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Pedro Sánchez en Davos: «No nos traguemos los viejos postulados neoliberales» 

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El presidente del Gobierno español habló después del mandatario argentino, Javier Milei, con un discurso en las antípodas del que dio el ultralibertario. Sánchez pidió a las grandes empresas que se impliquen para «luchar contra la involución que representa la ola reaccionaria que recorre el mundo».

Por Miguel Muñoz

«Una intervención de un profundo calado político, muy valiente y comprometida, dirigida a los principales líderes económicos, financieros y empresariales globales». Así definen en Moncloa el discurso ofrecido este miércoles por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Foro de Davos. El líder del Ejecutivo se ha mostrado contundente contra las recetas neoliberales y ha puesto como ejemplo las medidas tomadas por su Gobierno estos cuatro años.

Sánchez ha estructurado su discurso en alertar sobre tres grandes riesgos globales. Uno de ellos, «garantizar la prosperidad de nuestros ciudadanos». En este punto ha destacado que la extrema derecha está en auge y que los regímenes autocráticos proliferan en Occidente y en otras regiones del mundo. «Esta terrible tendencia no es más que un síntoma de problemas más profundos», ha señalado.  

Para el presidente del Gobierno, se está produciendo «la erosión de las clases medias y trabajadoras». «Las mismas clases medias y trabajadoras que no siempre se han beneficiado de las transformaciones económicas de las últimas décadas. Las que sufrieron durante las crisis financieras de 2008 y 2012. Y que ahora se angustian ante un futuro marcado por la incertidumbre mientras siguen perdiendo poder adquisitivo», ha destacado.

El líder socialista ha sacado pecho de las medidas desarrolladas en España, que tienen una línea común: «Hemos demostrado que la competitividad económica y la prosperidad de los ciudadanos no son incompatibles». Políticas que, según Sánchez, dijeron que eran «imposibles o temerarias». «Hoy, los españoles saben que las políticas neoliberales no funcionan. Que la opción de reducir el tamaño del sector público y dejar solos a los ciudadanos y a las pequeñas
empresas cuando surgen los problemas no tiene sentido», ha afirmado.

Desde el reconocimiento al papel de las grandes empresas y ante los desafíos mundiales, Sánchez les ha pedido de forma directa que se impliquen. «Ayúdenos a elevar el poder adquisitivo de los trabajadores, a frenar la emergencia climática, a reivindicar las normas internacionales y a defender la democracia y luchar contra la involución que representa la ola reaccionaria que recorre el mundo«.

«No nos traguemos los viejos postulados neoliberales que presentan al Estado como un ente puramente extractivo que no genera valor. O que afirman que la única responsabilidad de las empresas es aumentar los beneficios de sus accionistas», ha añadido al respecto. Para Sánchez, se han demostrado que estas ideas son erróneas, «por la ciencia y la experiencia».

«Actúen en consecuencia. Actúen con responsabilidad. Piensen a largo plazo. No se dejen arrastrar por esos medios de comunicación y partidos políticos radicales que están obsesionados con proyectarnos como rivales sistémicos. Que se lucran vendiendo polarización. No caigan en su trampa. Colaboremos. Aprovechemos los grandes retos que he mencionado antes para tender puentes, potenciar sinergias y establecer nuevas formas de colaboración público-privada. El Gobierno de España es su aliado», ha continuado.

Riesgos de la inteligencia artificial

Otro de los puntos importantes de la intervención de Sánchez en Davos ha sido sobre la inteligencia artificial (IA) y sus riesgos. «Son la mejor opción que tenemos para superar retos como el envejecimiento, la crisis medioambiental, la propagación de enfermedades o la baja
productividad. Y creo que, si las utilizamos bien, nos permitirán alcanzar un nivel de bienestar inimaginables. Pero también creo que estas oportunidades no deben hacernos ignorar las amenazas«, ha destacado.

Por ello, Sánchez ha reclamado prestar más atención a las preocupaciones de nuestros trabajadores, nuestros jóvenes y nuestros mayores, y menos atención «a las promesas vacías de algunos gurús de Silicon Valley, que están más interesados en ganar adeptos o escalar en la lista de millonarios de Forbes que en el verdadero progreso de la humanidad». 

Oriente Medio y Ucrania

El tercer reto al que enfrentarse, según Sánchez, es «la propia supervivencia del orden internacional basado en reglas». En este punto se ha detenido para mencionar los conflictos en Oriente Medio y Ucrania y defender el sistema multilateral. «La futura estabilidad del mundo se está decidiendo en Ucrania y Gaza mientras hablamos», ha destacado.

Respecto a la situación concreta en Israel y Palestina, Sánchez ha reiterado la posición que viene repitiendo estos meses. «Reconocemos el legítimo derecho de Israel a defenderse de un ataque terrorista vil y monstruoso. Pero también exigimos el respeto del Derecho Internacional Humanitario«, ha dicho. El presidente ha defendido la necesidad de un alto el fuego y la convocatoria de una conferencia internacional para poner en marcha una solución definitiva.

Para Sánchez, esa solución debe incluir el reconocimiento de la existencia de dos Estados. «Hay que poner fin a este drama humano. El curso actual de los acontecimientos no ayudará ni al pueblo palestino ni al israelí. Pero también, porque lo que está en juego es la seguridad de las cadenas mundiales de suministro. Es el comercio. La prosperidad. La estabilidad de todo Oriente Medio. Y la continuidad del orden multilateral», ha destacado. 


