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Argentina no aprovechó sus chances y empató con Paraguay en Asunción

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Fue 0-0 en una calurosa y húmeda noche en Asunción. Antony Silva, el arquero paraguayo, fue la figura. El domingo, en el Monumental, la Albiceleste recibirá a Uruguay.

La Selección argentina careció este jueves de la efectividad que mostró en sus últimas presentaciones y en la reciente conquista de la Copa América al igualar 0-0 frente a Paraguay en Asunción como visitante, resultado que igualmente le permitió mantener la ventaja sobre su rival en la tabla de posiciones de las Eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial de Qatar 2022.

Con un Lionel Messi de intermitencias, la Albiceleste no encontró la manera de poder romper el muro que significó el arquero Antony Silva, la figura de la calurosa y húmeda noche en el estadio «Defensores del Chaco» de la capital paraguaya, que tuvo hasta 17 mil personas en las tribunas, aunque por las imágenes poco se respeto el distanciamiento social y los barbijos.

Lo cierto es que el invicto de Lionel Scaloni como entrenador de la Selección argentina se estiró a 23 partidos, el más alto vigente en la actualidad luego de la derrota de Italia (37) el miércoles frente a España por las semifinales de la Liga de las Naciones.

El empate le permitió a la Selección argentina llegar a 19 puntos y mantenerse como escolta del líder Brasil, aunque lo más importante es que mantuvo los siete de distancia con Paraguay, que actualmente está en el quinto puesto, designado para el repechaje para llegar al Mundial. El próximo domingo, a partir de las 20:30 en el estadio «Monumental», será la próxima presentación de la Argentina, frente a Uruguay.

Hubo mucha intensidad en los primeros minutos, donde Messi y la conexión con Correa fueron protagonistas. El delantero del Inter, que reemplazó a Lautaro Martínez resentido de una lesión, no pudo dos veces en el cara a cara con Antony Silva y en la segunda tampoco llegó a empujarla Di María, cuando Alderete rechazó sobre la línea.

La persecución individual que propuso el entrenador argentino Eduardo Berizzo para los guaraníes fue agarrándole el ritmo al ataque de la Argentina con el correr de los minutos, mientras apostaba principalmente por el contragolpe como arma para hacerle daño.

En el complemento se repitió la fórmula: en los primeros quince minutos dominó Argentina con dos buscapié que cruzaron el área sin que nadie pueda intervenir y un cabezazo a boca jarro de Correa que increíblemente sacó Villasanti con la punta del pie derecho.

También en ese tramo la Albirroja tuvo sus dos primeros y únicos remates certeros al arco, que rechazó Emiliano Martínez, en una corrida en velocidad supersónica de Miguel Almirón -que se quedó sin piernas para definir- y un desvío de Sanabria en el primer palo.

Scaloni movió el banco en busca de un cambio de ritmo en el ataque y casi encuentra réditos en un cabezazo de Guido Rodríguez y un gran remate a la carrera de «Papu» Gómez que rechazó Silva, la figura del partido, por encima del travesaño.

No aprovechó sus oportunidades la Albiceleste, que se fue con un sinsabor por haber tenido la chance de adelantarse y manejar de otra manera el partido, para dar un paso fundamental de cara a asegurar su boleto al Mundial de Qatar.

Esta es la síntesis:

Paraguay: Antony Silva; Robert Rojas, Gustavo Gómez, Omar Alderete, Santiago Arzamendia; Jorge Morel, Mathías Villasanti, Junior Alonso; Miguel Almirón, Ángel Romero y Antonio Sanabria.. DT: Eduardo Berizzo.

Argentina: Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Marcos Acuña; Rodrigo De Paul, Leandro Paredes, Giovani Lo Celso; Ángel Di María, Joaquín Correa y Lionel Messi. DT: Lionel Scaloni.

Estadio: Defensores de Chaco (Asunción).
Árbitro: Anderson Daronco (Brasil).
Cambios en el segundo tiempo: 11m Nicolás Tagliafico por Acuña (A); 17m Angel Cardozo por Morel (P); 21m Alejandro Gómez y Guido Rodríguez por De Paul y Di María (A); 28m Carlos González y Richard Sánchez por Sanabria y Arzamendia (P); 30m Nicolás González y Julián Álvarez por Lo Celso y Correa (A).


