Conectarse con nosotros

NACIONALES

Los precios mayoristas a contramano de la política anti inflacionaria

Publicado

el


Los insumos para la producción y los bienes finales llegaron al mercado interno con remarcaciones promedio del 6,1% en diciembre.

El índice de precios internos al por mayor (IPIM) del mes de diciembre llegó al 6,1% y se situó por encima del IPC del mismo mes que había alcanzado un 5,1%.

Dentro de ese índice que mide la evolución de los precios a los que importadores y productores locales venden al mercado interno destacan los precios de los productos importados que escalaron un 8% cuando, en el mismo período, el peso se depreció un 5,6% con relación al dólar.

A la vez, el índice de precios básicos al productor que mide la evolución de los bienes de producción local escaló un 7,2% como resultado de una suba del 11,1% en lo que se refiere a los productos primarios y del 5,7% para los productos manufacturados y la energía eléctrica.

El diferencial de un punto porcentual entre el IPIM y el IPC implica una señal de alerta para la política anti inflacionaria del gobierno que apuesta a reducir el IPC en un punto porcentual mensual por bimestre para llevarla hasta el orden del 3% en el mes de marzo.

Sin embargo, el índice de precios mayoristas, en general, resulta un adelanto de la inflación futura toda vez que se trata de los valores con los que los insumos llegan a la producción y los bienes a los minoristas que, luego, para no perder rentabilidad podrían trasladar a las góndolas donde se mide el IPC.

Así las cosas, el dato que se conoció hoy implica una amenaza de una posible reversión de la tendencia que comenzó a verificarse desde julio cuando el IPC llegó al 7,4% para comenzar un raid descendente hasta el mes de noviembre cuando tocó el 4,9% para volver a subir levemente hasta el 5,1% en diciembre. En lo que se refiere al cierre del año los precios mayoristas crecieron un 94,8% al igual que el IPC.

En el sector mayorista se registraron picos del 119,5% anual para los productos textiles y del 114,4% para el papel y sus productos. Por encima del 100% se ubicaron también las impresiones y productos de grabaciones (108,4%) y los productos refinados del petróleo (103,7%).

A la vez el índice del costo de la construcción que guarda fuerte injerencia en la actividad económica, en el mes de diciembre escaló un 5,6% y coronó unas variación interanual del 97,6%.


NACIONALES

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Publicado

el


La oposición tiene los números para hacer cambios en particular. La Rosada ya dice que ningún capítulo es de vida o muerte.

En la Cámara de Diputados creen que la ley ómnibus se terminará aprobando la semana que viene pero que luego caerá sin atenuantes en el Senado.

La Cámara alta nunca trató la ley ni en comisión porque no pasó el filtro de Diputados. Allí el terreno es mucho más complejo para el gobierno, como quedó demostrado con el DNU que cayó por amplia mayoría.

Los senadores se quieren cobrar los insultos incesantes de Milei, que la semana pasada los graficó como ratas luego de que se aumentaran el sueldo. «Están decididos a destruir la ley».

En Diputados tampoco el Gobierno tiene un camino recto. Si bien ya asoman los números de la mayoría para la votación en general, que ya se habían conseguido el 2 de febrero en la primera versión de la ley, la votación en particular puede sufrir cambios.

Así como sucedió con la privatización del Banco Nación, que fue sacada de la ley en las últimas horas, capítulos como el de lavado pueden sufrir cambios en el recinto, más allá de los acuerdos con los que llega el oficialismo al día de la votación.

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Cuando entra un negativo, como se dice en la jerga parlamentaria al momento en que se voltea un artículo de la ley en tratamiento, la votación se «espiraliza». Esto quiere decir que los diputados se envalentonan contra el Gobierno y buscan más cambios, tal como sucedió en la votación en particular de la primera ley ómnibus, lo que la llevó al naufragio.

En ese momento quien debe tener la muñeca para negociar es el presidente de la Cámara, ayudado por sus operadores de recinto. Cuando Emilio Monzó era titular de Diputados, su operador era Nicolás Massot. Sergio Massa tenía a Cecilia Moreau y Paula Penacca. Los operadores de recinto son los que recorren las bancas durante la sesión para evitar sorpresas.

El Gobierno tiene un problema grande con eso. No tiene operadores de recinto, con un bloque balcanizado tras la salida de Oscar Zago. Y en especial, Martín Menem no demostró la experiencia para manejar la sesión cuando se la complican.

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Y los números que tiene el gobierno en Diputados anticipan que la votación en particular se va a complicar. La oposición podría juntar 126 diputados, que no alcanzan para dar quórum pero sí para voltear artículos o la ley entera una vez que comienza la sesión. Es que cuando ya se consiguió el quórum, la mayoría se calcula respecto de los diputados presentes. Como siempre faltan diputados que se enferman o viajan, con 126 diputados la oposición puede tener mayoría.

A ese número llegan con los 99 diputados de Unión por la Patria, más 5 de izquierda, 2 santacruceños, 11 radicales de Facundo Manes y Emiliano Yacobitti, y hasta 11 del bloque de Miguel Pichetto.

‘La ley es un monstruo sin cabeza que va caminando por el Congreso’, dicen los diputados que la quieren votar para sacársela de encima. El clima es de hastío por el proceso de cuatro meses que se tornó insoportable.

La bancada de Pichetto puede ir mutando en cantidad de votos negativos de acuerdo a cada artículo en particular. Los dos socialistas, Esteban Paulón y Mónica Fein, están muy enfrentados al Gobierno. Juan Brugge y Natalia de la Sota responden a Massa. Los seis lilitos no quieren votar las facultades delegadas y Margarita Stolbizer firmó un dictamen aparte con los socialistas.

Además se suman 8 diputados de Innovación Federal que buscarán introducir el capítulo del tabaco que el Gobierno quitó de la ley. «Si no lo logran quizás hagan una maldad», explicaron a LPO fuentes parlamentarias.

Como si no bastara con lo fino del cálculo, el Gobierno, que dejó como interlocutor al vicejefe de gabinete, José Rolandi, no reclama ningún punto como indispensable.

«La ley es un monstruo sin cabeza que va caminando por el Congreso», dicen los diputados que la quieren votar para sacársela de encima. El clima es de hastío por el proceso de cuatro meses que se tornó insoportable.

La bronca de los diputados no es sólo con la Rosada sino también con los gobernadores: creen que se borraron y no dieron la cara en las últimas semanas previas al tratamiento de la ley. El bloque libertario, en tanto, ni participa de las reuniones en las que se negocian los pedazos de la ley. 


Seguir leyendo

Más leídas - últimas 48Hs.