El aberrante caso conmociona a la Cuenca Carbonífera. «Lo quiero preso», dijo la mujer, madre de 4 niñas.

Un hombre, integrante del Ejército Argentino que cumple funciones en el Regimiento de Infantería Mecanizada Nº 35 en Rospentek, fue denunciado por su propia pareja, con quien mantenía una relación desde hace más de cuatro años, y con la cual tiene una hija.

Del estremecedor relato de la mujer de 39 años, de quien no trascendió su identidad, se desprenden los testimonios de los abusos que el acusado cometía contra sus tres hijastras. La nenas, le contaron a su madre que el hombre en diferentes ocasiones intentó emprender actos sexuales con ellas.

Según el testimonio de la mujer, madre de las víctimas, el pasado 25 de mayo, encuentra a su hija llorando en un rincón oscuro de su casa. El padrastro, se encontraba en la localidad de 28 de Noviembre, participando del desfile cívico militar programado para esa fecha patria. La chica, se negaba a contarle a la mamá la causa de su malestar, ya que aseguraba «tener miedo». Sin embargo, la insistencia de la mujer derivó en la atroz revelación: su padrastro, la manoseaba desde la pandemia».

Tras esta primera información, la mujer intenta averiguar mas, interrogando a sus otras dos hijas. «A mi hija de 16 años la invitó varias veces a dormir la siesta, pero ella logró rechazarlo siempre», relató la madre. Sin embargo, lo peor estaba por salir a la luz. Y fue cuando le trasladó la misma pregunta a su hija de 11 años. Entre lágrimas, la pequeña le contó a su mamá que durante las tardes el militar, sistemáticamente, se aprovecha de ella.

Ese mismo día 25 de Mayo, la mujer se dirige a la Comisaría de 28 de Noviembre donde realiza la denuncia contra su, hasta entonces, pareja. Logra que la justicia imponga una medida perimetral que prohíba todo tipo de contacto o acercamiento entre el acusado y sus hijas. Además, ese mismo día, ella se traslada con su familia y se instala en el local que ella alquila en esa localidad.

Por orden de la fiscal de Río Turbio, le realizan las pericias a la pequeña, mediante las cuales la justicia certifica la existencia de vejaciones y, en cámara Gesell, la niña relata la mortificante situación sufrida de manos de su padrastro.

El hombre, tras orden judicial es detenido el lunes 30 de mayo y trasladado a la comisaría de 28 de Noviembre, donde permanece actualmente alojado. Al haber rechazado la apelación de la prisión preventiva, la jueza dictaminó que permanezca tras las rejas hasta que se desarrolle el juicio en su contra.

La convivencia con un perverso

El acusado tiene una hija pequeña con la mujer que lo denunció. La madre comentó en declaraciones periodísticas, que su tres hijas mayores, relataron el calvario al que la pequeña era sometida por parte de su propio padre. La maltrataba constantemente, le molestaba que fuera inquieta y la sometía a duchas heladas – por lo cual, según la madre, la nena «vivía enferma». 

«Parecía el hombre mas dulce y amable, pero yo no me daba cuenta de que estaba constantemente tratando de alejar a mis hijas de mi, dándole actividades o tareas, para que no tuvieran trato conmigo», relató la mamá.

Tras el calvario que la mujer relata, y a pesar de la terrible situación a la que sus hijas se vieron sometidas en manos del acusado, la madre asegura que «confía en la justicia». «Es un monstruo. Violó a mi hija. Solo quiero que esté preso», manifestó.