Conectarse con nosotros

NACIONALES

CFK denunció ante la OEA que su vida sigue en riesgo por decisión del Poder Judicial

Publicado

el


La vicepresidenta recibió en el Senado a las especialistas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. En una presentación de 96 páginas, CFK dijo que las denuncias nacionales ya no alcanzan y que no tiene ni derechos civiles ni políticos en la Argentina. 

Luciana Bertoia

Por Luciana Bertoia

Hace exactamente medio año, Fernando Sabag Montiel gatilló su arma a pocos centímetros de la cabeza de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la puerta de su casa. La Bersa no se activó y la bala no salió. Desde entonces muchas veces se dijo que pudo haber sido una tragedia, pero para la vicepresidenta ese evento –de la noche del 1 de septiembre de 2022– lo fue. Así se lo dijo al comité de expertas que integran el Mecanismo de Seguimiento de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Mecsevi) de la Organización de Estados Americanos (OEA) que la visitó en su despacho del Senado. En un extenso informe que les presentó a las especialistas denunció que hace dos décadas es víctima de violencia política –que mutó de acoso mediático a un intento de magnicidio–. “La vida de Fernández de Kirchner corrió serios riesgos y, por decisión del Poder Judicial, los sigue corriendo. Por extensión, la democracia argentina se encuentra en vilo”, dice la presentación en la que la principal dirigente política del país pidió la intervención de organismos internacionales porque entiende que en Argentina ella ya no tiene derechos políticos ni civiles.

CFK estuvo reunida durante casi dos horas con las integrantes del Mecsevi en su oficina. Las mujeres habían llegado a media tarde acompañadas por la representante especial para la Política Feminista de la Cancillería, Marita Perceval, y no hicieron comentarios sobre el encuentro. Informalmente todas las partes lo calificaron como muy positivo. Entrada la noche, fue la vicepresidenta quien compartió en sus redes sociales un video sobre la reunión en la que habló de una seguidilla de violencias que derivó en el intento de magnicidio en su contra. “Es difícil hablar de estas cosas y hacerlo en primera persona – dijo CFK–, pero, bueno, las cosas sucedieron y no se pueden ocultar”.

En el informe de 96 páginas que les entregó a las expertas, CFK relató que sufrió hostigamiento por su condición de mujer política por lo menos en las últimas dos décadas –en los próximos dos meses se cumplirán 20 años desde que su compañero, Néstor Kirchner, llegó a la Presidencia de la Nación–. De ser la política más acosada mediáticamente, CFK denunció que se convirtió en alguien a quien querían suprimirle su estatus de persona. En otras palabras, matarla.

Ese acoso tuvo su correlato en los tribunales. Entre 2016 y 2019, la procesaron en trece causas. En la mayoría de ellas intervinieron los mismos jueces: Claudio Bonadio, Julián Ercolini, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos. Dos de ellos, Borinsky y Hornos, deberán en los próximos meses revisar la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua que dictó en su contra el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 en diciembre. Ante la representación de expertas independientes, CFK dejó en claro que esos magistrados son parte del entramado que hace tiempo denuncia y que tiene en su cima a la Corte Suprema. “Las denuncias en sede nacional ya no alcanzan, porque la degradación institucional de estos sectores mafiosos de poder es muy profunda y generalizada”, dice el escrito de CFK en el que se pide la intervención de los organismos internacionales.

La no investigación del atentado

Para CFK, el Poder Judicial hace un juego de pinzas: por un lado, multiplica las causas en su contra sin dejarla ejercer sus derechos como es debido y, por otro, cuando ella es víctima y querellante no investiga a quienes la atacan.

La impunidad fue el patrón en todas las causas de violencia contra ella, remarcó. Desde el ataque en abril de 2017 a la casa de la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, mientras estaba CFK con su nieta de un año y medio entonces hasta todos los hechos que se sucedieron durante 2022 antes del intento de homicidio de Sabag Montiel –la destrucción de una estatua suya en el Paseo de los Presidentes de Río Gallegos, la pedrada a su despacho en el Senado, los afiches que la acusaban de “asesina” de 35.000 personas hasta las amenazas en el Instituto Patria–.

Para CFK, todo eso sucedió por dos motivos: la pasividad cómplice de las fuerzas de seguridad –entre las que incluyó no solo a la Policía de la Ciudad sino también a las federales– y la inacción del Poder Judicial.

