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Javier Milei habló de la «estrategia para dolarizar» que no se animó a aplicar

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El mandatario dijo que su plan al asumir era «tomar los activos del Banco Central” y  “vender esos títulos al mercado para después hacernos de dólares». Aseguró que no lo hizo porque «la política habría dicho que esa era una estafa” y ratificó que ahora busca un endeudamiento por 15 mil millones de dólares. Sus palabras sobre tipo de cambio, cepo, inflación y salarios.

El presidente Javier Milei acusó “a la política” de hacer fracasar su intento de dolarizar la economía, tal cual él lo tenía pensado. “Nos hubieran acusado de algún negocio turbio y nos hubieran enviado a la cárcel”, afirmó. Por otra parte, admitió que “los salarios son miserables” y anunció que enviará al Congreso un proyecto de ley para que la emisión monetaria “sea tratada como un delito de lesa humanidad”.

“Teníamos una estrategia para dolarizar, que era tomar los activos del Banco Central contra el gobierno nacional” y una vez hecho eso, “vender esos títulos al mercado para después hacernos de dólares. Esa estrategia habría funcionado”, dijo. Pero “dada la construcción del sistema político argentino”, continuó, era “muy probable que si hubiéramos hecho esa operación la política habría dicho que esa era una estafa”.

“Nos hubieran iniciado algún tipo de juicio político y hoy la historia sería distinta”, hipotetizó durante una entrevista para la cadena Bloomberg en la que insistió que “la política” es el mal de todos los males. “No es que la política no nos acompaña sino que intenta bloquearnos directamente”, sentenció.

Por otra parte, Milei aseguró que “sigue vigente” el “objetivo final de eliminar el Banco Central”. Aclaró que se trata de un “objetivo a largo plazo” y consideró que esa entidad “cuando imprime dinero hace una falsificación y una estafa”.

Se jactó de hacer “un ajuste fiscal sin precedentes en la historia de la humanidad” que llegó a ser de “12 puntos del PBI en tres meses”. Se ufanó de que “esto no tiene registro histórico” e indicó que gracias a ello “viene bajando la inflación”.

El tipo de cambio

Por otra parte, ratificó su intención de liberar el tipo de cambio pero reiteró que ello ocurrirá cuando “terminemos de limpiar el balance del BCRA, no existan pasivos remunerados y hayamos terminado las barreras financieras”. Luego de ello, “vamos a ir a un tipo de cambio totalmente libre” y, además, “vamos a enviar un proyecto de ley que prohíba la emisión monetaria”.

Ese proyecto, añadió, “va a ser tratado como si (la emisión) fuera un delito de lesa humanidad, que es un delito imprescriptible”.

“Ahora hay un tipo de cambio flotante que es el (dólar) paralelo y es libre, y hoy la brecha con el oficial corregido por el Impuesto País es cero. Ese tipo de cambio libre coincide con el tipo de cambio del mercado. Lo que hacemos todos los días es levantar restricciones”, insistió. En este sentido, admitió que hay una fuerte suba de los precios pero sostuvo que “lo que genera inflación es que no tengo saneado el BCRA”.

Además, negó que el Gobierno impulse una nueva devaluación. “¿Por qué tengo que hacer saltar el tipo de cambio si el libre coincide con el oficial. Qué estupidez es esa?”, respondió ante esa pregunta. “A lo que nosotros vamos”, agregó, es a la “libre competencia de monedas”.

Por otra parte, aseguró que “existen indicadores que dicen que en el sector agropecuario, de petróleo y gas, y de minería la economía está recuperándose fuertemente”. Pero no mostró esos datos.

Milei prometió que “en 2025 habrá una tasa de inflación muy baja, una economía expandiéndose y eso nos permitiría conseguir resultado electorales que nos permitiría tener un Congreso que acompañe estas reformas”.

“El 11 de diciembre de 2025 no solo voy a enviar las reformas que no me permitan pasar ahora sino que voy a mandar las 3 mil que tengo pendiente”, amenazó y sentenció: “Me dijeron que era imposible hacer el ajuste como el que estamos haciendo” pero “yo me dedico a hacer cosas imposibles”.

“Los salarios son miserables”

-¿Acepta que hay un límite de tiempo para el dolor que pueden soportar los argentinos por estas reformas? –preguntó el entrevistador.

-Ha habido un cambio cultural y la mayor parte de los argentinos entendió que la solución no es el populismo. Hoy los salarios son miserables no por culpa nuestra, son miserables como consecuencia de 20 años de populismo.

Luego, para defenderse, afirmó que si la economía continuaba como en la década del ’90 “los salarios serían de 3 mil dólares” y “no de 600” como según él es en la actualidad.

Para justificar su política, Milei defendió el ajuste. Dijo que, dado el contexto económico hasta el año pasado, “la solución era (aplicar una política) hiperortodoxa, de shock y bien potente para cortar de cuajo esto”. No obstante se defendió: “A esto lo dijimos en campaña”.

“Lo que me parece fascinante de esto es que los argentinos entendieron que el populismo no es la solución” y que “hay que ir por una solución ortodoxa pura y de mercado”. “Por eso mi popularidad aumenta, porque digo la verdad”, subrayó.

