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Milei echo a Ferraro y desguazó su ministerio entre Caputo y Posse

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El Presidente acusa al ahora ex ministro de Infraestructura de ser la fuente de las filtraciones. LPO reveló que venía de mantener roces con Nicolás Posse, que se quedó con la mitad de la cartera.

Javier Milei resolvió echar este jueves al ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, a quien en el gobierno responsabilizan por una serie de filtraciones que se dieron luego de las reuniones de gabinete que se realizaron esta semana.

Luego que el propio gobierno dejara trascender por los medios que un ministro iba a ser eyectado por el goteo de información sensible.

Ferraro no tendrá sucesor. Infraestructura pasará a convertirse en una secretaría y todo su gabinete quedará bajo la órbita del ministro de Economía, Luis Caputo, que ahora queda como superministro. 

Pero la parte del león queda para el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, absorberá todos los organismos descentralizados y las empresas estatales, que ya controlaba de hecho a través de la Secretaría de Empresas y Sociedades del Estado, donde ubicó a Mauricio González Botto. 

Durante la campaña, Ferraro se encargó de la fiscalización de La Libertad Avanza (LLA) y es el primer ministro en ser desplazado del gabinete a 45 días del comienzo de la administración libertaria. Nunca logró hacer pie en su enorme cartera.

«Le dieron un galpón lleno de trastos viejos y Posse se quedó con la crema», graficó a LPO un operador al tanto d elas dific ultades que tuvo desde el inicio de la gestión este histórico peronista, que tuvo que soportar que la mano derecha de Milei le nombrar a todos los directores de las empresas que estaban bajo su firma.

La primer crisis de gabinete de Milei se precipitó supuestamente por las filtraciones a la prensa, pero no parece casual que coincida con la zozobra de la ley ómibus, en medio del escándalo del dictamen blue.

El jefe de Gabinete, Nicolás Posse.

Como sea, las filtraciones de las últimas reuniones de gabinete fueron varias. LPO adelantó que la canciller Diana Mondino tuvo que dar explicaciones a Milei por el conflicto con China, principal socio comercial de Argentina junto con Brasil.

También LPO reveló que en esa misma reunión de gabinete Milei ordenó una ofensiva contra los gobernadores y decidió que la instrumente el presidente del Banco Central, Santiago Bausili.

La parte del león de Infraestructura queda para el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, absorberá todos los organismos descentralizados y las empresas estatales, que ya controlaba de hecho a través de la Secretaría de Empresas y Sociedades del Estado, donde ubicó a Mauricio González Botto. 

En el gabinete se coordinó con Bausili dejar trascender que el Central iba a pisar el envío de los fondos de coparticipación a las provincias, que por ley se deben girar de manera automática.

Este jueves volvió a trascender la molestia de MIlei con los gobernadores que le ponen reparos a tramos sensibles de su ley ómnibus. «Los voy a dejar sin un peso, los voy a fundir a todos», dijo Milei ante sus ministros. La frase la reprodujo Clarín y enfureció a los jefes provinciales.

Durante la tarde en medio de la ola de rumores que golpeaba al gobiern, trascendió que el pedido de renuncia podría incluir al ministro del Interior, Guillermo Francos, que viene manteniendo discusiones con varios ministros, pero en particular con el jefe de Gabinete.

El ministro de Economía, Luis Caputo.

En tanto, el secretario de Medios, Eduardo Serenellini, también está atravesando un mal momento. Es sospechado de ser la fuente de filtraciones, en su caso más por torpeza que por decisión.

Serenellini que está enfrentado por el manejo de la pauta y la relación con los medios a Santiago Caputo, se suma así a la lista corta de funcionarios con pronóstico de caída más o menos rápida y de hecho esta semana tuvo que entregar a su segundo Alejandro Perandones.


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El 2001, la pandemia y el macrismo ya quedaron chicos

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En abril, el consumo en hipermercados cayó 15,4, números que no se veían desde el estallido social de De La Rua. La UIA confirmó que la industria cayó 17,2 por ciento en marzo, muy por encima del industricidio del PRO y cerca del parate total por la COVID. Con la obra pública cerrada por el Gobierno, los tres sectores que explican la mayor parte del PBI se han desmoronado en tiempo récord. Fuertes disputas en las entidades empresarias por el apoyo que le dan a Milei mientras la economía se pulveriza. 
Leandro Renou

