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A menos de tres meses de asumir, el Gobierno enfrenta paros en distintos rubros y la CGT amenaza con otra huelga general

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La Fraternidad paraliza hoy el servicio de trenes mientras que en los próximos días, si las autoridades nacionales no llegan a un acuerdo con los gremios, habrá paro en los hospitales y en las escuelas
Federico Galligani

PorFederico Galligani

A poco más de tres meses de haber asumido, el Gobierno de Javier Milei enfrentará a lo largo de los próximos días una serie de paros por parte de los principales sectores y que afectarán a todo el país, mientras los referentes de la CGT continúan amenazando con una nueva huelga general.

La primera de esas medidas se lleva adelante hoy, con un paro total del servicio de trenes, tanto de pasajeros como de cargas, por una medida de fuerza de La Fraternidad por 24 horas. El gremio que conduce Omar Maturano reclama un aumento salarial de “entre el 52 y el 55 por ciento”.

“Ratificamos nuestras medidas, tras una reunión en la que no recibimos ofertas, ni fueron recibidos nuestros reclamos. No reclamamos ningún aumento salarial, solo una recomposición de lo que pedimos por el aumento inflacionario, se trata de una actualización”, remarcó Maturano.

Además, a menos que las autoridades nacionales logren llegar a un acuerdo con los respectivos sindicatos, que por el momento se muestran inflexibles en sus posturas, en los próximos días habrá un cese de actividades en los hospitales y en las escuelas.

El jueves, en tanto, quienes estarán de paro serán los empleados agrupados en la Federación de Asociaciones Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA), que conduce Héctor Daer, uno de los secretarios generales de la CGT y un dirigente muy crítico del Gobierno.

“Frente a la intransigencia de las Cámaras empresariales, el Consejo Directivo de Sanidad en su conjunto resuelve: Paro Nacional de 24 horas a partir del jueves 22/02. Llevaremos adelante todas las acciones gremiales necesarias para la recomposición salarial de nuestros compañeros″, escribió el referente gremial en su cuenta de X.

De esta manera, se verá perjudicada la atención en clínicas, sanatorios y hospitales privados, así como en laboratorios y geriátricos de todo el país, por lo solamente se garantizará el funcionamiento en las guardias.

Por su parte, los cuatro gremios docentes nacionales de la CGT (UDA, CEA, AMET y SADOP) anunciaron un paro para el lunes 26 de febrero, cuando deberían empezar las clases en varias jurisdicciones del país, a menos de que las autoridades nacionales convoquen a la reunión para discutir un nuevo piso mínimo para el salario docente.

La protesta fue definida por los secretarios generales de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET), Sara García; de la Confederación de Educadores Argentinos (CEA), Fabián Felman; del Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop), Marina Jaureguiberry; y de Unión Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero.

Recientemente, el Gobierno logró que uno de los gremios de trabajadores estatales acepte un aumento del 12%, el cual fue rechazado por ATE, que remarcó que la suba está por debajo del índice de inflación y también amenazó con tomar medidas de fuerza.

Todos estos conflictos se dan en un contexto en el que los principales referentes de la CGT viene analizando la posibilidad de convocar a otra huelga general, en rechazo a algunas políticas impulsadas por la actual gestión, como una flexibilización en las relaciones laborales a la desregulación del sistema de obras sociales sindicales.

“Lo del Consejo del Salario (Mínimo, Vital y Móvil), de hacer una parodia, de no dejar que podamos discutir con los empresarios, y la connivencia, por supuesto, de los sectores de la UIA y de CAME que estuvieron en la comisión de no hacer ninguna propuesta, y de plantear que les desfinancia a las empresas si suben un salario de 156 mil pesos actual, más el ajuste que está dado sobre los jubilados, sobre los salarios, va a generar las condiciones de una acción sindical, no tengan dudas”, advirtió el propio Daer.

De hecho, los paros sectoriales no son una cuestión aislada, sino que son una parte de una estrategia general de desgaste, que incluye también gestiones ante la política para lograr que en el Congreso se rechace el DNU que Milei firmó para desregular la economía.

En estos días, el líder de Sanidad definiría junto a los otros secretarios generales de la central obrera, Pablo Moyano (Camioneros), Carlos Acuña (Estaciones de Servicios), la fecha para una reunión en la que se definirían los pasos a seguir.

De ese encuentro participarían también Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obra Sanitarias), Mario “Paco” Manrique (SMATA), entre otros.

La última vez que la CGT convocó a un paro general fue el 24 de enero pasado y marcó un récord en la historia del país, ya que fue la protesta más rápida de este estilo que se hizo contra un Presidente (tan solo habían pasado 45 días desde la asunción de Milei).

En aquella oportunidad, la medida tuvo poco acatamiento, aunque la manifestación se hizo sentir en la calle, con la marcha que los gremios realizaron ese mismo día al Congreso, aunque cumpliendo con el protocolo anti-piquetes.

“El paro tuvo un acatamiento de 40 mil personas, que fue lo que vimos en la calle. Para nosotros transcurrió tal como lo habíamos previsto. Un día prácticamente normal, la movilización duró aproximadamente tres horas, el transporte funcionó con normalidad hasta las 19 horas, y la vida de los locales comerciales ha sido prácticamente normal”, expresó el vocero presidencial, Manuel Adorni, al día siguiente.

La central obrera se enfrenta ahora a la decisión de convocar a un nuevo cese de actividades, con resultados y acatamientos inciertos, o continuar con las protestas con sectores, como ocurrirá durante esta semana y en el inicio de la que viene.


