del 15,4 en ventas en los grandes supermercados de abril es la más grande desde el 2001-2002. «Quedó lejos incluso de los números muy negativos del macrismo», explicó un líder del supermercadismo multinacional. En los años del PRO, el consumo masivo medido por Scentia cayó tres de los cuatro años, quedando empatado en el período restante. Lo particular del consumo es que todos los rubros están cayendo, pero algunos como Bebidas, Aceites y Lácteos se desploman desde el 20 al 50 por ciento mensual.
Esa baja en el gasto de los hogares está directamente conectada, además, con el desempeño de las fábricas. En el reporte de la UIA se muestra que la industria de Alimentos cayó 10,2 por ciento en abril, un número del que nadie tiene antecedentes, porque en general el sector crece, aún en los peores períodos, de manera marginal en relación con el crecimiento poblacional. El derrumbe de todos los sectores que muestra la UIA produjo una caída general de la actividad que supera o se equipara al 2001 y queda muy por encima de la pandemia de COVID.
En 2001, medido por el INDEC, el sector industrial terminó cayendo 6,2 por ciento. Mientras que en diciembre de ese año, la baja fue de 18,4 por ciento. ¿Qué pasó co la COVID? En el primer semestre del 2020, el período de mayores restricciones a la circulación y la actividad, la industria cayó 18,4 por ciento. Teniendo su pico más negativo en abril, con una baja del 33 por ciento. Luego de eso, arrancó una curva ascendente que dejó al 2021 con números positivos. Hoy, en sólo un mes, retrocedió 17,2 por ciento, pero en condiciones normales, no pandémicas.
Lo particular de estos datos, aseguran los especialistas, es que las caídas tan bruscas por sectores ya adelantan no sólo números negativos hacia adelante, sino un golpe que se ve en los puestos de trabajo. Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA, aseguró hace unos días que las fábricas perdieron ya 5000 puestos de trabajo, pero ese dato es previo a los 100 despidos en FATE, Acindar, los supermercados, PEPSICO y General Motors, todas cesantías que ocurrieron en las últimas horas. A eso se suman los 100 mil empleos menos que tiene la actividad de la construcción producto de la decisión de Milei de cerrar la obra pública y los que se están dando en el sector comercial.