Por Leandro Renou

En sólo cinco meses de Gobierno, los números muestran que la gestión económica de Javier Milei superó ampliamente los derrumbes de actividad de las tres crisis más relevantes de los últimos años: el 2001, la pandemia de la COVID y los años de Mauricio Macri. Por un lado, Página I12 accedió a un adelanto del informe de la consultora Scentia de abril, que refleja un desplome del 15,4 por ciento en las ventas de hipermercados, una caída similar a la del estallido del gobierno De La Rua; por su lado, la Unión Industrial (UIA) confirmó que en marzo la actividad fabril cayó 17,2 por ciento, emparejando los niveles de diciembre del 2001 y cayendo más que en la parte más dura de la pandemia. A este dato se suma el derrumbe de la construcción, superior al 42 por ciento, lo que deriva en un escenario inédito: en tiempo récord, la gestión de Milei y Luis Caputo pusieron a las tres actividades que explican la mayor parte del PBI en una situación de dificil retorno.

Por esta perspectiva, que ya se veía venir, los economistas empezaron a alertar hace unas semanas que el nivel de la recesión, autogenerada para intentar morigerar una inflación que sigue muy alta, era el dato central a observar. Lo curioso es que este momento de crisis casi total de la actividad se da en paralelo al apoyo que empresarios de la Cámara Argentina de la Construcción, la Cámara de Comercio y la propia UIA, le dan al gobierno de Milei, a quien estuvieron escuchando y aplaudiendo hace unas horas, en su exposición en el almuerzo que organizó el Consejo del Comercio y la Producción (Cicyp) en el Hotel Alvear. A raíz de estos datos, este diario habló con dirigentes de todos esos sectores consultando cómo y hasta cuándo se sostiene el discurso de apoyo a la línea Milei cuando la actividad a la baja ya se está cargando al empleo. «Es la pregunta del millón», contestó un alto dirigente de UIA. En esa sede de la gremial empresaria hay una guerra entre pymes y gigantes por el contexto de crisis, que se está llevando puestas a las más chicas. Por toda esa tensión, muchas cámaras como los metalúrgicos de ADIMRA y los texiles de Protejer decidieron salir por las suyas a denunciar que el proceso de crisis no frena y terminará en cierres de empresas. 

En este escenario, el consumo masivo es que el primero sintió el ajuste en los salarios, las jubilaciones pisadas y la liberación del resto de los bienes y servicios de la economía, que terminaron privando a las familias de mayores compras de alimentos. Según Scentia, la caída del 15,4 en ventas en los grandes supermercados de abril es la más grande desde el 2001-2002. «Quedó lejos incluso de los números muy negativos del macrismo», explicó un líder del supermercadismo multinacional. En los años del PRO, el consumo masivo medido por Scentia cayó tres de los cuatro años, quedando empatado en el período restante. Lo particular del consumo es que todos los rubros están cayendo, pero algunos como Bebidas, Aceites y Lácteos se desploman desde el 20 al 50 por ciento mensual. 

Esa baja en el gasto de los hogares está directamente conectada, además, con el desempeño de las fábricas. En el reporte de la UIA se muestra que la industria de Alimentos cayó 10,2 por ciento en abril, un número del que nadie tiene antecedentes, porque en general el sector crece, aún en los peores períodos, de manera marginal en relación con el crecimiento poblacional. El derrumbe de todos los sectores que muestra la UIA produjo una caída general de la actividad que supera o se equipara al 2001 y queda muy por encima de la pandemia de COVID. 

En 2001, medido por el INDEC, el sector industrial terminó cayendo 6,2 por ciento. Mientras que en diciembre de ese año, la baja fue de 18,4 por ciento. ¿Qué pasó co la COVID? En el primer semestre del 2020, el período de mayores restricciones a la circulación y la actividad, la industria cayó 18,4 por ciento. Teniendo su pico más negativo en abril, con una baja del 33 por ciento. Luego de eso, arrancó una curva ascendente que dejó al 2021 con números positivos. Hoy, en sólo un mes, retrocedió 17,2 por ciento, pero en condiciones normales, no pandémicas

Lo particular de estos datos, aseguran los especialistas, es que las caídas tan bruscas por sectores ya adelantan no sólo números negativos hacia adelante, sino un golpe que se ve en los puestos de trabajo. Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA, aseguró hace unos días que las fábricas perdieron ya 5000 puestos de trabajo, pero ese dato es previo a los 100 despidos en FATE, Acindar, los supermercados, PEPSICO y General Motors, todas cesantías que ocurrieron en las últimas horas. A eso se suman los 100 mil empleos menos que tiene la actividad de la construcción producto de la decisión de Milei de cerrar la obra pública y los que se están dando en el sector comercial. 


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