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Massa avanzó con planes de financiamiento para las represas de Santa Cruz

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Fue luego de uno de sus encuentros en el país asiático con empresarios encargados de la construcción de las represas en Santa Cruz.

El ministro de Economía, Sergio Massa, avanzó hoy en completar financiamiento por US$ 1.000 para la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic ubicadas en la provincia de Santa Cruz, fondos que además servirán para apuntalar las reservas internacionales ya que se concretarían en julio.

“Junto a Máximo Kirchner, Flavia Royón y Agustín Gerez, nos reunimos en Shanghái con directivos del China Gezhouba Group y su presidente Liu Huailiang, con quienes concretamos el financiamiento de Represas del Río Santa Cruz por más de 1.000 millones de dólares”, escribió Massa, en sus redes sociales.

Massa señaló que también se avanzó en “con la financiación para la construcción de dos plantas depuradoras y de tratamiento cloacal de AySA_Oficial para mejorar la calidad de vida de 1,6 millones de personas”.

El ministro anticipó que “junto al presidente de State Grid, Shan Shewu y a su vicepresidente Liu Ming, trabajamos en el financiamiento de la ampliación del Sistema de Transporte de Energía Eléctrica, que desarrollará las líneas de alta tensión del AMBA y beneficiará a 1.8 millones de personas”.

En un comunicado de prensa, Massa precisó que entre sus primeros encuentros, se reunió con representantes del Grupo Gezhouba (CGGC), «con quienes trabajó sobre el Proyecto Represas del Río Santa Cruz, que prevé completar el segundo tramo de los más de US$ 1.000 millones previstos para el 2023 para mediados de julio de este año».

En este sentido, el titular del Palacio de Hacienda aseguró que “es importante acordar temas que nos sirven para el presente, pero sobre todo acordar las inversiones que servirán para el futuro”. Además, señaló que “Argentina necesita salir de la discusión del día a día y tener una mirada estratégica para el desarrollo”.

“Hoy es un buen día porque avanzamos no solamente con desembolsos que a corto plazo nos alivian las reservas, sino que además a largo plazo arreglan la luz de 8 millones de personas, el agua y las cloacas de 1.600.000 personas, que resuelven el tema de generación eléctrica, generación energética por vías renovables y que nos permiten generar más competencia para el segundo tramo de Gasoducto”, agregó Massa.

En el encuentro, el Ministro estuvo acompañado por la secretaria de Energía, Flavia Royón; el secretario de Asuntos Económicos y Financieros Internacionales, Marco Lavagna; el subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales para el Desarrollo, Leandro Gorgal; el Presidente de ENARSA, Agustín Geréz; y el Diputado Nacional, Máximo Kirchner. En representación de Gezhouba estuvieron presentes el Presidente, Liu Huailiang, Wang Fang; y el Subgerente General, You Xuhua.

En relación a las represas, Máximo Kirchner destacó que “el desarrollo de este proyecto permitirá a la Argentina ampliar sustancialmente el parque de generación hidroeléctrico” y que “la incorporación de los más de 1.300 MW de potencia permitirá a su vez garantizar la diversificación de la matriz energética local aportando generación limpia al Sistema Argentino de Interconexión”.

“Los acuerdos e intercambios realizados en este viaje permitirán garantizar el ritmo de ejecución de la obra con el objetivo de cumplir con las fechas previstas de finalización”, añadió.

Más tarde, el titular de Economía se reunió con autoridades de la empresa Power China encabezadas por su economista jefe adjunto, Ji Xiaoyong, con quien se avanzó en el diálogo sobre el financiamiento del tramo 2 del Gasoducto Néstor Kirchner.

En este encuentro, también se sumaron la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau; el Vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos; el Diputado Nacional, Diego Sartori; y el director nacional de Proyectos con Financiamiento Externo Bilateral, Matías Mana.
Asimismo, el Ministro mantuvo una reunión de trabajo junto al Presidente de la empresa State Grid, Shan Shewu, y el Vicepresidente de la compañía, Liu Ming, con quienes se avanzó en la agenda del Proyecto de Ampliación del Sistema de Transporte de Energía Eléctrica (PROASTEE), que prevé el desarrollo de líneas de alta tensión para beneficiar hasta a 8 millones de personas en el AMBA.

