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El oficialismo avanzó en Diputados con el dictamen para prorrogar impuestos nacionales

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Juntos por el Cambio presentó un dictamen de minoría, por estar en desacuerdo con prorrogar tal como están algunos de los impuestos. La iniciativa será tratada en la próxima sesión, prevista para el 31 de agosto. El Frente de Todos confía en tener los votos para aprobarla.

El Frente de Todos logró este miércoles avanzar con la firma del dictamen de mayoría a favor de la prórroga hasta el 31 de diciembre de 2027 de seis impuestos nacionales, entre ellos Ganancias, Bienes Personales, impuesto al cheque y Monotributo, y la iniciativa quedó lista para ser votada en el recinto en la próxima sesión de la Cámara de Diputados, prevista para el jueves 31 de agosto.

En una reunión de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el oficialismo recolectó 25 firmas de los 44 integrantes presentes, en tanto que Juntos por el Cambio firmó un dictamen de minoría por disidencias en torno a algunos de los impuestos prorrogados.

Además de extender la vigencia por más de cinco años de los impuestos a las Ganancias, a los Bienes Personales, de los monotributos y del impuesto al cheque (a los débitos y créditos bancarios), el proyecto prorroga el impuesto adicional de emergencia sobre el precio final de venta de cigarrillos, el Fondo para la Educación y de Promoción Cooperativa, y las asignaciones específicas del IVA.

La iniciativa fue presentada el 1 de agosto pasado por el Poder Ejecutivo, con la firma de la entonces ministra de Economía Silvina Batakis, y este miércoles fue defendida por la subsecretaria de Ingresos Públicos de esa cartera, Claudia Balestrini, quien advirtió que, en caso de no aprobarse, el Estado podría perder un 32% de recaudación.

Además señaló que tomando únicamente las pérdidas en la recaudación del impuesto a las Ganancias, las provincias perderían un 13% de coparticipación.

En su intervención, Balestrini señaló que los impuestos contemplados «son pilares del sistema tributario argentino y de la recaudación» y «gran parte son coparticipables o son distribuidos en base a la coparticipación».

La funcionaria precisó que el impuesto a las Ganancias «representa 5 puntos del PBI», en tanto que el impuesto a los Bienes Personales explica un 2% del producto bruto. Sobre este último gravamen, detalló que el 90% es coparticipable.

En cuanto al IVA, explicó que el 89% es coparticipable y el restante 11% se destina a ANSeS.

La oposición se negó a acompañar el dictamen de mayoría porque si bien estaban de acuerdo en prorrogar Ganancias, Monotributo y el impuesto adicional a la venta de cigarrillos, pedían tratar por separado otros impuestos que proponen modificar como Bienes Personales.

«Estamos de acuerdo en que los impuestos tradicionales deben prorrogarse, como en el caso de Ganancias e IVA, tal como pasó la última vez que se prorrogaron en 2017», señaló el diputado macrista y vicepresidente de la comisión, Luciano Laspina (PRO), quien aclaró que no es intención de Juntos por el Cambio «desfinanciar al Estado Nacional».

Explicó, sin embargo, que de ninguna manera desde el espacio opositor podían «avalar la contrarreforma tributaria que Alberto Fernández llevó adelante durante los últimos dos años».

«Por ejemplo se ha subido salvajemente el impuesto de los Bienes Personales y hubo una estampida de empresarios que se han ido a Uruguay», lamentó el economista, que reclama volver a los niveles de alícuotas que había durante el Gobierno de Cambiemos.

Desde Juntos por el Cambio también piden aumentar el monto que las pymes pueden descontar de Ganancias del impuesto al cheque.

A su vez, reclaman extender por dos años las asignaciones específicas en el IVA, de modo tal de volver a discutir los porcentajes con el próximo gobierno nacional y composición del Congreso.

Más allá de las objeciones de Juntos por el Cambio, en el oficialismo confían en que tendrán los votos suficientes dado que cuentan con el apoyo garantizado del interbloque Provincias Unidas y posiblemente también del interbloque Federal, cuyo único representante en la comisión de Presupuesto (el cordobés Ignacio García Aresca) se negó a firmar el dictamen de minoría de Juntos por el Cambio.

También consideran que parte de Juntos por el Cambio acompañará porque estos impuestos ya habían sido prorrogados en 2017, durante el Gobierno de Macri, por lo que sería contradictorio que ahora no adoptaran la misma decisión. La mayoría de los impuestos que se buscan prorrogar son coparticipables, con lo cual es esperable que los diputados que responden a los gobernadores, de cualquier signo político, acompañen la iniciativa en el recinto.


