Conectarse con nosotros

INFO. GENERAL

El FMI mete presión sobre el gasto público y ya le apunta al escenario poselectoral

Publicado

el


El Fondo Monetario dio a conocer este viernes su Staff Report, el documento  principal que subyace a la quinta y sexta revisión del Acuerdo. El organismo  pretende de este modo pasar a ser co-conductor de la economía nacional.
Javier Lewkowicz

Por Javier Lewkowicz

El FMI advirtió al Gobierno sobre la necesidad de no incrementar el gasto público en jubilaciones y salarios de empleados del Estado, ordenó no aflojar con la eliminación de subsidios y mantener a raya la expansión monetaria. Pero además, ya puso el ojo sobre el escenario poselectoral, al pedir que se desactiven los controles cambiarios, aplicar «reformas estructurales» en el sistema previsional y en las empresas públicas.

El FMI dio a conocer este viernes su Staff Report,el documento de fondo que subyace a la quinta y sexta revisión del Acuerdo en el marco del Servicio Ampliado para Argentina, que permitió que el país reciba el desembolso de 7500 millones de dólares en favor de las reservas del Banco Central, lo cual alivia el escenario financiero hasta fin de año. El organismo estima que la inflación del año cerrará en el 120 por ciento y que el PBI caerá un 2,5 por ciento.

El ministro de Economía, Sergio Massa, por un lado negocia con el organismo la aplicación del programa económico, un mal necesario en el cuadro del repago del crédito que vino a cubrir las obligaciones que generó el préstamo récord que se le otorgó a la administración de Mauricio Macri. Por el otro lado, critica públicamente al organismo: “la exigencia del FMI de pedirle una devaluación a la Argentina tiene impacto en la inflación”, dijo el ministro en relación al pedido del organismo de devaluar fuertemente el peso, que luego el Gobierno «moderó» hasta un 20 por ciento.

Desvío y presión

El Fondo relató que a partir de la sequía y una «débil implementación de políticas», «el programa se desvió significativamente: las reservas internacionales netas cayeron a niveles peligrosamente bajos y hubo períodos de mayor volatilidad en los mercados, que se reflejó más recientemente en incertidumbres políticas».

El organismo celebró las últimas medidas aplicadas por el Gobierno, en relación primero a la nueva versión del «dólar agro» junto al resto del paquete que compusieron la devaluación selectiva que se dio previo a las PASO, junto la reciente devaluación lisa y llana del peso, aplicada al compás de una nueva suba de la tasa de interés.

«El nuevo paquete de políticas busca reconstruir rápidamente las reservas y restablecer el orden fiscal a través de esfuerzos iniciales para realinear el tipo de cambio, así como políticas macroeconómicas más estrictas», dice el Staff Report.

Sin embargo, el FMI advierte que «la medida devaluatoria recientemente adoptada deberá ir acompañada de una firme implementación de políticas monetarias y fiscales estrictas». El informe señala que «durante el resto del año será fundamental reforzar los controles de gastos. En particular, es necesario actualizar las tarifas energéticas para reflejar mejor los costos de producción y abordar los desfases anteriores en los salarios y pensiones (debido a la moratoria y las bonificaciones)».

Puesto en números, el FMI reclama un ajuste del gasto del 11 por ciento entre agosto y diciembre de este año. Además, dice que el aumento real anual de los salarios del sector público no debería superar el 3 por ciento.

«Para proteger el gasto social y de infraestructura prioritario, incluido el gasoducto, también será necesaria una mayor racionalización de las transferencias a las provincias y entidades públicas y una mejor focalización de la asistencia social», sigue.

En cuanto a la posibilidad que negoció el Gobierno de intervenir en el mercado cambiario para evitar nuevas corridas contra los dólares paralelos, el Staff aclara que «las intervenciones en los mercados paralelos de divisas y de futuros se limitarán estrictamente a abordar únicamente las condiciones desordenadas del mercado y ayudar a orientar las expectativas sobre el tipo de cambio y la inflación».

