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YPF y Petronas acuerdan avanzar en desarrollo de GNL en Argentina con gas de Vaca Muerta

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Alberto Fernández, junto al titular de YPF, encabezaron el anuncio de una alianza entre la petrolera argentina y la firma de Malasia. El mandatario aseguró que el acuerdo de YPF y Petronas es «una piedra fundacional» para la Argentina.

YPF y la petrolera malaya Petronas firmaron un Acuerdo de Estudio y Desarrollo Conjunto para un proyecto integrado de Gas Natural Licuado (GNL) en Argentina que abarcará la producción de gas no convencional, el desarrollo de gasoductos e infraestructura de licuefacción y portuaria, que demandará una inversión inicial conjunta de US$ 10.000 millones.

El presidente Alberto Fernández encabezó la presentación de la alianza en un acto que se desarrolló en el Auditorio Nacional del Centro Cultural Kirchner, junto al titular de YPF, Pablo González, el presidente y CEO de Petronas, Tengku Muhammad Taufik, y en que también estuvieron presentes gobernadores de provincias petroleras, representantes de la industria de hidrocarburos y ministros.Ambas empresas firmaron, además, un Memorando de Entendimiento para continuar con la colaboración en Argentina en otras áreas como la producción de petróleo, petroquímica y soluciones de energía limpia.

En su discurso, el Presidente calificó a la alianza como «un momento fundacional» al afirmar que la Argentina tiene la «energía que el mundo demanda y que demandará en el futuro», aún en medio de «una crisis energética inigualable a la que asiste el mundo producto de un conflicto bélico que ha puesto en crisis las condiciones para cumplir las demandas energéticas».

YPF y Petronas, una de las cuatro empresas proveedoras más importantes de GNL en el mundo, trabajan juntos desde hace 8 años en el desarrollo de Vaca Muerta.

Foto Presidencia
Foto: Presidencia.

Durante el encuentro se precisó que el proyecto contará con unos 10.000 millones de dólares de inversión, en la primera etapa, lo que permitirá producir hasta 5 millones de toneladas/año de GNL.

En un plazo de 10 años, cuando el proyecto esté finalizado, se podrán producir y exportar más de 25 millones de toneladas/año de GNL, por un equivalente a US$ 20.000 millones al año.

En la actualidad el país importa, en el pico de consumo de invierno, alrededor de 35 barcos de GNL por año. Por el contrario, cuando la planta de GNL alcance su capacidad máxima, Argentina exportará más de 460 barcos anuales, convirtiendo al GNL en uno de los principales generadores de divisas para el país.

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Esta iniciativa permitirá el desarrollo de áreas de shale gas en Vaca Muerta, la construcción de la infraestructura de transporte hacia la costa bonaerense, de una planta de licuefacción y una terminal marítima que se podría localizar en la zona portuaria de Bahía Blanca.

Todo ese desarrollo generará miles de puestos de trabajo, impulsará el desarrollo de nuevas industrias y fortalecerá la economía de miles de pequeñas y medianas empresas, además de concretar el esperado proceso de industrialización del gas natural de Vaca Muerta, la segunda mayor reserva en su tipo del mundo.

EL PRESIDENTE ASEGURÓ QUE EL ACUERDO DE YPF Y PETRONAS ES «UNA PIEDRA FUNDACIONAL» PARA LA ARGENTINA

«Tendremos la posibilidad de autoabastecernos y un excedente para exportar al mundo que nos va a permitir contar con los dólares que necesitamos para seguir creciendo», afirmó el Presidente respecto al acuerdo que permitirá, en un plazo de 10 años, exportar 460 barcos de Gas Natural Licuado (GNL) al año -más de 20 veces lo que la Argentina importó en 2022 para consumo.

«Esto es aparte de una política de Estado. No es una decisión de un Presidente ni de un directorio de YPF. Es la decisión de una Argentina que advierte la posibilidad que tiene y no la quiere desaprovechar. Queremos ser parte del nuevo desarrollo energético que el mundo demanda», afirmó el mandatario.

