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Viernes 20 de Junio del 2025

SOCIEDAD

Todos vs Guzmán por el acuerdo con el FMI

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La auto defensa del ex funcionario aglutinó a CFK, Máximo y el jefe de Hacienda detrás de la idea del pacto a espaldas del Frente de Todos. El Presidente, los hechos y las versiones. 

Leandro Renou

Por Leandro Renou

La reaparición del ex ministro de Economía, Martín Guzmán, volvió a poner sobre el tablero la historia secreta, con versiones opuestas de los hechos, de cómo se llegó a cerrar el acuerdo para pagar el crédito de 45 mil millones de dólares que le gobierno de Mauricio Macri tomó con el Fondo Monetario (FMI). Su posición, en la que sostiene que siempre dio detalles a todos los funcionarios nacionales de peso y al kirchnerismo sobre el avance del acuerdo, logró aglutinar frente a él a todo el arco oficialista, que tiene un versión de los acontecimientos coincidente y radicalmente diferente a la de Guzmán. Tanto el ministro de Economía, Sergio Massa, como el diputado Máximo Kirchner, el gobernador Axel Kicillof y la vice Cristina Fernández aseguran que fue un pacto a espaldas del Frente de Todos y que no se expuso la responsabilidad del macrismo en un crédito de corte político. Tan relevante es esa coincidencia que es parte fundacional del acuerdo de estabilidad política y económica que hoy tienen Massa y CFK.

El Presidente Alberto Fernández, según pudo saber Página/12, incrementó en las últimas horas su malestar con Guzmán, a quien supo criticar en público. «Se va enterando de algunas cosas por capítulos», destacan los que conocen al mandatario, y agregan que «no le gustó nada el momento que eligió Guzmán para hablar». Del lado del ex ministro aseguran que la relación con Fernández seguirá siendo cuidada pero aseguran que responderán cualquier versión que no refleje los hechos tal como ellos los conciben. 

El zoom de Massa con el FMI

Tras la entrevista que Guzmán le dio al periodista Alejandro Fantino, volvieron a encenderse las alarmas y el que redobló la apuesta fue Massa. «Cuando llega el acuerdo al Congreso, el ex ministro plantea que si no aprobábamos el texto como él decía, se caía el acuerdo. Pero yo tuve una reunión vía Zoom con el equipo técnico del FMI en el que les pregunté si era así y me dijeron que no, que era mentira, que no necesitábamos que el texto fuera tal y como se había mandado al Congreso. Si no que en la medida en la que se aprobara el acuerdo, era importante para el acuerdo», dijo el actual ministro de Economía en una entrevista con Futurock. La nota la escuchó de principio a fin el entorno de Guzmán, que niega la versión. 

Cerca del ex ministro afirman que ese Zoom con el staff que menciona Massa lo armaron, en realidad, el mismo Guzmán y el encargado de la relación con el organismo en Washington, Sergio Chodos, para que Massa se informe y se saque dudas. ¿Qué era lo que le preocupaba a Massa según el ex ministro? Que el proyecto que se llevara al Congreso tuviera separado en dos artículos el acuerdo. Por un lado, el desembolso de DEGS para el pago de la deuda; y por otro, el Memorando de Entendimiento que contenía las metas y políticas para que Argentina siga. Votarlos juntos era, para el oficialismo, un riesgo de perder apoyo de la oposición que podría cuestionar el voto al plan completo, es decir, al desembolso de dólares y al plan económico para cumplir. El FMI aseguraba que no podía votarse una cosa sin la otra. Finalmente, el Memorando fue en un anexo, que no modificaba la cuestión de fondo pero sí le permitía a Juntos por el Cambio disimular que había votado, también, el plan económico. 

Kicillof y Massa contra Guzmán

En el Gobierno ya sabían que Guzmán venía jugando en privado mostrando las ideas que formalizó en la entrevista, pero lo consideran un dato menor. En ese frente Guzmán tiene un problema: no cuenta con respaldo político de ningún tipo y perdió la banca del Presidente, que cuentan en el entorno de Fernández «ya renunció a defenderlo». De todos modos, cerca del ex pupilo del Nobel Joseph Stiglitz siguen sosteniendo que «el Presidente, Cristina, Máximo y Kicillof» estaban informados del paso a paso. De hecho, agregan, cuando el kirchnerismo decidió no atenderle más el teléfono, él se encargó de mandarle al gobernador bonaerense los avances por mensaje de texto. No tuvo respuesta y en el kirchnerismo niegan conocer el detalle y aseguran que Guzmán había prometido una reestructuración de la deuda (tener los 45 mil millones de dólares de una vez para saldar la deuda y luego verse en 10 años) y no una refinanciación. 

