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Feletti le dio un ultimátum a los empresarios y dijo que congelará precios de unos 1.650 productos

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La reunión se realizó en medio de la tensión y críticas que genera en las empresas la decisión oficial de congelar precios de una canasta que incluirá 1.650 artículos, incluidos los que había en Precios Cuidados y Súper Cerca.

El secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, le advirtió hoy a los empresarios que si no hay acuerdo para congelar el valor de una canasta de productos, el Gobierno aplicará «precios máximos».

La intención oficial es mantener unos 1.650 precios congelados hasta el 7 de enero próximo.

Pero lo hará unificando todos los planes, como Precios Cuidados, Súper Cerca, y un conjunto importante de artículos que se sumarán ahora, sobre todo alimentos, bebidas y productos de higiene personal y limpieza.

Las empresas tienen plazo hasta este martes para entregar los listados, indicó Feletti.

La canasta ampliada incluye los 670 que figuran en el programa Precios Cuidados sin la subas previstas para este mes (entre 3 y 7%, según la marca y el artículo).

Feletti sumó 403 artículos a los 1.247 que había contemplado inicialmente.

Tras la reunión que mantuvo con 30 de las principales alimenticias y fabricantes de consumo masivo, avisó que este martes remitirá el listado final a las empresas para que lo ratifiquen.

Lideradas por la Copal (la entidad que agrupa a 14.500 productores alimenticios), asistieron, entre otras, Arcor, Unilever, Quilmes, Colgate, Clorox, Ledesma y Molinos.

«Si no hay acuerdo, tendremos que sacar una resolución de precios máximos», advirtió el funcionario tras la reunión con los representantes de las empresas.

Les dio tiempo hasta este martes al mediodía para que se acuerde un congelamiento y les pidió que «entreguen» las listas de precios vigentes al 1 de octubre último.

«Confiamos en que cada empresa revise la situación y acuerde», dijo Feletti.

Advirtió que «en caso contrario tendremos que sacar resolución conforme a las leyes».

El funcionario explicó: «Nos motivan tres cuestiones: la inflación de septiembre (3,5%), la aceleración de precios de octubre y el deterioro del salario».

«Si no hay acuerdo vamos a sacar una resolución como la de Precios Máximos. No hay mucho más tiempo», señaló.

La posición empresarial.

Por su parte, el presidente de la COPAL, Daniel Funes de Rioja, dijo que la Secretaria de Comercio Interior «mandará una lista y mañana las compañías van a formular sus propuestas concretas».

Destacó que fue «en muy buen tono la reunión, hay buen nivel de diálogo. No puedo decir si todo está cerrado, depende de cada compañía».

Funes de Rioja dijo que el sector empresarial aspira a «llegar a un acuerdo. La lista se modificó porque hay productos que ya no están en circulación. Se han incorporado en el listado productos de Precios Cuidados y Más Cerca».

Declaraciones antes del encuentro.

Antes del encuentro, Funes de Rioja rechazó el congelamiento de precios y aseguró que medidas de ese tipo «no sirven en ningún país del mundo».

«Ni los controles de precios, ni los congelamientos nos gustan. Forman parte de una deformación que es la inflación, que es algo que no le viene bien a nadie», advirtió el titular de la COPAL.

Consideró que las políticas de congelamiento «no se justifican en el contexto de multicausalidad de la inflación» y pidió «buscar políticas de Estado que permitan estabilizar a la Argentina».

Una de las dudas del sector empresarial es saber si la medida estará respaldada con una normativa por decreto.

La reunión se realizó en medio de la tensión y críticas que genera entre las empresas la decisión oficial de congelar precios de una canasta que incluirá unos 1.200 artículos.

Varias compañías llevaron al encuentro una lista de productos que podría servir como una contraoferta a la elaborada por el Gobierno.


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En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

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La oposición tiene los números para hacer cambios en particular. La Rosada ya dice que ningún capítulo es de vida o muerte.

En la Cámara de Diputados creen que la ley ómnibus se terminará aprobando la semana que viene pero que luego caerá sin atenuantes en el Senado.

