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Serios incidentes por una manifestación de trabajadores del INCAA: dos de los detenidos fueron liberados

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Se produjeron corridas, forcejeos y violencia entre manifestantes y policías. Trabajadores del colectivo del cine reclamaron la renuncia del titular del organismo, Luis Puenzo. El ministro Bauer se hizo presente en el lugar para exigírsela.

Cerca de la medianoche del martes los dos jóvenes estudiantes de cine fueron liberados de la alcaidía de Tribunales luego de quedar encausados por resistencia a la autoridad tras los incidentes ocurridos entre efectivos de la Policía de la Ciudad y trabajadores de la industria del cine que realizaron una extensa protesta frente a la sede del Instituto Nacional del Cine (INCAA) ubicada en Lima entre Moreno y la Av. Belgrano, frente a la sede del Ministerio de Desarrollo Social y de Salud, en pleno centro porteño.

Escenas violentas se desataron cuando los policías de la Ciudad intentaron liberar un carril, en pleno horario del retorno, para que pudieran circular en fila india automovilistas y motociclistas. Ante la imposibilidad de conseguirlo el Ministerio de Seguridad porteño intervino con la fuerza de la policía anti motines y comenzaron a empujar con sus escudos a los manifestantes, que reclamaban la renuncia del titular del INCAA, el cineasta Luis Puenzo.

En medio de forcejeos y algunos golpes, los policías lograron llevar a los manifestantes hacia la vereda, pero siempre en un clima tenso y hostil hasta que se produjeron corridas que terminaron con un detenido que ingreso por la puerta de un patrullero y se escapo abriendo la otra, dándose a la fuga sin que pudiera ser localizado, una mujer que fue reducida pero finalmente no fue detenida y dos jóvenes que fueron reducidos y detenidos por provocaciones.

Los trabajadores acusaron a Luis Puenzo de llevar adelante una política en la que se direccionan los subsidios a la industria del cine a las grandes producciones y se deja de lado gran parte de la producción audiovisual nacional.

Entre los testimonios recabados por NA se escucharon las manifestaciones de la actríz Mirtha Israel que afirmó «Están desfinanciando al cine. A las producciones independientes, a los documentalistas y a los que cuentan otras historias que no suelen aparecer en las grandes compañías de streaming». Otro manifestante Hernán Martín sostuvo «Nadie entiende cómo puede ser que el Presidente Alberto Fernández no haya actualizado el tope que recibe cada película en sus dos años de mandato, con la inflación que hubo desde mediados de 2019 hasta ahora».

El técnico cinematográfico explicó, «el presupuesto del Incaa actual se va a Patagonik que está asociada con Disney y se perjudica el cine independiente el problema está porque caduca la ley que se votó en el 2017 y en diciembre de este año se acaban los fondos que nutren al instituto del cine, de la música, y fijate que el otro gran ausente es el sindicalismo. Esta es una autoconvocatoria porque no esta el sindicato de actores ni tampoco el sindicato de músicos. Al vencer la asignación específica que financia el Fondo de Fomento Cinematográfico del INCAA, con un porcentaje de los ingresos de las entradas de cine y del Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom) se necesita una nueva ley que prorrogue los ingresos que percibe el Fondo de Fomento, de donde surge el dinero para subsidios y festivales, entre otros temas».

Para Mirtha Israel otro de los problemas «está relacionado con los porcentajes de subsidios para cada actividad cinematográfica, que Puenzo pretendía regular con un Decreto presidencial». En una reunión en Casa Rosada, durante la semana pasada Alberto Fernández le había dicho a Puenzo que estaba encaminado el Decreto, para solucionar algunos de esos problemas, y que además planeaban motorizar un proyecto de ley para prorrogar el Fondo de Fomento Cinematográfico.

