Revolucionario: sembraron maíz en Santa Cruz y crece la expectativa por una ventaja única

En un hecho que comienza a marcar un punto de inflexión para la producción agropecuaria, se concretó en los últimos días la siembra experimental de maíz en la provincia de Santa Cruz, una iniciativa que hasta hace pocos años parecía imposible debido a las condiciones climáticas extremas del sur patagónico.

Info. General29/12/2025Patagonia NexoPatagonia Nexo
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La experiencia, desarrollada bajo criterios técnicos rigurosos, busca evaluar la adaptación del cultivo a un territorio históricamente asociado a la ganadería extensiva y a producciones forrajeras limitadas. Las bajas temperaturas, las heladas recurrentes y los fuertes vientos fueron, durante décadas, barreras infranqueables para este tipo de agricultura. Sin embargo, los avances en genética vegetal, manejo agronómico y planificación productiva abrieron una nueva posibilidad.

Un ensayo que desafía la lógica tradicional


La siembra se realiza con semillas seleccionadas y adaptadas, acompañadas por un monitoreo permanente del suelo, la humedad y el comportamiento del cultivo frente al clima. El objetivo principal no es una producción masiva inmediata, sino medir rendimientos, resistencia y costos, para determinar si el maíz puede transformarse en una alternativa sustentable a mediano plazo.

Desde el sector técnico destacan que el ensayo representa mucho más que un simple cultivo: es una prueba de concepto que desafía los límites históricos de la agricultura patagónica y propone repensar el uso del suelo en Santa Cruz.

La ventaja diferencial: menos plagas y producción estratégica


Uno de los aspectos que genera mayor expectativa es la ventaja comparativa natural que ofrece el clima santacruceño. Las bajas temperaturas reducen de forma significativa la presencia de plagas y enfermedades comunes en otras regiones productoras del país, lo que podría traducirse en menores costos sanitarios y un manejo más limpio del cultivo.

A esto se suma la posibilidad de avanzar hacia una producción diferenciada por origen, con valor agregado patagónico, destinada principalmente al forraje para la ganadería, reduciendo la dependencia de insumos que hoy deben ser trasladados desde miles de kilómetros.

Impacto productivo y mirada a futuro


De confirmarse resultados positivos, el maíz podría convertirse en una herramienta clave para fortalecer la matriz productiva provincial, aportando soberanía forrajera, reducción de costos logísticos y nuevas oportunidades para la agroindustria local.

Especialistas coinciden en que el impacto no sería inmediato, pero sí estratégico: diversificar la economía, generar conocimiento local y sentar las bases para un desarrollo más equilibrado entre producción primaria e industrialización.

Un ensayo que puede marcar historia


Los próximos meses serán determinantes. La evolución del cultivo, su tolerancia a las heladas y los resultados finales de la cosecha definirán si este experimento se consolida como una alternativa real para Santa Cruz o queda como un antecedente técnico valioso.

Por ahora, el solo hecho de ver maíz creciendo en suelo santacruceño ya representa una imagen potente: la de una provincia que comienza a romper sus propios límites productivos y a explorar caminos impensados, con la mirada puesta en el desarrollo y la autosuficiencia.

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