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El peronismo denuncia que el proyecto de Ficha Limpia busca proscribir a Cristina, pero Milei demora su tratamiento

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Los bloques parlamentarios reaccionaron ante las versiones, que anticipan que la Cámara de Casación confirmará la condena de la ex presidenta. Sin embargo, el bloque libertario no lo pone en tratamiento.

confirmará la condena de la ex presidenta. Sin embargo, el bloque libertario no lo pone en tratamiento.

Cristina en una de las audiencias del juicio que enfrentó por la obra pública en su gobierno.

Cristina en una de las audiencias del juicio que enfrentó por la obra pública en su gobierno.

Por Pablo Dipierri

Senadores y diputados peronistas denunciaron que la Justicia busca proscribir a Cristina Kirchner ante la inminente ratificación de su condena en la causa Vialidad por parte del tribunal de Casación, posible sentencia que vincularon a la idea del oficialismo de sancionar la ley de ficha limpia, que impide las candidaturas de los que tengan una condena firme.

Los legisladores peronistas denunciaron que el Poder Judicial dio «una nueva muestra de parcialidad manifiesta», ante la publicación de una nota en el diario La Nación que anticipa que la Sala IV de la Cámara de Casación, integrada por Mariano Borinsky, Diego Barroetaveña y Gustavo Hornos, ratificaría la condena contra la ex presdienta.

En un comunicado difundido por las redes sociales, los legisladores afirmaron que el anticipo de la decisión judicial constituye un hecho «alarmante, arbitrario y fuera de todo respeto por las garantías procesales, sobre todo porque la propia afectada ni siquiera fue notificada».

El texto alerta también sobre un supuesto «pacto Macri-Milei» para el tratamiento del proyecto Ficha Limpia, una iniciativa que busca impedir las candidaturas de aquellos que tengan condenas por corrupción. Ese proyecto ya fue dictaminado a mediados de septiembre, con las firmas de macristas, libertarios, pichettistas y radicales. Su articulado establece un sistema de «doble conforme», por el cual ninguna persona que tenga un fallo condenatorio de segunda instancia podría postularse para un cargo electivo.

El despacho de minoría, impulsado por el peronismo, plantea que la impugnación de una candidatura solo puede hacerse con sentencia firme de la Corte Suprema de Justicia, mientras que el formoseño Fernando Carbajal presentó un dictamen que propone la inhibición con tan solo un fallo de primera instancia. Los argumentos de quienes aligeran las garantías constitucionales se basan en la dilación de los procesos judiciales y, de hecho, durante el debate en comisiones surgió el nombre del diputado misionero Germán Kiczka, acusado por pedofilia, como un ejemplo de lo que debería evitarse.

El proyecto de Ficha Limpia que impulsa el gobierno y sus aliados establece un sistema de «doble conforme», por el cual ninguna persona que tenga un fallo condenatorio de segunda instancia podría postularse para un cargo electivo. El peronismo pretende que la inhibición sólo proceda cuando haya un fallo firme de la Corte Suprema.

Por su parte, la izquierda elaboró otro despacho, que rechaza los términos de los demás, bajo la firma de Vanina Biasi. «Es un proyecto muy regresivo, son muchos los actores políticos con causas armadas», explicaron cerca de la legisladora. 

Los senadores peronistas Mayans, Di Tullio y Sagasti.

Sin embargo, el proyecto de Ficha Limpia no llegó a incluirse en el temario previsto para la sesión de este martes. Desde el oficialismo, contestaron a LPO que no se incorporó porque «nadie quiere una sesión larga», un argumento extraño cuando los megaproyectos de la Ley Ómnibus y el Paquete Fiscal de Javier Milei demandaron jornadas completas.

Por eso, la sospecha en una de las bancadas aliadas a la Casa Rosada es que el oficialismo no tenía o no buscaba los votos para convertir en ley la iniciativa parlamentaria, una de las que llegaron al Congreso bajo el impulso de Patricia Bullrich. En los pasillos del Congreso, no faltaba quien recordaba las palabras del Presidente el día que asumió y habló desde las escalinatas: «No vengo a perseguir a nadie».

