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Sergio Massa confirmó que tuvo su primera reunión con el FMI: “Fue muy productiva”

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El ministro de Economía anunció medidas tras la jura. Cumplir con la meta de déficit, congelamiento de la planta del Estado y ahorro energético, entre los principales objetivos detallados

Tras asumir como ministro de Economía, Sergio Massa anunció las primeras medidas de su plan económico para intentar contener la crisis. Buscará calmar el mercado, acumular reservas y estabilizar las principales variables. “Vamos a mirar lo económico productivo parados en dos ejes, principios y motores”.

El objetivo del ministro es lograr reducir el gasto con un programa creíble y así atraer inversiones extranjeras para reforzar las arcas del Banco Central, que alcanzaron un punto crítico.

“Nuestro país tiene las reservas más importantes de la energía que el mundo demanda”, comenzó Massa, para luego enumerar los avances del campo, del litio y de la industria del conocimiento. “La riqueza la tenemos que construir entre todos”, agregó.

Principales medidas
Orden fiscal: Cumplir con el 2,5 del déficit primario establecida por el Presupuesto sacado por DNU. “Vamos a hacer todas las correcciones necesarias para ordenar”, dijo.
No se usará el saldo del Tesoro para lo que resta del año. El lunes se hará un reintegro por 10.000 millones al Banco Central.

Rige el congelamiento de la planta del Estado para toda la administración pública nacional descentralizada. Cada jurisdicción será responsable de las empresas descentralizadas y deberán presentar una declaración jurada por mes sobre su planta.

Segmentación de tarifas: Más de 4 millones de argentinos no solicitaron mantener los subsidios y ese es un primer corte. Se va a promover el ahorro. En luz se va a subsidiar hasta 400 kilovatios, alcanzando al 80% de los usuarios, pero solo el 50% del consumo total residencial. En el gas, la quita de subsidios seguirá la misma lógica, respetando la estacionalidad de las distintas zonas del país. Rige a partir de septiembre.

Superávit comercial: Se promoverá por DNU regímenes para agroindustria, minería, hidrocarburos y de economía del conocimiento para el crecimiento de exportaciones.

Se abrirá un registro por 60 días para que las empresas rectifiquen su posición frente a la Aduana más de 13.000 operaciones de 372 empresas que compraban productos a menor precio y lo triangulaban en otro destino, pasado ese plazo se dará intervención a la Justicia y ante la Unidad de Lavado de Dinero de Estados Unidos.

Crédito a tasas promocionales para fomentar las exportaciones.

Trazabilidad para el comercio exterior, parta obtener mayor control y transparencia para el uso de divisas para importaciones.
se acordó un esquema de adelanto de exportaciones con las cadenas de valor de la pesca, el agro, la minería y otros sectores para que ingresen en los próximos días US$5000 millones para engrosar las reservas del BCRA.

Negociación con organismos internacionales del desembolso de US$1200 millones para programas vigentes y otros en estudio. Se firmará con la CAF un desembolso adicional de US$750 millones


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El gobierno anunció un acuerdo con las universidades que no existe

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El gobierno informó un incremento en el presupuesto universitario pero solo abarca los gastos de funcionamiento.  El Consejo Interuniversitario Nacional señaló que es un reconocimiento al ajuste aunque considera insuficiente a propuesta. Se mantiene la movilización de la semana próxima. 

La marcha prevista para el 23 de abril en defensa de la universidad pública que se realizará en todo el país promete ser multitudinaria. Crecen las expresiones de apoyo y convocatoria tanto a nivel nacional como en el extranjero, incluso centros de estudiantes de universidades privadas, como la UADE, se suman a la convocatoria. Actores, científicos, docentes, dirigentes gremiales y estudiantes llaman a movilizarse contra el desastre que se avizora ante el desprecio que le dispensa el gobierno libertario a la educación pública. La primera reacción del gobierno fue el ataque furioso, encabezado por el presidente Javier Milei. Anoche, además, hubo un intento de desactivar la movilización. Desde el Ministerio de Capital Humano informaron que «se dispuso un aumento del 70 por ciento en marzo llevando la asignación por gastos de funcionamiento» y adelantaron que en mayo se otorgará el mismo porcentaje. De esa manera, el gobierno lanzó a rodar una moneda falsa al anunciar que se había llegado un acuerdo. El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que congrega a todas las universidades públicas, lo desmintió. «Nos parece bien que reconozcan que existe el ajuste, porque hasta hace poco lo negaban. Queremos sentarnos a dialogar, pero la propuesta sigue siendo insuficiente», señalaron desde una de las universidades.  El CIN  ratificó la convocatoria a la movilización. 