Ahora bien, Paula Mastellone, representante del Noreste Argentino en el consejo del INCAA, explicó que el plan «debe ser analizado por ley por el Consejo Asesor y eso no ocurrió. Aún no hemos sido consultados por el plan, este nuevo plan de fomento de Luis Puenzo sería devastador para las productoras de las provincias. Al igual que el aumento de costo medio, distorsiona todos los valores y escalas salariales, dando como resultado que solo puedan filmar las grandes productoras asociadas a canales o plataformas y que el audiovisual federal en vez acercarse, quede más relegado del sistema. El reclamo de las regiones se centra en el pedido de políticas activas para evitar la concentración de subsidios asignados a productoras de CABA. La federalización es inexistente en esta gestión».

Minutos más tarde y mientras la tensión continuaba, se hizo presente en el lugar el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, quien dialogó con los manifestantes y les garantizó que iba a realizar gestiones por los detenidos.

«Van a haber cambios en el INCAA» afirmó el ministro cristinista Tristán Bauer, luego de rodar en medio de la 9 de Julio tras tropezarse con los cables de los camarógrafos que transmitían en vivo los incidentes.

Uno de los abucheos que recibió el ministro de Cultura de parte de los manifestantes se produjo cuando se habló de números. Bauer aseguró que «el presupuesto anual disponible por el INCAA para el fomento es de aproximadamente 2500 millones de pesos» pero los integrantes del colectivo del cine entienden que tras esta cifra se produce una disminución real en la cantidad de películas producidas, priorizando la producción de películas de mayor impacto comercial en detrimento del cine independiente El costo medio de las películas es un monto que establece periódicamente el instituto y define la cifra que servirá para calcular los diferentes subsidios y beneficios que reciben las producciones, según la calificación que el tipo de proyecto supone: presupuesto alto, medio o bajo. El mismo pasó a comienzo de este mes de 25 millones de pesos, importe definido en septiembre de 2019, a 96 millones de pesos.

Bauer, en breves declaraciones a la prensa, culpó a la «represión policial desmedida contra una manifestación pacífica» por la situación de violencia que se produjo.

Si bien fuentes policiales indicaron a NA que eran dos los detenidos por los incidentes, como acusados de «atentado y resistencia a la autoridad», los trabajadores le pasaron al ministro Bauer los nombres de cuatro personas que habrían sido arrestadas.

Durante los incidentes, un periodista de la agencia de noticias estatal Télam, Carlos Marrero, sufrió una lesión en una de sus rodillas, y un golpe en la cabeza al caer en forma accidental mientras se producían corridas pero fue rápidamente atendido por personal médico del SAME que constató que el trabajador de prensa se encontraba fuera de peligro.

El saldo final de los incidentes termina con la certeza existente en Casa Rosada acerca de la inminente renuncia del titular del INCAA, Luis Puenzo, quien, en medio de un gobierno cruzado por fuertes internas hacia su interior, se quedó sin sustentos. «La salida de Puenzo está confirmada», aseguraron voceros de la administración de Alberto Fernández sin conocerse el nombre de quién será su reemplazante.


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El 2001, la pandemia y el macrismo ya quedaron chicos

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En abril, el consumo en hipermercados cayó 15,4, números que no se veían desde el estallido social de De La Rua. La UIA confirmó que la industria cayó 17,2 por ciento en marzo, muy por encima del industricidio del PRO y cerca del parate total por la COVID. Con la obra pública cerrada por el Gobierno, los tres sectores que explican la mayor parte del PBI se han desmoronado en tiempo récord. Fuertes disputas en las entidades empresarias por el apoyo que le dan a Milei mientras la economía se pulveriza. 
Leandro Renou

Por Leandro Renou

En sólo cinco meses de Gobierno, los números muestran que la gestión económica de Javier Milei superó ampliamente los derrumbes de actividad de las tres crisis más relevantes de los últimos años: el 2001, la pandemia de la COVID y los años de Mauricio Macri. Por un lado, Página I12 accedió a un adelanto del informe de la consultora Scentia de abril, que refleja un desplome del 15,4 por ciento en las ventas de hipermercados, una caída similar a la del estallido del gobierno De La Rua; por su lado, la Unión Industrial (UIA) confirmó que en marzo la actividad fabril cayó 17,2 por ciento, emparejando los niveles de diciembre del 2001 y cayendo más que en la parte más dura de la pandemia. A este dato se suma el derrumbe de la construcción, superior al 42 por ciento, lo que deriva en un escenario inédito: en tiempo récord, la gestión de Milei y Luis Caputo pusieron a las tres actividades que explican la mayor parte del PBI en una situación de dificil retorno.