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El 2001, la pandemia y el macrismo ya quedaron chicos

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En abril, el consumo en hipermercados cayó 15,4, números que no se veían desde el estallido social de De La Rua. La UIA confirmó que la industria cayó 17,2 por ciento en marzo, muy por encima del industricidio del PRO y cerca del parate total por la COVID. Con la obra pública cerrada por el Gobierno, los tres sectores que explican la mayor parte del PBI se han desmoronado en tiempo récord. Fuertes disputas en las entidades empresarias por el apoyo que le dan a Milei mientras la economía se pulveriza. 
Leandro Renou

Por Leandro Renou

En sólo cinco meses de Gobierno, los números muestran que la gestión económica de Javier Milei superó ampliamente los derrumbes de actividad de las tres crisis más relevantes de los últimos años: el 2001, la pandemia de la COVID y los años de Mauricio Macri. Por un lado, Página I12 accedió a un adelanto del informe de la consultora Scentia de abril, que refleja un desplome del 15,4 por ciento en las ventas de hipermercados, una caída similar a la del estallido del gobierno De La Rua; por su lado, la Unión Industrial (UIA) confirmó que en marzo la actividad fabril cayó 17,2 por ciento, emparejando los niveles de diciembre del 2001 y cayendo más que en la parte más dura de la pandemia. A este dato se suma el derrumbe de la construcción, superior al 42 por ciento, lo que deriva en un escenario inédito: en tiempo récord, la gestión de Milei y Luis Caputo pusieron a las tres actividades que explican la mayor parte del PBI en una situación de dificil retorno.

Por esta perspectiva, que ya se veía venir, los economistas empezaron a alertar hace unas semanas que el nivel de la recesión, autogenerada para intentar morigerar una inflación que sigue muy alta, era el dato central a observar. Lo curioso es que este momento de crisis casi total de la actividad se da en paralelo al apoyo que empresarios de la Cámara Argentina de la Construcción, la Cámara de Comercio y la propia UIA, le dan al gobierno de Milei, a quien estuvieron escuchando y aplaudiendo hace unas horas, en su exposición en el almuerzo que organizó el Consejo del Comercio y la Producción (Cicyp) en el Hotel Alvear. A raíz de estos datos, este diario habló con dirigentes de todos esos sectores consultando cómo y hasta cuándo se sostiene el discurso de apoyo a la línea Milei cuando la actividad a la baja ya se está cargando al empleo. «Es la pregunta del millón», contestó un alto dirigente de UIA. En esa sede de la gremial empresaria hay una guerra entre pymes y gigantes por el contexto de crisis, que se está llevando puestas a las más chicas. Por toda esa tensión, muchas cámaras como los metalúrgicos de ADIMRA y los texiles de Protejer decidieron salir por las suyas a denunciar que el proceso de crisis no frena y terminará en cierres de empresas. 

En este escenario, el consumo masivo es que el primero sintió el ajuste en los salarios, las jubilaciones pisadas y la liberación del resto de los bienes y servicios de la economía, que terminaron privando a las familias de mayores compras de alimentos. Según Scentia, la caída del 15,4 en ventas en los grandes supermercados de abril es la más grande desde el 2001-2002. «Quedó lejos incluso de los números muy negativos del macrismo», explicó un líder del supermercadismo multinacional. En los años del PRO, el consumo masivo medido por Scentia cayó tres de los cuatro años, quedando empatado en el período restante. Lo particular del consumo es que todos los rubros están cayendo, pero algunos como Bebidas, Aceites y Lácteos se desploman desde el 20 al 50 por ciento mensual. 

Esa baja en el gasto de los hogares está directamente conectada, además, con el desempeño de las fábricas. En el reporte de la UIA se muestra que la industria de Alimentos cayó 10,2 por ciento en abril, un número del que nadie tiene antecedentes, porque en general el sector crece, aún en los peores períodos, de manera marginal en relación con el crecimiento poblacional. El derrumbe de todos los sectores que muestra la UIA produjo una caída general de la actividad que supera o se equipara al 2001 y queda muy por encima de la pandemia de COVID. 

En 2001, medido por el INDEC, el sector industrial terminó cayendo 6,2 por ciento. Mientras que en diciembre de ese año, la baja fue de 18,4 por ciento. ¿Qué pasó co la COVID? En el primer semestre del 2020, el período de mayores restricciones a la circulación y la actividad, la industria cayó 18,4 por ciento. Teniendo su pico más negativo en abril, con una baja del 33 por ciento. Luego de eso, arrancó una curva ascendente que dejó al 2021 con números positivos. Hoy, en sólo un mes, retrocedió 17,2 por ciento, pero en condiciones normales, no pandémicas

Lo particular de estos datos, aseguran los especialistas, es que las caídas tan bruscas por sectores ya adelantan no sólo números negativos hacia adelante, sino un golpe que se ve en los puestos de trabajo. Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA, aseguró hace unos días que las fábricas perdieron ya 5000 puestos de trabajo, pero ese dato es previo a los 100 despidos en FATE, Acindar, los supermercados, PEPSICO y General Motors, todas cesantías que ocurrieron en las últimas horas. A eso se suman los 100 mil empleos menos que tiene la actividad de la construcción producto de la decisión de Milei de cerrar la obra pública y los que se están dando en el sector comercial. 


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