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Supermercados del interior rechazan el control gremial y amenazan con dejar el programa de «Precios Justos»

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Se oponen a que el gremio de los Moyano controle el abastecimiento y los precios de los productos.

Las cadenas de supermercados del interior advirtieron que podrían abandonar el programa de «Precios Justos» si no es eliminado el control del gremio de camioneros sobre el abastecimiento y los precios de las mercaderías..

La Federación Argentina de Supermercados (FASA), que nuclea a empresas del interior, expresó su rechazo a la decisión del Gobierno de pedir a gremialistas y piqueteros que asistan en el control del cumplimiento del programa «Precios Justos».

El presidente de FASA, Víctor Palpacelli, expresó preocupación por esos controles, al sostener que «estas situaciones alejan la posibilidad de que distintas cadenas regionales se sumen al programa».

«Por el contrario, quienes están sumadas podrían bajarse porque se desalientan por este tipo de situaciones a las que nos exponen», expresó Palpacelli.

El empresario supermercadista agregó que «queremos acompañar, pero evidentemente se necesita de la seguridad de la provisión de la mercadería de parte de la industria», sostuvo.

También negó que el sector esté realizando acopio de mercadería al sostener que «lejos está de nuestra parte la intención de acaparar y no vender».

Supermercados del interior rechazan el control gremial
Por el contrario, las grandes cadenas de supermercados, nucleadas en la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), evitaron polemizar con la medida y pusieron el foco en la mejora del abastecimiento que, entienden, es responsabilidad de las empresas proveedoras.

El secretario general del gremio de Camioneros, Pablo Moyano, había afirmado que desde el Gobierno les habían pedido «una colaboración» para poder chequear que las cadenas de supermercados hagan llegar los productos a las góndolas.

El sindicalista afirmó que en las cadenas como Coto, Carrefour, Día, Chango «se estaba viendo que la mercadería no llegaba a las góndolas, salían 10 camiones de cada producto, llegaban a los supermercados y llenaban dos o tres góndolas».

«Nuestra tarea es denunciar a la Secretaría de Comercio si hay faltantes de productos, y nuestro gremio siempre fue solidario con el Estado» añadió.

«Esto es una colaboración de camioneros, como lo están haciendo los compañeros de Comercio y de Alimentación», agregó Moyano.

El acuerdo entre el gobierno y el sindicato de Camioneros fue denunciado ante la justicia por la dirigente de Juntos por el Cambio, Elisa Carrió.

La denuncia penal de la titular de la Coalición Cívica alcanzó al presidente Alberto Fernández, el ministro de Economía Sergio Massa y el secretario de Comercio Matías Tombolini, por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad, intimidación pública e instigación a cometer delitos.

Carrió afirmó que se está poniendo en marcha «una organización paraestatal, impulsada desde los funcionarios denunciados, para hacer efectiva la medida de control de precios».

«Las autoridades denunciadas, se han colocado fuera de estas y de toda norma, arrasando los límites de sus competencias funcionales» agregó la ex diputada.


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Las tres Marchas

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Luis Bruschtein

Por Luis Bruschtein

La primera marcha fue del movimiento obrero, el 24 de enero, contra el DNU, la ley ómnibus y la flexibilización laboral; la segunda fue el 24 de marzo por los derechos humanos. Y esta ha sido la tercera gran marcha contra el gobierno de Javier Milei, movilizada por la comunidad educativa en defensa de la educación pública. Y cada vez fue mayor. El espíritu de la producción y el trabajo representado en los trabajadores, el espíritu moral y ético que simbolizan las Madres y las Abuelas y el espíritu cultural del país que alimentan las escuelas, colegios y universidades, fueron los atacados por este gobierno y los primeros en reaccionar. Hay más que tres marchas en juego, entre las tres, además de su masividad expresan la esencia de un país. Para este gobierno, todo es corrupción, menos los corruptos, a los que concibe como “héroes” que fugan millones, abusan de los precios o especulan en la bicicleta financiera.

