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Una por una, las 11 medidas del paquete económico de Massa

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El Ministerio de Economía anunció una serie de iniciativas que apuntan a reducir la volatilidad del tipo de cambio, aplacar el ritmo inflacionario e impulsar la actividad económica.

Por: Miguel Carrasco

El Ministerio de Economía decidió implementar una batería de medidas. El objetivo declarado es estabilizar los tipos de cambios, incrementar la tasa de interés para hacer más atractivas las colocaciones en pesos y acelerar acuerdos con organismos multilaterales, a lo que se sumarán iniciativas para sostener el nivel de consumo y el nivel de actividad.

Algunos de los anuncios serán oficializados este lunes 15 a través del Boletín Oficial. Desde el Palacio de Hacienda sostienen que en el transcurso de la semana se darán a conocer más medidas.

Las iniciativas fueron definidas durante la tarde del sábado, en el marco de la reunión que encabezó el ministro Sergio Massa y en la que estuvieron presentes el secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein; el jefe de asesores de la cartera, Leonardo Madcur; el secretario legal y administrativo, Ricardo Casal; el presidente del Banco Central, Miguel Pesce; el titular de Administración Federal de Ingresos Públicos, Carlos Castagneto; el director general de Aduanas, Guillermo Michel; y el director del Instituto Nacional de Estadística y Censos, Marco Lavagna, entre otros.

Los motores de las decisiones son la marcha de la inflación, cuyo paso viene acelerándose (el dato de inflación de abril llegó al 8,4%, la interanual está en 108,8%) y la caída de las reservas del Banco Central, al punto que las netas serían negativas. Además, la actividad económica se encuentra en zona gris, con alzas y bajas en los indicadores industriales y comerciales.

Las medidas

Tasas de interés: en lo que respecta al Banco Central, la decisión tomada es incrementar la tasa de plazos fijos en 6 puntos porcentual, de manera de hacer más atractivas las colocaciones en pesos, de esta manera la tasa de interés anual que pagarían los plazos fijos a 30 días se ubicarían en torno al 97% para las colocaciones de hasta $ 30 millones.

Intervención en el mercado de cambios: además, en la reunión se ratificó la decisión de que el Banco Central aumentará la intervención en el mercado de cambios y la administración del «crawling peg», término con el que se denomina a la estrategia de devaluación progresiva y controlada de la moneada.

La intervención del Central tendrá como principal objetivo la «estabilización de los tipos de cambios» y «ampliar la capacidad de intervención en CCL y MEP», subrayaron las fuentes.

Acuerdos con el FMI, China y Brasil: también las autoridades del Ministerio de Economía buscarán acelerar los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional, el swap con China y la obtención de una garantía crediticia a través del Nuevo Banco de Desarrollo de los países que conforman el Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), para lo que el ministro Massa viajará el próximo 29 de mayo a Beijing para participar de una reunión del foro que nuclea a las principales potencias emergentes.

medidas

Foto: Télam

Ahora 12: en lo que respecta al consumo, las decisiones tomadas pasan por bajar la tasa de interés del programa Ahora 12 en 9 puntos porcentuales en la compra de productos de origen nacional.

Tasas de interés en tarjetas de crédito: el Banco Central ordenará la reducción de las tasas de interés para los saldos impagos de tarjetas de crédito.

Reintegros a compras con débito: también se dispondrán medidas de incremento en los reintegros de compras hechas con tarjetas de débito por sectores vulnerables.

Deudas con la AFIP: la Administración Federal de Ingresos Públicos implementará un nuevo plan de pago de deuda corriente de hasta 84 cuotas y un alivio fiscal para la moratoria de las cuotas con tasa Badlar (la que se aplica a plazos fijos , en respuesta a un pedido formulado esencialmente por las entidades pymes.

Importaciones: se acelerará la aprobación de los pedidos presentados en el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) para la importación de bienes de capital, a través del mecanismo denominado SIRA a 360 días.

Creación de la Unidad de Análisis Comercio, Seguimiento, Trazabilidad y Promoción de las Operaciones de Comercio: tendrá por objetivo monitorear las operaciones de compra y venta de bienes y servicios en el comercio interno y externo; promover con equidad las operaciones comerciales, evitando posiciones dominantes; verificar la trazabilidad de los bienes objeto de comercio y la correcta tributación en cada etapa y orientar al consumidor atendiendo las variables obtenidas en el proceso de seguimiento.

