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La Corte Suprema enfrenta el juicio político dividida por el escándalo de los chats

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La filtración del intercambio entre el principal asesor de Rosatti y D’Alessandro sigue sembrando tensión entre los cortesanos. La apuesta a que el paso del tiempo sepulte la revelación. Además, las incógnitas que tienen los ministros sobre la evolución del proceso abierto en Diputados.

Por: Néstor Espósito@nestoresposito

La Corte Suprema eligió una estrategia de bolero de los años ’50 («que el tiempo todo lo cure») para superar la crisis interna que generó la filtración de los chats entre Silvio Robles, el principal asesor del presidente Horacio Rosatti, con el ministro de Seguridad y Justicia porteño (en uso de licencia) Marcelo D’Alessandro. De las puertas hacia afuera, el mensaje (que ni siquiera será verbalizado oficialmente) será: «aquí no ha pasado nada». Y cuanto más tiempo se pueda sostener el silencio, mejor.

Tras el final de la feria judicial de enero, el máximo tribunal volverá a celebrar un acuerdo el próximo jueves. En principio iba a ser el martes, como ocurre habitualmente, pero el propio Rosatti –que, como presidente, tiene esa facultad– decidió postergarlo dos días.

Ese mismo jueves, por la tarde, la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados se reunirá para definir sobre la base de cuáles de las 18 acusaciones que analiza intentará avanzar con el proceso de destitución de los cuatro cortesanos.

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Los jueces no parecen preocupados por lo que pueda pasar en el Congreso. Pese a que reconocen que individual y colectivamente no atraviesan una primavera florida, confían en que la desorientación y el continuo fracaso de las iniciativas del gobierno de Alberto Fernández en materia judicial son suficientes para garantizarles la continuidad en sus cargos. La raleada concurrencia a la marcha del 1F frente a tribunales ni los mosqueó. Y en el improbable escenario de un avance en el juicio político, cuentan con el reaseguro de la protección mediática. De la misma manera que tres o cuatro tapas voltean a un juez, la ausencia de ellas los acoraza y abriga.

No obstante, el oficialismo se ilusiona con la posibilidad de destrabar el camino hacia una mayoría calificada de dos tercios de los legisladores de cada Cámara para finalmente destituir a los jueces. Y supone que la llave puede ser la situación de Ricardo Lorenzetti.

La Coalición Cívica parece decidida a sostener sus antiguas denuncias y pedidos de juicio político contra Lorenzetti, cimentadas en una añeja disputa, casi rayana en lo personal, entre el expresidente de la Corte y Elisa Carrió.

El Frente de Todos confía, además, en que desde la Unión Cívica Radical podrían arrimarle algún otro apoyo que lo acerque a una mayoría para acusar primero y destituir después.

Pero la CC anunció que no acompañará los pedidos de juicio político contra Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda. «Yo no creo que sea sano ir contra todos los miembros de la Corte», dijo la diputada Paula Olivetto en la última reunión de la Comisión. «No vamos a ir contra una Corte entera para presionarla», corroboró el presidente de la bancada de la CC, Juan Manuel López.

«Si cae uno arrastrará a todos los demás», especulan, empero, en el oficialismo. El cálculo parece, a primera vista, temerario e improbable.

Es cierto que la mayoría de los reproches que pesan sobre Lorenzetti son extensibles al resto de los jueces. Aunque la presidencia que el santafesino ejerció durante once años en el máximo tribunal tuvo una fuerte impronta personalista, casi todas las decisiones trascendentes de administración interna, manejo del presupuesto y política judicial, se tomaron de manera colegiada. Firmaron todos. Entonces razonan que si Lorenzetti fuera destituido por esas causales, el resto también debería terminar eyectado, con los mismos argumentos, del cuarto piso del Palacio de Tribunales.

¿Y si eso no ocurriera? ¿Y si sólo rodara la cabeza de Lorenzetti?

Sería un nuevo desastre para el gobierno, pues entonces se consolidaría en la Corte la troika que -encolumnada detrás de Rosatti– hoy detenta el poder. Acaso un poder delegado, pero suficiente para incidir política, social y económicamente, desbalanceando la balanza, el símbolo de la Justicia. El poder real, se sabe, está en otro lado.