Lo que viene

En relación al devenir de la economía nacional en los próximos meses, el FMI considera que desde la adopción de las últimas medidas cambiarias, «las reservas se han recuperado ligeramente, aunque las condiciones siguen siendo volátiles y será necesaria una implementación firme para salvaguardar la estabilidad, a pesar del ciclo electoral«.

Además, advierte que «las presiones políticas y sociales antes de las elecciones podrían hacer que el programa vuelva a desviarse, ya que la combinación de políticas no logra orientarse lo suficiente hacia un ajuste subyacente y las restricciones y controles cambiarios continúan».

En cuanto a las perspectivas para el año que viene, el Fondo apunta a que «una consolidación fiscal más decisiva y ambiciosa debería ser el principal foco macroeconómico en el próximo período. Esto requerirá medidas estructurales que incluyan reducir los gastos tributarios, mejorar la estructura del complejo sistema tributario, abordar los subsidios energéticos aún cuantiosos, mejorar la sostenibilidad del sistema de pensiones, las transferencias discrecionales a las provincias y las empresas públicas». Asimismo, marca la necesidad de «racionalizar el complejo régimen cambiario actual».


INFO. GENERAL

Jubilado a la parrilla

Publicado

el


Palazos a los jubilados y corrupción en la mira papal. El retiro de Petronas y la explosión del gasoducto, en la gestión de los ceos de Roca. La nueva vanguardia.
Luis Bruschtein

Por Luis Bruschtein

El Papa criticó la represión a los jubilados y la corrupción en el gobierno; la ONU advirtió por la indefensión de la niñez sumergida en la pobreza; explotó el gasoducto del Norte, y Petronas puso en duda la famosa mayor inversión de la historia. El inminente veto a la ley de financiamiento universitario anunció protestas estudiantiles masivas que se unirán a los jubilados, dos sectores en los que Milei había cosechado en las elecciones. Semana mala para el Presidente que, en contrapartida, consiguió frenar el veto al aumento a los jubilados con ayuda de parte del opoficialismo y es probable que logre una imagen de toda la política enfrentada a Unión por la Patria con la propuesta de reforma política.

Argentina se ha convertido en un país imprevisible, donde resulta imposible precisar la forma como el derrumbe de la economía instrumentado por el gobierno se traslada a las decisiones políticas de los perjudicados. Los jubilados están en el horno. Son los que más perdieron en el ajuste, han sido sus principales víctimas y grupos cada vez más importantes de ellos han encabezado la protesta. Fuera de los grupos movilizados, todos los jubilados se quejan por lo que reciben y por el aumento del transporte y las tarifas, pero no es claro que haya un cambio masivo en las conductas políticas.

Milei ganó con un poco más del 55 por ciento de los votos y en los primeros meses logró aumentar unos puntos más la imagen positiva. En las últimas mediciones su imagen osciló entre el 40 y el 45 por ciento. Quiere decir que perdió más del diez por ciento. No es tanto si se lo compara con los efectos catastróficos de sus medidas sobre la vida de millones.

Esa distorsión entre causa y efecto constituye una incógnita en una sociedad muy intoxicada por discursos de odio, fake news, y una configuración social donde la mayoría de los trabajadores fueron llevados a la informalidad. Cayeron en ese plano por los efectos destructivos del neoliberalismo en las últimas décadas.

La perversión de esa movilidad descendente radicó en que fue disfrazada de elección personal. Una especie de liberación. El kiosquito, el remisse, el flete, la mensajería, la changa, la venta callejera, el trabajo no presencial y otros empleos fueron disfrazados de emprendimientos individuales. El discurso conservador complementó a este “emprendedurismo” con una ideología “meritocrática” que, en esencia es una ilusión porque todo ese universo depende de la producción de riqueza real.

Por más esfuerzo, por más méritos que tenga, ningún resultado lo favorecerá si el resto de la sociedad no genera riqueza real, no produce ni consume bienes. En todos los trabajos vale el esfuerzo y el conocimiento cuando el resto de la economía funciona. De lo contrario, la derecha ordena esas condiciones como una ideología del sometimiento para la explotación por una elite. Ese proceso se montó sobre el antiperonismo extendido en un sector de la sociedad y sobre la decepción que produjo el gobierno de Alberto Fernández.