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En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

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La oposición tiene los números para hacer cambios en particular. La Rosada ya dice que ningún capítulo es de vida o muerte.

En la Cámara de Diputados creen que la ley ómnibus se terminará aprobando la semana que viene pero que luego caerá sin atenuantes en el Senado.

La Cámara alta nunca trató la ley ni en comisión porque no pasó el filtro de Diputados. Allí el terreno es mucho más complejo para el gobierno, como quedó demostrado con el DNU que cayó por amplia mayoría.

Los senadores se quieren cobrar los insultos incesantes de Milei, que la semana pasada los graficó como ratas luego de que se aumentaran el sueldo. «Están decididos a destruir la ley».

En Diputados tampoco el Gobierno tiene un camino recto. Si bien ya asoman los números de la mayoría para la votación en general, que ya se habían conseguido el 2 de febrero en la primera versión de la ley, la votación en particular puede sufrir cambios.

Así como sucedió con la privatización del Banco Nación, que fue sacada de la ley en las últimas horas, capítulos como el de lavado pueden sufrir cambios en el recinto, más allá de los acuerdos con los que llega el oficialismo al día de la votación.

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Cuando entra un negativo, como se dice en la jerga parlamentaria al momento en que se voltea un artículo de la ley en tratamiento, la votación se «espiraliza». Esto quiere decir que los diputados se envalentonan contra el Gobierno y buscan más cambios, tal como sucedió en la votación en particular de la primera ley ómnibus, lo que la llevó al naufragio.

En ese momento quien debe tener la muñeca para negociar es el presidente de la Cámara, ayudado por sus operadores de recinto. Cuando Emilio Monzó era titular de Diputados, su operador era Nicolás Massot. Sergio Massa tenía a Cecilia Moreau y Paula Penacca. Los operadores de recinto son los que recorren las bancas durante la sesión para evitar sorpresas.

El Gobierno tiene un problema grande con eso. No tiene operadores de recinto, con un bloque balcanizado tras la salida de Oscar Zago. Y en especial, Martín Menem no demostró la experiencia para manejar la sesión cuando se la complican.

En Diputados creen que la ley ómnibus se aprueba la semana que viene pero que los senadores la van a hundir

Y los números que tiene el gobierno en Diputados anticipan que la votación en particular se va a complicar. La oposición podría juntar 126 diputados, que no alcanzan para dar quórum pero sí para voltear artículos o la ley entera una vez que comienza la sesión. Es que cuando ya se consiguió el quórum, la mayoría se calcula respecto de los diputados presentes. Como siempre faltan diputados que se enferman o viajan, con 126 diputados la oposición puede tener mayoría.

A ese número llegan con los 99 diputados de Unión por la Patria, más 5 de izquierda, 2 santacruceños, 11 radicales de Facundo Manes y Emiliano Yacobitti, y hasta 11 del bloque de Miguel Pichetto.

‘La ley es un monstruo sin cabeza que va caminando por el Congreso’, dicen los diputados que la quieren votar para sacársela de encima. El clima es de hastío por el proceso de cuatro meses que se tornó insoportable.

La bancada de Pichetto puede ir mutando en cantidad de votos negativos de acuerdo a cada artículo en particular. Los dos socialistas, Esteban Paulón y Mónica Fein, están muy enfrentados al Gobierno. Juan Brugge y Natalia de la Sota responden a Massa. Los seis lilitos no quieren votar las facultades delegadas y Margarita Stolbizer firmó un dictamen aparte con los socialistas.

Además se suman 8 diputados de Innovación Federal que buscarán introducir el capítulo del tabaco que el Gobierno quitó de la ley. «Si no lo logran quizás hagan una maldad», explicaron a LPO fuentes parlamentarias.

Como si no bastara con lo fino del cálculo, el Gobierno, que dejó como interlocutor al vicejefe de gabinete, José Rolandi, no reclama ningún punto como indispensable.

«La ley es un monstruo sin cabeza que va caminando por el Congreso», dicen los diputados que la quieren votar para sacársela de encima. El clima es de hastío por el proceso de cuatro meses que se tornó insoportable.

La bronca de los diputados no es sólo con la Rosada sino también con los gobernadores: creen que se borraron y no dieron la cara en las últimas semanas previas al tratamiento de la ley. El bloque libertario, en tanto, ni participa de las reuniones en las que se negocian los pedazos de la ley. 


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