No obstante, Milei también se deleitó el sábado pasado, en el mini acto de Parque Lezama, cuando sus seguidores reclamaban que Cristina termine presa. «Señores jueces, teléfono», dijo el primer mandatario desde el escenario.

En su comunicado, los peronistas señalaron ese detalle. «Milei mandó un mensaje a la Justicia para mandar a la cárcel a Cristina», aseguraron en el texto. 

Por lo demás, fuentes judiciales atribuyeron la suerte de la ex Presidenta a la fragilidad jurídica de la estrategia de su defensa. «La convencieron de un camino que la termina dejando como a Carlos Menem, independientemente de lo que falle en su momento la Corte», argumentaron.


INFO. GENERAL

La oposición pidió sesionar el miércoles para revertir el veto a las universidades

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La UCR, Unión por la Patria y Encuentro Federal buscan frenar la decisión de Javier Milei de bloquear la Ley de Financiamiento Universitario.

Por María Cafferata

Apenas unas horas después de que Javier Milei publicó el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, la oposición le respondió con tres pedidos de sesión para rechazarlo. Uno de la UCR -sin las firmas de los cinco radicales M-, otro de Encuentro Federal y el tercero de Unión por la Patria. Si bien no está la convocatoria oficial, la fecha de la sesión será el miércoles a las 11 de la mañana y, hasta entonces, ni el gobierno libertario ni la oposición dormirán mucho. El desafío de Milei es retener los 87 «héroes» que lo ayudaron a evitar el aumento a las jubilaciones, pero sin el respaldo del PRO, su más importante aliado, no tiene muchas posibilidades. Mientras Mauricio Macri impulsa su paritaria, la oposición apunta los cañones hacia otro lado: el universo de indecisos que responden a los gobernadores y que se muestran incómodos con blindar un veto que desfinancia las universidades en las que muchos de ellos dan clases. 

Pese a los intentos de minimizar la marcha, en la Casa Rosada están nerviosos. El PRO no termina de confirmar su apoyo y, para colmo, las señales que envía Mauricio Macri -como la reunión que tuvo con los senadores nacionales- no hacen sino sumar confusión y ambigüedad. Sin el macrismo, los votos para blindar el veto no están: el oficialismo necesita 86 voluntades si desea bloquear cualquier intento de la oposición de sumar los dos tercios y, si el PRO llega a dar libertad de acción, las posibilidades de hacerse con el número son prácticamente nulas. La Libertad Avanza solo cuenta con una cuarentena de diputados propios a los que podrían sumarse alrededor de veinte satélites oficialistas, bullrichistas y de fuerzas provinciales. 

«Lo que vaya a pasar no lo sabemos y cada diputado es dueño de su opinión cuando le toque votar», admitió el vocero presidencial, Manuel Adorni, durante la conferencia de prensa. El Gobierno tiene interlocutores con Macri, pero, hasta ahora, la respuesta no ha sido la esperada. «Lo va a volver loco a Milei y se lo va a hacer pagar caro», ironizaba un dirigente alejado del macrismo, pero que conoce al expresidente hace años. En Casa Rosada mantienen cautela, pero ya comenzaron a advertir que, de perder la votación en el recinto, podrían llegar a «judicializar» la ley. 