«Asistimos a una suerte a una piedra fundacional de un tiempo donde la Argentina ingrese como un gran jugador global a la oferta energética», afirmó el Presidente, en referencia no sólo a la producción de gas y petróleo, sino también de otras energías renovables y de producción de litio, principal componente de baterías y del que Argentina, Bolivia y Chile tienen el 60% de las reservas del mundo.

Por otra parte, agradeció el acompañamiento de Petronas -una de las empresas de energía más importantes del mundo- ya que, dijo, «es muy bueno recurrir a los que pueden asociarse a nosotros, transferirnos la tecnología y lograr los resultados más rápidamente, de eso se trata este acuerdo».

Asimismo, el Presidente recordó que «durante el último invierno se registró el mayor nivel de demanda de gas y energía de la historia del país» y que, a pesar de las expectativas negativas, «se pudo cumplir esa demanda porque se trabajó como Gobierno para poder hacerlo».

«Los agoreros de siempre pronosticaron un invierno muy complejo, que se iba a parar la producción. Pero nadie escribió que en el invierno que está terminando la Argentina vivió el mayor pico de demanda de gas y electricidad de su historia y pudimos cumplir esa demanda porque trabajamos como Gobierno para poder hacerlo», afirmó el Presidente.

«Estamos dando un paso enorme. En diez años, alguien va a recordar este día», concluyó.

Al hablar en el acto, el presidente de YPF dijo que el acuerdo «sienta las bases de este sueño de una Argentina exportadora de GNL», en momentos en que la compañía «después de cuatro años de caída de producción, ha vuelto a crecer, logró reducir su deuda, y va a tener el salto de producción más alto de los últimos 25 años», apoyado en el no convencional de Vaca Muerta.

Foto Presidencia
Foto: Presidencia.

En similar sentido, Muhammad Taufik, aseguró que «el gas es el combustible ideal para la transición ante la crisis energética y la transición energética global, y el GNL es una solución adecuada para satisfacer las demandas mas acuciantes del mundo», aunque destacó que la alianza de YPF y Petronas «incluye también el upstream de petróleo, la petroquímica y las soluciones de energía limpia».

Así, este proyecto de GNL atenderá la demanda mundial de gas, donde permitirá sustituir a fuentes de energía más intensivas en carbón, contribuyendo a reducir las emisiones de gases efecto invernadero.

Foto Presidencia
Foto: Presidencia.

La vinculación entre YPF y Petronas comenzó en 2014 con la inversión conjunta para la producción de shale oil en el bloque La Amarga Chica, en la cuenca neuquina, que en enero de este año alcanzó los 100 pozos y una producción de 40.000 barriles de crudo y un millón de metros cúbicos de gas por día, tras una inversión de US$ 2.000 millones.

Con la continuidad de las inversiones conjuntas se espera aumentar la producción a 120.000 barriles de crudo por día, en ese bloque que entró en operación en 2018.

El GNL es gas natural que ha sido procesado y transformado a estado líquido, para lo cual mediante un proceso de enfriamiento a -162 grados disminuye su volumen 600 veces, por lo cual ese estado puede ser fácilmente transportado en barcos o en camiones cisterna.

González: «Después de cuatro años de caída, ha vuelto a crecer la producción de YPF»

El presidente de YPF, Pablo González, aseguró que el acuerdo entre YPF y Petronas «sienta las bases del sueño de una Argentina exportadora de GNL».

En su exposición afirmó que «después de cuatro años de caída de producción, YPF ha vuelto a crecer, la compañía logró reducir su deuda y va a tener el salto de producción más alto de los últimos 25 años».

«Hemos incrementado la producción de gas, petróleo no convencional, podemos crecer en función de las reservas de petróleo y gas porque tenemos una política nacional», remarcó el titular de YPF.

González precisó que el acuerdo entre YPF y Petronas para el aumento de la producción de gas natural licuado (GNL) a partir de Vaca Muerta incluirá la construcción de un gaseoducto y un puerto en la provincia de Buenos Aires que permitirá comercializar «460 barcos por año».

Esto dejaría a la Argentina «en condiciones de exportar en la época de mayor producción unos 20.000 millones de dólares», resaltó ante representantes de la industria de hidrocarburos.