El gobierno despreció esta marcha porque —dijeron— la organizaron y participaron los que no quieren la auditoría de las universidades. “Son los que se favorecen con este sistema de corrupción y no quieren perder sus beneficios”, dijeron por la televisión. Y Patricia Bullrich la calificó de “rara”. Defender la universidad que el gobierno quiere cerrar es “raro”. Todo el relato se monta sobre grandes mentiras que se reproducen en las redes hasta el infinito, porque las universidades tienen sus propios sistemas de auditorías.

Pero todo es corrupción, menos los corruptos. Igual que Mauricio Macri, hablan del curro de los derechos humanos y cuando no pueden comprar a los sindicalistas, los acusan de corruptos. Pero la verdadera corrupción, la que sí equivale a un PBI, es la que fugó 400 mil millones de dólares, los dueños de las offshore que reciben a Milei en el Llao Llao, los que colocaron estratégicamente a sus gerentes en las decisiones de política económica y en las empresas del Estado.

Las manos invisibles del mercado no son tan invisibles, pero se ocultan detrás de los ataques a los puntos más sensibles, como los trabajadores, los derechos humanos y la educación. Este país dejaría de existir, se derrumbaría, si destruyeran esos pilares.

La enorme movilización de ayer fue la más grande en muchos años. Las fotos aéreas lo reafirman. La Plaza y las avenidas laterales, más toda la Avenida de Mayo hasta parte de la Plaza de los dos Congresos, las diagonales, Rivadavia e Irigoyen, repletas. Más las grandes movilizaciones que se realizaron en Mar del Plata, Córdoba, Tucumán, Misiones, Mendoza y demás, dejaron en claro que el gobierno tendrá problemas si busca destruir a la educación pública.

En las tres marchas hubo una parte que fue a todas, pero en cada una se suman muchos manifestantes nuevos. Y el que va una vez, ya no se baja, porque el encuentro físico con otras personas que piensan parecido y actúan en común destruye preconceptos y diluye el prejuicio sobre el que se monta todo el discurso antipopular o incluso antimilitante o antipolítico, que son los antis que funcionan como pegamento del relato desarmador de la derecha.

En esta marcha hubo muchísima gente sin encolumnarse. Y había columnas que casi nunca han compartido la calle, como las de agrupaciones peronistas estudiantiles y la Franja Morada del radicalismo. Esa misma mezcla se daba en la muchedumbre.

Es probable que las movilizaciones no le muevan el amperímetro a Milei, que se pasó la tarde en las redes, igual que su vice que trató de humillar a Hebe de Bonafini. Milei confía más en sus modelos matemáticos que, como tales, nunca son la realidad, sino su representación: un modelo de números sin seres humanos, como los que mostró en la cadena nacional de radio y televisión el lunes. Le interesan esos números voladores y no los seres humanos, imperfectos y corrompibles. Pero ojo, las frías matemáticas son manipulables y manipuladas en este caso.

Un detalle que puso en evidencia la diversidad de los manifestantes que asistieron a las marchas fue la profusión de cartelitos caseros. En las marchas anteriores había algunos. Pero ayer estaba plagado de cartelitos con leyendas inventadas por sus portadores, escritos con marcadores de diferentes colores sobre hojas, cartulinas o cartones. Una nota de Página/12, da cuenta de este fenómeno. No hay que pensar demasiado: Si se juntan cientos o miles de maestras y docentes, preparan la marcha como si fuera una clase, con sus cartelitos didácticos o graciosos para sus alumnos. Es difícil imaginar una marcha de ferroviarios, por ejemplo, con cartelitos escritos a mano con marcadores de diferentes colores.

Qué poco conocen el país real estos tipos que gobiernan. Esos cartelitos son una clase en la escuela pública. Nadie las obliga a llevar un cartelito. Es lo que hacen las maestras en su tiempo “libre”, porque es lo que lleva en la sangre el ser docente. “La educación nos hace libre” dice uno que reivindica la verdadera libertad y no la que carajean estos farsantes. Y hay otro que es para reflexionar: ”Lucho por una educación que nos enseñe a pensar y no por una educación que nos enseñe a obedecer”.


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