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La candidatura presidencial de Schiaretti, ante una grieta que se parece al abismo

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El gobernador de Córdoba selló una alianza con Florencio Randazzo, Juan Manuel Urtubey y el interbloque Federal de diputados para componer su proyecto presidencial. El 5% que impida la reelección de Kicillof. El enigma Perotti.

Por: Tatiana Scorciapino@@Tatiscorciapino

Desde que se lanzó oficialmente como candidato presidencial por la re-asfaltada avenida del medio, Juan Schiaretti está abocado a gestar alianzas. Sin abandonar el justicialismo que lo cobija, el gobernador cordobés busca cerrar filas con figuras que, como él, estén abiertas al diálogo y no se posicionen en ninguno de los extremos radicales de las dos coaliciones mayoritarias. 

El primero en anunciar su participación en este partido peronista-no kirchnerista fue Juan Manuel Urtubey, con quien compartió el espacio “antigrieta” Alternativa Federal en 2019. Si bien nunca perdieron contacto, el enero pasado ambos mandatarios confirmaron la creación de este nuevo partido -que hasta el momento no tiene nombre- y que competirán entre sí en unas PASO que los tendrá como protagonistas. Aunque no serán los únicos.

Florencio Randazzo, otro de los agitadores de la llamada tercera vía, se sumó oficialmente al espacio a principios de este mes. Con un encuentro en la Casa de Córdoba de la Ciudad de Buenos Aires, que contó con la presencia de dirigentes de las ocho secciones electorales de la provincia, el diputado y el gobernador cerraron su alianza. 

Estrategia bonaerense

Tras este encuentro ninguno de los dos funcionarios adelantó cuál sería el rol que ocupará Randazzo, pero se dejó trascender que “el Gringo” quiere al ex ministro del Interior como candidato a gobernador para quitarle votos a Axel Kicillof, un módico 5% clave en la elección de la provincia sin balotaje. Su deseo, sin embargo, podría quedar trunco.

Si bien confirman la posibilidad de ser competidor en la provincia de Buenos Aires, desde el entorno de uno de los integrantes de este power trío advirtieron a este medio que aún no se descarta la posibilidad de que el excristinista compita en las PASO presidenciales contra el propio Schiaretti, una idea no tan bienaventurada por el gobernador cordobés, quien insiste en ponerse al frente de este espacio.

Graciela Camaño, histórica militante de la tercera vía, también se suma a este armado de centro. En diálogo con Tiempo, la diputada nacional sostuvo que su candidato a presidente es Urtubey, pero que la decisión final se tomará mediante una elección interna “contra Schiaretti y contra quien quiera competir”. Desde el 2021, la líder del Partido Tercera Posición integra el Interbloque Federal junto a los cordobeses Ignacio García Aresca, Carlos Gutiérrez y Natalia De La Sota, cercana a Alejandra Vigo, esposa del actual gobernador. 

A diferencia de su compañera de interbloque Alejandro “Topo” Rodríguez confirmó a este diario que, desde la provincia de Buenos Aires, está “trabajando para construir una alternativa nacional que lleve a Schiaretti como candidato a presidente”. Además, se enorgullece al decir que él fue el primer bonaerense en manifestarse a favor de la candidatura del cordobés en mayo del 2022.

El vínculo con Perotti

Cruzando la frontera provincial, existen muchas versiones, pero nulas confirmaciones. Por la cercanía entre Córdoba y Santa Fe, Schiaretti y Omar Perotti mantienen una estrecha relación que se extiende más allá de sus respectivas llegadas a la gobernación. Gracias a su trabajo conjunto, en los últimos meses se comenzó a especular con una posible alianza, después de que se mostraran juntos en un acto en el que anunciaron la creación de un acueducto que atravesará sus provincias.

En este encuentro público, que tuvo lugar en enero, los gobernadores expusieron críticas conjuntas hacia la gestión de Alberto Fernández, al tiempo que manifestaron que “hay una forma de trabajo diferente desde el interior.” Más allá de este guiño, lo que vino después fue mera especulación. Sin descartar ni confirmar ningún tipo de apoyo, desde el círculo del santafesino afirman que el gobernador está abocado a resolver la situación de violencia y narcotráfico que atraviesa Rosario, por lo que “no tiene tiempo de pensar en las elecciones”. A pesar de esta negativa, en el entorno de Perotti recalcan que, al igual que en Santa Fe, el peronismo no kirchnerista “debe estar unido”.

