Conectarse con nosotros

NACIONALES

La CGT anunció para el 9 de mayo el segundo paro general contra el ajuste

Publicado

el


Antes, el 23 de abril, la central sindical participará de la movilización de las universidades. El 1º de mayo realizará una movilización. La CTA de Yasky ya adhirió a la huelga. 
Felipe Yapur

Por Felipe Yapur

La profundización del ajuste, los miles de despidos y la recesión que lleva adelante el gobierno de Javier Milei tendrá una nueva respuesta desde el movimiento obrero. La CGT anunció que el próximo 9 de mayo y durante 24 horas se realizará el segundo paro nacional de actividades. Se espera que, como ocurrió en la primera huelga del 24 de enero pasado, también convoquen y adhieran las dos CTA. De hecho, la que lidera Hugo Yasky anunció que se suman al paro. En este contexto, el consejo directivo de la central obrera aprobó por unanimidad un plan de acción que comienza el próximo 23 de abril. Ese día acompañarán la marcha de las universidades en defensa de la educación pública. Luego, el 1º de mayo, el día de los y las trabajadoras, realizarán una movilización que buscan reproducirla en todas las provincias y que incluirá la presentación de un documento. Y por último el paro. «El impacto que genera el ajuste de precios y tarifas que se viene dando con la única intención de achicar los salarios, solo nos lleva a un proceso recesivo inaceptable. Por ese motivo tomamos la decisión de convocar a un paro de 24 horas el 9 de mayo», afirmó el triunviro Héctor Daer en la sede de la CGT poco después de la reunión del consejo directivo.

El anuncio echó por tierra cualquier esperanza del gobierno de poder abortar las medidas de fuerza. Una posibilidad que se barajó en la Casa Rosada antes y durante el encuentro que el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, mantuvieron el miércoles con una delegación de la CGT. Pero para eso, los ministros debían ofrecer algo como para por lo menos hacer dudar a los dirigentes sindicales. Se trataba de la primera vez que de manera oficial se veían las caras y resultó un fracaso para el oficialismo. A pesar de ello, en la mañana, el vocero Adorni lanzó un deseo al aire al sostener que «no vemos razones para que haya un paro, no la vimos antes y después de la charla que tuvimos (con la CGT) entendemos que el paro no va a existir». Se equivocó de cabo a rabo.

«La situación económica y social hace imposible pensar en suspender una medida de fuerza», reconoció uno de los dirigentes sindicales que, además, advirtió sobre el rol y el protagonismo que se granjeó la central obrera desde el mismo momento en que asumió Milei. «Somos el eje de la lucha contra el gobierno, nos ganamos ese lugar y no lo decimos nosotros. Los senadores de UxP lo reconocieron durante la reunión que mantuvieron con nosotros el miércoles», indicó el gremialista.

La reunión

Las actitudes, expresiones corporales y reacciones suelen anticipar mucho de lo que puede llegar a suceder en una reunión de la CGT. Por caso, este jueves hubo un encuentro previo, reducido de la conducción sindical, antes de participar del consejo directivo. La primera señal de que había consenso fue cuando ingresaron al salón, lo hicieron todos juntos, hablando entre ellos y relajados. 

Sin preámbulos, Daer fue directo al grano. Planteó el plan de acción y solo aclaró que la movilización del 1º de mayo debía repetirse en todas las provincias. Esa será una tarea de la Secretaría de Interior que lidera el metalúrgico Abel Furlán y que tiene el contacto con las casi 80 regionales que tiene la CGT en todo el país. Los aportes de Acuña, Pablo Moyano y de Andrés Rodríguez, el titular de UPCN, fueron en la misma línea de Daer: sostener la unidad, el reclamo contra las políticas del gobierno de Milei, sumar adhesiones y acompañar a los sectores que enfrenten las medidas del gobierno.

Luego hubo una seguidilla de discursos que, como los primeros, apoyaban el plan de acción y se acumulaban las críticas al gobierno y la solidaridad con los heridos y detenidos durante la represión que el miércoles protagonizó la policía porteña en las inmediaciones del Ministerio de Capital Humano. Ese día buscaron disolver de manera violenta la manifestación que protagonizaron la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y el bloque de Unidad Piquetera que pretendía denunciar el nivel de deterioro de los comedores comunitarios.

El detalle del plan de acción es la decisión de la CGT de sumarse a otras protestas que se están realizando contra el ajuste y las políticas de Milei. El caso del 8M, el día de la mujer, la central obrera participó de manera activa a través de las dirigentas que se sumaron al consejo directivo en la última elección. 

Ahora es el turno de la marcha de las universidades que se prevé multitudinaria contra el recorte y ahogo que está provocando el gobierno central con las casas de altos estudios. La CGT estará ahí presente.