En particular, la vicepresidenta cargó contra la jueza María Eugenia Capuchetti, a cargo junto con el fiscal Carlos Rívolo de la investigación del intento de homicidio. “Las investigaciones se encuentran paralizadas por decisión arbitraria de dicha magistrada, quien procura asegurar la impunidad de los gravísimos ataques perpetrados contra la vida y la integridad física de Fernández de Kirchner. Esto no es menor, ya que la magistrada posee contratos laborales ficticios que la conectan directamente con la Policía de la Ciudad, una de las fuerzas de seguridad que, a través de su actitud pasiva, permitió los reiterados ataques a Fernández de Kirchner”, dice el informe que se llevó el Mecsevi.

“No solo está demostrado que el atentado fue realizado con la asistencia en la planificación de un grupo político violento y fascista financiado por el empresario más cercano a (Mauricio) Macri y no solo está demostrado que un Diputado Nacional de esa fuerza política sabía que se realizaría el atentado y había participado desde el Congreso de la Nación para asegurar que el mismo tuviese éxito, sino que también se encuentra demostrado que la jueza a cargo de la investigación recibía dinero de ese mismo espacio político a través de contratos laborales falsos y ficticios, lo que claramente explica la paralización de la causa”, dice el escrito de CFK.

CFK sin derechos civiles ni políticos

En su última presentación, CFK –a través de sus abogados José Ubeira y Marcos Aldazabal– pidió que se mirara el ataque contra CFK desde la perspectiva de la violencia política, una figura que está en el ordenamiento jurídico argentino desde 2019. Desde entonces, poco movimiento hubo en la causa: el fiscal Rívolo avanzó con algunas medidas para desentrañar si la Policía de la Ciudad liberó la zona antes del ataque de Sabag Montiel y Brenda Uliarte.

“La privación de derechos es total: Cristina Fernández de Kirchner, dos veces Presidenta y actual Vicepresidenta de la Nación, no posee derechos civiles o políticos en su país y su condición de mujer no hace más que profundizar los ataques que recibe, lo que implica una situación de violencia generalizada para el género femenino”, concluye.

El Mecsevi deberá analizar la información que recogió en su visita a la Argentina, que no solo incluyó la reunión con la vicepresidenta sino también un encuentro con la presidenta de la Cámara Federal de Casación Penal, Ana Figueroa, otro encuentro con el comité por la libertad de Milagro Sala y una entrevista con la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Ayelén Mazzina. Las conclusiones se podrían conocer en las próximas semanas. En septiembre del año pasado, a menos de dos semanas de que Sabag Montiel quisiera matar a CFK, ese comité ya había denunciado un episodio de violencia política y exigido su sanción.


NACIONALES

Ida y vuelta de los aumentos en mayo

Publicado

el


El Gobierno postergó subas de luz, gas e impuesto a los combustibles para amortiguar otros aumentos. Colectivos y subtes, en espera.


Por Mara Pedrazzoli

Entre varias idas y vueltas respecto a los aumentos de precios liberados (y regulados) por el Gobierno, los incrementos programados para mayo impactarán directamente sobre consumos esenciales como combustibles, transporte, el servicio de internet y comunicación, colegios privados en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) y alquileres. Se suman a los amplicados entre enero y abril, de modo que inclusive en el caso de las subas postergadas –como en luz, gas y algunas prepagas-, la comparación contra las tarifas en igual mes del año anterior todavía superan a la inflación general. Según el Indec, el aumento en los precios “regulados” acumulado en el primer trimestre del año fue del 81 por ciento interanual, mientras el nivel general de inflación ascendió a 51 por ciento.

Para empezar, en la mañana del miércoles 1 de mayo las petrolerassubieron el valor de los combustibles entre 4 y 5 por ciento. Un ajuste que obedeció al incremento en los costos por la suba del dólar -topeada por el Gobierno en 2 por ciento mensual- y a la recomposición para alcanzar niveles cercanos a la “paridad de exportación”, hoy unos 20 dólares arriba de los precios internos. En principio, los combustibles iban a subir casi 10 por ciento en mayo, dado el traslado por la corrección de los Impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL), que fue suspendida hasta junio por el Gobierno por una decisión de último momento. Las estimaciones del Instituto Argentino de Análisis Fiscal evidenciaban que este ajuste del ICL hubiera sido más alto pues correspondía aplicar los precios del cuarto trimestre del año pasado, que habían rebotado debido a la devaluación de diciembre.

Así, el aumento aplicado inicialmente por YPF estuvo por debajo de las remarcaciones promedio de marzo y abril del 6 por ciento mensual. En mayo, la nafta súper en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) pasó de 837 a unos 870 pesos, mientras la nafta premium avanzó de 1.033 a 1.074 pesos. Mientras el gasoil común dejó de costar 883 para pasar a venderse a un valor cercano a 918 pesos, y el gasoil premium avanzó de 1.123 a 1.167 pesos, considerando los valores más económicos del mercado. Tomando como ejemplo CABA, en los últimos doce meses el precio del litro de nafta súper pasó de 163,10 a 744 pesos, con lo que registró un incremento total del 356 por ciento en el período.