Tras el encuentro, Máximo Kirchner manifestó que “la concreción de este importante proyecto de infraestructura, cuya inversión asciende a los 1.100 millones de dólares, permitirá potenciar el desarrollo de la industria electromecánica local y de la construcción, generando miles nuevos puestos de trabajo y nuevas áreas de especialización”.

Al respecto, Royón precisó que el Proyecto “va a permitir mejorar la calidad de servicio, e incorporar la generación de energías renovables del sur del país, del norte y el Litoral al AMBA” con “620 km de líneas de Alta Tensión, una nueva Estación Transformadora (ET) y readecuaciones de otras ET”.

Asimismo, la Secretaria indicó que se trata de “un conjunto de 20 obras con un financiamiento aproximado de 1.100 millones de dólares y con casi 8 millones de beneficiarios”. “Permite tener un acceso a la energía más competitiva por el sistema de transporte y permitirá además incorporar generación más eficiente”, agregó.


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A qué juega Massa: Movidas audaces pero sin patear el tablero

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La reacción del FMI, las corporaciones y la población más vulnerable al conjunto de las medidas económicas tomadas en las últimas semanas por Sergio Massa. El impacto de la eliminación de Ganancias para los trabajadores y la devolución del IVA.
Raúl Dellatorre

Por Raúl Dellatorre

Si el resultado de las elecciones pasara principalmente por la economía, ¿quién va a definir estas elecciones? ¿El estado de ánimo de la población o las propuestas de los candidatos? ¿Importan o se perciben las diferencias entre las propuestas económicas? ¿O predomina el voto «enojo y castigo» por sobre la evaluación de esas diferencias?. Además, ¿cómo juega el factor externo, el poder económico global, en la pelea? ¿Qué incidencia tiene el FMI, o el gobierno de Estados Unidos, en el voto? Dicho de otro modo: ¿por quién vota el FMI?

Sin que la pretensión de este cronista sea la de responder a todos esos interrogantes –diría nuestro «por siempre» inolvidable Mario Wainfeld–, se podría asegurar que diversas acciones de diferentes actores en los últimos días, conllevan la intención de responder a varias de esas preguntas a la vez. Tomemos tres momentos de esa secuencia. La conferencia de prensa de la portavoz del FMI del jueves. La reunión virtual del Consejo del Salario del miércoles. El resumen que hace Sergio Massa del conjunto de medidas adoptadas con posterioridad a la devaluación del 14 de agosto, en cualquiera de sus últimas presentaciones. 

Las expresiones de Julie Kozack, vocera del FMI, del jueves con respecto a la situación argentina valen tanto por lo que dijo como por lo que sugirió sin decir. Veamos. «La situación económica actual sigue siendo muy desafiante y compleja. La inflación es muy alta y está subiendo. Los activos de las reservas internacionales son bajos. Las condiciones sociales son frágiles». Esta síntesis del cuadro, arrojado sobre la mesa no como un informe que llevó por escrito, sino en respuesta a preguntas de los periodistas, no tienen evidentemente la intención de llevar calma y sugerir que los problemas se están resolviendo, sino que está poniendo de manifiesto crudamente la gravedad de la situación. 

Vayamos a cómo siguió su relato, cuando le preguntaron específicamente por las últimas medidas tomadas por el gobierno argentino, todas con clara orientación de provocar transferencias de ingresos a favor de los sectores medios y bajos, a costa en su mayoría de las arcas fiscales. 

«Las medidas políticas y los anuncios adoptados recientemente se suman a los desafíos de Argentina. El paquete de medidas que se tomaron, acordado con el Fondo en el contexto de las recientes revisiones, tenía la intención de salvaguardar la estabilidad y reconstruir las reservas. Estamos trabajando en entender mejor el impacto y la necesidad de medidas de compensación».

Lo dicho por la portavoz del Fondo sugiere que el organismo no desconocía las medidas que iba a tomar Massa tras recibir, el 23 de agosto, el desembolso de 7500 millones de dólares. Esas medidas, que empezó a anunciar el domingo 27, buscaban compensar los efectos de la devaluación del 14 de agosto, un día después de las PASO. 

