Dos consultores coinciden en que la aparición de Milei sirvió para que la agenda se moviera a la derecha y la capitalice Bullrich. El oficialismo ordenado detrás de Massa ganó competitividad.

Por: Tatiana Scorciapino@Tatiscorciapino

A cuatro semanas de las PASO, el escenario político se configura de cara a lo que será una de las elecciones más importantes del último tiempo, aunque no con grandes sorpresas. Lo que se encaminaba a ser una contienda de tercios, con los llamados «outsiders» como protagonistas, está volviendo nuevamente al escenario de polarización dominante que Juntos por el Cambio y el peronismo agrupado en Unión por la Patria saben mantener hace varias campañas.

Aunque aún existen sondeos que lo posicionan como uno de los integrantes de un posible balotaje, Javier Milei comenzó un leve pero constante proceso de descenso propio de un fenómeno temporal. A pesar de esto, el paso por el escenario electoral del diputado dejará esquirlas difíciles de barrer.

Juntos en el barro

Sobre este punto, el sociólogo y director de la consultora Equis, Artemio López, expone que la aparición de Milei hizo que la agenda de los dirigentes «se moviera hacia la ultraderecha». Si bien el consultor no comparte la teoría de que la sociedad está en un camino de derechización como sí pasa en la política tradicional, entiende que este tipo de reflexiones no tienen el nivel de rechazo esperado por el progresismo nacional.

La coalición opositora es, sin rodeos, la más beneficiada de este corrimiento de los límites morales, aunque no es recibido por ambas partes de la interna de igual forma. «En Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich se adueñó de este discurso y dejó a Horacio Rodríguez Larreta en una situación crítica», explica López frente a los resultados de los últimos sondeos de las consultoras Giacobbe y Asociados; Circuitos; Observatorio Electoral, entre otras, que llegaron al círculo de campaña de la exministra de Seguridad y en donde los resultados posicionan a la titular del PRO como ganadora de la interna, varios puntos por encima del jefe de gobierno.

El augurado mal desempeño del aspirante presidencial porteño puede ser explicado, principalmente, por su armado electoral. López desarrolla: «Larreta está mal posicionado porque resolvió conceptualmente mal su campaña. Supuso que iba a poder transitar un camino por la moderación, pero ese espacio no terminó de existir porque no satisface ni a extraños ni a propios, a pesar de que su aparato territorial es mayor que el de Bullrich a nivel nacional».

Carlos De Angelis, consultor y especialista en estadísticas aplicadas a las ciencias sociales, concuerda con su colega y califica la campaña del jefe de gobierno como «esquizofrénica», puesto que no es posible descifrar cuál es el público objetivo de su discurso. «Electoralmente, Patricia Bullrich es la mejor candidata porque sabe a qué núcleo hablarle. Sin embargo, esto puede resultar una contra al momento de planear una apertura para captar el voto fronterizo, porque en su discurso no hay flexibilidad». En este punto, el analista afirma que Rodríguez Larreta es el indicado para «captar votos» por fuera de Juntos por el Cambio.

Unidos por Massa

Después de estar al borde del precipicio que desembocaba en un peronismo desorganizado, el ex Frente de Todos se encolumnó sin chistar detrás de Sergio Massa y dejó saldada la disputa interna. Sin embargo, la anomalía que representa tener como candidato de unidad al conductor del ministerio más volátil trae consigo nuevas instancias en la carrera electoral.

Sobre esto, De Angelis expone: «Este doble rol puede ser tan beneficioso como complicado. Massa le devolvió el protagonismo que supo tener la figura del ministro de Economía durante el menemismo, por lo que todas las miradas están puestas en él. Cada decisión que tome afectará, para bien o para mal, al 100% de la sociedad y no sólo a la porción que lo vote». De esta forma, el analista entiende que la economía tendrá un rol fundamental en el resultado que puede cosechar UxP, por lo que, tal como se está haciendo, la campaña del titular de Hacienda deberá estar abocada en mejorar los índices que preocupan a su electorado y los ajenos.

Si bien casi la totalidad del espacio apoya la candidatura de Massa, Juan Grabois continúa a paso firme en la contienda interna. Sobre el rol del líder de Patria Grande, López profundiza: «Tuvo un aumento significativo en las últimas semanas, propio del protagonismo que implica ser candidato a presidente. En los sondeos más recientes, se posiciona con cuatro puntos porcentuales, el doble que hace algunos días. Sin embargo, no es una figura que sume en el resultado final del conteo, sino que redistribuye a los votantes de Unión por la Patria». El encargado de enamorar a los desencantados será, según el sociólogo, Sergio Massa gracias a su perfil pragmático y resolutivo.

Indecisos: los dueños de la lapicera

Con la sorpresa de un tercer factor que promete no dar el brazo a torcer, las dos grandes coaliciones pelearán por el protagonismo en un año donde el clima electoral no cala profundo en un sector de la población.

Según el último sondeo presentado esta semana por la consultora Zuban Córdoba, el porcentaje de los llamados «votantes indecisos» se posiciona en 8,6%. Si bien este número continúa siendo bajo dentro del índice total, los indefinidos subieron 3,3% respecto a la misma medición de la consultora en su informe de julio de 2019.

El analista político y titular de la consultora Equis explica que este porcentaje representa «a los sectores populares menos informados y que padecen el día a día con más intensidad que la política». Según López, el «indeciso» entra en clima electoral muy cerca de las elecciones y toma decisiones en base a los resultados de gestión y campaña de la última semana. La suba de este índice, además, podría explicarse por el descontento y la ausencia de representación vigente, especialmente en los votantes jóvenes, dentro de la oferta de candidatos que parecen no hacer foco en las necesidades reales de estos círculos.

La realidad económica y los aumentos inflacionarios, que impactan diariamente en este sector, son, según los analistas, las mayores preocupaciones de los indecisos. En consecuencia, este grupo de electores es portante de una volatilidad –difícil de medir mediante un sondeo– que podría beneficiar o perjudicar al oficialismo deseoso de otros cuatro años de gestión.

En cuanto a los resultados, López sostiene: «Por el momento, hay un empate técnico entre las dos grandes coaliciones, que juntan más de 30% de intención de votos cada una». El sociólogo entiende que será el electorado no posicionado el que definirá la elección en las PASO y en un eventual balotaje.

Respecto a los antecedentes de baja participación que se vieron en las elecciones provinciales, López razona: «Puede haber un aumento en la no participación y una leve suba del voto en blanco, pero no con un nivel de espectacularidad como se señala en algunos análisis».