Sergio Aravena,  escultor local, ha creado las estaciones del Vía Crucis en el Cerro de la Cruz de Río Turbio, utilizando madera de Lenga para representar los libros de la Biblia en una experiencia espiritual única.

En un esfuerzo por enriquecer la experiencia espiritual de residentes y visitantes, el reconocido escultor de Río Turbio, Sergio Aravena, ha dado vida a las estaciones del Crucis en el Cerro de la Cruz. Esta renovación, que combina arte y devoción, presenta una perspectiva única de la narrativa bíblica, utilizando la belleza natural de la madera de Lenga como su medio principal.

Las estaciones del Vía Crucis, que representan la pasión y muerte de Jesucristo, ahora están adornadas con las interpretaciones artísticas de Aravena, quien ha esculpido cada estación para reflejar la esencia de los libros de la Biblia. Utilizando la madera de Lenga, una especie autóctona de la región, Aravena ha capturado la atención con su habilidad para dar forma a la madera y transmitir emociones a través de sus esculturas.

Cada estación es una obra maestra, fusionando la espiritualidad con la artesanía local en una experiencia que invita a la reflexión y la contemplación. La elección de la madera de Lenga no solo resalta la conexión profunda con el entorno natural de la región, sino que también enfatiza el compromiso de la comunidad de Río Turbio con la conservación de sus recursos y la promoción del arte local.