Conectarse con nosotros

INFO. GENERAL

Fideo se despide de la Selección en otra final. El lugarteniente de Messi se va lleno de gloria.

Publicado

el


El día después de este domingo ya no habrá más corazones. Con Angel Di maría se va parte de la historia grande de la Selección Argentina, pero si alguien puede elegir el final de su historia le encantaría ser el guionista de Angelito. De vivir entre paredes con polvo de carbón, de patear la pelota en el Torito, de sentir que casi le cortan la carrera jugando un partido por plata con sus amigos de la Perdriel porque un rival le pegó un patadón porque sabía que él ya era el que la rompía en Rosario Central, el que pegó el salto a Benfica y abrió sus alas en Europa, para una carrera maravillosa: MVP en la Décima Champions del Real Madrid, paso frustrado por el Manchester United, ídolo en PSG, querido en Juventus, y su vuelta al Benfica, a su querida Lisboa.

Di María se va de la Selección porque quiere, porque siente que ya dio todo en los 16 años que vistió la camiseta de la Mayor, que la cuenta termina en 20 años cuando en el medio aparece su proceso en Juveniles, con dos títulos que también se metieron en el corazón de la gente: el Mundial Sub 20 de Canadá y los Juegos Olímpicos de Pekin 2008, con esa definición en la final ante Nigeria que después sería una marca registrada a lo largo de su carrera: la vaselina, la picadita, la DiMaría…

Ahi va Fideo. Camina, siente, siente y camina. Sabe que será la última entrada con la camiseta de la Selección, que será la última vez que busque a Jorgelina con la mirada desde el campo de juego, que levante los brazos para saludar a Mía, su hija mayor, esa que luchó tanto para vivir que le enseñó todo, y Pía, su hija más pequeña, la que aun no toma conciencia de que su papá está en el top five de los jugadores de la historia de la Argentina.

Tengamos la fiesta en paz

En la platea estarán sus padres, los motores de su vida: Miguel, el que recorría el pasillo blanco de la puerta de la casa al galpón con las bolsas de carbón, y Diana, la mamá todo corazón que se cargaba a Angelito en la bici («La Graciela») para llevarlo a entrenar a Central. También sus hermanas, sus amigos, los de siempre, esos que tienen un tatuaje que sólo ellos pueden tener…

Di Maria, en su última práctica con la Selección.
REUTERS/Agustin MarcarianDi Maria, en su última práctica con la Selección. REUTERS/Agustin Marcarian

Pared rota

Angelito rompió la pared en el 2021 y también rompió el corazón de todos los argentinos. El zurdo sabe bien lo que es que el fútbol sea cruel desde el comienzo y él se lo contó a Olé, cuando relató que en Inferiores un DT le dijo a los 14 años «que no vas a llegar a Primera porque no saltás a cabecear o porque no vas a trabar sos un cagón». Desde adolescente que lucha con las injusticias. Y en la Mayor vivió la época que, mirándola en el espejo retrovisor fue muy buena pero no se coronó -se llegó a tres finales consecutivas en el 2014, 2015 y 2016- y eso lo llevó a sufrir, a padecer críticas injustas y crueles.

«Antes de tomarme un café al frente de la Torre Eiffel, prefiero irme a la Argentina y que me puteen 45 millones de personas y poder vestir la camiseta de la Selección. Me rompo el ojete para estar». Esa frase no tiene tantos años: es de noviembre de 2020. Eran tiempos ya de Scaloneta, de un Di María que la rompía en PSG, pero que no estaba en todas las convocatorias. No eran tiempos de unanimidad de opiniones. Pero, Ángel, es tan persistente que volvió a ganarse un lugar. Y desde atrás construyó el final más maravilloso de una carreara: golazo en el Maracaná, y titulo para la Selección después de 28 años, golazo en Wembley, para ganar la Finallisima, golazo en la final del Mundial, para lograr la tercera estrella.

Ahí saldrá Angelito. El pibe del carbón, de la Graciela, el de Perdriel, el hijo, el papá, el enamorado de los corazones. Todos convivirán en uno solo. Con la ilusión de que el último partido en la Selección sea tan perfecto que parezca inverosímil.


INFO. GENERAL

En medio del ajuste del Gobierno, se hizo «La Noche de las Universidades»

Publicado

el


La actividad fue para conmemorar el 75º aniversario de la gratuidad universitaria implementada por Juan Domingo Perón en 1949.

Por Celeste del Bianco

Ayer, se realizó en todo el país “La Noche de las universidades”, en lo que fue la vigilia del 75º aniversario de la implementación de la gratuidad universitaria. Una medida adoptada por Juan Domingo Perón el 22 de noviembre de 1949, que democratizó el acceso a la educación superior y generó un cambio histórico. A modo de celebración hubo suelta de libros, charlas, mesas de consulta y otras actividades, que funcionaron también como una forma de visibilizar la grave crisis que atraviesa el sistema universitario con el ajuste que impuso el gobierno de Javier Milei.

“En estos momentos tenemos muchas cosas para ver, plantear y discutir. Creo que 75 años son más que importantes y en un momento donde están en discusión muchas de las cosas que pasan en la universidad pública. Así que creíamos más que conveniente hacer esto y que pueda quedar para el futuro”, le dijo a Página 12 Oscar Alpa, vicepresidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que fue el organismo que impulsó la idea de abrir las puertas a toda la comunidad hasta la medianoche. Esta conmemoración especial se da un contexto dramático para las universidades, que no saben si podrán funcionar el próximo año. Todo depende de la aprobación del Presupuesto 2025 en el Congreso, una ley que el Gobierno pareciera no querer sancionar y así seguir usando el del 2023 de manera discrecional. A esto se suma la situación de docentes y no docentes, que acumulan un 40% de pérdida del poder adquisitivo y que más del 85 % tienen sueldos por debajo de la línea de pobreza.