El resultado ha sido el surgimiento de lo más grotesco de la política y la economía, una mascarada de discurso exótico cargado de odio y fotografías de un pie gordo y colorado, con talco para los hongos. Hay corporaciones que se han favorecido con este despropósito y que se apuran a sacarle todo el jugo porque saben que en algún momento se termina.

El grupo Roca, que buscó usar al gobierno para concretar su reconversión hacia la actividad energética, y ubicó gerentes en puntos estratégicos de la gestión en esa área, encarnó dos desastres con pocos antecedentes de tanta ineptitud como fueron la explosión del gasoducto Norte y la amenaza de Petronas de retirar la inversión milmillonaria que iba a hacer con el gas de Vaca Muerta. La arbitrariedad como se manejó un negocio tan delicado para debilitar al gobernador bonaerense Axel Kicillof, provocó incertidumbre en el gigante malayo.

Esta semana, el escenario pareció sufrir otras distorsiones. En el capitalismo industrial se decía que lo obreros de la industrian eran la vanguardia de las luchas. En los ’90, con el neoliberalismo, aparecieron los movimientos de trabajadores desocupados a la cabeza de la protesta. Y ahora son los trabajadores jubilados.

Primero fue demonizar a los movimientos sociales. Patricia Bullrich creció –tristemente– con la represión a esas marchas de los desocupados y creyó que valía para todos. Pero es difícil demonizar a los jubilados porque los hay en todas las familias. Allí no funcionan las fake news y la difamación porque hay comprobación directa.

Y es cierto que no se movilizan todos los jubilados, sino más bien algunos grupos. Pero la imagen de los garrotazos a esos adultos mayores tiene un efecto subterráneo de terreno minado para el gobierno. Otra imagen de alto impacto fueron los jubilados en la puerta de la residencia de Olivos mientras en el interior se festejaba con un pantagruélico asado el rechazo al aumento de las jubilaciones.

Ha sido una mezcla explosiva que se catalizó con los aumentos siderales de tarifas de los servicios y del transporte, que pasaron de ser caras a ser impagables para los trabajadores. Otra imagen altamente inflamable fueron las filas de personas que caminaban por las vías para eludir los molinetes de los andenes. Y la posterior imagen de esos mismos lugares custodiados por efectivos policiales o por seguridad contratada.

Los tiempos en la sociedad han sido diferentes a los de la política. Hubo una oposición nítida desde el principio desde Unión por la Patria y la izquierda, mientras que el rechazo en la sociedad fue expresándose en protestas aisladas, hasta la situación actual donde las encuestas no miden un cambio importante, en contraste con el cambio fuerte en el ánimo generalizado, al menos en CABA y el conurbano. Otras fuerzas mantuvieron una actitud ambigua porque se sentían comprendidos en parte del discurso oficialista.

Pero la política todavía no pudo dar cuenta de los cambios de humor que se van generalizando. No pudo entender parte de sus limitaciones que interfieren el contacto pleno con esta nueva realidad. Lo que en un momento fue representación, dejó de serlo cuando cambió lo que representaba y no se produjo el mismo cambio en el representante. El mecanismo se manifestó en todos los planos, con el fuerte achicamiento del PRO, la pérdida de identidad de la UCR y los conflictos en el peronismo.

La Iglesia ha sido una gran antena de los humores de la política y de la sociedad. Se mantiene por encima de la política y sólo interviene de manera clara cuando interpreta señales cada vez más fuertes. Las palabras del papa Francisco fueron muy directas con respecto a la represión a los jubilados y más aún sus referencias a la corrupción en el gobierno. La Iglesia nunca se lanza a una pileta vacía. Las palabras que formuló el Papa estuvieron en sintonía con el malhumor extendido.

Milei exhibe déficit cero falseado por deudas impagas. Y un dólar quieto a costa de reservas del Central. Consiguió mandar a la pobreza a casi el 60 por ciento de los argentinos y convertir al país en uno de los más caros en dólares. Cuando el malhumor social entre en contacto con la política, Milei se acaba. Es el tramo que falta recorrer.


Seguir leyendo

Más leídas - últimas 48Hs.