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Atentado a CFK: La transformación de Brenda Uliarte tras su relación con El Presto

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En los chats del entorno de Uliarte, detenida por el intento de asesinar a la vicepresidenta, sus amistades comentaban los cambios que experimentó la mujer en el último año, cuando mantuvo una relación con el violento youtuber Eduardo Prestofelippo, y su «mágica» conversión en «federalista», por la agrupación de ultraderecha Revolución Federal. La hipótesis de la instigación del ataque.

Por Irina Hauser y Raúl Kollmann

«Jajaj, a Brenda hasta principio de año le chupaba un huevo la política. Ahora mágicamente se hizo federalista. Anti K. Algo pasó ahí«. El comentario pertenece a Agustina Díaz, una de las detenidas por el intento de asesinato a Cristina Fernández de Kirchner, y alude a su amiga Brenda Uliarte, cuyo papel en los hechos se vuelve cada vez más relevante. Díaz chateaba con alguien que figura en su celular como «Giuli». Un informe que la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) entregó a la jueza María Eugenia Capuchetti, sostiene que ese cambio en la vida de Uliarte podría estar ligado a la relación que tuvo con Eduardo Prestofelippo, el youtuber y odiador de ultaraderecha conocido como «El Presto», que habría comenzado «entre abril o mayo» de este año. Es decir, según ese planteo, hay que investigar si existió instigación o alguna clase de influencia de Prestofelippo quien, en 2020 amenazó así a CFK: «Vos no vas a salir viva de este estallido social. Te queda poco tiempo». Este año además El Presto fue condenado por hostigar a Fabiola Yañez.  

El pasado de Uliarte 

La conversación entre Agustina Díaz y Giuli ocurre cuatro días después de la detención de Uliarte y cinco antes de la detención de la propia Díaz. Pareciera que miran noticieros y se ríen de la situación y los comentarios periodísticos. 

— Lo del ex me pareció muy wtf, sacar a un ex (que parecía re resentido) a hablar sobre la mina y el novio es muy ??? (sic). Se nota que solo buscan faranduleo y scar mierda sobre ambos porque son los malos del asuntos –dice Giuli. 

Se refería a una ex pareja de Uliarte, Andrés, que fue entrevistado en televisión y que luego se contactó con el juzgado para decir que ella había pasado por su casa la noche del atentado y que había dejado una bolsa blanca, que entregó, y que se mandó a peritar porque aparece cargándola en las inmediaciones de la casa de CFK cuando detienen Fernando Sabag Montiel. Se trata de establecer si ahí llevó un arma. 

— Encima me encantó la parte en la que el periodista dijo «la persona que mejor conoce a Brenda» –acota Agustina Díaz, y ahí es donde comenta que antes a Uliarte no le importaba la política. Eso mismo fue lo que declaró el «ex», Andrés, en el juzgado. 

Díaz utiliza la frase «se hizo federalista», una denominación que remite inevitablemente a la organización violenta y de ultraderecha Revolución Federal, que todavía no está claro qué vinculación tiene con el ataque a CFK del 1 de septiembre. Sí se sabe que Uliarte participó en una de sus manifestaciones el 18 de agosto, que fue una marcha de antorchas en la puerta de la Casa Rosada. De hecho comenta con Diaz sobre los preparativos. Pero hablan del tema bastante antes: ya el 4 de julio Uliarte le dice: «Yo estoy organizando para ir a hacer bardo a la casa rosada con bombas motolov y todo». Díaz, a quien Uliarte tenía agendada como «Amor de mi vida», le responde «por eso te amo». «El tema es cómo», le decía Uliarte, como quien piensa en voz alta, porque «la vieja tiene seguridad». «No es joda boluda. Estoy armando un grupo para ir con antorchas, bombas, fierro todo. Voy a ser la libertadora de Argentina. Estuve practicando tiro, se usar un fierro», alardeaba. Luego decía que ya estaba cansada de las protestas y que había que «pasar a la acción». 

Algo de esto es repasado, pero en el tono de comentar lo que mostraban los medios, por Agustina Díaz y Giuli. 

— Eso, decían que estuvo en no se qué mierda contra la casa rosada o algo así. Y que estaba haciendo activismo en no sé que mierda –señala Giuli. 

— Si, en la quema, ella había subido los videos en sus estados me acuerdo –le conetesta Díaz. 