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El 2001, la pandemia y el macrismo ya quedaron chicos

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En abril, el consumo en hipermercados cayó 15,4, números que no se veían desde el estallido social de De La Rua. La UIA confirmó que la industria cayó 17,2 por ciento en marzo, muy por encima del industricidio del PRO y cerca del parate total por la COVID. Con la obra pública cerrada por el Gobierno, los tres sectores que explican la mayor parte del PBI se han desmoronado en tiempo récord. Fuertes disputas en las entidades empresarias por el apoyo que le dan a Milei mientras la economía se pulveriza. 
Leandro Renou

Por Leandro Renou

En sólo cinco meses de Gobierno, los números muestran que la gestión económica de Javier Milei superó ampliamente los derrumbes de actividad de las tres crisis más relevantes de los últimos años: el 2001, la pandemia de la COVID y los años de Mauricio Macri. Por un lado, Página I12 accedió a un adelanto del informe de la consultora Scentia de abril, que refleja un desplome del 15,4 por ciento en las ventas de hipermercados, una caída similar a la del estallido del gobierno De La Rua; por su lado, la Unión Industrial (UIA) confirmó que en marzo la actividad fabril cayó 17,2 por ciento, emparejando los niveles de diciembre del 2001 y cayendo más que en la parte más dura de la pandemia. A este dato se suma el derrumbe de la construcción, superior al 42 por ciento, lo que deriva en un escenario inédito: en tiempo récord, la gestión de Milei y Luis Caputo pusieron a las tres actividades que explican la mayor parte del PBI en una situación de dificil retorno.

Por esta perspectiva, que ya se veía venir, los economistas empezaron a alertar hace unas semanas que el nivel de la recesión, autogenerada para intentar morigerar una inflación que sigue muy alta, era el dato central a observar. Lo curioso es que este momento de crisis casi total de la actividad se da en paralelo al apoyo que empresarios de la Cámara Argentina de la Construcción, la Cámara de Comercio y la propia UIA, le dan al gobierno de Milei, a quien estuvieron escuchando y aplaudiendo hace unas horas, en su exposición en el almuerzo que organizó el Consejo del Comercio y la Producción (Cicyp) en el Hotel Alvear. A raíz de estos datos, este diario habló con dirigentes de todos esos sectores consultando cómo y hasta cuándo se sostiene el discurso de apoyo a la línea Milei cuando la actividad a la baja ya se está cargando al empleo. «Es la pregunta del millón», contestó un alto dirigente de UIA. En esa sede de la gremial empresaria hay una guerra entre pymes y gigantes por el contexto de crisis, que se está llevando puestas a las más chicas. Por toda esa tensión, muchas cámaras como los metalúrgicos de ADIMRA y los texiles de Protejer decidieron salir por las suyas a denunciar que el proceso de crisis no frena y terminará en cierres de empresas. 

En este escenario, el consumo masivo es que el primero sintió el ajuste en los salarios, las jubilaciones pisadas y la liberación del resto de los bienes y servicios de la economía, que terminaron privando a las familias de mayores compras de alimentos. Según Scentia, la caída del 15,4 en ventas en los grandes supermercados de abril es la más grande desde el 2001-2002. «Quedó lejos incluso de los números muy negativos del macrismo», explicó un líder del supermercadismo multinacional. En los años del PRO, el consumo masivo medido por Scentia cayó tres de los cuatro años, quedando empatado en el período restante. Lo particular del consumo es que todos los rubros están cayendo, pero algunos como Bebidas, Aceites y Lácteos se desploman desde el 20 al 50 por ciento mensual. 

Esa baja en el gasto de los hogares está directamente conectada, además, con el desempeño de las fábricas. En el reporte de la UIA se muestra que la industria de Alimentos cayó 10,2 por ciento en abril, un número del que nadie tiene antecedentes, porque en general el sector crece, aún en los peores períodos, de manera marginal en relación con el crecimiento poblacional. El derrumbe de todos los sectores que muestra la UIA produjo una caída general de la actividad que supera o se equipara al 2001 y queda muy por encima de la pandemia de COVID. 

En 2001, medido por el INDEC, el sector industrial terminó cayendo 6,2 por ciento. Mientras que en diciembre de ese año, la baja fue de 18,4 por ciento. ¿Qué pasó co la COVID? En el primer semestre del 2020, el período de mayores restricciones a la circulación y la actividad, la industria cayó 18,4 por ciento. Teniendo su pico más negativo en abril, con una baja del 33 por ciento. Luego de eso, arrancó una curva ascendente que dejó al 2021 con números positivos. Hoy, en sólo un mes, retrocedió 17,2 por ciento, pero en condiciones normales, no pandémicas

Lo particular de estos datos, aseguran los especialistas, es que las caídas tan bruscas por sectores ya adelantan no sólo números negativos hacia adelante, sino un golpe que se ve en los puestos de trabajo. Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA, aseguró hace unos días que las fábricas perdieron ya 5000 puestos de trabajo, pero ese dato es previo a los 100 despidos en FATE, Acindar, los supermercados, PEPSICO y General Motors, todas cesantías que ocurrieron en las últimas horas. A eso se suman los 100 mil empleos menos que tiene la actividad de la construcción producto de la decisión de Milei de cerrar la obra pública y los que se están dando en el sector comercial. 


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