Kicillof, en ese sentido, bancó la posición de Massa de que Guzmán había prometido otra cosa. «Hay que diferenciar refinanciación de reestructuración. Hasta determinado punto donde Martín llevaba la negociación, buena parte del Gobierno hasta el Presidente comprendían que de lo que se trataba era de reestructurar la deuda que habia tomado Macri. Esto es renegociar los pagos», dijo. «Pero en un momento se supo -continuó-, sorpresivamente, que no se trataba de eso, de cambiar el cronograma y los montos, en definitiva las condiciones de eso impagable; sino que de repente nos enteramos que se trataba de un nuevo préstamo para pagar el de Macri. Eso es refinanciar, y esa es la mentira que nos ocultó el ex ministro». 

El momento político

En el análisis político, la reaparición de Guzmán también es impropia porque no decodifica que buena parte del estabilidad política actual parte de la base de dos cosas: ni Massa ni CFK querían ese acuerdo, y lo que es más fuerte, ninguno de los dos quería a Guzmán en el cargo por considerar que no conocía los modos ni lugares de funcionamiento del Estado, la tan mentada «botonera». Un dato poco conocido es que si hubiera una forma de medir el malestar, Massa estaría primero entre los que manifestaron que Guzmán no podía ser ministro. Bastantes cuerpos por encima de CFK. Kicillof, de hecho, confirmó que el acuerdo con el FMI y la salida de Guzmán fueron el factor que desestabilizó la política. «La salida de Guzmán fue un hecho que produjo una inestabilidad enorme, no se si voluntariamente o involuntaria, fueron semanas de muchísima inestabilidad ocasionadas por su salida intempestiva”, dijo.

Hay un punto, sin embargo, en el que ambos bandos coinciden pero aún así los aleja. El nivel de exposición que debía tener la responsabilidad del macrismo en la toma del préstamo, y que fue un crédito político avalado por la administración de Donald Trump para lograr que Macri llegara con chances a las elecciones presidenciales del 2019. Tal lo expuso Máximo Kirchner en una entrevista reciente, en la que incluso aseguró que si no se podía un acuerdo mejor, lo interesante hubiese sido que eso quedase expuesto de manera clara y directa ante la sociedad, que es la que termina afectada por el destino del dinero. A su favor, hay que decir que eso ya lo había planteado en un encuentro que hubo en la quinta de Olivos en enero del 2021. «Al FMI lo trajo Macri, que se haga cargo», expresó en su momento, en un mitin del que fueron parte el Presidente, CFK, Guzmán, Máximo y Kicillof. Cerca de Guzmán, en tanto, aseguran que en cada aparición pública manifestó al responsabilidad de Macri y la oscuridad de un organismo como el FMI. 


Avisos

RIO TURBIO

20 de junio ¿por qué celebramos el Día de la Bandera?

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A 205 años del fallecimiento de Belgrano, la Argentina celebra el Día de la Bandera. Por qué se eligió esta fecha, cómo nació el símbolo patrio más reconocido y qué lugar ocupa hoy en la construcción de la identidad nacional.

Por Dr. Cristian Baquero Lazcano

Cada año, cuando el invierno apenas asoma y el calendario marca el 20 de junio, la Argentina entera detiene su marcha. Las aulas, las plazas, los medios de comunicación y los discursos institucionales se visten de celeste y blanco. El Día de la Bandera no es solo una evocación protocolar, es una cita con la historia y con la identidad.

La fecha fue establecida por ley en 1938, como homenaje al fallecimiento de Manuel Belgrano, creador de la enseña patria, ocurrido el 20 de junio de 1820. Pero la elección no fue casual ni improvisada, fue una forma de dar visibilidad y reconocimiento tardío a uno de los hombres más lúcidos, comprometidos y silenciosos de la emancipación sudamericana.

¿Por qué el 20 de junio?

