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Las coincidencias de Lula y Alberto Fernández

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En Brasilia, Lula recibió al mandatario argentino. «Hemos decidido volver a poner en marcha el vínculo entre Argentina y Brasil con toda la fuerza que siempre debe tener», destacó Fernández. El 23 de enero el mandatario brasileño devolverá la visita en Buenos Aires, donde se buscará avanzar en acciones concretas para promover la integración bilateral y regional. Las expectativas que se abren para América latina y para los casos particulares de Venezuela y Bolivia.

Desde Brasilia

El Palacio Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, se convirtió este lunes en sede de las reuniones del presidente Lula da Silva con mandatarios de diferentes países, 15 en total según la lista oficial. La agenda del nuevo mandatario dio cuenta de la importancia de su ascenso al Planalto para el mundo, y en particular para América latina y Argentina, donde el gobierno recibió su toma de posesión con mucha expectativa política, económica e institucional. Además, el buen vínculo entre Lula y el presidente Alberto Fernández quedó plasmado en el encuentro que mantuvieron. “En lo institucional ha sido una gran reunión porque claramente hemos decidido volver a poner en marcha el vínculo entre Argentina y Brasil con toda la fuerza que siempre ese vínculo debe tener», declaró Fernández tras la reunión.

«En los últimos cuatros años se hizo difícil, ahora los dos estamos convencidos de la importancia del vínculo entre la Argentina y Brasil y la necesidad de darle la trascendencia que merece”, dijo el Presidente argentino desde Itamaraty. En la reunión también estuvieron el canciller Santiago Cafiero, el embajador en Brasil, Daniel Scioli, la secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación, Cecilia Nicolini, y la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti.

Fernández anunció que el 23 de enero recibirá a Lula en Buenos Aires. “Esperamos poder avanzar en todo lo que hemos conversado, ya tomando decisiones y poniendo en marcha con acciones concretas el vínculo que Argentina y Brasil deben tener”, dijo, en el marco de dos países que son “indisolublemente unidos y ningún momento político puede perturbarlo. Los dos estamos de acuerdo en tratar de institucionalizar ese vínculo del mejor modo”.

El mandatario no precisó qué puntos fueron acordados en el marco de una agenda conjunta que abarca varios temas, como la posible puesta en marcha de un swap para reforzar las reservas nacionales o un financiamiento para el gasoducto Néstor Kirchner que podría ser vía el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes), entidad a la cual Lula asignó en el discurso de asunción un “papel fundamental” para el período que se abre. Sergio Massa, ministro de Economía, estuvo reunido a fin de diciembre con su ahora par brasileño, Fernando Haddad, y con Gerardo Alckmin, vicepresidente de Brasil y ministro de Industria y Comercio, ámbito del cual depende el Bndes.

La agenda latinoamericana

La reunión “confirma que los dos estamos en la misma senda y buscando el mismo destino para nuestros países y América del Sur”, afirmó Fernández, dentro de un contexto global donde “las regiones tienen un nuevo rol que cumplir”. Dentro de la agenda continental, el Presidente se refirió en particular a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac): “Comparto el deseo de volver a unir a América latina en un espacio común, los dos advertimos que la Celac de algún modo ha venido a suplir eso pero que no ha logrado la institucionalidad que merece”.

Lula asistirá el 24 de enero a la cumbre de la Celac también en Argentina, país que lleva la presidencia pro tempore del organismo desde hace un año, lo cual significaría seguramente el reingreso de Brasil al organismo del cual se retiró en 2020. Alberto Fernández destacó la dimensión regional y global de Brasil: “Creo que el presidente Lula es un líder regional y le va a dar un impulso a la América latina muy importante, su presencia en Brasil es la vuelta de Brasil a todos los foros internacionales. Estos años me ha tocado presidir el Mercosur, la Celac, representar al continente en el G7, en el G20 y la ausencia de Brasil en los foros internacionales fue muy evidente y es algo que no nos podemos permitir”.

