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Los bonos de $ 18.000 servirán de “anabólico” para contener la pobreza pero preocupa el segundo semestre

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Se espera que en los primeros seis meses del año la pobreza se mantenga en torno del 37% o 40%, mientras que la indigencia alcanzará a cerca d el 10% de las personas a raíz de la ayuda del Gobierno. La inflación podría complicar el panorama, especialmente en julio y diciembre.

El bono de $ 18.000 que cobrarán monotributistas e informales servirá al Gobierno para generar otro “efecto platita”, sin duda clave desde lo político en tiempos de bolsillos demasiado flacos y una suerte de anabólico, aunque al mismo tiempo tendrá un efecto secundario para nada menor.

Este ingreso extra –que se repartirá entre mayo y junio en partes iguales- permitirá que los índices de pobreza e indigencia se mantengan contenidos dentro de las cifras actuales, algo que de algún modo creará un escenario ficticio, pero que en este sentido le dará al Gobierno cierto respiro, al menos, durante el primer semestre.

A este shock de ingresos se le deberá sumar también el adelantamiento de las paritarias acordado entre el Gobierno, los sindicatos y las empresas, que le permitirán a muchas personas alejarse del piso que marca el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) para no caer en la pobreza o la indigencia.

Según sostuvo a NA Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), tanto los bonos como las paritarias tempranas tendrán un efecto positivo entre mayo y julio, por lo que serán elementos de alivio.

“Todo esto podría generar otra burbuja de consumo, como ya ocurrió en otras oportunidades, pero no dejará de ser más que eso, por lo que no se puede ver como algo sostenible en el tiempo ya que se trata de un mecanismo de asistencia que no está fundado”, explicó Salvia.

Incluso, en este sentido, el especialista de la UCA destaca también un punto importante en lo que tiene que ver con las mejoras salariales previstas. En primer lugar, que no serán demasiados los gremios que cierren paritarias capaces de, al menos, empardar la inflación anual prevista en cerca de 60%, por lo que efecto compensador que podría tener esa mejora salarial sería relativo.

A esto, dice, hay que sumarle que si esas negociaciones no contemplan actualizaciones periódicas, la situación de los trabajadores de esa rama, por efecto de la inflación, será todavía más delicada.

Así, todo hace pensar, según los cálculos de Salvia, que la pobreza se podría mantener en torno al 37%-40% en el primer semestre de este año, mientras que la indigencia rondaría entre el 8% y el 10%, algo muy similar a las cifras actuales.

Esto no estaría basado en la mayor creación de empleo sino en estos shocks de ingresos de dinero que intenta imponer el Gobierno, justamente lo que lleva a que la situación sea delicada.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el fuerte avance de la inflación, con la consecuente pérdida del poder adquisitivo, podría generar que ese panorama se agudice.

Incluso, Salvia sostiene que actualmente son los planes sociales los que sostienen a muchísimos argentinos por encima de las líneas de pobreza e indigencia, y que si se eliminaran esos sustentos la indigencia hoy se podría mover en torno al 19%-20%, y la pobreza del 50%.

Salvia explica también que tanto los bonos como el adelantamiento de las paritarias servirán para mantener el camino que se viene transitando tras la salida de la pandemia dura, cuando algunas actividades volvieron a la vida y se observó una reactivación de la economía y, como consecuencia, de la toma de personal.

“En el segundo semestre del año pasado aumentó el número de perceptores laborales en el hogar sus ingresos producto de la reactivación postcovid, en lo que también tuvo gran influencia la inversión pública, sobre todo en lo que tiene que ver con la infraestructura. Se dio un aumento del empleo en la industria y en el sector informal. Hubo una burbuja de consumo; no olvidemos que en la previa de las elecciones se lanzó el “plan platita”, que tuvo un impacto importante”, apuntó Salvia.

Lo que preocupa ahora, sobre todo para el segundo semestre es cómo sigue esta historia, con los bonos ya pagados –se cumplirse la promesa oficial- y las paritarias ya pautas.

Luego del shock post reactivación de la pandemia se aceleró el crecimiento de la inflación, sobre todo en alimentos, y a la par no se ve un alza importante en la toma de personal por parte de las empresas, ni de las percepciones al mismo nivel que la suba de precios. “Todo esto deberían decantar en un aumento de la pobreza”, vaticina Salvia.

Esto tiene que ver con que el shock de la creación de empleo y de la mejora de los ingresos ya se habrá hecho, por lo que, a menos que haya un plan macroeconómico concreto que permita un repunte firme y real de la situación, para el segundo semestre del año la realidad podría ser más compleja aún.

“Si eso no ocurre, se deberán seguir generando otros shocks; de lo contrario es muy difícil pensar que el panorama cambiará, ya que hasta ahora los números que se ven de pobreza e indigencia son de alguna forma artificiales”, resumió Salvia.