Suspensión de acciones antidumping: se publicará una Resolución ministerial suspendiendo la aplicación de Derechos Antidumping por “circunstancias atinentes a la política general de comercio exterior y al interés público”. Así se favorecerá la importación de bienes intermedios e insumos difundidos que podrían competir por precio con los de origen local.

Mercado Central: jugará un rol más importante en la referencia de precios y se le permitirá la importación de alimentos sin pagar aranceles a fin de que desde allí se abastezca a los supermercados de cercanía, autoservicios y almacenes.


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A qué juega Massa: Movidas audaces pero sin patear el tablero

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La reacción del FMI, las corporaciones y la población más vulnerable al conjunto de las medidas económicas tomadas en las últimas semanas por Sergio Massa. El impacto de la eliminación de Ganancias para los trabajadores y la devolución del IVA.
Raúl Dellatorre

Por Raúl Dellatorre

Si el resultado de las elecciones pasara principalmente por la economía, ¿quién va a definir estas elecciones? ¿El estado de ánimo de la población o las propuestas de los candidatos? ¿Importan o se perciben las diferencias entre las propuestas económicas? ¿O predomina el voto «enojo y castigo» por sobre la evaluación de esas diferencias?. Además, ¿cómo juega el factor externo, el poder económico global, en la pelea? ¿Qué incidencia tiene el FMI, o el gobierno de Estados Unidos, en el voto? Dicho de otro modo: ¿por quién vota el FMI?

Sin que la pretensión de este cronista sea la de responder a todos esos interrogantes –diría nuestro «por siempre» inolvidable Mario Wainfeld–, se podría asegurar que diversas acciones de diferentes actores en los últimos días, conllevan la intención de responder a varias de esas preguntas a la vez. Tomemos tres momentos de esa secuencia. La conferencia de prensa de la portavoz del FMI del jueves. La reunión virtual del Consejo del Salario del miércoles. El resumen que hace Sergio Massa del conjunto de medidas adoptadas con posterioridad a la devaluación del 14 de agosto, en cualquiera de sus últimas presentaciones. 

Las expresiones de Julie Kozack, vocera del FMI, del jueves con respecto a la situación argentina valen tanto por lo que dijo como por lo que sugirió sin decir. Veamos. «La situación económica actual sigue siendo muy desafiante y compleja. La inflación es muy alta y está subiendo. Los activos de las reservas internacionales son bajos. Las condiciones sociales son frágiles». Esta síntesis del cuadro, arrojado sobre la mesa no como un informe que llevó por escrito, sino en respuesta a preguntas de los periodistas, no tienen evidentemente la intención de llevar calma y sugerir que los problemas se están resolviendo, sino que está poniendo de manifiesto crudamente la gravedad de la situación. 

Vayamos a cómo siguió su relato, cuando le preguntaron específicamente por las últimas medidas tomadas por el gobierno argentino, todas con clara orientación de provocar transferencias de ingresos a favor de los sectores medios y bajos, a costa en su mayoría de las arcas fiscales. 

«Las medidas políticas y los anuncios adoptados recientemente se suman a los desafíos de Argentina. El paquete de medidas que se tomaron, acordado con el Fondo en el contexto de las recientes revisiones, tenía la intención de salvaguardar la estabilidad y reconstruir las reservas. Estamos trabajando en entender mejor el impacto y la necesidad de medidas de compensación».

Lo dicho por la portavoz del Fondo sugiere que el organismo no desconocía las medidas que iba a tomar Massa tras recibir, el 23 de agosto, el desembolso de 7500 millones de dólares. Esas medidas, que empezó a anunciar el domingo 27, buscaban compensar los efectos de la devaluación del 14 de agosto, un día después de las PASO. 

