Crece la tensión entre Kicillof y La Cámpora a un mes del recambio en el PJ bonaerense

A poco de renovarse las autoridades del PJ bonaerense, el clima interno se volvió más tenso que nunca. La derrota del 26 de octubre dejó al descubierto una fractura entre el sector de Axel Kicillof y La Cámpora, encabezada por Máximo Kirchner, que amenaza con reconfigurar el mapa del poder peronista en la provincia.

El punto de inflexión llegó tras la carta pública de Cristina Fernández de Kirchner, quien responsabilizó al gobernador por el desdoblamiento electoral que —según dijo— habría sido determinante en la caída del oficialismo. Desde el entorno de Kicillof no ocultaron el malestar y respondieron que “la estrategia de septiembre funcionó y la de octubre no, en todo el país”.

El gobernador reunió a su núcleo más cercano, el Movimiento Derecho al Futuro, donde los intendentes le pidieron avanzar con una conducción propia del peronismo bonaerense y alejarse de la estructura camporista. “Nos usan de chivo expiatorio”, lanzó Mario Secco, uno de los más duros defensores de Kicillof.

Mientras tanto, Máximo Kirchner encabezó un acto en Quilmes junto a referentes históricos del peronismo, donde defendió a Cristina Kirchner y apuntó contra quienes —dijo— “le faltan el respeto a una compañera que siempre pone el cuerpo”. La imagen con Guillermo Moreno en el escenario fue una señal política clara de que La Cámpora busca apoyos dentro del peronismo tradicional.

El PJ bonaerense renovará autoridades en diciembre, y esa elección interna definirá buena parte del tablero político hacia 2027. Desde el entorno de Sergio Massa observan con atención el conflicto, conscientes de que la disputa por el control del partido en la provincia más grande del país puede marcar el futuro del peronismo a nivel nacional.

Por ahora, la palabra “unidad” suena más a deseo que a realidad.