Este domingo, confirmaron que Roberto Verdugo Vargas es la tercera víctima del descuartizador Adalio Mansilla Quinchamán. La familia inició la búsqueda y más tarde se encontraron restos que, tras el examen, pudieron confirmar que se trataba del estudiante.

En la madrugada de este sábado (14 de enero) desapareció Roberto Verdugo Vargas, joven estudiante del Instituto Santo Tomás de Punta Arenas, que fue visto por última vez en una discoteca del centro de la ciudad, desde donde salió con un conocido en dirección desconocida.

Era un joven tranquilo, que salía siempre con sus amigos, pero que nunca dejaba de avisar el lugar en que estaba o al que iría, describió angustiada Alba Vargas a su hijo en conversación con El Magallánico.Roberto Verdugo Vargas tuvo un espantoso final a manos de Quinchamán.

La familia del joven desaparecido inició una campaña en redes sociales para dar con su paradero, difundiendo su rostro y detallando la vestimenta con la que iba la madrugada.

El dolor

“Queremos toda la justicia para nuestro hijo, ese monstruo tiene que pagar”, fueron las sobrecogedoras palabras que manifestó el papá de Roberto Verdugo Vargas a El Magallánico, tras ser notificado por la Fiscalía y Carabineros que su hijo de 21 años fue la víctima del macabro homicidio de la población Nelda Panicucci.

Tras diversas diligencias que se han desarrollado este domingo (15 de enero), los resultados periciales arrojaron respuestas a la duda que rondaba en la conmocionada comunidad, que por un lado observaban atónitos el desarrollo del macabro asesinato, y en redes sociales viralizaban la fotografía de Roberto Verdugo Vargas, el estudiante santotomasino que estaba extraviado desde la madrugada del sábado.

Ingrato el destino que unió los caminos del criminal Adalio Mansilla Quinchaman con la del estudiante, ya que en circunstancias que todavía se desconocen, la víctima habría terminado compartiendo en la casa donde se cometió el horrendo hecho de sangre.

https://36d689f501fc948085bd3b102839443f.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.htmlAdalio Mansilla Quinchamán.

Consternado, el padre del ahora confirmado joven fallecido, sólo manifestó palabras de angustia y frustración en contra del sujeto que le arrebató la vida a su hijo, más aún sabiendo queeste es su tercer asesinato y que estaba en libertad.

La mañana de este domingo (15 de enero) enfrentó una vez más a la justicia el sociópata, se le veía tranquilo, resignado, y colaborativo con el proceso. De hecho, se supo en audiencia que él mismo confesó lo sucedido, colaboró con la policía entregando las ropas manchadas con sangre que vestía cuando acometió y desmembró a la víctima.

Sin embargo, en esta oportunidad no se pudo realizar la formalización de cargos, ya que los restos de la víctima recibieron tal daño que iba a ser un poco más complejo de lo habitual poder identificarlo y dar con la causa exacta de su muerte, antecedentes fundamentales para sustentar una eventual imputación de homicidio calificado. Eso sí, se adelantó que en un primer examen pericial se estableció que el cuerpo tenía al menos 50 heridas cortantes.

Subrayó el fiscal Manuel Soto, quien lleva adelante la macabra carpeta investigativa, que todavía no hay certeza de la identidad de la víctima, que se trataría de una persona joven de sexo masculino.

Este lunes se llevaría a cabo la autopsia de la víctima, mientras peritos del Laboratorio de Criminalística de Carabineros continúa con extensas diligencias para recopilar todos los antecedentes que se requieran para la audiencia de formalización, que se programó para el próximo miércoles, luego que el Juzgado de Garantía decretara la ampliación de la detención, considerando los antecedentes que faltaban.

Hasta ese día, Mansilla Quinchamán permanecerá bajo la custodia de Gendarmería como detenido en tránsito en la cárcel de Punta Arenas