El Presto

Los intercambios entre Uliarte y El Presto que fueron entregados al juzgado muestran que tuvieron una relación íntima/sentimental y que duró unos tres meses. Empezaron hablando por Instagram y siguieron por WhatsApp. Se vieron por lo menos una vez. Le cuenta incluso a Agustina Díaz. «Estoy con mi crush», le dijo el 23 de mayo. Lo nombraba como «el periodista» y, en determinado momento en que él le puso distancia y pareció perder interés, lo empieza a llamar «el pelotudo». Ella se obsesiona a punto tal que contrata una persona para que le hackee las redes y lo espíe. 

Para el expediente, lo importante no son los romances de Uliarte sino si las personas con las que se vinculaba pudieron tener alguna influencia sobre ella y, eventualmente, sobre el resto del grupo de los copos de azúcar. En los intercambios con Prestofelippo rescatados del celular de Uliarte (frente a lo cual hay que tener en cuenta que la demora en su detención no garantiza que esté todo, ya que pudo haber borrado mensajes y contenido) no aparece la cuestión política de manera explícita. Pero sí hay cuestiones sugestivas. Surge el interés que ella tenía por su perfil y actividades. 

El 11 de junio, por ejemplo, Uliarte le avisa a él: «Estoy yendo a la función en La Plata». «Hola Ambar», le dice él, llamándola por el seudónimo que utilizaba. «Ya arrancó pero venite venite, que después habla Diego Recalde, eh hablo yo, le queda como cuarenta y cinco, cincuenta minutos a la película…» ¿De qué se trataba el evento? La respuesta está en el portal que maneja El Presto llamado Data 24, donde se anuncia para ese día la proyección de «King Perón, el Rey del los gorilas» y la publicación cuenta que participan, entre otros, Patricia Bullrich, Fernando Iglesias y Julio Bárbaro

La mención a Bullrich no parece casual. La presidenta del PRO, además de sacarse una foto con El Presto en Córdoba, de donde es oriundo, dijo: «Me alegra que haya jóvenes comunicadores que se animen a hablar y a manifestar sus ideas sin se políticamente correctos». 

El perfil de este hombre se puede rastrear en las fotos de su adolescencia, cuando se retrató, por ejemplo, con el genocida Jorge Rafael Videla. Por las amenazas a CFK estuvo detenido a raíz de que intentó obstaculizar que lo allanaran, luego fue liberado y esa causa no le generó consecuencias. En cambio fue condenado a treinta días de prisión por hostigar a Fabiola Yáñez. El abogado de la primera dama, Juan Pablo Fioribello, dijo que Prestofelippo viene «permanentemente subiendo la apuesta», señaló que realiza «un ataque sistematizado de todo tipo de calumnias, hechos discriminatorios, violencia de todo tipo en el contexto digital».

El día antes del ataque

Un dato llamativo es que Uliarte le hablaba de El Presto a Sabag Montiel. El 24 de agosto, por ejemplo, ella le comenta: «Adivina? El presto vio mi pelo y ahora empezó a seguir minas con mi mismo color de pelo». El 31 de agosto, es decir, el día previo al intento de asesinato de la vicepresidenta, Uliarte le dice a Sabag algo que en el contexto de lo sucedido ahora suena inquietante: 

— Presto sabe –comenta ella. Luego hay un mensaje borrado. 

— Yo ya les dije. Ah por eso va a La Boca. No sé muy raro que sepa –contesta Sabag. 

Luego Sabag Montiel le manda a Brenda un audio donde le dice: «Vos decís que el chabón sube una foto en La Boca porque sabe que estabas en un balcón? No se, me parece medio casualidad». Uliarte responde: «Y si vio mi foto en la casa de Checho se ve la calle. El fondo es en Montes de Oca». Checho es Sergio Orozco, el dueño de ese lugar en La Boca donde solía juntarse el grupo de «los copitos» y donde Gabriel Carrizo, otro de los detenidos, convocó a una reunión apenas un rato después del intento de magnicidio. La charla es confusa pero genera algunos enigmas. ¿Hubo un encuentro en ese sitio el día anterior al atentado? ¿Fue parte de una planificación? ¿Qué hablaba Brenda con El Presto más allá del romance?  

Vínculos 

A través del contenido de las comunicaciones, se pudo determinar que el papel de Brenda Uliarte fue relevante por ser quién en forma constante señalaba su intención de asesinar a la vicepresidenta. «Mandé a matar a Cristina», «hoy me convierto en San Martín», son algunas de sus frases más conocidas, además de afirmar que ella no fallaría como Sabag Montiel. Con Carrizo incluso siguieron planeando otro intento de asesinar a CFK dos horas después de la detención de Sabag. Carrizo incluso dice en  otra conversación que quiere matar «al jefe de la Cámpora», por Máximo Kirchner.