«El acuerdo sienta las bases de este sueño de una Argentina exportadora de GNL», aseguró González, en un acto de anuncio de la alianza estratégica entre YPF y la petrolera Petronas para la industrialización de gas no convencional.

En una primera etapa del proyecto, la alianza demandará una inversión de US$ 10.000 millones para la producción de cinco millones de toneladas de GNL por año; y se convertirá en el mayor proyecto de infraestructura energética de los últimos 30 años.


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A qué juega Massa: Movidas audaces pero sin patear el tablero

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La reacción del FMI, las corporaciones y la población más vulnerable al conjunto de las medidas económicas tomadas en las últimas semanas por Sergio Massa. El impacto de la eliminación de Ganancias para los trabajadores y la devolución del IVA.
Raúl Dellatorre

Por Raúl Dellatorre

Si el resultado de las elecciones pasara principalmente por la economía, ¿quién va a definir estas elecciones? ¿El estado de ánimo de la población o las propuestas de los candidatos? ¿Importan o se perciben las diferencias entre las propuestas económicas? ¿O predomina el voto «enojo y castigo» por sobre la evaluación de esas diferencias?. Además, ¿cómo juega el factor externo, el poder económico global, en la pelea? ¿Qué incidencia tiene el FMI, o el gobierno de Estados Unidos, en el voto? Dicho de otro modo: ¿por quién vota el FMI?

Sin que la pretensión de este cronista sea la de responder a todos esos interrogantes –diría nuestro «por siempre» inolvidable Mario Wainfeld–, se podría asegurar que diversas acciones de diferentes actores en los últimos días, conllevan la intención de responder a varias de esas preguntas a la vez. Tomemos tres momentos de esa secuencia. La conferencia de prensa de la portavoz del FMI del jueves. La reunión virtual del Consejo del Salario del miércoles. El resumen que hace Sergio Massa del conjunto de medidas adoptadas con posterioridad a la devaluación del 14 de agosto, en cualquiera de sus últimas presentaciones. 

Las expresiones de Julie Kozack, vocera del FMI, del jueves con respecto a la situación argentina valen tanto por lo que dijo como por lo que sugirió sin decir. Veamos. «La situación económica actual sigue siendo muy desafiante y compleja. La inflación es muy alta y está subiendo. Los activos de las reservas internacionales son bajos. Las condiciones sociales son frágiles». Esta síntesis del cuadro, arrojado sobre la mesa no como un informe que llevó por escrito, sino en respuesta a preguntas de los periodistas, no tienen evidentemente la intención de llevar calma y sugerir que los problemas se están resolviendo, sino que está poniendo de manifiesto crudamente la gravedad de la situación. 

Vayamos a cómo siguió su relato, cuando le preguntaron específicamente por las últimas medidas tomadas por el gobierno argentino, todas con clara orientación de provocar transferencias de ingresos a favor de los sectores medios y bajos, a costa en su mayoría de las arcas fiscales. 

«Las medidas políticas y los anuncios adoptados recientemente se suman a los desafíos de Argentina. El paquete de medidas que se tomaron, acordado con el Fondo en el contexto de las recientes revisiones, tenía la intención de salvaguardar la estabilidad y reconstruir las reservas. Estamos trabajando en entender mejor el impacto y la necesidad de medidas de compensación».

Lo dicho por la portavoz del Fondo sugiere que el organismo no desconocía las medidas que iba a tomar Massa tras recibir, el 23 de agosto, el desembolso de 7500 millones de dólares. Esas medidas, que empezó a anunciar el domingo 27, buscaban compensar los efectos de la devaluación del 14 de agosto, un día después de las PASO. 

Al FMI no le gustan esas medidas de transferencias que aumentan los gastos del gobierno. Pero a Massa tampoco le gustó que le impusieran la devaluación ni le reconoce méritos al salto cambiario. «Si algo mejoramos en la balanza en las últimas semanas, fue por la extensión del impuesto PAIS a la importación de ciertos bienes y servicios, que frenó parte de los pagos al exterior por operaciones especulativas. La devaluación no nos dejó nada en divisas, y en cambio nos provocó un shock inflacionario y deterioro de los ingresos de la población«, señala el ministro candidato en reuniones con allegados. 