Alineamiento y subordinación con EEUU

Respecto de las relaciones internacionales, ratificó su alineamiento con Estados Unidos y al referirse a China indicó que “yo no voy a estar alineado con comunistas”.

Asimismo defendió el monitoreo entre Argentina y Washington de la estación que China construye en la Patagonia y destacó que, por ello, “la relación comercial (con la potencia oriental) no se ha modificado”.

“Dije que me iba a alinear con Estados Unidos e Israel. ¿Tienen alguna duda de ese alineamiento?”, ratificó y defendió las acciones militares de Israel en Gaza. Afirmó que “la estrategia que está llevando adelante el gobierno de Israel es la correcta” y rechazó la posición de Estados Unidos y las demás potencias de avanzar hacia un alto el fuego.

De la misma manera relativizó la condena internacional a Tel Aviv por los crímenes en Gaza y los asesinatos a integrantes de una ONG de ayuda humanitaria internacional. “Apoyo abiertamente las acciones de Israel. Pueden ocurrir errores pero la vida tiene esos problemas”, afirmó.

En busca de dólares del FMI

Milei reconoció que “estaría buscando” un préstamo con el FMI a cambio de algunas reformas. “Consideramos que para la salida del cepo necesitaríamos 15 mil millones de dólares” y sostuvo que “el sobrecumplimiento de las metas” por parte de Argentina “facilita que se haga un nuevo programa” con el organismo.

“Que haya o no dinero fresco depende de las condiciones del FMI”, añadió y sostuvo que los prestamos también “podrían venir de otros países y de fondos de inversión” en la siguiente cantidad: “5 mil, 5 mil y 5 mil”.

Además, anticipó que “prontamente vamos a tener una reunión con Elon Musk”, el magnate al que calificó como “un jugador activo con un rol preponderante en la nueva Argentina”.

Conan y la reelección

Por otra parte, sin que se le pregunte volvió a hablar de sus perros. Destacó que “a Milton le gusta estar con mujeres”, dijo que Robert y Lucas eligieron sus propios nombres (“se los fui proponiendo y fue elegido por ellos”) y ratificó la existencia de Conan: “Es el papá de los chicos”.

Finalmente no descartó presentarse para un nuevo mandato, pero dejó la respuesta abierta a los resultados de su política económica: “En la medida de que los resultados nos acompañen, será así. Y si no será la decisión de la gente”, dijo al ser consultado sobre ello.

Luego lanzó números de encuestas que miden esa posibilidad. “A pesar de estar haciendo el ajuste fiscal y monetario más grande la historia de la humanidad, hoy estaríamos en condiciones de ganar en primera vuelta con el 53 por ciento. Entonces, ¡hey, por qué voy a cambiar!”


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Cuáles son los cambios que exige la oposición para acompañar la Ley Bases y el paquete fiscal

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El debate legislativo de la semana finalizó sin dictamen. El oficialismo ya sabe que los proyectos que se aprobaron en la Cámara de Diputados sufrirán modificaciones. Los cinco puntos clave.

Por María Cafferata

Un Pacto de Mayo sin ley, una ley sin forma. La imposibilidad de dictaminar la Ley Bases no solo enterró la ilusión del acto de unidad con los gobernadores en Córdoba, sino que hundió la fantasía de que el gobierno ya había logrado cerrar un gran acuerdo con la oposición. No hay acuerdo ni borrador final: solo la certidumbre de que los proyectos que se aprobaron en Diputados no serán los mismos que se aprobarán en el Senado. Hay seis senadores opositores cuyas firmas son claves que todavía aguardan una respuesta del oficialismo sobre sus pedidos de modificaciones y, hasta que no tengan una devolución, no dictaminarán nada. La pelota, aseguran, está del lado del gobierno nacional, que tendrá que definir, este fin de semana, qué cambios acepta y cuáles se arriesga a rechazar. En el mientras tanto, nadie, ni el propio gobierno, está seguro de qué forma final tendrán las dos primeras leyes que el Congreso le aprobará a Javier Milei. 

Martín Lousteau (UCR), Pablo Blanco (UCR), Maxi Abad (UCR), Guadalupe Tagliaferri (PRO), Edgardo Kueider (Entre Ríos) y José Carambia (Santa Cruz) son los seis senadores de cuyas firmas depende que las comisiones de Presupuesto, Legislación General y Asuntos Constitucionales puedan dictaminar la Ley Bases y el paquete fiscal para que puedan llegar al recinto. El oficialismo se equivocó al creer que el número estaba garantizado y que, en todo caso, la discusión por la letra chica se resolvería de camino al recinto. Y los senadores se lo están haciendo pagar. Para muchos, la inclusión de Victoria Villarruel en las negociaciones – hasta ahora desplazada – habilitará un diálogo más fluido con un oficialismo que, hasta ahora, estaba fragmentado. El intercambio era, por momentos, contradictorio: el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, decía una cosa y el ministro de Interior, Guillermo Francos, decía otra. 