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Cristina Kirchner volverá a hablar hoy sábado en un homenaje al Padre Mugica

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Cristina Kirchner volverá a aparecer en público hoy en el Instituto Patria, en un homenaje al Padre Carlos Mugica, a 50 años de su asesinato por la Triple A. Será el tercer acto consecutivo de la expresidenta en solo dos semanas. En ambos discursos, descargó duras críticas a la gestión de Javier Milei luego de varios meses en los que solo planteó sus divergencias con el Presidente a través de las redes sociales y en un extenso documento que difundió a mediados de febrero. Las apariciones de CFK no pasan desapercibidas en medio del debate por la Ley Bases en el Senado y la pulseada por el liderazgo del peronismo. Preparándose para esa pulseada, el gobernador Axel Kicillof también encabezará un encuentro el 18 de mayo en Florencio Varela, rodeado de dirigentes que lo empujan a ocupar una mayor centralidad.

El edificio de la calle Rodríguez Peña, donde tienen sus oficinas Cristina Kirchner, será otra vez el escenario en que la exvicepresidenta “entronizará” una imagen de la Virgen de Luján a pedido de los curas villeros (que estarán presentes), en el día que se cumple medio siglo del asesinato del Padre Mugica en el barrio porteño de Villa Luro acribillado por la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina). Se espera que reitere sus cuestionamientos al brutal programa económico y que haga referencias a las reformas que se discuten en el Congreso de la Nación.

«Se está tratando algo muy importante en el Senado y que deberíamos estar preocupados todos los argentinos. Me quiero referir a un capítulo a lo que yo llamo el ‘Estatuto legal del coloniaje versión siglo XXI’: el nuevo estatuto, de economía extractivista, sin valor agregado, sin eslabonamiento industrial, sin generación de tecnología, sin investigación y desarrollo, es el capítulo que es el RIGI», expresó CFK el martes pasado al referirse a los exorbitantes beneficios que impulsa Milei para los grandes inversores.

El tercer acto de la exmandataria en dos semanas también tiene connotaciones respecto a la reorganización del peronismo y su protagonismo. Durante el acto que encabezó en Quilmes, CFK hizo referencia a una cita suya sobre el futuro del partido, pero criticó sin dar nombres a quienes fogonean la disputa interna: «Cuando en Avellaneda dije que cada dirigente tenga en su mochila el bastón de mariscal, no era para que se lo den por la cabeza a otro compañero, era para tomarlo y lograr que la gente pueda vivir mejor. Tenemos una enorme responsabilidad como oposición, que es discutir el país que queremos reconociendo lo que hicimos, lo que nos faltó y mirando para adelante. Siempre hay que mirar para adelante», sentenció en aquel momento.

Más allá de intentar bajar la tensión, los gestos de CFK fueron claros: cerró ese acto junto a Máximo Kirchner, la intendenta local Mayra Mendoza y el ex ministro “Eduardo “Wado” De Pedro, todos dirigentes de La Cámpora. Mientras Kicillof y su vice, Verónica Magario, lo veían desde la primera fila de los asistentes.

Desde el Instituto Patria aseguran que la expresidenta ya dio su palabra sobre la interna y sostienen que hay que centrar las críticas al modelo anarcocapitalista de Milei y a enfrentar las leyes que impulsa en el Congreso que apuntan a desguazar el Estado y las empresas públicas y abre las puertas a las grandes corporaciones extranjeras para el saqueo de los recursos naturales del país casi sin costo alguno.

Movimientos en Provincia

Kicillof, en tanto, también avanza en sus movimientos y participará el sábado 18 de un “debate y análisis” sobre la situación de la provincia de Buenos Aires y la Argentina en la Universidad Arturo Jauretche de Florencio Varela. Allí lo rodearán intendentes, legisladores, sindicalistas y referentes de organizaciones sociales que lo impulsan para acelerar la construcción de un armado político en el que no prime el predominio de La Cámpora. Especialmente con la vista puesta en la futura definición que prevalecerá en las estructuras partidarias del PJ en la provincia y a nivel nacional.

En la provincia también buscan bajar la espuma de la interna partidaria. Describen el acto en Varela, como otra de las iniciativas multisectoriales que promueven desde la gobernación en lo que va del año. Insisten en que deben ser lo “más abarcativa” posible, frente a las políticas libertarias que desfinancian a las provincias y que ponen al borde de la quiebra a la mayoría de sus estructuras productivas y económicas.

Tanto desde el Instituto Patria como en La Plata buscan quitarle dramatismo a las diferencias y los más optimistas coinciden en que los senderos terminarán por coincidir frente a la gravedad de los problemas que se enfrentan y que genera Milei.


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