Conectarse con nosotros

NACIONALES

Limitarán por decreto la incorporación de beneficiarios a programas sociales

Publicado

el



El presidente Alberto Fernández ya firmó la medida que, a partir de su entrada en vigencia, no permitirá nuevas altas en los programas Potenciar Trabajo, Potenciar Inclusión Joven, Nexo y Plus Esencial.

El presidente Alberto Fernández firmó este jueves el decreto que limitará la incorporación de beneficiarios a programas sociales, con el objetivo «avanzar en el proceso de vinculación» con el empleo genuino.

Según supo Noticias Argentinas por fuentes oficiales, el decreto será publicado «en las próximas horas», luego de un trabajo conjunto entre los Ministerios de Economía, Desarrollo y Trabajo.

«Se van a limitar las incorporaciones. No se va a poder ampliar el número de titulares de los programas como el ‘Potenciar trabajo'», detallaron a NA fuentes de la Casa Rosada, que aclararon que «la prioridad del Gobierno es promover el trabajo».

La noticia fue comunicada oficialmente por la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, luego de una reunión que encabezó el jefe de Estado en la Casa de Gobierno junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur, al titular del Palacio de Hacienda, Sergio Massa, y la funcionaria de la cartera laboral, Raquel «Kelly» Olmos.

A partir de la entrada en vigencia del decreto, «no se otorgarán nuevas altas en los programas Potenciar Trabajo, Potenciar Inclusión Joven, Nexo y Plus Esencial».

En cambio, «las transferencias previstas serán destinadas a las unidades de gestión productiva para la adquisición de bienes de capital y la inserción laboral».

Además, la normativa instruye a la Oficina Nacional de Contrataciones a incorporar en los pliegos de bases y condiciones generales, un margen de preferencia para los oferentes que acrediten un mínimo del 5% de trabajadores vinculados o trabajadoras vinculadas al Programa «Puente al Empleo».

En diálogo con los medios acreditados en la Casa Rosada, entre ellos NA, Tolosa Paz precisó que el decreto «pone un techo a las personas del Potenciar Trabajo», de 1.350.000 beneficiarios, y destacó que la decisión «se hizo en acuerdo con los movimientos sociales».

Además, la funcionaria nacional precisó que el Ministerio de Desarrollo Social va a redistribuir los montos de las bajas «en la adquisición de máquinas y herramientas para la producción de bienes y servicios».

«Cada una de las bajas que van ocurriendo, que no ocurren solamente a partir de la auditoría sino de bajas que se producen en la Argentina mes a mes, a razón de 10.000 bajas, producto de muchas que van directamente al puente del empleo, gente que registra su actividad laboral e inmediatamente se le genera la baja con el entrecruzamiento de datos», puntualizó.

Tolosa Paz reveló que está en análisis la posibilidad de otorgar «un refuerzo» en la Asignación Universal por Hijo y en la Tarjeta Alimentar para fin de año, algo que «se estudia en forma conjunta con los Ministerios de Desarrollo Socia, Trabajo y en la Anses».

Asimismo, la ministra aseguró que garantizará la alimentación de la población que está debajo de la línea de indigencia, un sector que «en el último semestre subió del 8,2% al 8,8%».

Por su parte, Olmos afirmó que para la creación de empleo se trabajará «en un mecanismo de diálogo con las cadenas productivas para identificar la demanda insatisfecha», con instrumentos como «la capacitación, el entrenamiento y el subsidio, ya sea a través de parte del salario como en la desgravación de las contribuciones laborales».

Finalmente, la ministra de Trabajo adelantó que el Consejo del Salario será convocado para la segunda quincena de este mes.


NACIONALES

El 2001, la pandemia y el macrismo ya quedaron chicos

Publicado

el


En abril, el consumo en hipermercados cayó 15,4, números que no se veían desde el estallido social de De La Rua. La UIA confirmó que la industria cayó 17,2 por ciento en marzo, muy por encima del industricidio del PRO y cerca del parate total por la COVID. Con la obra pública cerrada por el Gobierno, los tres sectores que explican la mayor parte del PBI se han desmoronado en tiempo récord. Fuertes disputas en las entidades empresarias por el apoyo que le dan a Milei mientras la economía se pulveriza. 
Leandro Renou