«Que digan lo que quieran, yo no firmo nada». La frase salió de la boca de varios senadores opositores en las últimas 48 horas. Senadores que se sienten empoderados y que, ante la ausencia de ofertas concretas del gobierno – con la excepción de los fondos para la UBA (un guiño directo al radicalismo) -, van acumulando reclamos. El gobierno solo cuenta con siete senadores propios y otros cinco del PRO: está muy lejos de los 37 que necesita para el quórum, por lo que no está en condiciones de ignorar ningún pedido. El problema es que, a medida que pasa el tiempo, los pedidos son cada vez más.

RIGI

A la cabeza de los reclamos está el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) que otorga beneficios fiscales exorbitantes por 30 años para todas las empresas extranjeras que inviertan más de 200 millones de dólares. El vocero más elocuente contra el RIGI ha sido Lousteau, pero no está solo: el radical arrastra consigo también las objeciones de Tagliaferri, Blanco, Abad y varias fuerzas provinciales. Una de las mayores críticas es al artículo 163, que anula cualquier normativa provincial que restrinja lo sostenido por el régimen (adhieran o no las provincias). Se reclama, a su vez, establecer un régimen especial para las industrias más chicas – ya que las inversiones por más de 200 millones están pensadas, casi exclusivamente, para la actividad minera y petrolera -, así como algún sistema de «compre argentino» que proteja a la industria local de la apertura de importaciones.

Hay otros senadores, como Kueider, que plantean cambios más de fondo, como la exigencia de encadenamientos productivos locales.

Impuesto a las Ganancias

Si hay un capítulo que no tiene posibilidades de aprobarse sin cambios es la restitución de Ganancias. Los senadores patagónicos exigen incluir un diferencial para la zona – aludiendo a que el costo de vida es mucho mayor que en el resto del país – y reclaman un incremento del piso mínimo del 22 por ciento. Es decir, que pasaría de 1,8 millones a casi 2,2 millones (que es el mínimo que el proyecto sostiene para personas casadas). 

Este punto está casi cerrado con el gobierno nacional, ya que los patagónicos amenazaron con voltearle todo el paquete fiscal si no introduce cambios. Los patagónicos están cerca de sumar unos 48 votos en contra. Es decir, los dos tercios del Senado, lo que obligaría al oficialismo a conseguir la misma mayoría en Diputados para rechazar la modificación (un número que LLA no tiene posibilidades de alcanzar). Dependen de que Unión por la Patria y un par de senadores sin tierra quieran acompañar y están confiados en que lo lograrán. 

Privatizaciones

Era un capítulo que parecía cerrado y que, en la última semana, empezó a acumular varias objeciones. Principalmente por la privatización de dos empresas públicas: Aerolíneas Argentinas y Correo Argentino. Son varios los senadores del Sur que advierten que, si privatizan la línea de bandera, se caerán varias rutas no turísticas de la Patagonia, como ya sucedió en los 90′. El mismo argumento se repite para el Correo Argentino: el temor es que termine habiendo ciudades y pueblos enteros que se queden sin correo si el Estado no lo garantiza. 

Estas objeciones representan un dolor de cabeza para el oficialismo, ya que el capítulo de privatizaciones representa una de las partes centrales de la Ley Bases. En efecto, cuando el proyecto se cayó en febrero en Diputados fue porque el recinto estaba a punto de rechazar las privatizaciones (entonces eran un total de 27, ahora son once). En el oficialismo buscan evitar una «carnicería» del proyecto, pero se enfrentan a una difícil realidad numérica: si los patagónicos repiten el número de Ganancias para privatizaciones podrían terminar blindando también este capítulo frente a posibles modificaciones en Diputados. 

Blanqueo de capitales

Con el tándem Lousteau-Tagliaferri encabezando la avanzada, el gobierno reconoce que introducirá cambios en el capítulo de blanqueo (uno de los más generosos de los últimos años, ya que permite que quienes blanqueen hasta 100 mil dólares no paguen ninguna penalización). Uno de los pedidos es excluir a los hermanos de los funcionarios, así prohibir la posibilidad de que las personas puedan blanquear en nombre de otras (testaferros). Otro de los cambios será ampliar de 5 a 10 años el tiempo que tenga que haber pasado desde que una persona ocupó un cargo público para poder acogerse al beneficio.   

Moratoria previsional

Hay, además, decenas de pedidos de modificaciones que refieren a la reforma de la Ley de Hidrocarburos o la Ley de Procedimiento administrativo, así como a la reforma laboral. Uno de los temas más delicados es, sin embargo, la eliminación de la moratoria previsional. Hoy por hoy, en el Senado no está el número para aprobar este capítulo, que no solo cuenta con el rechazo de UxP o Carambia y Kueider, sino también de la cordobesa Alejandra Vigo, la rionegrina Mónica Silva y la neuquina Lucila Crexell. La gran mayoría de los senadores coinciden en que eliminar la moratoria representaría un duro golpe para las mujeres – 9 de cada 10 no cuenta con los 30 años de aportes – y nadie quiere cargar con ese costo político. Más de un senador pro Ley Bases, incluso, tiene planeado levantar e irse durante la votación para no tener que votar a favor. 


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