Aunque puertas afuera la Corte finja demencia sobre el escándalo de los chats, hacia adentro la situación es compleja.

Nadie en el máximo tribunal ha dicho nada sobre el contenido de esa filtración. La excusa vacua del supuesto espionaje ilegal no alcanza para tapar la sospecha de relaciones promiscuas que no deberían ocurrir en el Poder Judicial.

En lo formal, funcionó a la perfección el blindaje: el juez federal Sebastián Ramos archivó en tiempo récord durante la feria judicial (sin que fuera un tema que debiera tratarse en la feria), y siguiendo un dictamen del fiscal Carlos Stornelli, una denuncia contra Robles y D’Alessandro presentada a título personal por el abogado de uno de los acusados de querer matar a Cristina Fernández de Kirchner. Hay un abrumador reconocimiento, que incluye a jueces de la Corte, sobre que ese manejo no resiste el menor análisis: hubo Forum Shopping (mecanismo ilegal para elegir al juez de una causa) y la estrategia de un denunciante solitario evitó la posibilidad de una querella que pudiera apelar el cierre veloz y prematuro. Judicialmente, el tema está terminado. Y si el juez federal de La Plata Alejo Ramos Padilla quisiera mover el avispero avanzando en la denuncia que formuló el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, ya está preparada la artillería para que ese expediente aterrice en Comodoro Py, una suerte de moderno Triángulo de las Bermudas, muy selectivo por cierto.

Silvio Robles cerró sus vías de contacto en WhatsApp y Telegram y en su celular sólo atiende un contestador que promete una devolución de llamado que nunca llega.

Las segundas líneas de la Corte, algunas de ellas veteranas y curtidas en otros alborotos internos, advierten sobre una situación casi burocrática: en el esquema administrativo, si bien es «personal de planta», Robles no es «empleado de la Corte» sino de Rosatti. Parece una disquisición menor; sin embargo, sobre ese razonamiento se basa una teoría que indica que Robles no es un problema para la Corte sino para Rosatti, aunque salpique para todos lados.

¿Habrá en el acuerdo del próximo jueves algún «gesto» de Rosatti en relación con la situación de su principal colaborador? La incomodidad y el malestar ya están instalados; la expectativa sobre qué hará el presidente de la Corte, también.


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Calendario electoral movido: votaciones en provincias clave y cierre de candidaturas nacionales

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Junio arranca con la votación en Tucumán, San Luis, Corrientes, Mendoza, Chaco y Córdoba. El 24 será el cierre de las listas de candidatos nacionales, incluidas las de presidente y vice.

Con la llegada de junio, se reinicia el calendario electoral y habrá paradas clave en las provincias de Tucumán, San Luis, Corrientes, Mendoza, Chaco y Córdoba, aunque todo el mundo político estará híper pendiente de lo que suceda el 24 a la noche con el cierre de las listas de candidaturas nacionales, incluidas las de presidente y vice.

Será una fecha crucial, que seguramente no estará exenta de negociaciones frenéticas de último momento al interior de cada una de las fuerzas políticas, en las que algunos sectores y dirigentes saldrán bien parados y otros quedarán heridos.

Hasta el momento, ya concurrió a las urnas el 14,48% del padrón nacional si se tiene en cuenta los comicios que ya tuvieron lugar en Neuquén, Río negro, Jujuy, La Rioja, Misiones, La Pampa, Salta, Tierra del Fuego y San Juan (en esta última provincia queda pendiente la votación para gobernador y vice tras la suspensión dictada por la Corte Suprema.

Solamente en junio se sumará el 23,15% de la ciudadanía total del país habilitada para sufragar, por lo que será un mes decisivo en lo que refiere a cómo se irá quedando pintado el mapa electoral del país de cara a las elecciones nacionales PASO de agosto.

Hasta el momento, quedaron ratificados los oficialismos en cada una de las provincias donde se desarrollaron elecciones, con la salvedad de que en Neuquén fue electo el diputado nacional y ex vicegobernador Rolando Figueroa, quien al competir por fuera del Movimiento Popular Neuquino (al que perteneció durante toda su carrera política) logró acabar con una hegemonía de 60 años del partido provincial.

