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Intendentes de Santa Cruz y la Patagonia respaldaron a Cristina Fernández de Kirchner y apuntaron contra la Justicia

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En un comunicado conjunto, más de 500 intendentes de todo el país advirtieron sobre el uso del sistema judicial “como un mecanismo de estigmatización, de condicionamiento y disciplinamiento social”. El documento fue firmado por la totalidad de los jefes municipales de Santa Cruz.

Este domingo, 509 intendentes de todo el país presentaron brindaron su apoyo a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en el marco del juicio por la causa que se sigue por el supuesto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz y que la tiene como imputada.

A través de un comunicado, intendentes de todo el país aseguraron que el juicio oral que la vicepresidenta enfrenta por el desvío de fondos públicos en favor del empresario Lázaro Báez durante su presidencia, caso conocido como “Vialidad”, representa un intento por proscribirla de la actividad política.

“La persecución judicial sobre la vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, que se instrumenta con la activa participación de numerosos medios de comunicación, constituye una práctica violatoria de los derechos humanos que bajo el maquillaje de la aplicación de la justicia, pretende condicionar, invisibilizar y anular social y políticamente”, indicaron en el comunicado.

En ese sentido, manifestaron su “preocupación frente a la utilización del sistema judicial como un mecanismo de estigmatización, de condicionamiento y disciplinamiento social”.

El escrito contó con la firma de todos los intendentes de Santa CruzPablo Grasso (Río Gallegos),  Néstor Tico (El Chaltén), Mónica Vila (Puerto Deseado), Fernando Cotillo (Caleta Olivia), Mauro Casarini (Perito Moreno), Federico Bovlovic (Comandante Luis Piedrabuena), Néstor González (Puerto Santa Cruz), Darío Mena (Río Turbio), Julio Bellomo (Los Antiguos), Osvaldo Maimo (Pico Truncado), Héctor Vidal (Gobernador Gregores), Javier Belloni (El Calafate) y los presidentes de fomento Tomas Cabral (Koluel Kaike), Ana María Urricelqui (Jaramillo y Fitz Roy), Mónica Sánchez (Lago Posadas) y Darío Godoy (Tres Lagos).

“Las y los argentinos nos merecemos una justicia a la altura de las circunstancias, de cara a la celebración de 40 años de democracia ininterrumpida en nuestro país y llamamos a la reflexión a la comunidad en su conjunto, para rechazar estas prácticas institucionales y consolidar la plena vigencia de los derechos humanos”, concluye el artículo.

También manifestaron su apoyo a la vicepresidenta los jefes comunales de Chubut:

  • Pol Huisman, Intendente de El Hoyo
  • Miguel López, Intendente de Alto Rio Senguer
  • Augusto Sánchez, Intendente de Lago Puelo
  • Micaela Bilbao, Intendenta de Lago Blanco
  • Oscar Currilen, Intendente El Maitén
  • Gustavo Sastre, Intendente de Puerto Madryn
  • Claudia Loyola, Intendenta de Camarones
  • Juan Pablo Luque, Intendente de Comodoro Rivadavia
  • Héctor Ingram, Intendente de Trevelin.

Tierra del Fuego:

  •  Walter Vuoto, Intendente de Ushuaia
  • Martín Pérez, Intendente de Río Grande
  • Daniel Harrington, Intendente de Tolhuin
  • Javier Huillipan, Intendente de Mariano Moreno
  • Rubén Figueroa, Intendente de Barrancas
  • Víctor López, Intendente de Santo Tomás
  • José Rioseco, Intendente de Cutral Co

Río Negro:

  • Héctor Leineker, Intendente de Conesa
  • Liliana Alvarado, Intendenta de Cinco Saltos
  • Alberto Pacenti, Intendente de Chichinales
  • Sergio Hernández, Intendente de Lamarque
  • Luis Ivancich, Intendente de General. E. Godoy
  • David Mendoza, Intendente de Belisle
  • Claudia Montanaro, Intendenta de Cervantes
  • Renzo Tamburrini, Intendente de Sierra Grande

El comunicado expresando el respaldo hacia Cristina Fernández también contó con el apoyo de intendentes de La Pampa (7), Jujuy (8), Catamarca (17), Tucumán (38), Salta (4), Santiago del Estero (158), Corrientes (8), Chaco (47), Formosa (37), Misiones (1), Córdoba (55), Santa Fe (34), Entre Ríos (33), Mendoza (2), San Luis (1), San Juan (2), La Rioja (17)


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En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

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La oposición tiene los números para hacer cambios en particular. La Rosada ya dice que ningún capítulo es de vida o muerte.

