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Cristina Kirchner: «La unidad del Frente de Todos no estuvo ni estará en discusión»

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Con motivo de la celebración por el Día de la Bandera, se realizó un encuentro en el que además de la vicepresidenta contó con la participación del ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi; y el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, entre otros.

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró este lunes que «la unidad del Frente de Todos no estuvo ni estará en discusión», advirtió que «el endeudamiento criminal de los cuatro años del macrismo» es la causa principal de los problemas económicos y pidió una mayor «coordinación» entre los distintos organismos del Estado para frenar «el festival de importaciones» que incide sobre la capacidad de acumular reservas.

El acto se desarroll en el predio del Parque La Estacin en Avellaneda Foto Alejandro Santa Cruz
El acto se desarrolló en el predio del Parque La Estación, en Avellaneda (Foto: Alejandro Santa Cruz).

En un plenario de la CTA realizado en Avellaneda bajo la consigna «La vigencia de Belgrano. Estado, mercado y precios: producción, trabajo y política social en una Argentina bimonetaria», la Vicepresidenta hizo una exposición centrada en la coyuntura económica en la que exhortó a ejercer un mayor control sobre las grandes empresas, mientras que en materia política garantizó la continuidad de la coalición oficialista: «La unidad del Frente de Todos nunca estuvo ni estará en discusión».

Foto Alejandro Santa Cruz
(Foto: Alejandro Santa Cruz).

En el predio del Parque La Estación, hasta donde llegaron 1.800 delegados de la CTA de todo el país y miles de militantes que colmaron los espacios aledaños, la titular del Senado pronunció un discurso focalizado en los efectos de las importaciones, el déficit y la evasión de activos para concluir en que «este proceso ultra inflacionario que vivimos en Argentina es producto del endeudamiento criminal de los cuatro años del macrismo».

En ese sentido, precisó también que «el gran y real problema de la Argentina es la bimonetarización» porque en el país «no faltan dólares», sino que «se evaden con un festival de importaciones» y por eso, planteó, «debemos pensar cómo articular más adecuadamente el Banco Central, el Ministerio de la Producción y la AFIP».

Foto Alejandro Santa Cruz
(Foto: Alejandro Santa Cruz).

«Esta articulación no estaría sucediendo desde hace tiempo porque hay un festival de importaciones», insistió la Vicepresidenta, que en el palco estuvo acompañada por el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, y el secretario general de la CTA de los Trabajadores y diputado nacional por el FdT, Hugo Yasky.

Allí, la expresidenta se explayó sobre la urgencia de que el Estado actúe articuladamente para ejercer un mayor control de algunas prácticas de grupos empresarios, como la sobrefacturación de importaciones y subfacturación de exportaciones, y en ese punto dijo que esperaba que «la presencia de Daniel Scioli en el Ministerio de Producción y el nuevo titular de Aduana (por Guillermo Michel) puedan encauzar las cosas«.

Foto Alejandro Santa Cruz
(Foto: Alejandro Santa Cruz).

Ante los aplausos de los dirigentes presentes en el auditorio, Cristina Kirchner señaló: «A mí no me interesa quedar bien con ningún funcionario. A mí me interesa quedar bien con la sociedad, con los argentinos que nos votaron y a eso no voy a renunciar».

La Vicepresidenta también negó que la causa de la inflación sean el déficit fiscal y la presión tributaria -para eso se valió de cuadros estadísticos con cifras comparativas de países desarrollados y emergentes- y luego rechazó un precepto clásico del neoliberalismo, la reducción del Estado, al subrayar que «el Estado es imprescindible» y que «la reducción al mínimo del Estado es algo que solo queda bien como discurso de ocasión en los medios».

Foto Alejandro Santa Cruz
(Foto: Alejandro Santa Cruz).

Durante su mensaje que se extendió por más de una hora, criticó a los «empresarios que miran para otro lado» cuando se describen irregularidades o maniobras que perjudican el interés colectivo, llamó al Estado a recuperar la administración y auditoría de los planes sociales, cuya gestión «no debe ser tercerizada», marcó, y alertó que en la Argentina «no hay Poder Judicial, sino un Partido Judicial que ha tomado partido por los poderosos».

Tras finalizar su exposición, Cristina Kirchner hizo un breve discurso frente a los militantes de diferentes agrupaciones políticas y sindicales que habían seguido el plenario sindical desde los alrededores del predio, a través de una pantalla gigante.

 Yasky: «Cristina Kirchner es la figura política más importante de la política argentina»

El diputado nacional y jefe de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) Hugo Yasky afirmó que la vicepresidenta Cristina Kirchner es «la figura más importante de toda la política argentina de estos últimos años».

Yasky: «Cristina Kirchner es la figura política más importante de la política argentina»

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(Foto: Alejandro Santa Cruz).

«LA ARGENTINA OCUPA EL TERCER PUESTO EN MATERIA DE EVASIÓN»

Cristina Fernández de Kirchner rechazó que la Argentina sea uno de los países con mayor presión impositiva y que a pesar de esta situación, el país ocupa el tercer puesto a nivel global en materia de evasión.

En su discurso durante, la Vicepresidenta remarcó que «Francia debe ser el país con mayor presión tributaria con 47%, seguido por Dinamarca y Bélgica; y la Argentina está lejísimo«.