El gobierno ya utilizó esta estrategia sin resultados positivos.  Ante el conflicto, rechaza su existencia, ataca a sus protagonistas, cuando todo está por desmadrarse hace una oferta y, a través de las redes sociales, vende una solución que no existe. Así lo hizo el pasado 14 de marzo cuando intentó frenar la huelga nacional de los docentes universitarios. La noche anterior anunció el incremento de un 70 por ciento para gastos de mantenimiento que las universidades debían recibirlo los primeros días de abril. Los gremios docentes y no docentes no se equivocaron en mantener el paro porque ese dinero no llegó.

Es más, se trata del mismo porcentaje que forma parte del ofrecimiento que realizaron a última hora de este jueves al CIN. Pero este aumento representa en realidad menos del 10 por ciento del presupuesto de las universidad que todavía no lo cobraron. El gobierno dice que ese 70 por ciento «lleva la asignación por gastos de funcionamiento a $10.075.851.995 mensuales para las Universidades Nacionales» y propone otro «70 por ciento en el mes de mayo alcanzando los $14.224.732.213 mensuales, totalizando un 140 por ciento de aumento sobre la asignación base de $5.926.971.777 mensuales». «Además –agregó el comunicado–, se dispuso una partida extraordinaria para atender las necesidades de los hospitales universitarios de $14.403.479.661».

Los números siguen siendo insuficientes porque, como sostienen en las universidades, el ajuste es superior a lo que está ofreciendo ahora la Rosada. La propuesta es un aumento sobre los gastos de funcionamiento de las universidades que representan solo es el 10 por ciento del presupuesto. El otro 90 por ciento son los salarios. 

En cambio, el gobierno anunció que estos los montos surgían de un consenso alcanzado con los rectores de las universidades nacionales y anticipó un encuentro para avanzar en «lograr una educación universitaria de calidad». Sin embargo, desde el CIN no dijeron lo mismo. Valoraron «que se reconozca parte de lo que venimos reclamando, sustancial e ineludible para el normal funcionamiento de nuestras instituciones». Y señalaron que el diálogo convocado porque «es sin dudas el camino para lograr acuerdos duraderos que den la previsibilidad que el sistema universitario y científico necesita las en materia presupuestaria». Pero los rectores también informaron que están «a la espera de la invitación formal a la reunión donde se anuncie formalmente estas medidas, reunión a la cual asistirá el Comité Ejecutivo». Advirtieron, además, que el Consejo Interuniversitario «siempre ha estado y estará en virtud de nuestro convicción profunda respecto del rol estratégico que la educación pública, el sistema público de educación superior y la ciencia tienen para el país». Y destacaron que la marcha convocada para el 23 abril «continúa siendo una actividad de vital importancia y de visibilización, la cual el CIN adhiere y convoca».

«No hubo un acuerdo, hubo una propuesta del gobierno, de manera informal, donde se comprometen a subsanar el 25 por ciento del ajuste de los gastos de funcionamiento de las universidades», señaló en las redes sociales Emiliano Yacobitti, vicerrector de la UBA.

El comunicado de los rectores a la propuesta apresurada y de última hora también es una respuesta a los ataques a los que los sometieron tanto el presidente Milei como su ministro del Interior Guillermo Francos. A los docentes universitarios el Presidente los llamó “salamines firmadores de cartas de indignación” y acusó a la educación pública de generar «disonancia cognitiva». A su turno, Francos se preguntó si ante los problemas presupuestarios no deberían plantearse «la forma de generar más recursos a los que aporte el Estado nacional». Tanto Francos como Milei tienen en común el haber egresado de universidades privadas. Tal vez eso también explica el desapego que expresan por las universidades públicas. 


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