Conectarse con nosotros

NACIONALES

Los secretos de la primera crisis política

Publicado

el


Karina Milei se vio obligada a convencer al Presidente de soltar el paquete fiscal. La crisis de nervios del mandatario, la tensión con Caputo, el viraje del ajuste y el miedo a los mercados. 
Leandro Renou

Por Leandro Renou

Pocas veces los que lo secundan lo vieron tan fuera de su eje. El primer baño de realpolitik tradicional le cayó al presidente Javier Milei como una bomba al carácter, al ego, y expuso a la vez la primera gran crisis política del Ejecutivo en sólo un mes de gestión. Horas antes de que el ministro de Economía, Luis Caputo, anunciara en conferencia de prensa la baja del paquete de fiscal dentro de la Ley Ómnibus a cambio de intentar conseguir votos para sacar la norma, la secretaria de Presidencia, Karina Milei le comunicó a su hermano las malas nuevas. «Esto no va ni para atrás ni para adelante. Las provincias no quieren saber nada.

En ese momento, Milei volvió al histrionismo de sus épocas de panelista y lanzó insultos diversos a los gobernadores. Tardó un rato en calmarlo, pero Karina, una de las pocas personas en las que el presidente cree cien por cien, logró que entre en razones. Así y todo, le aclaró a su hermana que lleve el mensaje de que «el ajuste se hace, sí o sí. A mí no me van a joder«. 

¿Cómo se hará y por dónde vendrá entonces el regreso del Plan Motosierra? Según confirmaron desde Casa Rosada a este diario, en las próximas horas las terminales oficiales empezarán a marcar la cancha de que se viene un ajuste más duro en la obra, en las transferencias a las provincias y, sobre todo, que en marzo el Gobierno presentará una nueva ley fiscal que ya se redacta

Un dato extra y muy relevante: la caída en desgracia del paquete fiscal preocupa en Washington. Emisarios del Fondo Monetario (FMI) ya le pidieron al gobierno que dé precisiones de cómo cerrarán los números, dado que está para su aprobación el primer desembolso del organismo para la gestión Milei y la obsesión histórica del FMI -bajar jubilaciones y subir retenciones- está frenada. En paralelo, de entrar en sesiones ordinarias, una nueva ley fiscal entraría recién en vigencia en junio, con buena parte del ejercicio jugada y las exportaciones agropecuarias ya anotadas en su totalidad para todo el año. 

Crónica de una derrota

Naturalmente, en este contexto, la hermana del presidente había pasado ya dos días viendo cómo se caía a pedazos la pax política con los opositores filo oficialistas del PRO, Pichetto y una parte del radicalismo. El jueves, de hecho, fue en persona al Congreso y elevó la voz con muchos diputados de La Libertad Avanza. Luego comió con el titular de la Cámara, Martín Menem, y le pidió explicaciones. Es que el riojano venía vendiéndoles a Milei y a Karina que la ley salía y los votos estaban, pero en realidad la escena era la inversa. 

«No es tanto el tema blanqueo y Ganancias, pero si no bajamos la reforma jubilatoria y la suba de retenciones, esto no sale», le dijo Menem y le mostró un esquema donde el cálculo de conseguir votos era un imposible, incluso con el apoyo masivo del PRO, furgón de cola de los libertarios que le había prometido a la propia Karina «bancar cualquier cosa que tenga la Ley». Karina recibió, también de Menem, la posición de muchos goberndores, como el caso de Entre Rios, que blanquearon ya no tener plata para pagar sueldos

Al primer aviso de Karina al Presidente sobre lo disputado del escenario, el mandatario siguió en su tono de no tocar nada. Por la tarde del jueves, hubo una reunión de Juan Pazo, secretario de Coordinación de Hacienda, con empresarios y dirigentes políticos. En ese mitín, del que participaron ceos de la Unión Industrial (UIA) y la Coordinadora de Productores de Alimentos (Copal), el ex socio de Francisco De Narváez en el Grupo Alas les dijo a los presentes que «si no apoyan la ley, están poniendo en riesgo la política económica del Gobierno». Unas horas después, hubo otro hecho bizarro: Eduardo Serenellini, el tambaleante secretarios de Medios, armó una reunión con empresarios en Casa Rosada de la que participaron Caputo y el asesor en desregulación, Federico Sturzenegger. 

