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Alberto Fernández: «Estamos remediando el fracaso del plan energético del gobierno anterior»

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En San Juan, el mandatario remarcó: «Acá hay producción de energía por argentinos para la Argentina y eso es una palabra, que no les gusta a muchos: soberanía».

El presidente Alberto Fernández encabezó en San Juan el acto de lanzamiento de un organismo público-privado para impulsar la generación de energías renovables, y sostuvo que se está «remediando el fracaso del plan energético del gobierno anterior».

«Hubo un fracaso del plan energético del gobierno anterior, y estamos remediando eso, haciendo que las energías renovables se produzcan en la Argentina y no con la importación de equipos», señaló el mandatario durante la ceremonia en la que estuvo acompañado por el gobernador Sergio Uñac y varios de sus ministros que lo acompañaron en la comitiva.

Y agregó: «Lo que hay que hacer es dejar de mandar silicio para que nos lo devuelvan cortado en fetas y empezar a hacer nosotros esas barras de silicio que se convierten en la esencia de los paneles solares que vimos acá. Eso es lo que necesitamos, dejar de vender la materia prima e industrializarla».

«Acá hay producción de energía por argentinos para la Argentina y eso es una palabra, que no les gusta a muchos: soberanía. Que es no tener que depender de otros para tener lo que a uno le hace falta», señaló el jefe de Estado.

Fernández dijo que el Cluster es «un proyecto muy interesante, porque hace al desarrollo de energías renovables, en un mundo que enfrenta un problema muy serio como el del cambio climático».

Al respecto, se preguntó: «El calor agobiante de la Argentina de la semana pasada, con las más altas temperaturas en muchas décadas, de que piensan que es producto?».

Por eso, llamó a «terminar con la emisiones de carbono, de metano, de esos gases que producen el efecto invernadero y aumenta el calor de la Tierra», pero remarcó que «no se puede hacer de un día para el otro, hay que ir sustituyendo los combustibles fósiles por energía renovable, donde la energía solar y eólica son centrales».

«Seguí con preocupación la demanda de energía porque rompimos los récords y la energía hidroeléctrica no aportaba porque la bajante del rio Paraná nos iba privando de esa energía, ahí adquiere dimensión la producción de la energía renovable. Por eso es importante lo que estamos haciendo hoy», planteó.

También el mandatario se refirió a la minería: «No es discusión entre ambientalistas y gente que apoya la minería, hace falta para seguir viviendo en la condiciones que vivimos, yo no podría estar escribiendo en la computadora cuando venía para acá y no podríamos tener celulares sin la minería».
«Vamos necesitar seis veces más cobre, necesitamos profundizar la minería, y producir preservando el medio ambiente», completó.

El Cluster Renovable Nacional que se presentó este martes es un esfuerzo transversal de seis provincias y de las cámaras empresarias del rubro para crear un entramado productivo y tecnológico para, entre otras metas, lograr la cobertura de un 20 por ciento de la matriz eléctrica mediante fuentes renovables en el año 2025.

El acto tuvo lugar en el Centro Cívico de la ciudad de San Juan, y, además, del gobernador local, participaron sus pares de Río Negro, Arabela Carreras; Catamarca, Raúl Jalil; Neuquén, Omar Gutiérrez; Mendoza, Rodolfo Suárez y La Rioja, Ricardo Quintela.

La comitiva nacional estuvo compuesta por los ministros de Economía, Martín Guzmán, de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, de Interior, Eduardo de Pedro, y de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié.

También asistieron los secretarios de Energía, Darío Martínez, y de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa, Ariel Schale; la secretaria de Minería, Fernanda Ávila, y el titular del Banco Nación, Eduardo Hecker.


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Las tres Marchas

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Luis Bruschtein

Por Luis Bruschtein

La primera marcha fue del movimiento obrero, el 24 de enero, contra el DNU, la ley ómnibus y la flexibilización laboral; la segunda fue el 24 de marzo por los derechos humanos. Y esta ha sido la tercera gran marcha contra el gobierno de Javier Milei, movilizada por la comunidad educativa en defensa de la educación pública. Y cada vez fue mayor. El espíritu de la producción y el trabajo representado en los trabajadores, el espíritu moral y ético que simbolizan las Madres y las Abuelas y el espíritu cultural del país que alimentan las escuelas, colegios y universidades, fueron los atacados por este gobierno y los primeros en reaccionar. Hay más que tres marchas en juego, entre las tres, además de su masividad expresan la esencia de un país. Para este gobierno, todo es corrupción, menos los corruptos, a los que concibe como “héroes” que fugan millones, abusan de los precios o especulan en la bicicleta financiera.