Al FMI no le gustan esas medidas de transferencias que aumentan los gastos del gobierno. Pero a Massa tampoco le gustó que le impusieran la devaluación ni le reconoce méritos al salto cambiario. «Si algo mejoramos en la balanza en las últimas semanas, fue por la extensión del impuesto PAIS a la importación de ciertos bienes y servicios, que frenó parte de los pagos al exterior por operaciones especulativas. La devaluación no nos dejó nada en divisas, y en cambio nos provocó un shock inflacionario y deterioro de los ingresos de la población«, señala el ministro candidato en reuniones con allegados. 

Hasta aquí, este es el choque más evidente entre el FMI y el gobierno desde que se aprobó el acuerdo de facilidades extendidas, en marzo de 2022. Pero no significa un alejamiento o ruptura, necesariamente. Si no, detengámonos en lo que dijo Kozack al ser consultada sobre una eventual sustitución del peso por el dólar en la economía argentina:

«Determinar la tasa de cambio es prerrogativa de cada país soberano. Lo que al organismo (FMI) le preocupa de una dolarización es que se pueda asegurar que las políticas macroeconómicas son consistentes con una transición ordenada. Una dolarización total requiere de importantes pasos preparatorios, y tampoco es un sustituto de las buenas políticas macroeconómicas». 

De lo que se deduce que la funcionaria, una estrecha allegada a Kristalina Georgieva, le «bajó el precio» a la dolarización: no considera que sea el remedio mágico para alcanzar la estabilidad monetaria y fiscal –que es la verdad revelada en la religión de Javier Milei– ni parece avalar que estén dadas las condiciones para semejante ensayo. 

Si bien Massa tiene razones para interpretar que el FMI le dio la espalda cuando más apoyo necesitaba en divisas, hay que comprender que este organismo dejó aun más huérfano el experimento de la dolarización que Milei vende como poción mágica. 

En el plano interno, varios de los participantes de la reunión del consejo del salario del miércoles, que definió un aumento del mínimo del 32 por ciento para el último trimestre del año, coincidieron en destacar la actitud de «prudencia» de la representación empresaria, en la que siempre se destaca el rol de la UIA. La reunión fue corta, expeditiva. Hubo un rápido acuerdo para definir un aumento «moderado» frente a una inflación mensual que todavía sigue arriba del 10 por ciento, sin expresiones discordantes de la UIA. «Se cuidaron mucho de no quedar como los que patean el tablero en una situación de emergencia; hay mucha sensibilidad por el clima electoral», confió una muy alta fuente. ¿Prudencia o realineamiento? 

En cuanto a la propia mirada del gobierno sobre las medidas, hay una conclusión que es unánime: la derogación del impuesto a las ganancias para la cuarta categoría (trabajadores en relación de dependencia) y la devolución del IVA sobre compra de productos de la canasta familiar han sido las más impactantes. «Cambiaron el ánimo en el ambiente laboral», sostienen dirigentes sindicales de los que recorren fábricas permanentemente. 

Hay un error de perspectiva en quienes sostienen que eliminar Ganancias «apenas» favorece a un puñado de asalariados de altos ingresos. Quienes vienen detrás, con salarios medios o medio/altos, que pagaron Ganancias en el pasado, saben que un simple retraso de seis meses en la actualización del «piso», frente a una inflación elevada, los mete de nuevo en el terreno de los que pagan. Solo la ley que deroga la cuarta categoría le brinda la tranquilidad de que no volverán a estar alcanzados.

Por último, la devolución del IVA tuvo el enorme mérito, que pocas políticas públicas logran, de su masividad. Al trabajador informal, de bajos ingresos, que se maneja con tarjeta (no son todos, pero es una buena proporción), la medida le llega y lo percibe. Quienes trabajan permanentemente en esa franja de la población, señalan que se notó el impacto. 

En una elección en la que la economía define, el ministro y candidato Massa retomó la iniciativa, mueve el tablero y hasta los factores de poder internos y externos se acomodaron en función de esas iniciativas. Con una oposición casi congelada, jugó una carta más, y de las pesadas: un gobierno de unidad nacional, que incluya a parte de una oposición que podría desmembrarse después de la primera vuelta. Una imagen que no cae nada mal allá, por el Norte, cuyo embajador incluso se anticipó a ofrecer su apoyo si los «moderados» de las dos fuerzas que en ese momento se mostraban en pugna, se juntaban. La «gobernabilidad» los prefiere moderados.


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