En el caso de los servicios públicos de luz y de gas, a partir de este miércoles debía regir la indexación mensual atada a la inflación que estipulaba la nueva fórmula sancionada por el Gobierno. Sin embargo, hasta el martes a la noche los entes reguladores, Enre y Enargas, no habían recibido la información correspondiente a los nuevos cuadros tarifarios. Ante la sorpresa de las empresas del sector, el Gobierno decidió pisar los ajustes que involucraban subas de entre 10 y 12 por ciento para las distribuidoras de energía eléctrica y gas y para las transportistas de gas. Dichos aumentos representaban un incremento cercano al 5 por ciento en las facturas finales de los servicios que el oficialismo prefirió evitar. Igualmente, desde enero acumulan un alza del 150 y 450 por ciento, respectivamente.

En un nuevo traspiés heterodoxo del ministro de Economía, Luis Caputo, decidió mantener las tarifas pisadas al menos un mes para ayudar a la desaceleración inflacionaria. La regulación de los servicios esenciales comenzó a ser entendida por el oficialismo desde una lógica menos simplista y dogmática de lo que intrepreta sobre la inflación, como un fenómeno exclusivamente monetario.En la mañana del miércoles 1 de mayo, el ministro escribió en su cuenta en la red X: “Estamos cómodos en lo fiscal, priorizamos bajar la inflación y no cargar más con gastos de momento a la clase media”, para explicar las postergaciones de los aumentos, con lo cual también reconoció que dejar de emitir para cubrir el déficit no condujo a la estabilidad de precios como había asegurado. Ahora necesita detener la suba de tarifas.

El congelamiento del ICL, de los aumentos en la luz y el gas, sumados a la exigencia de rebaja en las cuotas de siete medicinas prepagas deben leerse como un llamado de atención dentro de la propia lógica del Gobierno. Las idas y vueltas en materia de liberalización de precios minan el discurso libertario y su apoyo social ante la inmanente erosión en el poder adquisitivo de los salarios. 

El Gobierno ya había suspendido la aplicación de una fórmula indexatoria en su debut con la tarifa de los colectivos y trenes en el Amba durante abril. Ahora en mayo es una incógnita qué pasará con los colectivos ante la amenaza de un paro de choferes este jueves. Los colectivos ya sufrieron un alza del 29 por ciento en febrero.

En tanto, el próximo 6 de mayo sí subirá un 54 por ciento el boleto de tren en el Amba. El esquema tarifario para los servicios que incluyen las líneas Sarmiento, Roca, Mitre, San Martín, Belgrano Sur, Belgrano Norte, Urquiza y Tren de la Costa quedará de la siguiente manera: con tarjeta SUBE registrada en la primera sección valdrá 200 pesos, en la segunda 260 pesos y en la tercera 320 pesos, mientras con tarjeta sin registrara costará el doble, y algo menos de la mitad con la tarifa social.

En el caso del boleto de subte, se espera un aumento del 359 por ciento, pues pasará de 125 a 574 pesos aunque se desconoce a partir de qué fecha concreta del mes por cuestiones administrativas. El Gobierno porteño demoró la publicación de la medida en el Boletín Oficial y aún no confirmó cuándo lo hará, con lo cual también se desconoce si luego se aplicará el segundo incremento previsto para el 15 de mayo, que lleva el pasaje a 667 pesos. El siguiente incremento estaba anunciado para el 1 de junio, hasta los 757 pesos.

Asimismo, los colegios privados bonaerenses aplicarán un incremento del 6,7 por ciento en sus cuotas, con variaciones dependiendo del nivel educativo y la subvención estatal. Los jardines con 100 por ciento de aporte costarán hasta 17.500 pesos, mientras la secundaria con subsidio del 40 por ciento hasta 102.500 pesos.

También las tarifas de internet, cable y telefonía sufrirán un ajuste que oscilará entre el 10 y el 20 por ciento dependiendo del proveedor y el tipo de servicio contratado. Y por último, los alquileres que quedaron dentro de la Ley de Contratos de Locación tendrán un incremento del 221 por ciento mientras aquellos firmados después de la derogación tendrán un ajuste “según el mercado” y las condiciones particulares de cada caso.


Seguir leyendo

Más leídas - últimas 48Hs.