Hasta aquí, este es el choque más evidente entre el FMI y el gobierno desde que se aprobó el acuerdo de facilidades extendidas, en marzo de 2022. Pero no significa un alejamiento o ruptura, necesariamente. Si no, detengámonos en lo que dijo Kozack al ser consultada sobre una eventual sustitución del peso por el dólar en la economía argentina:

«Determinar la tasa de cambio es prerrogativa de cada país soberano. Lo que al organismo (FMI) le preocupa de una dolarización es que se pueda asegurar que las políticas macroeconómicas son consistentes con una transición ordenada. Una dolarización total requiere de importantes pasos preparatorios, y tampoco es un sustituto de las buenas políticas macroeconómicas». 

De lo que se deduce que la funcionaria, una estrecha allegada a Kristalina Georgieva, le «bajó el precio» a la dolarización: no considera que sea el remedio mágico para alcanzar la estabilidad monetaria y fiscal –que es la verdad revelada en la religión de Javier Milei– ni parece avalar que estén dadas las condiciones para semejante ensayo. 

Si bien Massa tiene razones para interpretar que el FMI le dio la espalda cuando más apoyo necesitaba en divisas, hay que comprender que este organismo dejó aun más huérfano el experimento de la dolarización que Milei vende como poción mágica. 

En el plano interno, varios de los participantes de la reunión del consejo del salario del miércoles, que definió un aumento del mínimo del 32 por ciento para el último trimestre del año, coincidieron en destacar la actitud de «prudencia» de la representación empresaria, en la que siempre se destaca el rol de la UIA. La reunión fue corta, expeditiva. Hubo un rápido acuerdo para definir un aumento «moderado» frente a una inflación mensual que todavía sigue arriba del 10 por ciento, sin expresiones discordantes de la UIA. «Se cuidaron mucho de no quedar como los que patean el tablero en una situación de emergencia; hay mucha sensibilidad por el clima electoral», confió una muy alta fuente. ¿Prudencia o realineamiento? 

En cuanto a la propia mirada del gobierno sobre las medidas, hay una conclusión que es unánime: la derogación del impuesto a las ganancias para la cuarta categoría (trabajadores en relación de dependencia) y la devolución del IVA sobre compra de productos de la canasta familiar han sido las más impactantes. «Cambiaron el ánimo en el ambiente laboral», sostienen dirigentes sindicales de los que recorren fábricas permanentemente. 

Hay un error de perspectiva en quienes sostienen que eliminar Ganancias «apenas» favorece a un puñado de asalariados de altos ingresos. Quienes vienen detrás, con salarios medios o medio/altos, que pagaron Ganancias en el pasado, saben que un simple retraso de seis meses en la actualización del «piso», frente a una inflación elevada, los mete de nuevo en el terreno de los que pagan. Solo la ley que deroga la cuarta categoría le brinda la tranquilidad de que no volverán a estar alcanzados.

Por último, la devolución del IVA tuvo el enorme mérito, que pocas políticas públicas logran, de su masividad. Al trabajador informal, de bajos ingresos, que se maneja con tarjeta (no son todos, pero es una buena proporción), la medida le llega y lo percibe. Quienes trabajan permanentemente en esa franja de la población, señalan que se notó el impacto. 

En una elección en la que la economía define, el ministro y candidato Massa retomó la iniciativa, mueve el tablero y hasta los factores de poder internos y externos se acomodaron en función de esas iniciativas. Con una oposición casi congelada, jugó una carta más, y de las pesadas: un gobierno de unidad nacional, que incluya a parte de una oposición que podría desmembrarse después de la primera vuelta. Una imagen que no cae nada mal allá, por el Norte, cuyo embajador incluso se anticipó a ofrecer su apoyo si los «moderados» de las dos fuerzas que en ese momento se mostraban en pugna, se juntaban. La «gobernabilidad» los prefiere moderados.


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