Por Leandro Renou

En sólo cinco meses de Gobierno, los números muestran que la gestión económica de Javier Milei superó ampliamente los derrumbes de actividad de las tres crisis más relevantes de los últimos años: el 2001, la pandemia de la COVID y los años de Mauricio Macri. Por un lado, Página I12 accedió a un adelanto del informe de la consultora Scentia de abril, que refleja un desplome del 15,4 por ciento en las ventas de hipermercados, una caída similar a la del estallido del gobierno De La Rua; por su lado, la Unión Industrial (UIA) confirmó que en marzo la actividad fabril cayó 17,2 por ciento, emparejando los niveles de diciembre del 2001 y cayendo más que en la parte más dura de la pandemia. A este dato se suma el derrumbe de la construcción, superior al 42 por ciento, lo que deriva en un escenario inédito: en tiempo récord, la gestión de Milei y Luis Caputo pusieron a las tres actividades que explican la mayor parte del PBI en una situación de dificil retorno.

Por esta perspectiva, que ya se veía venir, los economistas empezaron a alertar hace unas semanas que el nivel de la recesión, autogenerada para intentar morigerar una inflación que sigue muy alta, era el dato central a observar. Lo curioso es que este momento de crisis casi total de la actividad se da en paralelo al apoyo que empresarios de la Cámara Argentina de la Construcción, la Cámara de Comercio y la propia UIA, le dan al gobierno de Milei, a quien estuvieron escuchando y aplaudiendo hace unas horas, en su exposición en el almuerzo que organizó el Consejo del Comercio y la Producción (Cicyp) en el Hotel Alvear. A raíz de estos datos, este diario habló con dirigentes de todos esos sectores consultando cómo y hasta cuándo se sostiene el discurso de apoyo a la línea Milei cuando la actividad a la baja ya se está cargando al empleo. «Es la pregunta del millón», contestó un alto dirigente de UIA. En esa sede de la gremial empresaria hay una guerra entre pymes y gigantes por el contexto de crisis, que se está llevando puestas a las más chicas. Por toda esa tensión, muchas cámaras como los metalúrgicos de ADIMRA y los texiles de Protejer decidieron salir por las suyas a denunciar que el proceso de crisis no frena y terminará en cierres de empresas. 

En este escenario, el consumo masivo es que el primero sintió el ajuste en los salarios, las jubilaciones pisadas y la liberación del resto de los bienes y servicios de la economía, que terminaron privando a las familias de mayores compras de alimentos. Según Scentia, la caída del 15,4 en ventas en los grandes supermercados de abril es la más grande desde el 2001-2002. «Quedó lejos incluso de los números muy negativos del macrismo», explicó un líder del supermercadismo multinacional. En los años del PRO, el consumo masivo medido por Scentia cayó tres de los cuatro años, quedando empatado en el período restante. Lo particular del consumo es que todos los rubros están cayendo, pero algunos como Bebidas, Aceites y Lácteos se desploman desde el 20 al 50 por ciento mensual. 

Esa baja en el gasto de los hogares está directamente conectada, además, con el desempeño de las fábricas. En el reporte de la UIA se muestra que la industria de Alimentos cayó 10,2 por ciento en abril, un número del que nadie tiene antecedentes, porque en general el sector crece, aún en los peores períodos, de manera marginal en relación con el crecimiento poblacional. El derrumbe de todos los sectores que muestra la UIA produjo una caída general de la actividad que supera o se equipara al 2001 y queda muy por encima de la pandemia de COVID. 

En 2001, medido por el INDEC, el sector industrial terminó cayendo 6,2 por ciento. Mientras que en diciembre de ese año, la baja fue de 18,4 por ciento. ¿Qué pasó co la COVID? En el primer semestre del 2020, el período de mayores restricciones a la circulación y la actividad, la industria cayó 18,4 por ciento. Teniendo su pico más negativo en abril, con una baja del 33 por ciento. Luego de eso, arrancó una curva ascendente que dejó al 2021 con números positivos. Hoy, en sólo un mes, retrocedió 17,2 por ciento, pero en condiciones normales, no pandémicas

Lo particular de estos datos, aseguran los especialistas, es que las caídas tan bruscas por sectores ya adelantan no sólo números negativos hacia adelante, sino un golpe que se ve en los puestos de trabajo. Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA, aseguró hace unos días que las fábricas perdieron ya 5000 puestos de trabajo, pero ese dato es previo a los 100 despidos en FATE, Acindar, los supermercados, PEPSICO y General Motors, todas cesantías que ocurrieron en las últimas horas. A eso se suman los 100 mil empleos menos que tiene la actividad de la construcción producto de la decisión de Milei de cerrar la obra pública y los que se están dando en el sector comercial. 


Seguir leyendo

Más leídas - últimas 48Hs.