Por esta perspectiva, que ya se veía venir, los economistas empezaron a alertar hace unas semanas que el nivel de la recesión, autogenerada para intentar morigerar una inflación que sigue muy alta, era el dato central a observar. Lo curioso es que este momento de crisis casi total de la actividad se da en paralelo al apoyo que empresarios de la Cámara Argentina de la Construcción, la Cámara de Comercio y la propia UIA, le dan al gobierno de Milei, a quien estuvieron escuchando y aplaudiendo hace unas horas, en su exposición en el almuerzo que organizó el Consejo del Comercio y la Producción (Cicyp) en el Hotel Alvear. A raíz de estos datos, este diario habló con dirigentes de todos esos sectores consultando cómo y hasta cuándo se sostiene el discurso de apoyo a la línea Milei cuando la actividad a la baja ya se está cargando al empleo. «Es la pregunta del millón», contestó un alto dirigente de UIA. En esa sede de la gremial empresaria hay una guerra entre pymes y gigantes por el contexto de crisis, que se está llevando puestas a las más chicas. Por toda esa tensión, muchas cámaras como los metalúrgicos de ADIMRA y los texiles de Protejer decidieron salir por las suyas a denunciar que el proceso de crisis no frena y terminará en cierres de empresas. 

En este escenario, el consumo masivo es que el primero sintió el ajuste en los salarios, las jubilaciones pisadas y la liberación del resto de los bienes y servicios de la economía, que terminaron privando a las familias de mayores compras de alimentos. Según Scentia, la caída del 15,4 en ventas en los grandes supermercados de abril es la más grande desde el 2001-2002. «Quedó lejos incluso de los números muy negativos del macrismo», explicó un líder del supermercadismo multinacional. En los años del PRO, el consumo masivo medido por Scentia cayó tres de los cuatro años, quedando empatado en el período restante. Lo particular del consumo es que todos los rubros están cayendo, pero algunos como Bebidas, Aceites y Lácteos se desploman desde el 20 al 50 por ciento mensual. 

Esa baja en el gasto de los hogares está directamente conectada, además, con el desempeño de las fábricas. En el reporte de la UIA se muestra que la industria de Alimentos cayó 10,2 por ciento en abril, un número del que nadie tiene antecedentes, porque en general el sector crece, aún en los peores períodos, de manera marginal en relación con el crecimiento poblacional. El derrumbe de todos los sectores que muestra la UIA produjo una caída general de la actividad que supera o se equipara al 2001 y queda muy por encima de la pandemia de COVID. 

En 2001, medido por el INDEC, el sector industrial terminó cayendo 6,2 por ciento. Mientras que en diciembre de ese año, la baja fue de 18,4 por ciento. ¿Qué pasó co la COVID? En el primer semestre del 2020, el período de mayores restricciones a la circulación y la actividad, la industria cayó 18,4 por ciento. Teniendo su pico más negativo en abril, con una baja del 33 por ciento. Luego de eso, arrancó una curva ascendente que dejó al 2021 con números positivos. Hoy, en sólo un mes, retrocedió 17,2 por ciento, pero en condiciones normales, no pandémicas

Lo particular de estos datos, aseguran los especialistas, es que las caídas tan bruscas por sectores ya adelantan no sólo números negativos hacia adelante, sino un golpe que se ve en los puestos de trabajo. Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA, aseguró hace unos días que las fábricas perdieron ya 5000 puestos de trabajo, pero ese dato es previo a los 100 despidos en FATE, Acindar, los supermercados, PEPSICO y General Motors, todas cesantías que ocurrieron en las últimas horas. A eso se suman los 100 mil empleos menos que tiene la actividad de la construcción producto de la decisión de Milei de cerrar la obra pública y los que se están dando en el sector comercial. 


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