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Multitudinaria marcha de antorchas por Evita, a favor del Gobierno y contra «los antipatria»

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En la manifestación, donde los asistentes portaron antorchas y velas encendidas durante toda la ceremonia, hubo militantes de gremios de la CGT y la CTA, como Camioneros, ATE (estatales) y Smata (mecánicos) que también aprovecharon para respaldar al Gobierno.

Un sector de la CGT encabezado por el dirigente camionero Pablo Moyano, la CTA de Hugo Yasky y el Frente Sindical para el Modelo Nacional realizaron una marcha de antorchas para recordar a Eva Perón a 70 años de su muerte y expresaron su apoyo al presidente Alberto Fernández, a la vicepresidenta Cristina Kirchner y su repudio a «los antipatria que quieren desestabilizar al Gobierno».

La marcha, que tuvo una fuerte convocatoria, se inició alrededor de las 18 en cercanías de las avenidas Independencia y 9 de Julio y se dirigió hasta el Ministerio de Desarrollo Social, donde antiguamente funcionó el histórico Ministerio de Obras Públicas y en cuyos laterales hay gigantescas imágenes de Eva Perón.

La tradicional marcha en homenaje a Evita se hizo tras dos aos sin realizarse por la pandemia de coronavirus FotoVictoria Gesualdi
La tradicional marcha en homenaje a Evita se hizo tras dos años sin realizarse por la pandemia de coronavirus (Foto:Victoria Gesualdi).

En la manifestación, donde los asistentes portaron antorchas y velas que permanecieron encendidas durante casi toda la ceremonia, hubo militantes de gremios de la CGT y la CTA, como Camioneros, ATE (estatales) y Smata (mecánicos).

También hubo militantes de organizaciones y partidos como Miles, La Germán, el Frente Transversal Nacional y Popular, Unidos y Organizados, Federación de Tierra, Vivienda y Hábitat, MTL, Corriente Nacional Martin Fierro, Liberación Popular, Frente Social Peronista y Partido Comunista, entre otros.

La marcha se dirigi hasta el Ministerio de Desarrollo Social Foto Victoria Gesualdi
La marcha se dirigió hasta el Ministerio de Desarrollo Social (Foto: Victoria Gesualdi).

Sobre la esquina de Independencia y Bernardo de Irigoyen se podía observar una bandera de Espacio Puebla con las cara de Eva Perón junto a Hugo Chávez, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.

Con la caída del sol, cerca de las 18.30, comenzaron a prenderse las primeras antorchas y velas de la tradicional marcha en homenaje a Evita, tras dos años sin realizarse por la pandemia de coronavirus.

Las miles de personas que formaban las columnas sobre la avenida 9 de Julio iniciaron su marcha de cara al norte de la ciudad de Buenos Aires, con el rostro de Eva Perón sonriente desde el edificio de Desarrollo Social, donde fue improvisado un escenario. Sosteniendo una bandera con el rostro de Evita, los dirigentes Moyano, Yasky, Omar Plaini (canillitas), y Pablo Micheli (CTA), entre otros, avanzaron al frente de una nutrida columna que de a poco se acercaba al escenario en el que se escuchaba por parlantes uno de los célebres discursos de la esposa de Juan Domingo Perón. «Yo sé que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria», dijo casi un año antes de su fallecimiento, durante el acto en el que desestimó acompañar como vicepresidenta a Perón en las elecciones de 1952, hecho conocido como el «renunciamiento histórico». Setenta años después de aquel momento, la llamada «jefa espiritual de la nación» por el rol que tuvo la Fundación Eva Perón para paliar las necesidades de los más humildes, fue recordada en un breve acto en el que un importante sector sindical aprovechó la ocasión para defender al actual Gobierno.

«Celebramos la unidad que estamos teniendo en la calle», dijo Pablo Moyano desde el escenario.

«Esta no es una marcha contra el Gobierno, es una marcha defendiendo al presidente y a la vicepresidenta», afirmó el adjunto del Sindicato de Camioneros y cotitular de la CGT.

Moyano advirtió que «los antipatria son los que quieren desestabilizar al Gobierno para venir con la reforma laboral».

«Acá estamos los que enfrentamos al macrismo y los que vamos a defender al Gobierno», sostuvo Moyano, quien ratificó: «El 17 de agosto nos movilizamos en todo el país; no nos corren por izquierda ni por derecha y vamos a demostrar lo que es el movimiento obrero organizado».

Hugo Yasky dijo que «los que tienen el poder de remarcar los alimentos no lo van a lograr. Eva esta presente. Viva la unidad, viva la lucha».

En tanto, el referente de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) Walter Correa afirmó: «Derrotamos electoralmente a los medios masivos y también derrotamos a Macri, quien le solicitó al FMI 54 millones de dólares para bancarlo». Pese a eso, Correa afirmó que «aún» no se lo ha vencido y que se debe «levantar la garra de los trabajadores» para poder hacerlo. «Quiero ratificar que mientras estas organizaciones estén de pie, seguramente hay 2023″, subrayó el referente. También la dirigente del Satsaid (sindicato de televisión), Virginia Oro, reivindicó la figura de Eva Perón y llamó a la «unidad» de los trabajadores: «Quiero recordar que la única lucha que se pierde es la que se abandona», remarcó. Al terminar el acto, los dirigentes sindicales dejaron una ofrenda floral al costado del ingreso al Ministerio de Desarrollo Social y hablaron brevemente con la prensa que se acercó al lugar. «Evita sería parte de los que están impulsando el Salario Básico Universal (SBU). Como también hubiese apoyado el impuesto a las grandes fortunas y de los que promueven impuestos a los especuladores para que paguen los que más tienen», dijo a Télam el dirigente sindical Yasky. «Estoy conmovido con que estos 70 años nos vuelven a encontrar a los trabajadores de la CGT y la CTA unidos», agregó.