Tras negar que haya múltiples impuestos, como se sostienen distintos sectores, resaltó que «en el ránking de países evasores, la Argentina ocupa el tercer puesto en materia de evasión». «La recaudación representa el 28% del PBI cuando debería representar el 45%», aseguró.

Por otra parte, indicó que el país ocupa otro podio. En el «podio en los países con formación de activos en el exterior, también somos terceros», lamentó.

Se trata de «ciudadanos que sacan dólares al exterior; no es que falten dólares, están afuera», enfatizó.

También denunció el «festival de importaciones» que existe desde hace tiempo y pidió «pensar cómo articular más adecuadamente lo cual no estaría sucediendo».

En la Argentina 600 empresas explican el 75% de las importaciones; mientras que el otro 25% de las compras en el exterior es realizado por 24 mil compañías, explicó.

Asimismo, recordó que entre enero de 2021 y marzo de 2022 salieron «muchos dólares para importaciones por amparos judiciales». ( Agencia Telam)


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En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

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La oposición tiene los números para hacer cambios en particular. La Rosada ya dice que ningún capítulo es de vida o muerte.

En la Cámara de Diputados creen que la ley ómnibus se terminará aprobando la semana que viene pero que luego caerá sin atenuantes en el Senado.

La Cámara alta nunca trató la ley ni en comisión porque no pasó el filtro de Diputados. Allí el terreno es mucho más complejo para el gobierno, como quedó demostrado con el DNU que cayó por amplia mayoría.

Los senadores se quieren cobrar los insultos incesantes de Milei, que la semana pasada los graficó como ratas luego de que se aumentaran el sueldo. «Están decididos a destruir la ley».

En Diputados tampoco el Gobierno tiene un camino recto. Si bien ya asoman los números de la mayoría para la votación en general, que ya se habían conseguido el 2 de febrero en la primera versión de la ley, la votación en particular puede sufrir cambios.

Así como sucedió con la privatización del Banco Nación, que fue sacada de la ley en las últimas horas, capítulos como el de lavado pueden sufrir cambios en el recinto, más allá de los acuerdos con los que llega el oficialismo al día de la votación.

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Cuando entra un negativo, como se dice en la jerga parlamentaria al momento en que se voltea un artículo de la ley en tratamiento, la votación se «espiraliza». Esto quiere decir que los diputados se envalentonan contra el Gobierno y buscan más cambios, tal como sucedió en la votación en particular de la primera ley ómnibus, lo que la llevó al naufragio.

En ese momento quien debe tener la muñeca para negociar es el presidente de la Cámara, ayudado por sus operadores de recinto. Cuando Emilio Monzó era titular de Diputados, su operador era Nicolás Massot. Sergio Massa tenía a Cecilia Moreau y Paula Penacca. Los operadores de recinto son los que recorren las bancas durante la sesión para evitar sorpresas.

El Gobierno tiene un problema grande con eso. No tiene operadores de recinto, con un bloque balcanizado tras la salida de Oscar Zago. Y en especial, Martín Menem no demostró la experiencia para manejar la sesión cuando se la complican.

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Y los números que tiene el gobierno en Diputados anticipan que la votación en particular se va a complicar. La oposición podría juntar 126 diputados, que no alcanzan para dar quórum pero sí para voltear artículos o la ley entera una vez que comienza la sesión. Es que cuando ya se consiguió el quórum, la mayoría se calcula respecto de los diputados presentes. Como siempre faltan diputados que se enferman o viajan, con 126 diputados la oposición puede tener mayoría.

A ese número llegan con los 99 diputados de Unión por la Patria, más 5 de izquierda, 2 santacruceños, 11 radicales de Facundo Manes y Emiliano Yacobitti, y hasta 11 del bloque de Miguel Pichetto.

‘La ley es un monstruo sin cabeza que va caminando por el Congreso’, dicen los diputados que la quieren votar para sacársela de encima. El clima es de hastío por el proceso de cuatro meses que se tornó insoportable.

La bancada de Pichetto puede ir mutando en cantidad de votos negativos de acuerdo a cada artículo en particular. Los dos socialistas, Esteban Paulón y Mónica Fein, están muy enfrentados al Gobierno. Juan Brugge y Natalia de la Sota responden a Massa. Los seis lilitos no quieren votar las facultades delegadas y Margarita Stolbizer firmó un dictamen aparte con los socialistas.

Además se suman 8 diputados de Innovación Federal que buscarán introducir el capítulo del tabaco que el Gobierno quitó de la ley. «Si no lo logran quizás hagan una maldad», explicaron a LPO fuentes parlamentarias.

Como si no bastara con lo fino del cálculo, el Gobierno, que dejó como interlocutor al vicejefe de gabinete, José Rolandi, no reclama ningún punto como indispensable.

«La ley es un monstruo sin cabeza que va caminando por el Congreso», dicen los diputados que la quieren votar para sacársela de encima. El clima es de hastío por el proceso de cuatro meses que se tornó insoportable.

La bronca de los diputados no es sólo con la Rosada sino también con los gobernadores: creen que se borraron y no dieron la cara en las últimas semanas previas al tratamiento de la ley. El bloque libertario, en tanto, ni participa de las reuniones en las que se negocian los pedazos de la ley. 


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