Los vínculos de Uliarte son centrales en la investigación, donde resta determinar si fueron efectivamente objeto de influencia y si tuvieron alguna clase de financiamiento, más aún teniendo en cuenta que manejaban armas (como reveló este diario hay tres pistolas en investigación, una de ellas cara y sofisticada) y hasta planeaban alquilar un departamento en Recoleta cerca de la casa de CFK.  


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Divide y reinarás: El Gobierno aumenta el presupuesto solo para la Universidad de Buenos Aires

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Incrementará un 300 por ciento los recursos destinados a los gastos de funcionamiento. El Consejo Superior de la UBA afirmó que esto permite una previsibilidad, pero alertó sobre la situación salarial, que aún no está resuelta. El vicerrector Emiliano Yacobitti aseguró que seguirán reclamando por el resto de las casas de estudio.

Werner Pertot

Por Werner Pertot

La Universidad de Buenos Aires (UBA) decidió levantar la emergencia presupuestaria, tras alcanzar un acuerdo con el gobierno de Javier Milei por los gastos de funcionamiento, que recibirán una suba del 270 por ciento, y de sus hospitales, cuyo incrementp será cercano al 300 por ciento. En un comunicado, el Consejo Superior de la UBA afirmó que esto permite una previsibilidad, pero alertó sobre la situación salarial, que aún no está resuelta. Tampoco la inversión en ciencia y las obras que están paradas. En tanto otras 60 universidades continúan con el reclamo que llevó a la marcha universitaria y que no fue respondido. El vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, advirtió que seguirán reclamando por el resto de las casas de estudio. Las otras universidades indicaron que el aumento solo a la UBA «resulta inadmisible y provocador«. «No aceptaremos que existan estudiantes de primera y de segunda«, lanzaron. El Gobierno quedó a tiro de una cautelar.

Desde el comienzo de las negociaciones con las universidades y, sobre todo, en las reuniones posteriores a la marcha universitaria que resultó masiva en todo el país (algunas estimaciones llegaban al millón de personas), el Gobierno buscó dividir a la UBA del resto de las instituciones. De hecho, tuvieron una atención especial con el rector Ricardo Gelpi, a quien la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello, recibió un día antes que al resto. En los encuentros con todos los rectores, el Gobierno escuchó, pero no hubo avances reales en destrabar fondos. De hecho, en una exposición ante el Congreso, el secretario de Educación, Carlos Torrendell, no pudo dar precisiones sobre cómo se resolverá el conflicto universitario.

A partir de ahí, lo público se separa de las negociaciones a puertas cerradas. Con la UBA particularmente, el encargado de las negociaciones, que pasó a ser Torrendell, tuvo tres reuniones más. Estuvo presente también el secretario de Políticas Universitarias, Alejandro Alvarez, aunque moderó sus modales. Allí, las autoridades de la UBA insistieron con el planteo de actualizar lo presupuestario y tuvieron varias discusiones, avances y retrocesos. Finalmente, desde el Gobierno nacional aceptaron aumentar aquellas partidas sin las cuales directamente se iba a un cierre de la UBA: el funcionamiento básico (la luz, etc) y el presupuesto para los hospitales. Según confirmaron a este diario, no solo acordaron sino que ya empezaron a pagar.

En el caso de la UBA, los gastos de funcionamiento representan el 14 por ciento de los gastos totales (porque allí hay que contemplar también los seis hospitales; en otras universidades es la mitad de ese porcentaje). «Si ellos no garantizaban ni el presupuesto mínimo para prender las luces, teníamos que cerrar», insistieron desde el rectorado a este diario.

Sigue la discusión

No obstante, en el comunicado que emitió el Consejo Superior de la UBA para anunciar que levantaba la emergencia universitaria, dejaron en claro que sigue la discusión por ese otro 86 por ciento del gasto sobre el que no hubo acuerdo (principalmente, son los salarios docentes y no docentes). Lo que recibieron fue una actualización de los gastos de funcionamiento del 270 por ciento interanual y del 300 por ciento para los hospitales universitarios y aquellas funciones de la universidad vinculados al área asistencial. Se trata de 26.016.488.265 pesos que el Gobierno les comenzó a transferir con destino a afrontar los Gastos de Funcionamiento y otros 35.436.785.336 de pesos para sostener los niveles de atención de la salud.