Si bien ese encuentro tuvo foto difundida a los medios de una mesa grande con empresarios, la realidad es que los atendieron en forma individual. Un sector le pidió al gobierno no tocar retenciones y otros «no privatizar el Banco Nación, que es el banco de la producción». Fueron pasando de a uno, les dijeron gracias, un café, un vaso de agua y los despacharon. A la salida del encuentro, Serenellini los llamó por teléfono pidiéndoles que, más allá de lo que dijeron en el mitin, «salgan a bancar la ley». No lo consiguió porque todos declararon lo mismo que adentro del encuentro. Karina Milei puso, entonces, el grito en el cielo por otra infructuosa gestión de Serenellini, a quien rechaza de plano y ya ordenó que le saquen su secretaría. Nada estaba ordenado ni cuadraba. 

Días complejos para «Toto»

«Decile a Caputo que lo diga él», le pidió Milei a uno de sus asesores, que en horas del mediodía le informó al ministro de Economía que debía dar una conferencia de prensa afirmando todo lo contrario a lo que el Presidente había dicho horas antes, en una entrevista a una cadena internacional de noticias. Caputo habló en La Rosada y aseguró que se baja el paquete fiscal y que la dolarización no está hoy en los papeles. El ruido entre ambos existe y es cada vez más manifiesto. 

Pero la derrota más fuerte de Caputo fue la baja del paquete fiscal, que es, ni más ni menos, que el fin de su plan de estabilización. Vale recordar que la Ley Ómnibus de Sturznegger no lo incluía. Fue Milei el que, por incapacidad de armar él mismo un plan fiscal, convocó a Caputo para que lo hiciera. Ese plan terminó agregado a la ley, pero Sturzenegger nunca lo quiso. 

Finalmente, el ex titular del BCRA con Macri es quien volvió a ganar en este río revuelto: la salida del plan fiscal deja a la ley reducida a su mayor deseo, la desregulación total de la economía. Y por estas horas «Sturze» se congratula de que «no hay ni un diputado ni un gobernador que me haya querido parar la desregulación». Sturzenegger juega, y fuerte, sin esconder cartas ni intenciones. 

En la otra esquina, el que pierde es Caputo porque se debilita el plan económico, que estaba centrado en ajustar jubilaciones para reducir el gasto y en subir retenciones para aumentar la recaudación. A eso se suma que la caída del blanqueo es otro golpe, porque el gobierno tenía allí mucha expectativa puesta. En los despachos de Hacienda hay nervios por la reacción que puedan tener los mercados este lunes, dado que ya descuentan que la movida será leída como una crisis política pero, sobre todo, como la postal de un gobierno débil que no puede instalar cambios de fondo. La otra luz amarilla que se prendió en el quinto piso es la de la inflación, que Caputo creyó poder frenar no sólo congelando la economía, sino con un fuerte ajuste fiscal. Lo que el ministro esperaba que pase en breve, de ocurrir, aparecerá como ajuste recién más adelante. 


NACIONALES

Caputo rechaza la presión de los empresarios y refuerza el cepo

Publicado

el


Afecta al giro de dividendos y operaciones con Bopreal, que ahora pasan a estar gravadas en 17.5%. El gobierno busca evitar que el desplome de la recaudación se lleve puesta la meta fiscal.

