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El ganador del sorteo de Javier Milei: Ni libertario ni anticasta, Federico Nacarado y su día de suerte

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Lejos de tener simpatía por el dirigente ultraderechista, Nacardo se anotó en el concurso por insistencia de su pareja. El hombre de 40 años se alegró por los 200 mil pesos que recibirá y aseguró que utilizará gran parte del dinero para pagar deudas.

Una en un millón. Esa era la posibilidad que tenía Federico Nacarado de ganar el sorteo que orquestó Javier Milei, quien había decidido rifar su dieta de diputado en un acto en Playa Grande, Mar del Plata. El hombre, de 40 años, contó que se inscribió por insistencia de su pareja y que se enteró de que había sido seleccionado, horas después del concurso, por un reporte en la radio. «Era un sorteo de mucha plata, por eso me anoté«, explicó, lejos de cualquier simpatía por las ideas neoliberales del diputado nacional.

El premio tiene, según difundió Milei, un número concreto: 205.596 pesos, que correspondería a un mes de sueldo por su participación en el Congreso. Pero el detalle más pintoresco se dio a la medianoche, cuando en un programa de televisión cruzaron al ganador del sorteo con el político ultraderechista. Allí, Nacarado marcó distancia de la postura ideológica de Milei -incluso se autodefinió como kirchnerista- y no tuvo pruritos para participar del sorteo: «Es un concurso, por qué no habría de anotarme»

Ante la pregunta de qué hará con el dinero Nacarado contestó: «Seguramente gran parte vaya a los bancos (para pagar deudas), así que seguiremos nutriendo al sistema financiero», cerró, ante un Milei atónito.

El sorteo, bajo investigación

La inicativa de Milei podría violar la ley 25.326 de Protección de Datos Personales, lo que motivó a la Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP) a iniciar una investigación. Es que, según explicaron fuentes de Casa Rosada, el principal problema radicó en que la página del líder de Libertad Avanza no incluía ningún hipervínculo que precisara la política de privacidad de la base de datos. Además, señalaron, ni Milei ni la consultora Rom (a cargo del diseño de la página) se encontraban inscriptos en el Registro Nacional de Bases de Datos Personales de la AAIP. Tampoco se especificaba el destino que tendría la base de datos después del sorteo ni cómo podrían ejercer los ciudadanos y ciudadanas el derecho de control que contempla la ley vigente.

«Está muy bien que se haya iniciado una investigación. Una base de datos como la que se armó Milei está cubierta por la ley 25.326, que es la Ley de Protección de Datos Personales. Por lo tanto, tanto Milei como cualquier otra persona que tenga una base de ese tenor tienen que cumplirla», explicó a Página/12 Beatriz Busaniche, presidenta de la Fundación Vía Libre.


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En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

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La oposición tiene los números para hacer cambios en particular. La Rosada ya dice que ningún capítulo es de vida o muerte.

En la Cámara de Diputados creen que la ley ómnibus se terminará aprobando la semana que viene pero que luego caerá sin atenuantes en el Senado.

La Cámara alta nunca trató la ley ni en comisión porque no pasó el filtro de Diputados. Allí el terreno es mucho más complejo para el gobierno, como quedó demostrado con el DNU que cayó por amplia mayoría.

Los senadores se quieren cobrar los insultos incesantes de Milei, que la semana pasada los graficó como ratas luego de que se aumentaran el sueldo. «Están decididos a destruir la ley».

En Diputados tampoco el Gobierno tiene un camino recto. Si bien ya asoman los números de la mayoría para la votación en general, que ya se habían conseguido el 2 de febrero en la primera versión de la ley, la votación en particular puede sufrir cambios.

Así como sucedió con la privatización del Banco Nación, que fue sacada de la ley en las últimas horas, capítulos como el de lavado pueden sufrir cambios en el recinto, más allá de los acuerdos con los que llega el oficialismo al día de la votación.

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Cuando entra un negativo, como se dice en la jerga parlamentaria al momento en que se voltea un artículo de la ley en tratamiento, la votación se «espiraliza». Esto quiere decir que los diputados se envalentonan contra el Gobierno y buscan más cambios, tal como sucedió en la votación en particular de la primera ley ómnibus, lo que la llevó al naufragio.

En ese momento quien debe tener la muñeca para negociar es el presidente de la Cámara, ayudado por sus operadores de recinto. Cuando Emilio Monzó era titular de Diputados, su operador era Nicolás Massot. Sergio Massa tenía a Cecilia Moreau y Paula Penacca. Los operadores de recinto son los que recorren las bancas durante la sesión para evitar sorpresas.

El Gobierno tiene un problema grande con eso. No tiene operadores de recinto, con un bloque balcanizado tras la salida de Oscar Zago. Y en especial, Martín Menem no demostró la experiencia para manejar la sesión cuando se la complican.

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Y los números que tiene el gobierno en Diputados anticipan que la votación en particular se va a complicar. La oposición podría juntar 126 diputados, que no alcanzan para dar quórum pero sí para voltear artículos o la ley entera una vez que comienza la sesión. Es que cuando ya se consiguió el quórum, la mayoría se calcula respecto de los diputados presentes. Como siempre faltan diputados que se enferman o viajan, con 126 diputados la oposición puede tener mayoría.

A ese número llegan con los 99 diputados de Unión por la Patria, más 5 de izquierda, 2 santacruceños, 11 radicales de Facundo Manes y Emiliano Yacobitti, y hasta 11 del bloque de Miguel Pichetto.

‘La ley es un monstruo sin cabeza que va caminando por el Congreso’, dicen los diputados que la quieren votar para sacársela de encima. El clima es de hastío por el proceso de cuatro meses que se tornó insoportable.

La bancada de Pichetto puede ir mutando en cantidad de votos negativos de acuerdo a cada artículo en particular. Los dos socialistas, Esteban Paulón y Mónica Fein, están muy enfrentados al Gobierno. Juan Brugge y Natalia de la Sota responden a Massa. Los seis lilitos no quieren votar las facultades delegadas y Margarita Stolbizer firmó un dictamen aparte con los socialistas.

Además se suman 8 diputados de Innovación Federal que buscarán introducir el capítulo del tabaco que el Gobierno quitó de la ley. «Si no lo logran quizás hagan una maldad», explicaron a LPO fuentes parlamentarias.

Como si no bastara con lo fino del cálculo, el Gobierno, que dejó como interlocutor al vicejefe de gabinete, José Rolandi, no reclama ningún punto como indispensable.

«La ley es un monstruo sin cabeza que va caminando por el Congreso», dicen los diputados que la quieren votar para sacársela de encima. El clima es de hastío por el proceso de cuatro meses que se tornó insoportable.

La bronca de los diputados no es sólo con la Rosada sino también con los gobernadores: creen que se borraron y no dieron la cara en las últimas semanas previas al tratamiento de la ley. El bloque libertario, en tanto, ni participa de las reuniones en las que se negocian los pedazos de la ley. 


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