Belgrano murió en soledad y sin honores oficiales. Aquel 20 de junio de 1820, Buenos Aires atravesaba una de las mayores crisis políticas de su historia, las provincias estaban en conflicto, las autoridades se disputaban el poder, y el deceso del prócer pasó prácticamente inadvertido. No hubo exequias de Estado ni luto nacional.

Recién en el siglo XX se saldaría esa deuda simbólica con la figura del prócer. El 8 de junio de 1938, el Congreso Nacional sancionó la Ley 12.361, que instauró el 20 de junio como feriado nacional en homenaje a la bandera y a su creador. Desde 2011, por decreto, es un feriado inamovible. Y desde entonces, la fecha se transformó en una jornada de reflexión, promesa escolar y conmemoraciones masivas, especialmente en Rosario, donde la bandera fue izada por primera vez.

Una bandera que nació sin autorización

La bandera argentina fue creada el 27 de febrero de 1812, en el entonces villorrio de Rosario, en plena campaña del Ejército del Norte. Belgrano, al frente de las tropas, ordenó levantar una bandera que pudiera distinguir a los soldados patriotas en el campo de batalla. La escarapela ya había sido adoptada oficialmente días antes, con los colores blanco y celeste.

Siendo preciso enarbolar bandera y no teniéndola, la mandé hacer blanca y celeste conforme a los colores de la escarapela nacional”, escribió Belgrano en su informe. El Triunvirato porteño, sin embargo, le prohibió seguir usándola. Pero el símbolo ya había calado hondo.

Del campo de batalla al aula escolar

Los primeros usos de la bandera fueron estrictamente militares. En una época sin uniformes ni divisas claras, era clave tener una insignia que permitiera distinguir aliados de enemigos. El color rojo, tradicionalmente asociado a los realistas, fue evitado de forma explícita por Belgrano.

Con el tiempo, la bandera ganó legitimidad popular y política. El Congreso de Tucumán la adoptó como símbolo nacional en 1816, y dos años después, en 1818, se incorporó el Sol de Mayo, inspirado en las primeras monedas patrias acuñadas en Potosí.

Este sol -con rostro humano y 32 rayos alternados- representa la Revolución de Mayo y marca el carácter de “bandera mayor” o de guerra, a diferencia de la versión sin sol, usada hasta 1985 por particulares.

Rosario, el corazón de la celebración

La ciudad de Rosario, donde Belgrano izó por primera vez la bandera a orillas del río Paraná, es la sede histórica de las celebraciones. Allí se erige el Monumento Nacional a la Bandera, inaugurado oficialmente el 20 de junio de 1957, con desfiles, discursos y presencia de autoridades. Desde hace algunos años, se sumó un símbolo colectivo de gran impacto, la bandera más larga del mundo, confeccionada por miles de vecinos y escuelas en tramos que se van uniendo hasta superar los diez kilómetros.

De emblema militar a símbolo colectivo

La bandera no es solo un paño, ni un accesorio ornamental. Es un emblema de pertenencia, un testigo silencioso de la historia y una señal de identidad cultural. Flamea en las escuelas, pero también en los balcones, los estadios, las movilizaciones, las tragedias y los logros deportivos.

Por eso, cada 20 de junio, la Promesa de Lealtad a la Bandera que realizan los alumnos de cuarto grado en todo el país adquiere una profundidad especial. No es una fórmula vacía. Es la primera vez que muchos niños se reconocen parte de una comunidad política que los trasciende.

Un legado que interpela

Belgrano no fue solo el creador de la bandera. Fue también un reformista ilustrado, defensor de la educación gratuita, promotor de la industria nacional y figura clave en el proceso de independencia. Su vida, cargada de renuncias personales y servicio público, representa una ética de la responsabilidad que todavía hoy resulta incómoda en tiempos de discursos fáciles.

Que este 20 de junio no sea apenas una jornada con discursos escolares y mástiles engalanados. Que sea también un momento para preguntarnos cuánto hay en nosotros de esa promesa original, la de construir una patria libre, justa y soberana. Como la que Belgrano imaginó bajo su bandera.

(*) Cristian Baquero Lazcano

Profesor e Investigador Universitario. Doctor en Psicología Social. Director de Comunicación de la Asociación Argentina de Ceremonial y Protocolo (ASARP). Especialista en Heráldica y Vexilología. Creador de banderas y escudos oficiales en municipios y comunas de la República Argentina.


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