En la Cámara de Diputados creen que la ley ómnibus se terminará aprobando la semana que viene pero que luego caerá sin atenuantes en el Senado.

La Cámara alta nunca trató la ley ni en comisión porque no pasó el filtro de Diputados. Allí el terreno es mucho más complejo para el gobierno, como quedó demostrado con el DNU que cayó por amplia mayoría.

Los senadores se quieren cobrar los insultos incesantes de Milei, que la semana pasada los graficó como ratas luego de que se aumentaran el sueldo. «Están decididos a destruir la ley».

En Diputados tampoco el Gobierno tiene un camino recto. Si bien ya asoman los números de la mayoría para la votación en general, que ya se habían conseguido el 2 de febrero en la primera versión de la ley, la votación en particular puede sufrir cambios.

Así como sucedió con la privatización del Banco Nación, que fue sacada de la ley en las últimas horas, capítulos como el de lavado pueden sufrir cambios en el recinto, más allá de los acuerdos con los que llega el oficialismo al día de la votación.

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Cuando entra un negativo, como se dice en la jerga parlamentaria al momento en que se voltea un artículo de la ley en tratamiento, la votación se «espiraliza». Esto quiere decir que los diputados se envalentonan contra el Gobierno y buscan más cambios, tal como sucedió en la votación en particular de la primera ley ómnibus, lo que la llevó al naufragio.

En ese momento quien debe tener la muñeca para negociar es el presidente de la Cámara, ayudado por sus operadores de recinto. Cuando Emilio Monzó era titular de Diputados, su operador era Nicolás Massot. Sergio Massa tenía a Cecilia Moreau y Paula Penacca. Los operadores de recinto son los que recorren las bancas durante la sesión para evitar sorpresas.

El Gobierno tiene un problema grande con eso. No tiene operadores de recinto, con un bloque balcanizado tras la salida de Oscar Zago. Y en especial, Martín Menem no demostró la experiencia para manejar la sesión cuando se la complican.

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Y los números que tiene el gobierno en Diputados anticipan que la votación en particular se va a complicar. La oposición podría juntar 126 diputados, que no alcanzan para dar quórum pero sí para voltear artículos o la ley entera una vez que comienza la sesión. Es que cuando ya se consiguió el quórum, la mayoría se calcula respecto de los diputados presentes. Como siempre faltan diputados que se enferman o viajan, con 126 diputados la oposición puede tener mayoría.

A ese número llegan con los 99 diputados de Unión por la Patria, más 5 de izquierda, 2 santacruceños, 11 radicales de Facundo Manes y Emiliano Yacobitti, y hasta 11 del bloque de Miguel Pichetto.

‘La ley es un monstruo sin cabeza que va caminando por el Congreso’, dicen los diputados que la quieren votar para sacársela de encima. El clima es de hastío por el proceso de cuatro meses que se tornó insoportable.

La bancada de Pichetto puede ir mutando en cantidad de votos negativos de acuerdo a cada artículo en particular. Los dos socialistas, Esteban Paulón y Mónica Fein, están muy enfrentados al Gobierno. Juan Brugge y Natalia de la Sota responden a Massa. Los seis lilitos no quieren votar las facultades delegadas y Margarita Stolbizer firmó un dictamen aparte con los socialistas.

Además se suman 8 diputados de Innovación Federal que buscarán introducir el capítulo del tabaco que el Gobierno quitó de la ley. «Si no lo logran quizás hagan una maldad», explicaron a LPO fuentes parlamentarias.

Como si no bastara con lo fino del cálculo, el Gobierno, que dejó como interlocutor al vicejefe de gabinete, José Rolandi, no reclama ningún punto como indispensable.

«La ley es un monstruo sin cabeza que va caminando por el Congreso», dicen los diputados que la quieren votar para sacársela de encima. El clima es de hastío por el proceso de cuatro meses que se tornó insoportable.

La bronca de los diputados no es sólo con la Rosada sino también con los gobernadores: creen que se borraron y no dieron la cara en las últimas semanas previas al tratamiento de la ley. El bloque libertario, en tanto, ni participa de las reuniones en las que se negocian los pedazos de la ley. 


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