En contra de la ansiedad de quienes buscan definiciones, los partidos tendrán tiempo hasta junio para definir quiénes estarán dentro y quienes fuera. Hasta tanto, habrá lugar para discutir candidaturas y el desembarco de nombres que quieran ayudar en la pavimentación de la ancha avenida.


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Menem intenta cortar el escándalo de los votos del tabaco para que no le impugnen la ley

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El titular de la Cámara baja busca evitar que se judicialice el tema. El PRO puso a sus abogados a chequear las actas porque no les registraron el voto negativo a dos diputadas.

Los bloques de la Cámara de Diputados atraviesan horas frenéticas luego del escándalo de la votación del capítulo del tabaco de la ley ómnibus.

Este medio explicó que el bloque peronista abrió una auditoría interna para verificar si Martín Menem adulteró el resultado de la votación del martes pasado para incorporar el impuesto a las tabacaleras.

Según se desprende de las actas parlamentarias, hubo más abstenciones de las que se computaron en recinto, se contabilizaron como afirmativas las abstenciones de los diputados chaqueños María Luis Chomiak y Aldo Leiva y no se incluyeron los votos negativos de Germana Figueroa Casas y Daiana Fernández Molero, del PRO y de Benedit Beltrán, de La Libertad Avanza. Estos diputados pidieron votar a viva voz porque sus votos no habían sido registrados en el sistema de votación por computadora.

La situación es muy delicada porque si se registraban esos votos de manera adecuada, la votación hubiera terminado 80 a 80 y Menem debía desempatar como presidente de la Cámara.

Una diputada del PRO adelantó que el bloque puso a sus abogados a chequear la votación. Si bien la intención del bloque amarillo es no complicar a Menem, quieren garantizarse de que no hubo ninguna maniobra que pueda ser objetada en la Justicia.

Es que una adulteración de la votación puede tener derivaciones penales, tanto en denuncias de falsificación de instrumento público como de falsedad ideológica. Además puede haber lugar para la impugnación del acta de la votación y la consecuente judicialización de la ley, que haría que se caiga la media sanción y por ende el Senado no podría aprobarla de manera definitiva.

Menem por estas horas busca que el tema no escale y se ampara en que la mesa de conducción de la Cámara es multipartidaria, por lo que puede alegar que la culpa no fue sólo de él sino también del secretario parlamentario o el proseceretario. Incluso los libertarios que reniegan del presidente de la Cámara creen que se buscará un chivo expiatorio antes de llegar tan alto.

Menem intenta cortar el escándalo de los votos del tabaco para que no le impugnen la ley

En el PRO, la explicación que bajaron a sus diputados es que en el caso de Leiva y Chomiak por sistema votaron afirmativamente por lo que en el tablero no aparecieron como «voto pendiente de votación» (su voto fue emitido válidamente), pero luego pidieron la palabra y expresaron un voto distinto al emitido. «El único voto valido es el emitido por sistema», dicen en el bloque del PRO.

«En el caso de los diputados Parola, Lopez Rodriguez, Daives, Freites, Araujo Hernadez, Ginocchio, Rauschenberger, Martinez, Sand, Figueroa Casas, Benedit, Y Fernandez Molero, durante la votación se deslogearon (por ejemplo, habiéndose levantado de sus bancas) o ingresaron al recinto luego de cerrada la votación, por lo que el sistema los computó como ausentes (en estos casos el voto de dichos diputados tampoco figuró como «pendiente de votación»)», comunicaron internamente en el bloque que encabeza Cristian Ritondo

«Sin embargo, una vez cerrada la votación pidieron la palabra y expresaron como su voto, pero dicho voto no cuenta», explicaron. «En resumen: se busca generar confusión con el hecho de que, una vez cerrada la votación, el presidente les haya dado la palabra a muchos diputados que no figuraban ‘pendientes de votación para no cercenar su derecho a expresarse», aseguran en el PRO. Pese a esto, sus abogados siguen investigando.


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