La Cámara alta nunca trató la ley ni en comisión porque no pasó el filtro de Diputados. Allí el terreno es mucho más complejo para el gobierno, como quedó demostrado con el DNU que cayó por amplia mayoría.

Los senadores se quieren cobrar los insultos incesantes de Milei, que la semana pasada los graficó como ratas luego de que se aumentaran el sueldo. «Están decididos a destruir la ley».

En Diputados tampoco el Gobierno tiene un camino recto. Si bien ya asoman los números de la mayoría para la votación en general, que ya se habían conseguido el 2 de febrero en la primera versión de la ley, la votación en particular puede sufrir cambios.

Así como sucedió con la privatización del Banco Nación, que fue sacada de la ley en las últimas horas, capítulos como el de lavado pueden sufrir cambios en el recinto, más allá de los acuerdos con los que llega el oficialismo al día de la votación.

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Cuando entra un negativo, como se dice en la jerga parlamentaria al momento en que se voltea un artículo de la ley en tratamiento, la votación se «espiraliza». Esto quiere decir que los diputados se envalentonan contra el Gobierno y buscan más cambios, tal como sucedió en la votación en particular de la primera ley ómnibus, lo que la llevó al naufragio.

En ese momento quien debe tener la muñeca para negociar es el presidente de la Cámara, ayudado por sus operadores de recinto. Cuando Emilio Monzó era titular de Diputados, su operador era Nicolás Massot. Sergio Massa tenía a Cecilia Moreau y Paula Penacca. Los operadores de recinto son los que recorren las bancas durante la sesión para evitar sorpresas.

El Gobierno tiene un problema grande con eso. No tiene operadores de recinto, con un bloque balcanizado tras la salida de Oscar Zago. Y en especial, Martín Menem no demostró la experiencia para manejar la sesión cuando se la complican.

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Y los números que tiene el gobierno en Diputados anticipan que la votación en particular se va a complicar. La oposición podría juntar 126 diputados, que no alcanzan para dar quórum pero sí para voltear artículos o la ley entera una vez que comienza la sesión. Es que cuando ya se consiguió el quórum, la mayoría se calcula respecto de los diputados presentes. Como siempre faltan diputados que se enferman o viajan, con 126 diputados la oposición puede tener mayoría.

A ese número llegan con los 99 diputados de Unión por la Patria, más 5 de izquierda, 2 santacruceños, 11 radicales de Facundo Manes y Emiliano Yacobitti, y hasta 11 del bloque de Miguel Pichetto.

‘La ley es un monstruo sin cabeza que va caminando por el Congreso’, dicen los diputados que la quieren votar para sacársela de encima. El clima es de hastío por el proceso de cuatro meses que se tornó insoportable.

La bancada de Pichetto puede ir mutando en cantidad de votos negativos de acuerdo a cada artículo en particular. Los dos socialistas, Esteban Paulón y Mónica Fein, están muy enfrentados al Gobierno. Juan Brugge y Natalia de la Sota responden a Massa. Los seis lilitos no quieren votar las facultades delegadas y Margarita Stolbizer firmó un dictamen aparte con los socialistas.

Además se suman 8 diputados de Innovación Federal que buscarán introducir el capítulo del tabaco que el Gobierno quitó de la ley. «Si no lo logran quizás hagan una maldad», explicaron a LPO fuentes parlamentarias.

Como si no bastara con lo fino del cálculo, el Gobierno, que dejó como interlocutor al vicejefe de gabinete, José Rolandi, no reclama ningún punto como indispensable.

«La ley es un monstruo sin cabeza que va caminando por el Congreso», dicen los diputados que la quieren votar para sacársela de encima. El clima es de hastío por el proceso de cuatro meses que se tornó insoportable.

La bronca de los diputados no es sólo con la Rosada sino también con los gobernadores: creen que se borraron y no dieron la cara en las últimas semanas previas al tratamiento de la ley. El bloque libertario, en tanto, ni participa de las reuniones en las que se negocian los pedazos de la ley. 


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