Moyano Esta no es una marcha contra el Gobierno es una marcha defendiendo al presidente y a la vicepresidenta Foto Victoria Gesualdi
Moyano: «Esta no es una marcha contra el Gobierno, es una marcha defendiendo al presidente y a la vicepresidenta» (Foto Victoria Gesualdi).
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(Foto: Victoria Gesualdi).
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(Foto: Victoria Gesualdi).

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Las tres Marchas

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Luis Bruschtein

Por Luis Bruschtein

La primera marcha fue del movimiento obrero, el 24 de enero, contra el DNU, la ley ómnibus y la flexibilización laboral; la segunda fue el 24 de marzo por los derechos humanos. Y esta ha sido la tercera gran marcha contra el gobierno de Javier Milei, movilizada por la comunidad educativa en defensa de la educación pública. Y cada vez fue mayor. El espíritu de la producción y el trabajo representado en los trabajadores, el espíritu moral y ético que simbolizan las Madres y las Abuelas y el espíritu cultural del país que alimentan las escuelas, colegios y universidades, fueron los atacados por este gobierno y los primeros en reaccionar. Hay más que tres marchas en juego, entre las tres, además de su masividad expresan la esencia de un país. Para este gobierno, todo es corrupción, menos los corruptos, a los que concibe como “héroes” que fugan millones, abusan de los precios o especulan en la bicicleta financiera.

El gobierno despreció esta marcha porque —dijeron— la organizaron y participaron los que no quieren la auditoría de las universidades. “Son los que se favorecen con este sistema de corrupción y no quieren perder sus beneficios”, dijeron por la televisión. Y Patricia Bullrich la calificó de “rara”. Defender la universidad que el gobierno quiere cerrar es “raro”. Todo el relato se monta sobre grandes mentiras que se reproducen en las redes hasta el infinito, porque las universidades tienen sus propios sistemas de auditorías.

Pero todo es corrupción, menos los corruptos. Igual que Mauricio Macri, hablan del curro de los derechos humanos y cuando no pueden comprar a los sindicalistas, los acusan de corruptos. Pero la verdadera corrupción, la que sí equivale a un PBI, es la que fugó 400 mil millones de dólares, los dueños de las offshore que reciben a Milei en el Llao Llao, los que colocaron estratégicamente a sus gerentes en las decisiones de política económica y en las empresas del Estado.

Las manos invisibles del mercado no son tan invisibles, pero se ocultan detrás de los ataques a los puntos más sensibles, como los trabajadores, los derechos humanos y la educación. Este país dejaría de existir, se derrumbaría, si destruyeran esos pilares.

La enorme movilización de ayer fue la más grande en muchos años. Las fotos aéreas lo reafirman. La Plaza y las avenidas laterales, más toda la Avenida de Mayo hasta parte de la Plaza de los dos Congresos, las diagonales, Rivadavia e Irigoyen, repletas. Más las grandes movilizaciones que se realizaron en Mar del Plata, Córdoba, Tucumán, Misiones, Mendoza y demás, dejaron en claro que el gobierno tendrá problemas si busca destruir a la educación pública.

En las tres marchas hubo una parte que fue a todas, pero en cada una se suman muchos manifestantes nuevos. Y el que va una vez, ya no se baja, porque el encuentro físico con otras personas que piensan parecido y actúan en común destruye preconceptos y diluye el prejuicio sobre el que se monta todo el discurso antipopular o incluso antimilitante o antipolítico, que son los antis que funcionan como pegamento del relato desarmador de la derecha.

En esta marcha hubo muchísima gente sin encolumnarse. Y había columnas que casi nunca han compartido la calle, como las de agrupaciones peronistas estudiantiles y la Franja Morada del radicalismo. Esa misma mezcla se daba en la muchedumbre.

Es probable que las movilizaciones no le muevan el amperímetro a Milei, que se pasó la tarde en las redes, igual que su vice que trató de humillar a Hebe de Bonafini. Milei confía más en sus modelos matemáticos que, como tales, nunca son la realidad, sino su representación: un modelo de números sin seres humanos, como los que mostró en la cadena nacional de radio y televisión el lunes. Le interesan esos números voladores y no los seres humanos, imperfectos y corrompibles. Pero ojo, las frías matemáticas son manipulables y manipuladas en este caso.

Un detalle que puso en evidencia la diversidad de los manifestantes que asistieron a las marchas fue la profusión de cartelitos caseros. En las marchas anteriores había algunos. Pero ayer estaba plagado de cartelitos con leyendas inventadas por sus portadores, escritos con marcadores de diferentes colores sobre hojas, cartulinas o cartones. Una nota de Página/12, da cuenta de este fenómeno. No hay que pensar demasiado: Si se juntan cientos o miles de maestras y docentes, preparan la marcha como si fuera una clase, con sus cartelitos didácticos o graciosos para sus alumnos. Es difícil imaginar una marcha de ferroviarios, por ejemplo, con cartelitos escritos a mano con marcadores de diferentes colores.

Qué poco conocen el país real estos tipos que gobiernan. Esos cartelitos son una clase en la escuela pública. Nadie las obliga a llevar un cartelito. Es lo que hacen las maestras en su tiempo “libre”, porque es lo que lleva en la sangre el ser docente. “La educación nos hace libre” dice uno que reivindica la verdadera libertad y no la que carajean estos farsantes. Y hay otro que es para reflexionar: ”Lucho por una educación que nos enseñe a pensar y no por una educación que nos enseñe a obedecer”.


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