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Plenario de ATE y anuncio del primer paro contra el gobierno de Milei

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Frente a los anuncios de eliminación de ministerios, privatización de empresas públicas y de medios públicos, los trabajadores estatales comienzan un plan de lucha. En el Senasa ya decidieron hacer un paro de 72 horas, que afectará las exportaciones. En la mayoría de los ministerios y empresas del Estado, el criterio es ir hacia medidas unificadas y masivas.

Laura Vales

Por Laura Vales

Los trabajadores del Estado nacional inician un plan de lucha frente a los anuncios de Javier Milei de eliminación de ministerios, privatización de empresas estatales y medios públicos. Este lunes cortaron la calle –no podía ser de otra manera– en la puerta del sindicato ATE Capital, donde realizaron un plenario. “Milei va a reducir 12 ministerios y va a mandar al Congreso el día después de asumir una reforma del Estado; tenemos que prepararnos para evitar la mayor cantidad de despidos. Estamos construyendo masividad para abrazar a los cuerpos de delegados que hoy sienten mucha angustia, mucha incertidumbre”, dijo allí Daniel Catalano, titular de ATE Capital. Catalano detalló que el Estado nacional tiene 350 mil trabajadores, de los que “más de 60 mil están en riesgo de perder su empleo rápidamente, por tener los peores contratos”.

Los precarizados del Estado son incluso muchos más: todos los que tienen hasta diez años de antigüedad en sus puestos de trabajo, explicó el dirigente. En la administración pública conviven formas diversas de precarización laboral como los monotributistas, los becarios, los conveniados por universidades, los contratados por locación de servicios, que ahora quedaron bajo amenaza de ser borrados de un plumazo. Luego hay un segundo grupo con contratos que vencen el 31 de diciembre; ATE pidió un informe de gestión pública para dimensionar su tamaño. Luego están quienes trabajando desde hace años, pertenecen a la planta transitoria. El gobierno saliente se había comprometido, con el plan de Regularización del Empleo Público 2021, a realizar concursos para que este año 30 mil de esos trabajadores pasaran a planta permanente, pero sólo concursó la mitad de esos puestos. Esta situación facilitará a la gestión mileísta, desde el punto de vista legal, el uso de la motosierra: son muchos los trabajadores estatales que pueden terminar en la calle sin siquiera una indemnización.

Ante la gravedad de la situación, dos conducciones gremiales que estuvieron enfrentadas por años -como ATE Capital y ATE Nacional- acordaron unirse para dar la pelea y en los ministerios y secretarías, en las empresas del estado, en el Conicet y en los medios públicos se vienen haciendo asambleas.

El plenario votó esa unidad de acción, que incluye también a las agrupaciones de la izquierda. Aprobó además hacer este jueves una conferencia de prensa en la sede de ATE Nacional, ubicada en el barrio de Congreso. Las listas de izquierda habían propuesto no esperar a la asunción de Milei y hacer una marcha al Congreso sin esperar a que asuma Milei, pero quedaron en minoría. “Se impuso el criterio de no jugar en posición adelantada”, señaló una delegada del oficialismo. “Queremos movernos con inteligencia, prudencia y responsabilidad, y conseguir la mayor masividad posible en cada acción”.

El plenario se hizo así en el medio de la calle, en la cuadra de Carlos Calvo al 1300. ATE Capital montó un escenario y abrió el micrófono a delegados y activistas. Hubo algunos, como los de Vialidad Nacional, que contaron que tras el anuncio de Milei sobre que el Estado dejará de financiar las obras públicas, ya hay empresas que levantaron campamento. Es más, en algunas provincias ya comenzaron a despedir trabajadores de la construcción vinculados con la obra pública.

ATE nacional

Mientras la asamblea de ATE Capital deliberaba, el titular de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, confirmó que los trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ya decidieron hacer un paro de 72 horas contra los despidos. El paro de tres días, pegado al fin de semana, va a afectar a todas las exportaciones de granos y animales vivos, anticiparon en el gremio, donde explicaron que partir de medida no habrá los controles del Senasa en los puertos, aeropuertos internacionales, pasos de frontera y todas las aduanas. También, se levantarán las barreras de control zoofitosanitarios en la patagonia y otras regiones del país justo cuando la Unión Europea realiza una auditoría sobre el status sanitario argentino. Con la medida de fuerza, los trabajadores del Senasa buscan que representantes del próximo gobierno abran un diálogo sobre el futuro de sus puestos.

«La paz social la tienen que garantizar los gobiernos con sus políticas, no los trabajadores. Tenemos derecho a actuar en legítima defensa si sentimos que estamos en peligro«, planteó el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, y agregó su preocupación porque “a los economistas que están llegando al Gobierno no les interesa nada. Sólo bajar los gastos aún a riesgo de que la operatividad de los organismos se vea reducida a su mínima expresión”.


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Ida y vuelta de los aumentos en mayo

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El Gobierno postergó subas de luz, gas e impuesto a los combustibles para amortiguar otros aumentos. Colectivos y subtes, en espera.


Por Mara Pedrazzoli

Entre varias idas y vueltas respecto a los aumentos de precios liberados (y regulados) por el Gobierno, los incrementos programados para mayo impactarán directamente sobre consumos esenciales como combustibles, transporte, el servicio de internet y comunicación, colegios privados en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) y alquileres. Se suman a los amplicados entre enero y abril, de modo que inclusive en el caso de las subas postergadas –como en luz, gas y algunas prepagas-, la comparación contra las tarifas en igual mes del año anterior todavía superan a la inflación general. Según el Indec, el aumento en los precios “regulados” acumulado en el primer trimestre del año fue del 81 por ciento interanual, mientras el nivel general de inflación ascendió a 51 por ciento.