“La gratuidad es una bandera que hay que defender a toda costa porque nosotros somos un ejemplo como sistema en el mundo. Ojalá lleguemos a tiempo y que no terminen de destrozar todo, porque va a ser otra vez como en los 90, llegar y empezar de cero”, dijo Gabriela Vázquez, egresada de la carrera de Ciencias de la Educación que se acercó al Centro Cultural Universitario Paco Urondo, una de las sedes de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en el microcentro porteño. Miraba un telar de más de cuatro metros, bordado con pequeños muñecos coloridos hechos por mujeres chilenas exiliadas en Canadá en homenaje a las y los desaparecidos durante la dictadura militar.

En esa misma sede dieron una charla las escritoras Dolores Reyes y Sol Fantin, denunciadas por una fundación de ultraderecha por el supuesto «contenido sexual explícito» que sus libros esparcen en las escuelas bonaerenses. Alrededor de cien personas participaron del encuentro. Una de ellas fue Renata Vismara, integrante de de la Red de docentes por el derecho al aborto. “Estamos acá en repudio a este intento de prohibir esta literatura que para nosotras es clave. Estos libros, muchas veces, son la puerta de entrada para que pibes y pibas puedan contar lo que les está pasando. Porque no lo conocen, porque no se dan cuenta que lo que viven es violencia o porque les habilita hablar”, contó. Vismara es la primera generación universitaria en su familia, su mamá, jefa de hogar, es empleada pública y, ahora, ella tiene un título en Ciencias de la Educación. “Estamos ante un permanente ataque hacia lo público, hacia lo colectivo. En mi caso, con la universidad fue contundente el cambio en mi vida y en la de toda mi familia”, agrega.

Imagen Verónica Bellomo

El 22 de noviembre de 1949 Perón firmó el decreto N° 29337, que suspendió el cobro de los aranceles universitarios y reconoció el derecho universal a la educación superior gratuita que democratizó el acceso y dio espacio a sectores populares, obreros y de menores recursos.“La gratuidad fue premonitoria o inauguró un modo de pensar que hasta entonces había referido a la educación universitaria solamente como un privilegio para las élites. Por eso, defender a la gratuidad como valor también es defender un proyecto universitario en sintonía con el desarrollo nacional, en sintonía con la soberanía científica y, por supuesto, con la independencia económica y la justicia social”, le dijo a Página 12 la vicedecana de la Facultad de Filosofía, Graciela Morgade, que también participó de la charla.

Los rectores y rectoras de todo el país que integran el CIN ya anticiparon que si el Presupuesto 2025 no se modifica, las universidades no podrán funcionar. Necesitan 7.1 billones de pesos para gastos de funcionamiento y salarios, pero el gobierno de La Libertad Avanza solo propone 3.8 en un presupuesto que ni siquiera se sabe si será aprobado. En ese contexto de incertidumbre es que las universidades abrieron sus puertas a la medianoche.

La calle Corrientes también se convirtió en uno de los escenarios de “La Noche de las Universidades”, alumnos y docentes hicieron una suelta de libros. Llegaron desde la sede de la Universidad Nacional de las Artes (UNA) de la calle Bartolomé Mitre al 1800 hasta la peatonal y repartieron libros que consiguieron en una colecta, la idea surgió en Plaza Congreso mientras participaban del plan de lucha para conseguir un presupuesto adecuado. Juntaron alrededor de 500 y cada uno de ellos llevó una dedicatoria. “Quizás desde la parada del 98, ves a este edificio oscuro y aburrido, pero por adentro está lleno de color. Acá hay gente que imagina y crea mundos”, escribió en uno de esos libros Oscar Ojea, alumno de la Licenciatura en Artes. Firmó la dedicatoria para alguien que no conoce, pero al que quiere que le llegue su mensaje: su universidad es una cocina de arte y de creatividad maravillosa.

La decisiòn de abrir las universidades no es solo para celebrar la fecha histórica, sino también para seguir visibilizando el conflicto universitario, que ya lleva diez meses y que en el medio tuvo dos marchas masivas, tomas generalizadas, clases públicas y miles de actividades en todo el país. “Nosotros también tratamos de ir cambiando un poco las acciones porque repetirnos es hacer el juego a la estrategia de cansancio y de agotamiento, entonces como universo de arte tratar de crear y saltear los discursos de odio”, le contó a este diario Sergio Ramos, decano de Crítica de Artes. Y agregó: “Escribimos dedicatorias para que vayan esos libros con un poco de historia de la universidad. Pero también es traer al libro como instrumento de liberación, de creatividad, de imaginación, de empatía. Como cierto acto de generosidad y de convocar a otros modos de construir comunidad y de relacionarnos como sociedad”.


Seguir leyendo

Más leídas - últimas 48Hs.

Patagonia Nexo - Río Turbio, 9407, Santa Cruz, Argentina
Email: [email protected] - Whatsapp 2966529165
Registro NIC-29/4/2009-2023 Patagonia Nexo - Registro de propiedad en trámite - Todos lo derechos reservados.