“Las sumas indicadas, si bien se encuentran por debajo del presupuesto óptimo para el funcionamiento pleno de la Universidad, posibilitan una programación presupuestaria, imposible hasta el momento”, señaló la UBA, que también destacó que continúa el “estado de alerta y profunda preocupación” por la actualización salarial como también otras partidas “particularmente aquellas vinculadas a las áreas de Ciencia y Tecnología, Extensión Universitaria y a los Programas de infraestructura universitaria”. Es decir, las obras que están paradas, algunas de las cuales ya estaban en curso.

En materia salarial, no hubo acuerdo con el Frente Sindical de las Universidades: la propuesta del Gobierno, ante una inflación acumulada superior al 70 por ciento, fue: 16 por ciento en febrero, 12 por ciento para marzo y 8 por ciento para abril. Es decir, un 36 por ciento. Los números solos indican por qué están muy lejos de un acuerdo con los gremios. Desde el Consejo Superior de la UBA advirtieron que este acuerdo debería llegar urgente y también se mostraron a favor de que el Congreso sancione una Ley de Financiamiento Universitario que establezca un criterio de actualización para el presupuesto universitario, para que no se repita lo de este año.

Tras el acuerdo, Yacobitti escribió en su cuenta de Twitter: «Gracias a que la sociedad se expresó con contundencia en defensa de las universidades públicas, el gobierno actualizó los gastos de funcionamiento de la UBA (aprox. 300%) para que no tenga que cerrar. Es un triunfo de todos los que apostamos a la educación para un mejor futuro». Luego aclaró: «Vamos a seguir reclamando por los salarios docentes y no docentes que perdieron más de un tercio de su capacidad económica en 4 meses, por los recursos para CyT y las obras de mantenimiento de los edificios y laboratorios».

Y luego volvió a aclarar: «También es importante que esta corrección sea para todo el sistema y no solo para la UBA. Sentarnos a discutir un presupuesto para el 2025 que contemple los reajustes». Esto último quizás tenga que ver con la reacción del resto de las universidades, que tronaron apenas se conoció la noticia.

«Universidades de segunda»

Todas las universidades vienen funcionando con un presupuesto que se votó a fines de 2022 y que, insisten, es insuficiente para llegar no ya a fin de este año, sino a mitad de año en algunos casos. Por lo tanto, apenas se conoció el aumento para la UBA, las otras 60 casas de estudio pusieron el grito en el cielo y hablaron de una “discriminación federal injusta” de parte del Gobierno.

Hubo una reunión de emergencia del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) para tratar el tema. «Estamos en plena discusión viendo si nos dan lo mismo a todos. Si no, habrá problemas”, señaló antes de ingresar a la reunión Víctor Moriñigo, rector de la Universidad Nacional de San Luis y actual presidente del CIN.

El CIN emitió luego un comunicado que dejó en claro como estaban los ánimos: «Resulta inadmisible y provocador que se reconozca solo para una universidad y no para la totalidad del sistema que reúne a un conjunto de 60 universidades a lo largo y a lo ancho de todo el país, que representan a dos millones de estudiantes de las universidades argentinas. No aceptaremos que existan estudiantes de primera y de segunda«, remarcaron los rectores en un comunicado del CIN.

«Rechazamos cualquier metodología que promueva la división entre universidades y dentro de las universidades. No convalidaremos ningún intento de división, ni priorizaremos nunca ningún atajo. El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) no resigna lo que cree. No es solo un problema de recursos, es también de principios», le advirtieron al Gobierno.

Por otro lado, advirtieron que el Gobierno reconoció con ese pago que tienen razón y que «hay plata». Según pudo saber este diario, todavía no harán una presentación judicial, sino que esperarán una respuesta del Gobierno, pero la disparidad de criterios pone a la administración nacional a tiro de una cautelar. En el comunicado indicaron que esa transferencia a la UBA «implica el reconocimiento por parte del gobierno nacional de uno de los aspectos del problema -y su grave magnitud- que todo el sistema universitario viene planteando desde enero de este año. Por lo tanto, habiendo el gobierno confirmado con sus actos que los recursos están, exigimos inmediatamente una resolución que garantice un incremento igual al otorgado a la Universidad de Buenos Aires para todas las universidades públicas de la Nación.

«Con la misma urgencia, seguiremos bregando por paritarias para las y los trabajadores de las universidades que recompongan la pérdida del poder adquisitivo del salario, por el sostenimiento y el fortalecimiento del sistema científico y tecnológico, por la actualización del monto destinado a becas estudiantiles y por la recuperación de las obras de infraestructura hoy paralizadas», concluyeron.


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