Al FMI no le gustan esas medidas de transferencias que aumentan los gastos del gobierno. Pero a Massa tampoco le gustó que le impusieran la devaluación ni le reconoce méritos al salto cambiario. «Si algo mejoramos en la balanza en las últimas semanas, fue por la extensión del impuesto PAIS a la importación de ciertos bienes y servicios, que frenó parte de los pagos al exterior por operaciones especulativas. La devaluación no nos dejó nada en divisas, y en cambio nos provocó un shock inflacionario y deterioro de los ingresos de la población«, señala el ministro candidato en reuniones con allegados. 

Hasta aquí, este es el choque más evidente entre el FMI y el gobierno desde que se aprobó el acuerdo de facilidades extendidas, en marzo de 2022. Pero no significa un alejamiento o ruptura, necesariamente. Si no, detengámonos en lo que dijo Kozack al ser consultada sobre una eventual sustitución del peso por el dólar en la economía argentina:

«Determinar la tasa de cambio es prerrogativa de cada país soberano. Lo que al organismo (FMI) le preocupa de una dolarización es que se pueda asegurar que las políticas macroeconómicas son consistentes con una transición ordenada. Una dolarización total requiere de importantes pasos preparatorios, y tampoco es un sustituto de las buenas políticas macroeconómicas». 

De lo que se deduce que la funcionaria, una estrecha allegada a Kristalina Georgieva, le «bajó el precio» a la dolarización: no considera que sea el remedio mágico para alcanzar la estabilidad monetaria y fiscal –que es la verdad revelada en la religión de Javier Milei– ni parece avalar que estén dadas las condiciones para semejante ensayo. 

Si bien Massa tiene razones para interpretar que el FMI le dio la espalda cuando más apoyo necesitaba en divisas, hay que comprender que este organismo dejó aun más huérfano el experimento de la dolarización que Milei vende como poción mágica. 

En el plano interno, varios de los participantes de la reunión del consejo del salario del miércoles, que definió un aumento del mínimo del 32 por ciento para el último trimestre del año, coincidieron en destacar la actitud de «prudencia» de la representación empresaria, en la que siempre se destaca el rol de la UIA. La reunión fue corta, expeditiva. Hubo un rápido acuerdo para definir un aumento «moderado» frente a una inflación mensual que todavía sigue arriba del 10 por ciento, sin expresiones discordantes de la UIA. «Se cuidaron mucho de no quedar como los que patean el tablero en una situación de emergencia; hay mucha sensibilidad por el clima electoral», confió una muy alta fuente. ¿Prudencia o realineamiento? 

En cuanto a la propia mirada del gobierno sobre las medidas, hay una conclusión que es unánime: la derogación del impuesto a las ganancias para la cuarta categoría (trabajadores en relación de dependencia) y la devolución del IVA sobre compra de productos de la canasta familiar han sido las más impactantes. «Cambiaron el ánimo en el ambiente laboral», sostienen dirigentes sindicales de los que recorren fábricas permanentemente. 

Hay un error de perspectiva en quienes sostienen que eliminar Ganancias «apenas» favorece a un puñado de asalariados de altos ingresos. Quienes vienen detrás, con salarios medios o medio/altos, que pagaron Ganancias en el pasado, saben que un simple retraso de seis meses en la actualización del «piso», frente a una inflación elevada, los mete de nuevo en el terreno de los que pagan. Solo la ley que deroga la cuarta categoría le brinda la tranquilidad de que no volverán a estar alcanzados.

Por último, la devolución del IVA tuvo el enorme mérito, que pocas políticas públicas logran, de su masividad. Al trabajador informal, de bajos ingresos, que se maneja con tarjeta (no son todos, pero es una buena proporción), la medida le llega y lo percibe. Quienes trabajan permanentemente en esa franja de la población, señalan que se notó el impacto. 

En una elección en la que la economía define, el ministro y candidato Massa retomó la iniciativa, mueve el tablero y hasta los factores de poder internos y externos se acomodaron en función de esas iniciativas. Con una oposición casi congelada, jugó una carta más, y de las pesadas: un gobierno de unidad nacional, que incluya a parte de una oposición que podría desmembrarse después de la primera vuelta. Una imagen que no cae nada mal allá, por el Norte, cuyo embajador incluso se anticipó a ofrecer su apoyo si los «moderados» de las dos fuerzas que en ese momento se mostraban en pugna, se juntaban. La «gobernabilidad» los prefiere moderados.


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