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Pese a entregar el paquete fiscal, Milei no tiene asegurada la sanción de capítulos claves de la ley

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Solo el macrismo apoya toda la ley ómnibus, ahora desguazada. Los radicales reclaman menos facultades delegadas y el bloque de Pichetto deja librada al juicio de sus diputados la votación de los artículos en particular.

El bloque de La Libertad Avanza (LLA) en la Cámara de Diputados se prepara para una sesión maratónica con el objetivo de darle media sanción a lo que queda de la ley ómnibus, aunque no había al cierre de esta nota convocatoria formal y el punteo de votos a favor o en contra era pura especulación. «Hay confianza en que sale», sintetizó una fuente de la bancada oficialista a LPO, y adelantó que los 38 legisladores se reunirán mañana para preparar el desafío de someter la primera iniciativa parlamentaria del gobierno a debate en recinto.

Con la sombra del dictamen blue sobrevolando la votación, los bloques dialoguistas trabajaron el fin de semana para llegar al martes con el detalle de las modificaciones que introducirán al momento de la discusión en el recinto. 

Mientras tanto en la oposición se preparan para presentar denuncias penales si el oficialismo y sus aliados cometieran la imprudencia de presentar a discusión un dictamen distinto al aprobado en la madrugada del miércoles de la semana pasada.

La UCR mantuvo cuatro encuentros por Zoom el viernes, donde intentaron ordenar la discusión por temas, y organiza una reunión presencial para mañana. Ante la consulta de LPO sobre la posibilidad de que el radicalismo acompañe temas espinosos como la delegación de facultades, uno de los referentes del bloque respondió: «eran 11 materias, ahora 9 y probablemente terminen en 7 y se han modificado distintos artículos de facultades delegadas y se bajó el plazo de 4 años a 1, solo prorrogable por el Congreso».

La lección de anatomía

Las materias que podría acompañar el sector oficialista del bloque radical que lidera  Rodrigo de Loredo serían «económica, fiscal, financiera, seguridad, tarifaria, energética y administrativa». Los memoriosos alegan que el 20 de diciembre de 2019 al ex presidente Alberto Fernández se le concedieron 11 facultades, aunque sus amplitudes o alcances no parecían tan generosas o exageradas, según quién recuerde.

La oposición se preparan para presentar denuncias penales si el oficialismo y sus aliados cometieran la imprudencia de presentar a discusión un dictamen distinto al aprobado en la madrugada del miércoles de la semana pasada.

El diputado cordobés preside en lo formal un grupo de 34 diputados pero, durante la discusión de la ley, Facundo Manes y Emiliano Yacobitti llegaron a sumar alrededor de 14 diputados en un fuerte rechazo a toda la ley, que convalidó la Convención Nacional de la UCR, que preside el hermano del neurocintífico. Por eso, es una incógnita cuantos votos aportará finalmente el radicalismo.

No ayuda a sumar voluntades las nuevas declaraciones del presidente Milei que volvió a acusr de coimeros a los diputados y dijo que tiene «identificados» a los sectores que llevan valijas a los legisladores, se supone llenas de efectivo.

El jefe del bloque radical, Rodrigo de Loredo.

También la bancada Hacemos Coalición Federal (HCF), el ecléctico bloque presidido por Miguel Pichetto, atraviesa horas de incertidumbre. Como reveló en exclusiva LPO,  escaldado por el escándalo del dictamen que reveló este medio en exclusiva, Pichetto se retiró de la negociación con el gobierno.

Al hartazgo de Pichetto se suma la decisión de Florencio Randazzo de no votar algunos artículos, posición similar de Margarita Stolbizer y Natalia De la Sota que hasta podrían rechazar toda la ley; sin contar que la Coalición Cívica marchaba con dictamen propio antes que Luis Toto Caputo retirase el paquete fiscal.

Una fuente cercana al núcleo de los cordobeses de esa bancada reconoicó a LPO que «es muy difícil que voten los 23 diputados juntos». 

Escaldados por el escándalo del dictamen, el bloque que lidera Pichetto decidió dar libertad de acción a sus 23 diputados para que voten lo que quieran.

«Informalmente, De la Sota, los socialistas santafecinos, Stolbizer y uno de los lilitos se mueven como un subbloque», resumió y agregó que «los legisladores cordobeses votarán con el resto lo que no afecte a Córdoba ni signifique menos partidas para su provincia y, además, hay una decisión de darle libertad de acción a cada uno para que vote lo que quiera».

Por su parte, los diputados salteños y sus pares misioneros del bloque Innovación Federal que responden a los gobernadores Gustavo Sáenz y Hugo Passalaqua se inclinaban por ordenar a sus legisladores voten por la afirmativa en general y ser más flexibles en el tratamiento en perticular. Son tres de la provincia norteña y cuatro por la mesopotámica, pero el bloque se completa con un rionegrino y un neuquino.

El jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo.

Finalmente, el jefe del macrismo en la Cámara Baja, Cristian Ritondo, tuiteó ayer que «el PRO está por los cambios en Argentina. El PRO está para sesionar el martes». Ese compromiso parecía abrigar la intención de despejar la incertidumbre sobre el trámite, por más que se demore la convocatoria a sesión.

En caso de que el oficialismo alcance el quórum y obtenga mayoría para la aprobación en general, restaría saber cuál será el saldo de los artículos referidos al Fondo de Garantía de Sustentabilidad de Anses, la ley de pesca, los biocombustibles, el tabaco o las privatizaciones, por citar solo algunos ejemplos. El piso del rechazo a esos puntos arrancaría muy arriba, con 99 diputados de Unión por la Patria y 5 del FIT. Una decena de radicales y otro tanto del bloque de Pichetto podrían dejar a Milei con el amargo sabor.