Para empezar, en la mañana del miércoles 1 de mayo las petrolerassubieron el valor de los combustibles entre 4 y 5 por ciento. Un ajuste que obedeció al incremento en los costos por la suba del dólar -topeada por el Gobierno en 2 por ciento mensual- y a la recomposición para alcanzar niveles cercanos a la “paridad de exportación”, hoy unos 20 dólares arriba de los precios internos. En principio, los combustibles iban a subir casi 10 por ciento en mayo, dado el traslado por la corrección de los Impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL), que fue suspendida hasta junio por el Gobierno por una decisión de último momento. Las estimaciones del Instituto Argentino de Análisis Fiscal evidenciaban que este ajuste del ICL hubiera sido más alto pues correspondía aplicar los precios del cuarto trimestre del año pasado, que habían rebotado debido a la devaluación de diciembre.

Así, el aumento aplicado inicialmente por YPF estuvo por debajo de las remarcaciones promedio de marzo y abril del 6 por ciento mensual. En mayo, la nafta súper en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) pasó de 837 a unos 870 pesos, mientras la nafta premium avanzó de 1.033 a 1.074 pesos. Mientras el gasoil común dejó de costar 883 para pasar a venderse a un valor cercano a 918 pesos, y el gasoil premium avanzó de 1.123 a 1.167 pesos, considerando los valores más económicos del mercado. Tomando como ejemplo CABA, en los últimos doce meses el precio del litro de nafta súper pasó de 163,10 a 744 pesos, con lo que registró un incremento total del 356 por ciento en el período.

En el caso de los servicios públicos de luz y de gas, a partir de este miércoles debía regir la indexación mensual atada a la inflación que estipulaba la nueva fórmula sancionada por el Gobierno. Sin embargo, hasta el martes a la noche los entes reguladores, Enre y Enargas, no habían recibido la información correspondiente a los nuevos cuadros tarifarios. Ante la sorpresa de las empresas del sector, el Gobierno decidió pisar los ajustes que involucraban subas de entre 10 y 12 por ciento para las distribuidoras de energía eléctrica y gas y para las transportistas de gas. Dichos aumentos representaban un incremento cercano al 5 por ciento en las facturas finales de los servicios que el oficialismo prefirió evitar. Igualmente, desde enero acumulan un alza del 150 y 450 por ciento, respectivamente.

En un nuevo traspiés heterodoxo del ministro de Economía, Luis Caputo, decidió mantener las tarifas pisadas al menos un mes para ayudar a la desaceleración inflacionaria. La regulación de los servicios esenciales comenzó a ser entendida por el oficialismo desde una lógica menos simplista y dogmática de lo que intrepreta sobre la inflación, como un fenómeno exclusivamente monetario.En la mañana del miércoles 1 de mayo, el ministro escribió en su cuenta en la red X: “Estamos cómodos en lo fiscal, priorizamos bajar la inflación y no cargar más con gastos de momento a la clase media”, para explicar las postergaciones de los aumentos, con lo cual también reconoció que dejar de emitir para cubrir el déficit no condujo a la estabilidad de precios como había asegurado. Ahora necesita detener la suba de tarifas.

El congelamiento del ICL, de los aumentos en la luz y el gas, sumados a la exigencia de rebaja en las cuotas de siete medicinas prepagas deben leerse como un llamado de atención dentro de la propia lógica del Gobierno. Las idas y vueltas en materia de liberalización de precios minan el discurso libertario y su apoyo social ante la inmanente erosión en el poder adquisitivo de los salarios. 

El Gobierno ya había suspendido la aplicación de una fórmula indexatoria en su debut con la tarifa de los colectivos y trenes en el Amba durante abril. Ahora en mayo es una incógnita qué pasará con los colectivos ante la amenaza de un paro de choferes este jueves. Los colectivos ya sufrieron un alza del 29 por ciento en febrero.

En tanto, el próximo 6 de mayo sí subirá un 54 por ciento el boleto de tren en el Amba. El esquema tarifario para los servicios que incluyen las líneas Sarmiento, Roca, Mitre, San Martín, Belgrano Sur, Belgrano Norte, Urquiza y Tren de la Costa quedará de la siguiente manera: con tarjeta SUBE registrada en la primera sección valdrá 200 pesos, en la segunda 260 pesos y en la tercera 320 pesos, mientras con tarjeta sin registrara costará el doble, y algo menos de la mitad con la tarifa social.

En el caso del boleto de subte, se espera un aumento del 359 por ciento, pues pasará de 125 a 574 pesos aunque se desconoce a partir de qué fecha concreta del mes por cuestiones administrativas. El Gobierno porteño demoró la publicación de la medida en el Boletín Oficial y aún no confirmó cuándo lo hará, con lo cual también se desconoce si luego se aplicará el segundo incremento previsto para el 15 de mayo, que lleva el pasaje a 667 pesos. El siguiente incremento estaba anunciado para el 1 de junio, hasta los 757 pesos.

Asimismo, los colegios privados bonaerenses aplicarán un incremento del 6,7 por ciento en sus cuotas, con variaciones dependiendo del nivel educativo y la subvención estatal. Los jardines con 100 por ciento de aporte costarán hasta 17.500 pesos, mientras la secundaria con subsidio del 40 por ciento hasta 102.500 pesos.

También las tarifas de internet, cable y telefonía sufrirán un ajuste que oscilará entre el 10 y el 20 por ciento dependiendo del proveedor y el tipo de servicio contratado. Y por último, los alquileres que quedaron dentro de la Ley de Contratos de Locación tendrán un incremento del 221 por ciento mientras aquellos firmados después de la derogación tendrán un ajuste “según el mercado” y las condiciones particulares de cada caso.


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