Las paritarias

Uno de los temas que también generó un rechazo unánime fue la decisión del gobierno nacional de poner un techo a los acuerdos salariales y aquellos que superen ese porcentaje, no será homologado como ocurre con la paritaria de camioneros, también con la de aceiteros e incluso corre riesgo lo conseguido por la UOM.

«No podemos aceptar que todo se libere y que se pretenda que los salarios tengan límites. Somos organizaciones sindicales responsables y tenemos claros cuáles son los límites y las posibilidades de cada sector para llegar acuerdos», dijo Daer durante la conferencia de prensa. 

El triunviro responsabilizó al gobierno por «entorpecer» las negociaciones salariales. «Primero se da este retiro del Estado de las negociaciones y después el ingreso entorpeciendo la actividad de paritaria. Esto nos lleva a una complicación doble, porque primero tenemos que pelear en la puja distributiva y después por el cobro de ese salario», expresó Daer. 

Este fue uno de los temas que conversaron con Posse y Francos y pareció que los gremialistas habían entendido que iba a haber una solución a ese problema. Sin embargo, nada cambió. 

Por caso, Pablo Moyano no solo reconoció que el gobierno no se movió un ápice de su decisión de no homologar el acuerdo alcanzado entre el gremio de camioneros y las cámaras empresarias. «Nuestro gremio firmó un 45 por ciento: 25 por ciento para marzo y un 20 para abril. Hoy (por ayer) los dos abogados del gremio fueron a la Secretaría de Trabajo y homologaron eso pero pusieron un techo del 2 por ciento para mayo y 2 por ciento para junio», explicó Moyano. Ante esa irracionalidad, Moyano advirtió que el paro de camioneros está cada vez más cerca.

Las reacciones

Con la novedad ya en las redes sociales y portales, el gobierno primero se mantuvo en silencio. Poco después apareció Javier Lanari, el segundo del vocero presidencial, que acusó a la conducción de la CGT de sufrir síndrome de abstinencia. En su cuenta de X escribió que «la CGT está decidida a que (Javier) Milei sea el presidente con mayor cantidad de paros generales. Sindicalistas con síndrome de abstinencia. Hibernaron 4 años en el periodo de mayor empobrecimiento de los trabajadores. Es un gran honor!», publicó.

Entre los dirigentes sindicales que fueron parte de la reunión del consejo directivo había tranquilidad y satisfacción por la unanimidad de la resolución. Luis Cáceres, titular del gremio de los Ladrilleros le dijo a este diario que «la CGT va generando un espacio de referencia política y acrecienta su rol protagónico en la lucha contra las políticas económicas del gobierno».

Por su parte, Juan Pablo Brey del gremio que agrupa a los aeronavegantes señaló que «estas medidas son una clara respuesta de todo el movimiento obrero y una muestra de unidad ante las medidas que está llevando a cabo el gobierno de Javier Milei, que siguen vulnerando los derechos de todos los trabajadores y trabajadoras de nuestro país».


NACIONALES

Ida y vuelta de los aumentos en mayo

Publicado

el


El Gobierno postergó subas de luz, gas e impuesto a los combustibles para amortiguar otros aumentos. Colectivos y subtes, en espera.


Por Mara Pedrazzoli

Entre varias idas y vueltas respecto a los aumentos de precios liberados (y regulados) por el Gobierno, los incrementos programados para mayo impactarán directamente sobre consumos esenciales como combustibles, transporte, el servicio de internet y comunicación, colegios privados en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) y alquileres. Se suman a los amplicados entre enero y abril, de modo que inclusive en el caso de las subas postergadas –como en luz, gas y algunas prepagas-, la comparación contra las tarifas en igual mes del año anterior todavía superan a la inflación general. Según el Indec, el aumento en los precios “regulados” acumulado en el primer trimestre del año fue del 81 por ciento interanual, mientras el nivel general de inflación ascendió a 51 por ciento.

Para empezar, en la mañana del miércoles 1 de mayo las petrolerassubieron el valor de los combustibles entre 4 y 5 por ciento. Un ajuste que obedeció al incremento en los costos por la suba del dólar -topeada por el Gobierno en 2 por ciento mensual- y a la recomposición para alcanzar niveles cercanos a la “paridad de exportación”, hoy unos 20 dólares arriba de los precios internos. En principio, los combustibles iban a subir casi 10 por ciento en mayo, dado el traslado por la corrección de los Impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL), que fue suspendida hasta junio por el Gobierno por una decisión de último momento. Las estimaciones del Instituto Argentino de Análisis Fiscal evidenciaban que este ajuste del ICL hubiera sido más alto pues correspondía aplicar los precios del cuarto trimestre del año pasado, que habían rebotado debido a la devaluación de diciembre.