Caputo rechaza la presión de los empresarios y refuerza el cepo

Por Luciana Glezer

En medio de los reclamos de los empresarios por el cepo cambiario, Luis Caputo dispuso extender el impuesto PAIS al giro de dividendos y a las operaciones con Bopreal, instrumento financiero pagadero en pesos que al vencimiento cumple con el equivalente en dólares más los intereses devengados, al que pueden acceder personas físicas o jurídicas titulares de cuentas habilitadas en el mercado bursátil.

 Mediante el decreto publicado este lunes se establece una alícuota del 17,5% aplicable a la compra de divisas destinadas a la repatriación de inversiones de portafolio de no residentes y a la distribución de utilidades y dividendos. Además, se aplica el mismo porcentaje a quienes adquieran BOPREAL con fines similares 

«Una empresa que invirtió acá pagará 35% de Ganancias + 7% de impuesto a la distribución de dividendos + (new!) 17,5% de impuesto PAÍS. Alícuota final 60%. Ni en Noruega! Para esto se necesita el RIGI», afirmó el economista y diputado del PRO Luciano Laspina. 

Laspina se sumó junto a Marina Dal Poggetto a la troupe de la ortodoxia que viene amplificando duras críticas hacia Milei. Forman parte de ese equipo Domingo Cavallo y Carlos Rodriguez.

Todos estos economistas representan la voz de los empresarios, que buscan que Milei cumpla la promesa de campaña de levantar el cepo.

Los economistas apuntan al punto débil: las restricciones cambiarias, la permanencia del cepo. «Hay que salir del esquema de transición, eliminar el cepo cambiario y establecer el nuevo régimen monetario. Es imposible que haya recuperación económica con el actual diseño del programa», planteó Laspina en una entrevista concedida al diario La Nación este domingo. 

Más hondo caló Marina Dal Poggeto, directora de Ecogo: «El esquema es cepo dependiente. Bajar las tasas de interés y atrasar el tipo de cambio, no te ayuda a estabilizar la demanda de pesos. Mucho menos, si tu programa financiero depende de la recirculación de los pesos del BCRA al Tesoro», afirmó la economista. 

Una empresa que invirtió acá pagará 35% de Ganancias + 7% de impuesto a la distribución de dividendos + (new!) 17,5% de impuesto PAÍS. Alícuota final 60%. Ni en Noruega! Para esto se necesita el RIGI

Dal Poggetto explicó que los bancos le venden bonos caros al BCRA y después los recompran más baratos con algún estiramiento en los plazos. Agrega Dal Poggetto que el mecanismo incluye la posibilidad de hacerse de liquidez contra el BCRA con el riesgo de monetización, a través de seguros (PUTS). 

Los pasivos remunerados hoy alcanzan a $33 mil millones. «Este esquema empezó a encontrar límites en la última licitación, cuando los pesos emitidos por la venta de bonos al BCRA no pudieron ser tomados por en la licitación del Tesoro», indicó Dal Poggetto.

A las claras las cuentas del BCRA lucen lejos de sanearse. A la situación de los pasivos se sobreimprime el derrumbe de la recaudación que complica la meta fiscal. Sostener el Cepo y conservar este impuesto que grava y restringe el acceso a dólares, la única alternativa en este esquema. 

 Marina Dal Poggeto 

El interrogante se abre sobre el grado de comprensión y paciencia que pueda conseguir el gobierno de parte del bloque de poder que sustenta su proyecto político del gobierno. Lo cierto es que empresas, bancos, inversores y hasta el propio FMI condicionan el financiamiento al levantamiento de las barreras cambiarias. 

 El Impuesto PAÍS fue originalmente implementado el gobierno anterior para limitar el acceso al mercado cambiario. Con esta ampliación, el gobierno busca evitar el derrumbe de la recaudación, que en marzo cayó 13,2% debido a la depresión del nivel de actividad. En este contexto el único tributo que crece exponencialmente es el Impuesto PAIS con un alza de mas del 1100% en términos interanuales. 


Seguir leyendo

Más leídas - últimas 48Hs.