Una vez que terminen los turnos electorales de junio, habrá votado el 37,63% del país, si bien en algunas provincias quedarán pendientes las elecciones generales.

La agenda electoral

El calendario electoral se reiniciará el 11 de junio con las elecciones en en Tucumán (que originalmente iban a desarrollarse el 14 de mayo pero fueron frenadas por la Corte Suprema), San Luis, las legislativas de Corrientes y las PASO de Mendoza.

Luego de que fuera impugnada e inhabilitada la candidatura del gobernador Juan Manzur como compañero de fórmula de Osvaldo Jaldo (el actual vicegobernador), el Frente de Todos designó para completar el binomio a Miguel Acevedo, el ministro de Interior de Tucumán.

El principal contendiente será el candidato de Juntos por el Cambio Roberto Sánchez, actual diputado de la UCR y ex intendente de Concepción, que llevará como vice a Germán Alfaro, un peronista aliado al PRO que gobierna la intendencia de San Miguel.

Ricardo Bussi, actual legislador provincial e hijo del fallecido represor Antonio Bussi, será el candidato del partido Fuerza Republicana, que cuenta con el apoyo de Javier Milei.

En San Luis la novedad es que ninguno de los hermanos Rodríguez Saá (Alberto y Adolfo) estará al frente de una boleta, lo que de por sí ya marca un cambio de época.

En esta provincia donde aún se vota con el sistema de Lemas, el oficialista Unión por San Luis tendrá como lema principal a la fórmula conformada por el ex juez del Superior Tribunal de Justicia puntana Jorge Fernández junto a la senadora nacional Eugenia Catalfamo, mientras que «Cambia San Luis» (versión local de Juntos por el Cambio) irá con Claudio Poggi y Ricardo Endeiza como candidatos a gobernador y vice.

En las PASO mendocinas, el favorito frente Cambia Mendoza librará una interna entre el senador Alfredo Cornejo y el ex diputado Luis Petri, mientras que el vicepresidente de la Cámara baja, Omar de Marchi, competirá por afuera con el sello «La Unión Mendocina».

El peronismo (Frente Elegí) también tendrá una interna con las precandidaturas de Guillermo Carmona, Omar Parisi y Nicolás Guillén.

Después de las votaciones en estas provincias, la atención volverá a estar depositada en el escenario nacional ya que el 14 de junio es la fecha de cierre de alianzas electorales. De todos modos, no se esperan sorpresas para ese día ya que las coaliciones nacionales ya están medianamente configuradas, y se sabe dónde jugarán cada uno de los partidos políticos.

Unos días más tarde, el 18 de junio, se celebrarán las PASO en Chaco, donde el gobernador Jorge Capitanich tiene todos los números para reelegir por el Frente Chaqueño.

El 24 de junio, como se expresó más arriba, es la fecha más caliente del calendario ya que se definirán las listas de candidatos a presidente, vice, senadores y diputados nacionales de cada una de las fuerzas políticas.

Es habitual que hasta bien entrada la noche no se sepa con precisión quiénes serán los precandidatos para las legislativas y especialmente el orden en que quedarán intercalados en las boletas. La provincia de Buenos Aires será el plato fuerte y donde se librará la puja mayor ya que es el distrito que más bancas legislativas reparte.

Sin prácticamente tiempo para respirar, unas horas más tarde, el 25 junio, se desarrollarán los comicios en la provincia de Córdoba, donde Juntos por el Cambio tiene el desafío de destronar al peronista Hacemos por Córdoba.

Luis Juez es el candidato de Juntos por el cambio, mientras que el intendente capitalino, Martín Llaryora, tendrá la misión de prolongar la hegemonía del peronismo que actualmente tiene como gobernador a Juan Schiaretti.

El Frente de Todos irá con la candidatura de Federico Alessandri, aunque sin expectativas reales de pelear por la gobernación.

El calendario de junio

  • 11 junio: Elecciones a gobernador en Tucumán y San Luis. Legislativas en Corrientes y PASO en Mendoza.
  • 14 junio: Cierre de alianzas electorales.
  • 18 junio: Elecciones PASO en Chaco.
  • 24 junio: Cierre de listas de candidatos.
  • 25 junio: Elecciones a gobernador en Córdoba.

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