Si bien Fernández no se refirió directamente al Mercosur existe una fuerte expectativa sobre el impacto que tendrá en el organismo el regreso de Lula al poder. El presidente brasileño lo mencionó el domingo en primer lugar: “Nuestro protagonismo se concretará por el retorno de la integración latinoamericana mediante el Mercosur, la revitalización de la Unasur y las demás instancias de articulación soberana de nuestra región”. Haddad, más tarde, declaró que “Lula tiene una obsesión con este tema del Mercosur”.

La agenda Mercosur implica a su vez varios debates. Uno de ellos es el posible ingreso de Bolivia, algo en lo cual Lula se comprometió con el presidente Luis Arce en septiembre, cuando el mandatario boliviano estuvo en San Pablo, según afirmó entonces el ex canciller Celso Amorim. Ambos mandatarios volvieron a reunirse este lunes en la mañana. Otro aspecto se relaciona con Venezuela, sobre lo cual el canciller Mauro Vieira ya afirmó: “Apoyaremos el regreso de Venezuela al Mercosur, todavía no han cumplido con algunos requisitos legales”. Lula deberá, a su vez, entablar un diálogo con el gobierno de Uruguay que ha mantenido una posición crítica hacia el organismo regional, en el marco de su intento de avanzar en un incierto acuerdo bilateral con China.

Múltiples expectativas

Varios países expresaron sus expectativas con el regreso de Lula. En el caso de Venezuela, por ejemplo, la agenda contempla diferentes ítems además del Mercosur. El primero es la normalización de las relaciones diplomáticas, que ya está en marcha con la designación de Manuel Vicente Vadell como embajador en Brasil y el anuncio de Vieira de enviar en lo inmediato «a un encargado de negocios para recuperar los edificios que allá tenemos”, para luego designar a un embajador. A Brasilia asistió el domingo Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional venezolana, quien tiene una reunión prevista con Lula este lunes.

El tema Venezuela forma parte, a su vez, de una agenda regional, como evidenció la reunión de noviembre en el Foro de la Paz en París, donde asistieron el presidente Fernández y el mandatario colombiano, Gustavo Petro -además de autoridades de Francia y Noruega- como parte de los diálogos entre el gobierno venezolano y un sector de la oposición. ¿Cumplirá Brasil un rol en ese escenario? Amorim informó que Estados Unidos, durante la visita a Brasilia en diciembre del consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, le acercó el tema a Lula, así como había hecho con Petro luego de su victoria electoral.

Otro caso donde existen varias expectativas es el de Colombia, con la agenda ambiental y en particular de protección de la Amazonía, territorio que se encuentra en su mayor parte entre ambos países. Lula designó a Marina Silva al frente de la cartera de Medio Ambiente, quien ya se reunió con la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, en la COP27 celebrada en Egipto en noviembre. Para la asunción del presidente brasileño asistió la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Susana Muhamad, dando cuenta de la importancia de la cuestión ambiental y amazónica para ambos líderes políticos. ¿Jugará a su vez Brasil un papel en los diálogos de paz que impulsa Petro con diferentes organizaciones armadas?

El regreso de Lula a la presidencia en Brasil implica la aparición de un conjunto de posibilidades para la región. La dimensión de Brasil le otorga un peso particular en el nuevo intento de integración, así como en las políticas bilaterales con los países vecinos, entre los cuales ocupa un lugar destacado Argentina, que tiene en Brasil su principal socio comercial. En tres semanas se sabrá cuáles fueron los acuerdos alcanzados en Itamaraty y lo que implicarán para el país en general y el gobierno en particular, en este decisivo año electoral.


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La ley bases debutó en el Senado a puro tropezón

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El peronismo denunció que hubo «cambios» en el proyecto que llegó de Diputados y pidió la nulidad.

El debate en la Cámara alta de la ley ómnibus arrancó con malas noticias para el oficialismo. Además de los errores no forzados, como la inclusión de modificaciones en dos artículos del texto, los bloques de la oposición dialoguista ya plantearon varias objeciones que podrían empantanar el tratamiento. Al Gobierno se le complica la idea de dictaminar este jueves, el día del paro general. La CGT, las dos CTA y la OIT serán convocadas por la reforma laboral.

