Conectarse con nosotros

NACIONALES

Guzmán dijo que la Argentina está en un «proceso gradual y persistente de desinflación»

Publicado

el



El ministro aseguró que la economía argentina está «robusta» para afrontar temblores con el tipo de cambio

El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró hoy que la Argentina está «en un proceso gradual y persistente de desinflación» y remarcó que la situación del país es «robusta» para evitar cimbronazos con el dólar, que escaló con fuerza en la previa a las elecciones.

«No se está planteando ningún cambio de rumbo, porque el rumbo que tomamos está funcionando», afirmó el jefe del Palacio de Hacienda, y destacó que «las condiciones hoy son robustas para mantener la política cambiaria que hemos planeado».

Explicó que «el tipo de cambio oficial lo hemos planteado con un sendero depreciatorio en el año de alrededor de 24%, que se viene cumpliendo», y aseguró que el objetivo es «llegar a diciembre con esa pauta».

«Hoy la Argentina tiene una brecha cambiaria porque hay controles de capitales que adoptó el gobierno anterior, en el contexto de un descalabro macroeconómico», consideró el funcionario.

Sostuvo: «Hoy enfrentamos una situación de mayor robustez en el frente externo» y añadió que «el año pasado las brechas llegaron a ser 130 y 150%, y ahora se redujeron entre 60 y 70 puntos porcentuales».

Dirección correcta

«La economía está yendo en la dirección correcta. El déficit fiscal se ha ido achicando, la economía se ha recuperado y se han generado más divisas. Ese ordenamiento nos da una situación diferente a la del año pasado. Hoy esta situación está robusta», destacó el titular del Palacio de Hacienda.

Añadió que «la realidad es que la economía argentina se ha recuperado de una forma sólida y que han construido condiciones de mayor estabilidad macroeconómica y cambiaria».

«Hoy estamos en un lugar que nos permite seguir creciendo sin que haya ninguna disrupción», afirmó, en declaraciones al canal A24.
.
Salarios.
.
Sobre los salarios, el ministro dijo que desde el Gobierno hubieran querido que «se recuperaran mucho más rápido en su capacidad de compra, pero hubo una pandemia».

«Cuando iniciamos el gobierno veníamos de 4 años de 20 puntos porcentuales de caída del salario real. Antes de la pandemia se habían recuperado 6 puntos porcentuales», precisó.

En cuanto a la suba de precios, manifestó su esperanza de que desde el próximo mes «la tasa interanual vaya descendiendo».

«Por estacionalidad puede haber un vaivén entre un mes y otro, pero hoy la Argentina está establecida en un proceso gradual y persistente de desinflación», subrayó.

Por otra parte, sostuvo que «una cosa es reducir el déficit fiscal y otra cosa es hacer un ajuste del gasto público».

«Lo que hizo Juntos por el Cambio fue querer reducir el déficit fiscal ajustando el gasto público. ¿Qué significó eso? Menos inversión en salud, en educación, en ciencia y mucho menos en infraestructura y vivienda», afirmó.


NACIONALES

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Publicado

el


La oposición tiene los números para hacer cambios en particular. La Rosada ya dice que ningún capítulo es de vida o muerte.

En la Cámara de Diputados creen que la ley ómnibus se terminará aprobando la semana que viene pero que luego caerá sin atenuantes en el Senado.

La Cámara alta nunca trató la ley ni en comisión porque no pasó el filtro de Diputados. Allí el terreno es mucho más complejo para el gobierno, como quedó demostrado con el DNU que cayó por amplia mayoría.

Los senadores se quieren cobrar los insultos incesantes de Milei, que la semana pasada los graficó como ratas luego de que se aumentaran el sueldo. «Están decididos a destruir la ley».

En Diputados tampoco el Gobierno tiene un camino recto. Si bien ya asoman los números de la mayoría para la votación en general, que ya se habían conseguido el 2 de febrero en la primera versión de la ley, la votación en particular puede sufrir cambios.

Así como sucedió con la privatización del Banco Nación, que fue sacada de la ley en las últimas horas, capítulos como el de lavado pueden sufrir cambios en el recinto, más allá de los acuerdos con los que llega el oficialismo al día de la votación.

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Cuando entra un negativo, como se dice en la jerga parlamentaria al momento en que se voltea un artículo de la ley en tratamiento, la votación se «espiraliza». Esto quiere decir que los diputados se envalentonan contra el Gobierno y buscan más cambios, tal como sucedió en la votación en particular de la primera ley ómnibus, lo que la llevó al naufragio.

En ese momento quien debe tener la muñeca para negociar es el presidente de la Cámara, ayudado por sus operadores de recinto. Cuando Emilio Monzó era titular de Diputados, su operador era Nicolás Massot. Sergio Massa tenía a Cecilia Moreau y Paula Penacca. Los operadores de recinto son los que recorren las bancas durante la sesión para evitar sorpresas.

El Gobierno tiene un problema grande con eso. No tiene operadores de recinto, con un bloque balcanizado tras la salida de Oscar Zago. Y en especial, Martín Menem no demostró la experiencia para manejar la sesión cuando se la complican.

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Y los números que tiene el gobierno en Diputados anticipan que la votación en particular se va a complicar. La oposición podría juntar 126 diputados, que no alcanzan para dar quórum pero sí para voltear artículos o la ley entera una vez que comienza la sesión. Es que cuando ya se consiguió el quórum, la mayoría se calcula respecto de los diputados presentes. Como siempre faltan diputados que se enferman o viajan, con 126 diputados la oposición puede tener mayoría.

A ese número llegan con los 99 diputados de Unión por la Patria, más 5 de izquierda, 2 santacruceños, 11 radicales de Facundo Manes y Emiliano Yacobitti, y hasta 11 del bloque de Miguel Pichetto.

‘La ley es un monstruo sin cabeza que va caminando por el Congreso’, dicen los diputados que la quieren votar para sacársela de encima. El clima es de hastío por el proceso de cuatro meses que se tornó insoportable.

La bancada de Pichetto puede ir mutando en cantidad de votos negativos de acuerdo a cada artículo en particular. Los dos socialistas, Esteban Paulón y Mónica Fein, están muy enfrentados al Gobierno. Juan Brugge y Natalia de la Sota responden a Massa. Los seis lilitos no quieren votar las facultades delegadas y Margarita Stolbizer firmó un dictamen aparte con los socialistas.

Además se suman 8 diputados de Innovación Federal que buscarán introducir el capítulo del tabaco que el Gobierno quitó de la ley. «Si no lo logran quizás hagan una maldad», explicaron a LPO fuentes parlamentarias.

Como si no bastara con lo fino del cálculo, el Gobierno, que dejó como interlocutor al vicejefe de gabinete, José Rolandi, no reclama ningún punto como indispensable.

«La ley es un monstruo sin cabeza que va caminando por el Congreso», dicen los diputados que la quieren votar para sacársela de encima. El clima es de hastío por el proceso de cuatro meses que se tornó insoportable.

La bronca de los diputados no es sólo con la Rosada sino también con los gobernadores: creen que se borraron y no dieron la cara en las últimas semanas previas al tratamiento de la ley. El bloque libertario, en tanto, ni participa de las reuniones en las que se negocian los pedazos de la ley. 


Seguir leyendo

Más leídas - últimas 48Hs.