El gobierno despreció esta marcha porque —dijeron— la organizaron y participaron los que no quieren la auditoría de las universidades. “Son los que se favorecen con este sistema de corrupción y no quieren perder sus beneficios”, dijeron por la televisión. Y Patricia Bullrich la calificó de “rara”. Defender la universidad que el gobierno quiere cerrar es “raro”. Todo el relato se monta sobre grandes mentiras que se reproducen en las redes hasta el infinito, porque las universidades tienen sus propios sistemas de auditorías.

Pero todo es corrupción, menos los corruptos. Igual que Mauricio Macri, hablan del curro de los derechos humanos y cuando no pueden comprar a los sindicalistas, los acusan de corruptos. Pero la verdadera corrupción, la que sí equivale a un PBI, es la que fugó 400 mil millones de dólares, los dueños de las offshore que reciben a Milei en el Llao Llao, los que colocaron estratégicamente a sus gerentes en las decisiones de política económica y en las empresas del Estado.

Las manos invisibles del mercado no son tan invisibles, pero se ocultan detrás de los ataques a los puntos más sensibles, como los trabajadores, los derechos humanos y la educación. Este país dejaría de existir, se derrumbaría, si destruyeran esos pilares.

La enorme movilización de ayer fue la más grande en muchos años. Las fotos aéreas lo reafirman. La Plaza y las avenidas laterales, más toda la Avenida de Mayo hasta parte de la Plaza de los dos Congresos, las diagonales, Rivadavia e Irigoyen, repletas. Más las grandes movilizaciones que se realizaron en Mar del Plata, Córdoba, Tucumán, Misiones, Mendoza y demás, dejaron en claro que el gobierno tendrá problemas si busca destruir a la educación pública.

En las tres marchas hubo una parte que fue a todas, pero en cada una se suman muchos manifestantes nuevos. Y el que va una vez, ya no se baja, porque el encuentro físico con otras personas que piensan parecido y actúan en común destruye preconceptos y diluye el prejuicio sobre el que se monta todo el discurso antipopular o incluso antimilitante o antipolítico, que son los antis que funcionan como pegamento del relato desarmador de la derecha.

En esta marcha hubo muchísima gente sin encolumnarse. Y había columnas que casi nunca han compartido la calle, como las de agrupaciones peronistas estudiantiles y la Franja Morada del radicalismo. Esa misma mezcla se daba en la muchedumbre.

Es probable que las movilizaciones no le muevan el amperímetro a Milei, que se pasó la tarde en las redes, igual que su vice que trató de humillar a Hebe de Bonafini. Milei confía más en sus modelos matemáticos que, como tales, nunca son la realidad, sino su representación: un modelo de números sin seres humanos, como los que mostró en la cadena nacional de radio y televisión el lunes. Le interesan esos números voladores y no los seres humanos, imperfectos y corrompibles. Pero ojo, las frías matemáticas son manipulables y manipuladas en este caso.

Un detalle que puso en evidencia la diversidad de los manifestantes que asistieron a las marchas fue la profusión de cartelitos caseros. En las marchas anteriores había algunos. Pero ayer estaba plagado de cartelitos con leyendas inventadas por sus portadores, escritos con marcadores de diferentes colores sobre hojas, cartulinas o cartones. Una nota de Página/12, da cuenta de este fenómeno. No hay que pensar demasiado: Si se juntan cientos o miles de maestras y docentes, preparan la marcha como si fuera una clase, con sus cartelitos didácticos o graciosos para sus alumnos. Es difícil imaginar una marcha de ferroviarios, por ejemplo, con cartelitos escritos a mano con marcadores de diferentes colores.

Qué poco conocen el país real estos tipos que gobiernan. Esos cartelitos son una clase en la escuela pública. Nadie las obliga a llevar un cartelito. Es lo que hacen las maestras en su tiempo “libre”, porque es lo que lleva en la sangre el ser docente. “La educación nos hace libre” dice uno que reivindica la verdadera libertad y no la que carajean estos farsantes. Y hay otro que es para reflexionar: ”Lucho por una educación que nos enseñe a pensar y no por una educación que nos enseñe a obedecer”.


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