Miguel Jorquera

Por Miguel Jorquera

El debate por la ley bases en el Senado comenzó complicado para el oficialismo. A la inconsistencia en la votación sobre el impuesto al tabaco se sumó el hallazgo de Unión por la Patria sobre modificaciones en dos artículos de la media sanción en Diputados que llegó a la Cámara alta: “No sabemos qué texto vamos a votar”, apuntó la senadora Juliana Di Tullio. Mientras tanto, Martín Menem hacía llegar una “fe de erratas” para corregir los “errores”, lo que la neuquina Silvia Sapag tildó de “papelucho”. En la Rosada  ya habían hablado de “un error de tipeo”. En medio de ese desaguisado, los bloques de la oposición colaboracionista sumaron sus dudas sobre varios artículos –también del paquete fiscal–, lo que encendió las alarmas entre los libertarios ante la posibilidad de que varios de ellos terminen siendo rechazados o modificados. 

En parte por ese motivo, la Libertad Avanza tampoco podría cumplir con el ambicioso cronograma que se proponía emitir dictamen este jueves –el día del paro general convocado por la CGT y las dos CTA–. El bloque de Unión por la Patria, además, metió la cola y pidió ampliar la convocatoria de los expositores (hasta ahora solo previstos miembros del Gobierno), lo que tuvo el respaldo del ex gobernador salteño y aliado del oficialismo, Juan Carlos Romero (Cambio Federal).

Al planteo se sumó el entrerriano Edgardo Kueider (Unidad Federal), que preside la comisión Asuntos Constitucionales. Mientras que los radicales Martín Lousteau, Maximiliano Abad y Pablo Blanco le exigieron al vicejefe de Gabinete, José Rolandi, no apurar una sesión para aprobar las leyes durante la reunión que el bloque de senadores de la UCR tuvo a solas con el funcionario.

Di Tullio, incluso adelantó que oficializará el pedido de la convocatoria al plenario de las centrales obreras: la CGT y las dos CTAs (de los Trabajadores y Autónoma) y de representantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para que expongan su opinión sobre la reforma laboral que contiene la ley Bases. Representantes de las tres centrales sindicales estuvieron más tarde reunidas en el Senado con la bancada de UxP, donde expresaron su rechazo al proyecto del Gobierno.

Tabaco y “fe de erratas”

El plenario de las comisiones de Legislación General, de Asuntos Constitucionales y de Presupuesto y Hacienda se realizó en el Salón Azul (el mas grande del Senado) con los funcionarios del Gobierno nacional sentados en la cabecera para defender el proyecto del Gobierno: el ministro del Interior, Guillermo Francos, y al vicejefe de Gabinete, José Rolandi, el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y la secretaria de Planeamiento Estratégico Normativo de Presidencia, María Ibarzábal Murphy.

Pero la apertura del debate comenzó a modificar los gestos de los funcionarios que en varios pasajes participaron de los contrapuntos con los senadores opositores.

“Hay un reclamo hecho por las autoridades de los bloques. Primero por el texto que llegó al Senado que tiene errores en cuanto a la diferencia que fue votada en el recinto y lo que tenemos de ingreso de expediente. Es importante porque una palabra en un artículo cambia todo. Estamos preocupados por eso porque si hubo realmente este error, esto hace un impedimento del tratamiento hasta que Diputados pueda aclarar cómo es el tema del texto y de la votación porque hay dos diputados que dijeron que le contabilizaron mal el voto”, cuestionó el jefe del interbloque de UxP, José Mayans.

Las denuncias partían de sus propios compañeros de UxP en la Cámara baja. Los diputados expusieron las dudas de cómo se en la contabilizaron con los votos que se adjudicó a la incorporación del impuesto al Tabaco a ley Bases, donde se tomaron como afirmativas dos abstenciones. El hallazgo sobre las diferencias sobre el dictamen y texto que llegó al senado los hizo el jefe de la UxP en Diputados, Germán Martínez: “El texto que se comunicó al Senado tiene diferencias con lo que votaron las y los diputados en el recinto. Eso no puede pasar. Y es motivo de nulidad. Pedimos formalmente que se deje sin efecto la comunicación realizada al Senado”, posteó en la red social X con los textos diferentes en los artículos 152 sobre los permisos de exportación de gas natural licuado, y el 171 sobre el polémico régimen para Grandes Inversiones (RIGI).