Así, el aumento aplicado inicialmente por YPF estuvo por debajo de las remarcaciones promedio de marzo y abril del 6 por ciento mensual. En mayo, la nafta súper en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) pasó de 837 a unos 870 pesos, mientras la nafta premium avanzó de 1.033 a 1.074 pesos. Mientras el gasoil común dejó de costar 883 para pasar a venderse a un valor cercano a 918 pesos, y el gasoil premium avanzó de 1.123 a 1.167 pesos, considerando los valores más económicos del mercado. Tomando como ejemplo CABA, en los últimos doce meses el precio del litro de nafta súper pasó de 163,10 a 744 pesos, con lo que registró un incremento total del 356 por ciento en el período.

En el caso de los servicios públicos de luz y de gas, a partir de este miércoles debía regir la indexación mensual atada a la inflación que estipulaba la nueva fórmula sancionada por el Gobierno. Sin embargo, hasta el martes a la noche los entes reguladores, Enre y Enargas, no habían recibido la información correspondiente a los nuevos cuadros tarifarios. Ante la sorpresa de las empresas del sector, el Gobierno decidió pisar los ajustes que involucraban subas de entre 10 y 12 por ciento para las distribuidoras de energía eléctrica y gas y para las transportistas de gas. Dichos aumentos representaban un incremento cercano al 5 por ciento en las facturas finales de los servicios que el oficialismo prefirió evitar. Igualmente, desde enero acumulan un alza del 150 y 450 por ciento, respectivamente.

En un nuevo traspiés heterodoxo del ministro de Economía, Luis Caputo, decidió mantener las tarifas pisadas al menos un mes para ayudar a la desaceleración inflacionaria. La regulación de los servicios esenciales comenzó a ser entendida por el oficialismo desde una lógica menos simplista y dogmática de lo que intrepreta sobre la inflación, como un fenómeno exclusivamente monetario.En la mañana del miércoles 1 de mayo, el ministro escribió en su cuenta en la red X: “Estamos cómodos en lo fiscal, priorizamos bajar la inflación y no cargar más con gastos de momento a la clase media”, para explicar las postergaciones de los aumentos, con lo cual también reconoció que dejar de emitir para cubrir el déficit no condujo a la estabilidad de precios como había asegurado. Ahora necesita detener la suba de tarifas.

El congelamiento del ICL, de los aumentos en la luz y el gas, sumados a la exigencia de rebaja en las cuotas de siete medicinas prepagas deben leerse como un llamado de atención dentro de la propia lógica del Gobierno. Las idas y vueltas en materia de liberalización de precios minan el discurso libertario y su apoyo social ante la inmanente erosión en el poder adquisitivo de los salarios. 

El Gobierno ya había suspendido la aplicación de una fórmula indexatoria en su debut con la tarifa de los colectivos y trenes en el Amba durante abril. Ahora en mayo es una incógnita qué pasará con los colectivos ante la amenaza de un paro de choferes este jueves. Los colectivos ya sufrieron un alza del 29 por ciento en febrero.

En tanto, el próximo 6 de mayo sí subirá un 54 por ciento el boleto de tren en el Amba. El esquema tarifario para los servicios que incluyen las líneas Sarmiento, Roca, Mitre, San Martín, Belgrano Sur, Belgrano Norte, Urquiza y Tren de la Costa quedará de la siguiente manera: con tarjeta SUBE registrada en la primera sección valdrá 200 pesos, en la segunda 260 pesos y en la tercera 320 pesos, mientras con tarjeta sin registrara costará el doble, y algo menos de la mitad con la tarifa social.

En el caso del boleto de subte, se espera un aumento del 359 por ciento, pues pasará de 125 a 574 pesos aunque se desconoce a partir de qué fecha concreta del mes por cuestiones administrativas. El Gobierno porteño demoró la publicación de la medida en el Boletín Oficial y aún no confirmó cuándo lo hará, con lo cual también se desconoce si luego se aplicará el segundo incremento previsto para el 15 de mayo, que lleva el pasaje a 667 pesos. El siguiente incremento estaba anunciado para el 1 de junio, hasta los 757 pesos.

Asimismo, los colegios privados bonaerenses aplicarán un incremento del 6,7 por ciento en sus cuotas, con variaciones dependiendo del nivel educativo y la subvención estatal. Los jardines con 100 por ciento de aporte costarán hasta 17.500 pesos, mientras la secundaria con subsidio del 40 por ciento hasta 102.500 pesos.

También las tarifas de internet, cable y telefonía sufrirán un ajuste que oscilará entre el 10 y el 20 por ciento dependiendo del proveedor y el tipo de servicio contratado. Y por último, los alquileres que quedaron dentro de la Ley de Contratos de Locación tendrán un incremento del 221 por ciento mientras aquellos firmados después de la derogación tendrán un ajuste “según el mercado” y las condiciones particulares de cada caso.


Seguir leyendo

Más leídas - últimas 48Hs.