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Mondino y su brutalidad: «Los chinos son todos iguales»

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La ministra de Relaciones Exteriores exhibió su intelecto en la cumbre de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que se celebra en París. Allí confesó que no puede distinguir las profesiones de los orientales porque, para ella, tienen el mismo aspecto físico. Lo hizo después de mantener una gira justamente por China, con la intención de negociar el swap con el gigante asiático.

La canciller Diana Mondino se refirió este jueves a la base china en la Argentina. Lo hizo al ser consultada por la presencia de militares del gigante asiático. Mondino respondio con total brutalidad: dijo que no se pudo identificar si participan civiles o militares porque «son todos chinos, son todos iguales».

La cuestión hace al realineamiento argentino con los Estados Unidos. Javier Milei quiere emular las relaciones carnales que mantuvo Carlos Menem en los años 90. Es por eso mismo que, desde hace semanas, el Gobierno nacional amaña todo lo referido a la base científica que nuestro país comparte con China en Neuquén, al punto de mandar una delegación a investigar si se haya algo oculto, pese a que el gigante asiático comparte todos los resultados de las investigaciones con los organismos nacionales.

En ese contexto, Mondino aseguró este jueves que «los chinos son todos iguales», al señalar que no habían identificado a personal militar en la base espacial de ese país en Neuquén. «Los que fueron de investigación no identificaron que hubiera personal militar. Son chinos, son todos iguales», indicó la ministra de Relaciones Exteriores en declaraciones a Clarín.

La frase surgió ante una pregunta sobre si se había identificado personal militar en la base ubicada en la Patagonia argentina, en la que puso especial atención el gobierno de los Estados Unidos y fue tema de conversación con la generala del Comando Sur, Laura Richardson, a principios de abril.

«Ya se han hecho inspecciones en la Estación Espacial China y la Europea. Fue el mismo equipo a ambas y en la misma semana, esos equipos no percibieron nada raro», explicó Mondino.

Pato criollo

No es la primera vez que Mondino no logra ocultar su brutalidad. Semanas atrás, sentada en la mesa de Mirta Legrand, la canciller contó -con una sonrisa de dientes perfectos- por qué para ella es absurdo que los jubilados tengan acceso a un crédito: “Por definición todos algún día nos vamos a morir y si sos un jubilado de determinada edad casi seguro que te vas a morir”. Su argumento corrobora el ABC del gobierno libertario de monetizar la vida al máximo y que eso sea por definición el criterio de lo que sirve y lo que no, según cómo se venda o cómo se pueda pagar.

Pero se acumulan los casos. Por ejemplo cuando pidió que fogoneó a los trolls para que tengan más comentarios una respuesta que el tuit original de Andrés Manuel López Obrador. Ocurrió cuando el presidente mexicano denominó ignorante a Milei y una de las cuentas de las que suele tener interacción con el mandatario argentino (@usdtermo) desafió a que una foto de Milei iba a tener «más me gusta». En vez de apaciguar las aguas, esto publicó Mondino.

Y en el repaso también se pueden citar la vez que dejó un manto de sospecha -sin ninguna prueba- de supuestos «infiltrados» que iban a desestabilizar al presidente Javier Milei en su discurso de apertura en el Congreso o la vez que ni siquiera se puso colorada al apuntar contra Natalia Zaracho porque la diputada y cartonera -que nació en un contexto de vulnerabilidad social- no terminó el secundario.

Malvinas

La cuestión Malvinas merece un párrafo aparte. Suelta de lengua, Mondino dijo que las quejas formales del país contra Inglaterra son, apenas, «cartitas», y que si se tiene que enfrentar con su par inglés en lo relativo a Malvinas, lo mejor es hacerlo con sus «chicanas tuiteras». 

Lo hizo en una entrevista televisiva Ante la consulta de una periodista sobre las acciones de la Cancillería ante el viaje de David Cameron -ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido- a las Malvinas, la canciller dijo que «no había muchas opciones» porque «no pasan por territorio argentino para ir». «¿Qué le vamos a hacer, con un misil bajar el avión», comentó, con acento e intento de humor cordobés.

Cuando la repregunta estuvo orientada a por qué no hubo una queja formal del Estado nacional, Mondino adelantó su reflexión. «A un inglés reírse con el idioma inglés, le duele mucho más que una de las tantas cartitas que Argentina continuamente ha enviado», opinó y consideró que su chicana -había posteado, en Twitter, que le agradecía a Cameron su visita a la Argentina-, «le duele mucho más que otra cartitas más».

Hasta ahora se desconoce si alguno de los asesores con los que cuenta la ministra le soplaron al oído que ni el primer ministro de Inglaterra ni siquiera su canciller la siguen en la red favorita de los ultraderechistas. Es decir, quizás ni acusaron recibo de la «chicana». 

Antes de París, Pekín

Las últimas declaraciones de Mondino llegaron desde París, donde participa de un encuentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Pero la canciller no llegó a Francia desde Buenos Aires sino, justamente, había pasado semanas en la capital china donde se se reunió con el canciller Wang Yi.

El motivo de la gira giraba en torno a recomponer las relaciones tras las provocaciones del Gobierno nacional, que iban desde las acusaciones del presidente (augurando que no iba a mantener relaciones con «comunistas) y de las fotos de la propia canciller con diplomáticos de Taiwán, un tópico sensible para la geopolítica del gigante asiático. Pero, sobre todo, estuvo marcado por la necesidad de que el Gobierno chino renegocie el pago del swap para no generar un sismo en las reservas monetarias argentinas.

La pelota ahora quedó en Pekin. Habrá que ver si toman estas últimas declaraciones como un mero comentario al paso o si resuelven tomar medidas drásticas, por ejemplo, revisar el historial de créditos y exigirle al país el pago efectivo e inmediato de los mismos: se podrían amparar que, para ellos, las deudas «son todas iguales».


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