Desde la Casa Rosada, buscaron minimizar las diferencias en el texto. “Es un tema menor, administrativo. Va a quedar subsanado en el día de hoy. Fue una pavada, no hacía al fondo de la cuestión y lo están solucionando”, dijo sin sonrojarse el portavoz presidencial Manuel Adorni.

“Es la primera vez que veo que pasa esto en una ley tan importante que se lleva por delante la Constitución, que modifica las relaciones económicas, políticas, sociales donde se deja el Congreso de lado. No podemos aceptar que cualquiera modifique la voluntad de los diputados y nos vengan a traer otro texto”, sumó la senadora Sapag en el plenario. “Si tratamos este proyecto de ley y viene con legitimidad de origen después se puede declarar su inconstitucionalidad. Si se votó mal, todo lo que vamos a tratar ahora no tiene ninguna legitimidad. Es muy grave lo que está pasando. Pido un cuarto intermedio”, exigió el salteño Sergio Leavy (UxP).

El libertario puntano Bartolomé Abdala, que preside la comisión de Legislación General y cabecera del plenario, encontró el hueco ideal entre los cuestionamientos y le dio la palabra a Francos, que comentó su exposición sin mención alguna a la polémica.

Debate fogoso

Pero Francos se encargó de abrir el fuego al debate. “Javier Milei se encontró con la peor crisis de toda la democracia”. “Encontró un Banco Central sin ni un dólar, inflaciones absolutamente descontroladas cualquiera sea el método de medición y una emisión desmedida”, afirmó el ministro político del Gobierno.

“No coincidimos en nada con las palabras del ministro; acá hay que dar datos”, salió al cruce Mayans y reprochó que “ustedes están fundamentando la ley Bases sobre datos que son falsos”. El senador formoseño le recordó que el gobierno devaluó la moneda en 120 por ciento y responsabilizó a Milei por la caída del empleo, la pérdida de poder adquisitivo de las jubilaciones y el contraste que genera con la liberación total de precios y el tope que le impone a las paritarias salariales.

Los cuestionamientos también llegaron desde los senadores dialoguistas. La macrista porteña Guadalupe Tagliaferri (PRO) pidió eliminar la cláusula polémico artículo 163 del proyecto de Ley Bases, que declara “nulo de nulidad absoluta” toda norma provincial que se oponga al Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI), un reclamo que atraviesa a todos los bloques. Rolandi admitió que podrían aceptar cambios.

El RIGI preocupa a todas las provincias y se expresó durante todo el debate. Lousteau fue uno de los más críticos y lo calificó de “hiper generoso” en los beneficios que otorga para los grandes inversores. Su correligionario chaqueño Víctor Zimmermann (UCR) expuso dudas sobre el criterio de selección de los proyectos que hará el Gobierno y cuál será la participación que tendrán las provincias en el proceso de elección de las inversiones.

Las críticas se expandieron al régimen previsional, a la delegación de facultades legislativas en el Poder Ejecutivo y a la posibilidad que tendrá el Gobierno de avanzar con una amplia reforma del Estado, la privatización de empresas y el desguace de organismos oficiales. El paquete fiscal que comenzará a tratarse hoy por separado en la comisión de Presupuesto, también fue criticado en el plenario: la rionegrina Mónica Silva (JSRN) se encargó de anticipar la queja de las provincias patagónicas sobre el impacto que la reversión del impuesto a las Ganancias tendrá en la región, en particular entre los trabajadores petroleros.

La cara de los funcionarios, tras más de cinco horas de debate, no solo reflejaban el cansancio de la jornada sino también la sensación que ambos proyectos podrían sufrir cambios y volver a Diputados. Escucharon decenas de objeciones, muchísimas de las cuales partieron desde los sectores dialoguistas en cuya postura está (o estaba) depositado todo el optimismo que derrochaba la Casa Rosada.


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