En una emotiva velada que quedará grabada en la memoria de la Unidad Académica Río turbio de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, la comunidad se reunió el pasado viernes 26 de abril para rendir tributo a doce integrantes que han dedicado dos décadas de sus vidas al crecimiento y fortalecimiento de la institución.

Bajo la cálida mirada de la Rectora, la Prof. Roxana Puebla, en el marco del Consejo Superior de la UNPA, y el liderazgo del Decano de la UART, la ceremonia se desplegó con una serenidad llena de emoción. Fue un momento para honrar la dedicación, el esfuerzo y la pasión que estos doce trabajadores han demostrado día tras día, año tras año, en pro del desarrollo académico y humano de la UNPA-UART.

El ambiente vibraba con una energía única, impregnada de gratitud y admiración. Compañeros, amigos y familiares se congregaron para compartir la felicidad de este hito trascendental en la vida de los homenajeados y en la historia de la Universidad. Sus rostros reflejaban no solo el orgullo por los logros alcanzados, sino también el afecto y la complicidad que han forjado a lo largo de dos décadas de trabajo arduo y colaborativo.

La entrega de los presentes fue más que un acto protocolar; fue un gesto de aprecio profundo hacia aquellos que han sido pilares fundamentales en el crecimiento de la Unidad Académica. Cada regalo era un símbolo de gratitud, de reconocimiento merecido por años de dedicación y entrega desinteresada.

Pero la celebración no terminó con la entrega de los obsequios. A las 21:00 horas, todos se reunieron en torno a una mesa para compartir una cena que sería el epílogo perfecto para esta noche memorable. Entre risas, anécdotas y brindis, los homenajeados tuvieron la oportunidad de expresar sus emociones y agradecimientos a todos los presentes. Fue un momento de comunión, de celebración compartida entre aquellos que han sido testigos y cómplices de este viaje de dos décadas.

En esta noche de homenaje, la UNPA-UART no solo reconoció el compromiso y la dedicación de doce de sus miembros más destacados, sino que también reafirmó su compromiso con la excelencia académica y el crecimiento humano. Más que una celebración, fue un recordatorio de que el verdadero motor de esta institución son las personas que día a día la hacen posible con su trabajo, su pasión y su entrega inquebrantable.

Así, entre aplausos y lágrimas de emoción, la comunidad universitaria se despidió de esta noche memorable, sabiendo que los próximos veinte años estarán marcados por el legado y la inspiración de aquellos que hoy fueron honrados