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El 2001, la pandemia y el macrismo ya quedaron chicos

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En abril, el consumo en hipermercados cayó 15,4, números que no se veían desde el estallido social de De La Rua. La UIA confirmó que la industria cayó 17,2 por ciento en marzo, muy por encima del industricidio del PRO y cerca del parate total por la COVID. Con la obra pública cerrada por el Gobierno, los tres sectores que explican la mayor parte del PBI se han desmoronado en tiempo récord. Fuertes disputas en las entidades empresarias por el apoyo que le dan a Milei mientras la economía se pulveriza. 
Leandro Renou

Por Leandro Renou

En sólo cinco meses de Gobierno, los números muestran que la gestión económica de Javier Milei superó ampliamente los derrumbes de actividad de las tres crisis más relevantes de los últimos años: el 2001, la pandemia de la COVID y los años de Mauricio Macri. Por un lado, Página I12 accedió a un adelanto del informe de la consultora Scentia de abril, que refleja un desplome del 15,4 por ciento en las ventas de hipermercados, una caída similar a la del estallido del gobierno De La Rua; por su lado, la Unión Industrial (UIA) confirmó que en marzo la actividad fabril cayó 17,2 por ciento, emparejando los niveles de diciembre del 2001 y cayendo más que en la parte más dura de la pandemia. A este dato se suma el derrumbe de la construcción, superior al 42 por ciento, lo que deriva en un escenario inédito: en tiempo récord, la gestión de Milei y Luis Caputo pusieron a las tres actividades que explican la mayor parte del PBI en una situación de dificil retorno.

Por esta perspectiva, que ya se veía venir, los economistas empezaron a alertar hace unas semanas que el nivel de la recesión, autogenerada para intentar morigerar una inflación que sigue muy alta, era el dato central a observar. Lo curioso es que este momento de crisis casi total de la actividad se da en paralelo al apoyo que empresarios de la Cámara Argentina de la Construcción, la Cámara de Comercio y la propia UIA, le dan al gobierno de Milei, a quien estuvieron escuchando y aplaudiendo hace unas horas, en su exposición en el almuerzo que organizó el Consejo del Comercio y la Producción (Cicyp) en el Hotel Alvear. A raíz de estos datos, este diario habló con dirigentes de todos esos sectores consultando cómo y hasta cuándo se sostiene el discurso de apoyo a la línea Milei cuando la actividad a la baja ya se está cargando al empleo. «Es la pregunta del millón», contestó un alto dirigente de UIA. En esa sede de la gremial empresaria hay una guerra entre pymes y gigantes por el contexto de crisis, que se está llevando puestas a las más chicas. Por toda esa tensión, muchas cámaras como los metalúrgicos de ADIMRA y los texiles de Protejer decidieron salir por las suyas a denunciar que el proceso de crisis no frena y terminará en cierres de empresas. 

En este escenario, el consumo masivo es que el primero sintió el ajuste en los salarios, las jubilaciones pisadas y la liberación del resto de los bienes y servicios de la economía, que terminaron privando a las familias de mayores compras de alimentos. Según Scentia, la caída del 15,4 en ventas en los grandes supermercados de abril es la más grande desde el 2001-2002. «Quedó lejos incluso de los números muy negativos del macrismo», explicó un líder del supermercadismo multinacional. En los años del PRO, el consumo masivo medido por Scentia cayó tres de los cuatro años, quedando empatado en el período restante. Lo particular del consumo es que todos los rubros están cayendo, pero algunos como Bebidas, Aceites y Lácteos se desploman desde el 20 al 50 por ciento mensual. 

Esa baja en el gasto de los hogares está directamente conectada, además, con el desempeño de las fábricas. En el reporte de la UIA se muestra que la industria de Alimentos cayó 10,2 por ciento en abril, un número del que nadie tiene antecedentes, porque en general el sector crece, aún en los peores períodos, de manera marginal en relación con el crecimiento poblacional. El derrumbe de todos los sectores que muestra la UIA produjo una caída general de la actividad que supera o se equipara al 2001 y queda muy por encima de la pandemia de COVID. 

En 2001, medido por el INDEC, el sector industrial terminó cayendo 6,2 por ciento. Mientras que en diciembre de ese año, la baja fue de 18,4 por ciento. ¿Qué pasó co la COVID? En el primer semestre del 2020, el período de mayores restricciones a la circulación y la actividad, la industria cayó 18,4 por ciento. Teniendo su pico más negativo en abril, con una baja del 33 por ciento. Luego de eso, arrancó una curva ascendente que dejó al 2021 con números positivos. Hoy, en sólo un mes, retrocedió 17,2 por ciento, pero en condiciones normales, no pandémicas

Lo particular de estos datos, aseguran los especialistas, es que las caídas tan bruscas por sectores ya adelantan no sólo números negativos hacia adelante, sino un golpe que se ve en los puestos de trabajo. Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA, aseguró hace unos días que las fábricas perdieron ya 5000 puestos de trabajo, pero ese dato es previo a los 100 despidos en FATE, Acindar, los supermercados, PEPSICO y General Motors, todas cesantías que ocurrieron en las últimas horas. A eso se suman los 100 mil empleos menos que tiene la actividad de la construcción producto de la decisión de Milei de cerrar la obra pública y los que se están dando en el sector comercial. 


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