SOCIEDAD
Tensión en pleno vuelo: la batería de un celular explotó y tuvieron que aterrizar de emergencia en Ezeiza

La batería del celular no logró aguantar la presión en el cielo, y explotó a los minutos de que el avión haya salido de Aeroparque.

Son muy pocos los casos en los que un celular explota en un avión. Si uno toma las precauciones adecuadas, muy difícilmente los aparatos electrónicos puedan sufrir problemas. No obstante, en un vuelo de Aerolíneas Argentinas a Esquel sucedió todo lo contrario. Apenas la aeronave partió de Aeroparque, la batería de un celular no soportó la presión y estalló.
La situación empezó a empeorar con el tiempo, ya que el aparato humeaba y hasta tenía llamas que salían de él. Dado que el pasajero no quería ocasionar algún accidente dentro del avión, se vio obligado a sostener el dispositivo con sus manos hasta que pudiesen apagar la llamarada. Como consecuencia, el hombre sufrió fuertes quemaduras.
Probaron todos los métodos para sofocar el fuego: primero agarraron un matafuegos que había en la cabina. Si bien pudo apagarlo por un instante, enseguida volvía a resurgir. Lo que finalmente terminó por extinguirlo fue colocar el celular en un balde con agua y hielo. Ya para este momento, el protocolo de seguridad de la aeronave se había activado.
El piloto, tan pronto como vio fuego en la cabina, dio una vuelta y se dirigió a Ezeiza, el aeropuerto que más cerca le quedaba. Allí, y una vez que aterrizaron, el hombre recibió atención médica por las quemaduras en sus manos. Tras un par de horas en espera, todos volvieron a abordar el avión para dirigirse al destino final, Esquel.

A pesar de que ahora el episodio es anecdótico, en el momento todos los pasajeros sintieron mucho miedo. Es más, varios de los niños comenzaron a llorar ya que muy rara vez se vio fuego en la cabina de algún avión. No obstante, y una vez que la llamarada se pudo apagar, las personas a bordo pudieron relajarse un poco más.
PROVINCIALES
Brizuela destacó el operativo solidario de entrega de merluza en la Cuenca

El ministro de Gobierno, Nicolás Brizuela, valoró el trabajo realizado en la Cuenca Carbonífera en el día de ayer, en el marco del operativo de entrega de merluza, impulsado por el Gobierno de Santa Cruz con motivo de Semana Santa

«Hoy vivimos una jornada de gran alegría y compromiso social. Con mucha satisfacción hicimos entrega de merluza a todas las familias de Río Turbio, 28 de Noviembre y la zona de influencia de ambas comunas, con el objetivo de acompañarlas en estas fechas que son muy importantes para compartir la mesa de Pascuas con los seres queridos», expresó el titular de la cartera de Gobierno.
El operativo incluyó la distribución en instituciones esenciales como hospitales, comisarías y destacamentos de bomberos. «Todas las fuerzas vivas de ambas localidades participaron, activamente, de esta acción», detalló Brizuela, y agregó: «Desde nuestra planificación, podemos afirmar que se llegó a todos los sectores previstos en la Cuenca».
La iniciativa forma parte del esquema de responsabilidad social que lleva adelante el Gobierno de la Provincia a través de acuerdos con empresas pesqueras radicadas en Santa Cruz.
La acción responde al mandato del gobernador Claudio Vidal de garantizar la presencia del Estado y el acompañamiento concreto a las comunidades en fechas tan especiales como ésta, en la que muchos santacruceños conmemoran Semana Santa.
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