Mientras que el Gobierno negocia con Macri, la oposición salió a gatillarle con tres pedidos de sesión para rechazar el veto en la Cámara de Diputados. El primero fue presentando por el radicalismo y lleva las firmas del jefe de bloque, Rodrigo de Loredo, y de representantes de todas las líneas internas de la UCR. Todas excepto una: el quinteto radical libertario que fue a Casa de Gobierno a sacarse una selfie con Milei y, horas después, cambió su  voto para blindar el veto al aumento de las jubilaciones.
Hasta hace una semana, Mariano Campero, Luis Picat, Martín Arjol, Pablo Cervi y Federico Tournier aseguraban que trabajarían codo a codo con el Gobierno. Algunos tienen un vínculo aceitado con los funcionarios nacionales -y fantasean, incluso, con convertirse en uno de ellos- lo sostienen. Este es el caso, por ejemplo, del tucumano Campero, que ya se había rehusado a acompañar la ley cuando se aprobó en agosto. Tanto Campero como Picat se ausentaron en esa votación. Arjol y Cervi están más incómodos con la decisión y mantienen el suspenso: ambos son intensamente presionados por el resto del partido, que publicó ayer un comunicado instando a todos los diputados y senadores radicales a insistir en la ley.

Dirigentes como Danya Tavela o Martín Lousteau están a la cabeza de las negociaciones, trabajan no solo para que todo el bloque acompañe, sino también para acercar a dirigentes de otros espacios, como el PRO. Algunos diputados amarillos, como Álvaro González (la mano derecha de Horacio Rodríguez Larreta) y Héctor Baldassi, ya anticiparon que acompañarán la ley a pesar de no haberlo hecho cuando se aprobó. El radicalismo y el pichettismo de Encuentro Federal, mientras tanto, fantasean con poder sumar a algunos más, como la chubutense Ana Clara Romero y el fueguino Héctor Stefani.

El segundo pedido de sesión -para el mismo día y horario- fue presentado por Encuentro Federal, el bloque que comanda Miguel Ángel Pichetto. La convocatoria lleva la firma de casi todo el bloque: desde exmacristas como Emilio Monzó, Nicolás Massot y Oscar Agost Carreño, hasta socialistas como Esteban Paulón, la lilita Paula Oliveto y el cordobés Ignacio García Aresca, que responde a Martín Llaryora. Este bloque funcionó, hasta hace unos meses, como uno de los aliados más importantes del Gobierno en el Congreso, pero, últimamente, se convirtió en uno de los opositores más activos junto al peronismo. Hubo dos diputados del bloque que no firmaron la convocatoria: Jorge Ávila y Francisco Morchio. Los dirigentes responden a los gobernadores de Chubut y Entre Ríos, respectivamente, y su postura dependerá de la actitud que tomen los mandatarios de esas provincias.

Los armadores de EF, mientras tanto, mantienen conversaciones con las fuerzas provinciales aglutinadas en Innovación Federal para que acompañen la ley. Los ocho diputados y diputadas misioneros, salteños y rionegrinos de Innovación son una pieza clave en el tablero del recinto y los dirigentes pichettistas, como Carreño o Monzó, intentan convencerlos de que no vuelvan a plegarse al gobierno (como hicieron con el veto a las jubilaciones). Los legisladores están incómodos -muchos, como la salteña Pamela Calletti, son docentes- y admiten, en la intimidad, que quieren insistir con la ley. Pero su decisión final dependerá de lo que lo que los gobernadores acuerden con Milei. «Nosotros respondemos al gobernador y estamos ahí para levantar la mano», admitió un misionero en referencia a Carlos Rovira, mandamás del Frente para la Concordia Misionero. 

El grueso de los votos para resistir al veto vendrán del peronismo, que cuenta con 99 diputados propios. En el bloque, que preside Germán Martínez, aseguran que estarán todos presentes para insistir en la ley (incluso los más díscolos, como los catamarqueños o el entrerriano Gustavo Bordet, el santafesino Roberto Mirabella y el jujeño Guillermo Snopek, con tendencia a ausentarse en algunas votaciones). 

En UxP están entusiasmados. El panorama está difícil y se parte de una base de votos más baja que el aumento a las jubilaciones -la ley de Financiamiento Universitario salió con 144 votos en agosto-, pero consideran que, con un cuidadoso juego de ausencias, podrán alcanzar los dos tercios. «Esto va a ser día a día», pronosticó una diputada peronista.


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